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martes, marzo 26, 2013

El Poder de la Gratitud

Dar las gracias por lo que tenemos, por quienes somos, por nuestro entorno, por el nuevo día, por tener amigos… es una práctica que puede ayudarnos a sentirnos en paz con nosotros mismos. Y no solo eso, puede mejorar nuestro estado de salud, nuestra visión de la vida y hacernos más felices.

La idea de la gratitud como herramienta de crecimiento personal y generadora de bienestar va mucho más allá de dar las gracias por cortesía por un favor recibido. La buena educación es importante, sin duda, pero el auténtico agradecimiento se sitúa en la decisión de dejar de vivir en un estado carencial permanente, para dirigir nuestra mirada a la abundancia que nos rodea.
Por inercia, por educación, por inconsciencia… no hay una única razón, pero lo cierto es que, por regla general, nuestra sociedad y las personas que la formamos nos hemos acostumbrado a centrar nuestros pensamientos en aquello que nos falta. Si tenemos trabajo, deseamos cobrar más, o un puesto de más responsabilidad, o una jornada de trabajo menos dura… Si tenemos pareja, esperamos que sea más comprensiva, menos despistada, más generosa… Y solemos hacer lo mismo con la familia, la casa, nosotros mismos… Esta dinámica conlleva mucha frustración, infelicidad y baja autoestima.

La gratitud nos sitúa en otra esfera y nos invita a tomar conciencia de lo que tenemos, nos coloca en el presente, nos hace reflexionar sobre nuestros logros, aptitudes y nos ayuda a mirar la vida desde el optimismo y la abundancia.

En uno de las investigaciones realizada por los psicólogos Robert Emmons y Michael McCullough, publicada en el Journal of Personality and Social Psichology, se pidió a un grupo de participantes que una vez a la semana durante diez semanas seguidas escribieran cinco cosas por las que sentían agradecidos. Otros grupos de personas debían escribir durante el mismo periodo de tiempo cinco cosas importantes que hubieran sucedido o cinco problemas que hubieran tenido. Los resultados mostraron que quienes se habían centrado en el agradecimiento se sentían más optimistas y más satisfechos con su vida. Pero, además, también su salud había mejorado e, incluso, se habían sentido motivados para hacer el ejercicio.
Otros estudios realizados sobre la gratitud han puesto de manifiesto que esta práctica aporta energía y optimismo, facilita la empatía, la espiritualidad y la indulgencia y matiza los comportamientos materialistas.
Por otro lado, una investigación reciente de las universidades de Pensilvania y Carolina del Norte, publicada en el Journal of Personality and Social Psichology, ha demostrado que la gratitud también influye a las personas a las que les agradecemos su apoyo o ayuda, motivándolas, a su vez, a mostrarse más solidarias y colaboradoras con los demás.

Cinco Razones Básicas para Practicar la Gratitud
Disfrutar de las cosas buenas de la vida. Es cierto que algunas personas pasan por momentos duros y difíciles, pero por algún sitio hay que empezar a construir. Si somos capaces de aislar algo bueno que tenemos o nos sucede, por pequeño que sea, y damos las gracias por ello empezaremos a generar sentimientos de optimismo que, poco a poco, se propagarán por otras áreas de nuestra existencia.
Mejorar nuestra vida social. Una buena manera de conectar con los demás es apreciar a las personas, sus virtudes, sus bondades y las aportaciones que traen a nuestra vida. Si nos acostumbramos a valorar todo aquello que agradecemos a quienes nos rodean, la conexión que se establecerá con esas personas será más profunda y beneficiosa para ambos. A la larga, todo ello revertirá en una vida social más rica y provechosa.
Alejar las emociones negativas. La gratitud es incompatible con emociones que nos empobrecen como la ira, la envidia, la amargura o la codicia. Sentirse afortunados nos vuelve generosos, empáticos y solidarios, y nos ayuda a olvidarnos de hacer esas comparaciones con los demás.
Reforzar la autoestima. Darnos cuenta de nuestros logros nos da una mayor sensación de seguridad y eficacia para con nosotros mismos y nos empuja, al mismo tiempo, a plantearnos nuevos retos. Es un auténtico antídoto contra el papel de víctima que solemos adoptar cuando las cosas no son como nos gustarían. Este personaje, el de la víctima, impide cualquier avance hacia la realización de nuestros sueños, mientras que sentirnos agradecidos nos empuja a valorarnos y creer en nuestras posibilidades.
Afrontar el estrés y las experiencias traumáticas. Ser capaces de valorar lo que tenemos en los peores momentos, en las situaciones más desfavorables, nos ayuda a adaptarnos a las nuevas circunstancias, a reconocer nuestra fuerza y nuestros valores y a seguir adelante con más empuje que nunca.

Cómo ser más agradecido: Ejercicios Prácticos
Realizar pequeños ejercicios de forma regular ayuda a adquirir una mayor capacidad de agradecimiento. Estas son algunas propuestas:
o Mientras duermes. Al acostarte, con la luz apagada, haz un repaso del día, de atrás hacia delante, de la cena al despertar. Piensa en todo aquello que has vivido por lo que puedes dar las gracias, pueden ser grandes cosas o pequeñas, pero todas te ayudarán a programar un buen descanso y a dejar activada la energía de la gratitud. Mientras duermes trabaja en tu beneficio.

o Llevar un diario. Una vez a la semana dedica unos minutos a escribir entre tres y cinco cosas por las que puedes estar agradecido. Pueden ser virtudes que reconoces en ti sin esfuerzo, bienes que aprecias, personas que te rodean y te hacen sentir querido… Pero también puedes mostrar tu aprecio porque el tendero fue generoso al pesar las manzanas que habías comprado o porque alguien te cedió el asiento en el autobús.
Las investigaciones que se han realizado al respecto señalan que este ejercicio llevado a la práctica de manera regular durante un tiempo puede incrementar la sensación de bienestar y felicidad de manera ostensible.
Si escribir es una tarea que no te resulta placentera o fácil, puedes hacer este ejercicio en un lugar tranquilo pasando unos minutos dando las gracias por aquellas cosas que hacen más fácil o mejor tu vida diaria.
o Buscar un aliado. Si te cuesta sentirte afortunado, pídele a un amigo o a un familiar que, de vez en cuando, siempre que te sientas víctima de la situación, se siente a tu lado y te haga una lista de todas aquellas cosas o personas por las que puedes sentirte feliz. La visión de otra persona siempre resulta enriquecedora cuando estamos atascados.
o Escribe cartas de agradecimiento. Piensa en todas las personas que han tenido un papel importante en tu vida: padres, tíos, tías, hermanos, maestros, abuelos, jefes, amigos, vecinos, compañeros de clase… Escribe una carta a esas personas que te han ayudado a ser quien eres y envíasela. También se la puedes leer por teléfono o quedar con ellos y hacerlo en persona. SI no sabes dónde encontrar a esas personas o han fallecido, escribe igualmente la carta y luego quémala o rómpela. Un estudio realizado por la psicóloga Sonja Lyumbomirsky demostró que el simple hecho de escribir cartas de agradecimiento a personas importantes de nuestra vida incrementaba de forma ostensible la sensación de bienestar en los participantes de la investigación.

Sentirse agradecido por lo que tenemos no significa olvidar nuestros sueños o aspiraciones. Todo lo contrario, la gratitud nos impulsa a alcanzar nuevos objetivos.

Averigua cuál es tu nivel de gratitud
Cuestionario para descubrir cuál es el nivel de gratitud en relación con los demás.

Cómo funciona
Se trata de responder a las seis afirmaciones que se proponen más abajo con una de las frases siguientes. Se debe poner el número que corresponde a tu respuesta al lado de cada afirmación.
1. Estoy muy en desacuerdo.
2. Estoy en desacuerdo.
3. Estoy ligeramente en desacuerdo.
4. Ni de acuerdo ni en desacuerdo.
5. Estoy ligeramente de acuerdo.
6. Estoy de acuerdo.
7. Estoy muy de acuerdo.

Las seis afirmaciones
1. Tengo mucho en la vida por lo que estar agradecido.
2. Si tuviera que hacer una lista con todo lo que agradezco, sería una lista muy larga.
3. Cuando observo cómo está el mundo, no veo muchas cosas por las que estar agradecido.
4. Le estoy agradecido a una gran cantidad de personas.
5. A medida que me hago mayor, me veo más capaz de apreciar a las personas, los acontecimientos y las situaciones que han formado parte de mi historia.
6. Puede pasar mucho tiempo hasta que siento agradecimiento por alguien o algo.

Cómo puntuar
• Suma los puntos obtenidos en las afirmaciones 1, 2, 4 y 5.
• Invierte la puntuación de los puntos 3 y 6. Es decir, si puntuaste un 7, pon un 1; si puntuaste un 6, pon un 2… y añade los puntos obtenidos a la suma anterior.

Resultados
• Si has conseguido una puntuación total de 35 puntos o menos, estás entre el 25% de personas menos agradecidas.
• Si has puntuado entre 36 y 38 puntos, estás entre el 50% de personas menos agradecidas.
• Si has logrado 39 puntos o más, te hayas entre el 50% de personas más agradecidas.
• Si has sacado el máximo, 42 puntos, perteneces al 12,5% de personas más agradecidas.

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