CENTRO FÉNIX DE NATUROPATÍA
México - Tel. 2291 185 281
España - Tels. 680 53 75 56 - 965 78 63 38


Hola ! ! !

Más allá de las limitaciones impuestas por la percepción,
existe la certeza de ser lo que nunca perdimos.
El conocimiento de la conciencia de ser
es la única Libertad que tenemos.
Adelante, están invitados.

Bienvenid@s !!!

CIENCIAS ETERNAS


Algunas de las Imágenes que aparecen en este Blog, han sido sacadas de Internet.
Si alguien tiene derechos y quiere que no salgan en este espacio,
nos lo hacen saber y serán retiradas inmediatamente.




Mostrando entradas con la etiqueta Bienestar. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Bienestar. Mostrar todas las entradas

martes, febrero 13, 2024

La Salud es lo más Importante

Nuestra energía vital es la fuente de nuestro bienestar tanto físico como mental, de la salud resplandeciente y de la alegría de vivir.
La salud es, en el ser humano, la armonía y el equilibrio de la estructura corporal, los procesos intelectuales y la integridad de sus creencias.

La salud constituye la expresión más plena de todas las facultades y pasiones de la persona, colaborando en perfecta coherencia. La salud es la total ausencia de dolor y de contrariedad mental.
La salud es belleza, vitalidad, gracia, impecabilidad y espontaneidad. La salud es esa condición en la que el individuo constituye la expresión más elevada del poder y el amor de la Creación.
Cuando un ser humano es armonioso en su propia naturaleza, en su cuerpo y en su mente, equilibrado en sus armoniosas acciones y en la adaptación al medio, y vive en perfecta armonía con la Naturaleza, con sus semejantes y con el espíritu, puede decirse que se encuentra en un estado de salud.

El gran reto del sanador, médico o terapeuta es ir más allá de lo evidente y encontrar la causa del mal que aqueje a su paciente. La, cada vez mayor, dependencia de la tecnología y metodología moderna, nos van alejando de esa capacidad intuitiva de conexión con el paciente que siempre ha caracterizado a un verdadera terapeuta o sanador.
Los intentos de paliar síntomas mediante medicamentos o fórmulas simplistas, sin profundizar en los diversos factores que existen en desarmonía dentro del individuo, y que son los causantes de su mal, se convierten en fallidos tratamientos y en problemas recurrentes.

La necesidad del conocimiento para poder acceder a esa información profunda y desarrollar de esa manera la capacidad intuitiva de conexión, es vital para una curación completa e integral.

Leer más...

lunes, febrero 12, 2024

Veinte Respiraciones Conectadas

Voy a tratar de explicar el milagroso efecto que puede tener efectuar algunos segundos de respiración consciente y continuada.
Lo que este pequeño tiempo de práctica aporta al cuerpo y a la mente es una gran cantidad de nueva energía vital.

Una forma de hacerlo es con series de cuatro respiraciones (inhalación y exhalación) cortas, y al final de cada serie de cuatro respiraciones cortas, una respiración (inhalación y exhalación) larga y profunda. Volviendo de nuevo a efectuar cuatro respiraciones cortas, seguidas de nuevo de una respiración profunda y así hasta completar un ciclo de veinte respiraciones continuadas.

Al efectuar la respiración, debemos hacerlo por uno solo de los conductos respiratorios; es decir, si efectuamos la inhalación por la nariz, la exhalación ha de realizarse también por la nariz.
Si por el contrario, hacemos la inhalación por la boca, debemos efectuar la exhalación también por la boca.

Se funden así, la inhalación y la exhalación, en un círculo continuo, sin interrupción alguna, formándose así una cadencia de ritmo continuado, tal como el movimiento de un péndulo, oscilando sin pausa alguna.

La finalidad de las respiraciones cortas es la de acentuar la conexión y fusión de la inhalación y la exhalación en círculos ininterrumpidos.

La respiración ha de ser libre y fluida, sin tratar de forzarla en ningún momento y evitando controlarla en la exhalación.
Debemos crear un ritmo, también libre y fluido, abandonándonos al poder energético de la respiración.

Tras esta pequeña serie de respiraciones, experimentaremos, al finalizar la cuarta respiración larga y profunda, una gran sensación de energía que recorre todo el cuerpo, y es así como podemos ir familiarizándonos con el proceso de experimentar un ciclo completo de energía a lo largo de una hora o más, cuando practiquemos nuestras sesiones de renacimiento en presencia de un experto renacedor.

La práctica de las veinte respiraciones conectadas de manera diaria y frecuente, aporta un gran aumento de vitalidad, energía y conciencia de nuestra presencia en la tierra.

Es, evidentemente, un gran hábito de purificación y energetización de nuestro ser; y es totalmente seguro e inofensivo para cualquier persona a la que le guste vivir. En otras palabras: es bueno para la salud.

Leer más...

viernes, febrero 09, 2024

Mudras

Los mudras son gestos realizados con los dedos de las manos y los brazos que sirven para equilibrar el flujo energético del organismo. Los mudras son formas de comunicación muy antiguas y en todas las culturas y religiones han sido utilizadas. Sin embargo, donde más representaciones difundidas hay es en la cultura India y los budistas; orientadas a la comunicación con el Yo interno, el espíritu y el Universo.

La Kinesiología nos ha permitido conocer muchos puntos en las manos y diferentes posiciones de las mismas para obtener cargas energéticas de variada intensidad y dependiendo de su uso convertirlas en llaves de acceso a las distintas funciones de órganos, aparatos y sistemas del cuerpo humano incluyendo áreas emocionales y espirituales.

Los mudras son extremadamente sencillos de realizar, pero muy poderosos, ya que transforman aspectos internos de nuestras vidas liberando la energía bloqueada en el interior del cuerpo, que circulan por los canales de energía llamados meridianos y en los centros energéticos denominados chackras. Disponiendo y dirigiendo dicha energía a través de los mudras, se pueden alcanzar objetivos y tener la capacidad para solucionar diversos problemas de la vida cotidiana.

Todo el mundo puede hacer mudras. Si se pueden mover las manos y los brazos, cualquier persona podrá utilizar los milenarios mudras sanadores para enriquecer su vida dedicándoles tan solo unos pocos minutos al día.
"En las manos, al igual que en los pies, están reflejados todos nuestros puntos corporales y por ello las diferentes posiciones ayudan a desbloquear aquellos que estén inarmónicos.
Los mudras son los gestos corporales que nos permiten canalizar adecuadamente la energía a través de nuestro cuerpo así como facilitar la consecución de numerosos objetivos como la sanación física y emocional.

Hay mudras muy completos que implican a todo el cuerpo, pero también hay mudras muy sencillos e igualmente poderosos que sólo requieren de nuestras manos para alcanzar nuestros objetivos.
Para practicarlos no es necesaria una gran habilidad, sino bastante práctica, especialmente con aquellos que son muy complicados. Los dedos se van uniendo entre sí de maneras muy diversas y con presiones concretas, donde a veces sólo es necesario un leve roce y otras se necesita una gran presión.
Debido a la diferente cualidad de cada uno de ellos, es recomendable utilizarlos durante un tiempo determinado que suele ir de 3 a 45 minutos y generalmente es conveniente realizarlos una vez al día como mínimo.

Es importante tener en cuenta en el caso de utilizarlos para la sanación física, su cometido es solamente apoyar tratamiento que estemos utilizando para sanar, haciendo que sea más eficaz y que la enfermedad sane con mayor prontitud.

Leer más...

martes, enero 16, 2024

La Energía de la Respiración

Respirar es una función mágica generadora de vida.
La respiración nos sustenta tanto en el plano psicológico como energético en formas que resulta imposible explicar por completo.
Aún así, hay mucha gente que cree conocer la importancia de la respiración, cuando no es más que una serie de datos acerca de la fisiología básica de la respiración; la que les informa que la respiración vigoriza el cuerpo a la vez que lo limpia del exceso de dióxido de carbono; elementos estos esenciales para la supervivencia del individuo.

Los seres humanos siempre estamos dispuestos a etiquetar y a reducir al máximo el funcionamiento de nuestro cuerpo y creernos capaces de explicarlo y manejarlo. La ciencia ha degradado el acto de respirar a un estudio superficial de biomecánica y al intercambio de gases que se disuelven en la sangre.
La respiración no es sólo eso, además posee propiedades energéticas mágicas. La respiración es un vínculo con nuestra energía luminosa.

Podemos relacionarnos con la respiración como algo más que un mecanismo físico. Al ocuparnos de nuestra respiración descubrimos la magia y el poder que hay en nosotros, como lo que realmente somos: Seres Energéticos.
Respirar es mucho más que un intercambio de oxigeno y de dióxido de carbono, es un incomprensible e inexplicable acto de poder.

Uno de los actos de poder más importantes a los que nos conduce la respiración es a recordar todos los aspectos de nuestra vida, con la mayor cantidad de detalles posibles. A través de la respiración logramos dos cosas. 1) nos liberamos de los lazos energéticos de otras personas con las que hemos interactuando a lo largo de nuestra vida, y 2) recuperamos la energía que hemos ido perdiendo a través de las acciones y actos de nuestra vida.
Esto es de vital importancia, para todo aquel que quiere conseguir la plenitud y la libertad en su vida; ya que es el modo más adecuado de desprendernos de la masa mental negativa; y esto no es como el psicoanálisis, sino que es un acto energético.

Toda la masa mental negativa, también llamada ego, es una fuerza sin forma que nos convierte en lo que somos como seres humanos. Es la apremiante fuerza de la alineación.
Aferrarse al ego es la principal causa de los pensamientos y actos egoístas de la humanidad.

Todo aquel que "sabe" que la vida es un viaje de retorno, debe aprender a purificarse y recuperarse energéticamente. No existe ninguna energía adicional para nosotros en ninguna parte del Universo.

La completación personal depende de una única cosa: de nuestra capacidad individual para conservar los recursos energéticos que ya poseemos.
La técnica de la respiración es una herramienta muy eficaz para concentrar nuestra energía finita que es nuestra marca de nacimiento.
La respiración especializada junto con el acto de recordar es, entre otras cosas, un procedimiento de depuración y de recuperación energética poderosísimos.

Todos tenemos unos tremendos recursos ocultos y una conexión viva con el Poder que está más allá de nuestra imaginación más descabellada, pero la mayoría de la gente elige ignorar la magia escondida de nuestra propia existencia.
Nuestro mayor error es que nos negamos con firmeza a tratar con nosotros mismos como seres luminosos son un potencial ilimitado. Nos tomamos demasiado en serio, nos quedamos enganchados a la razón y no nos liberamos. Nuestro engaño es, darle la espalda al Universo misterioso con el fin de entregarnos a las limitaciones estériles de nuestro propio autorreflejo.

Las técnicas de respiración especializada, junto con el acto de recordar es, entre otras cosas, un procedimiento de depuración y de recuperación energética poderosísimos.
La exhalación del aliento expulsa los filamentos de energía ajena, que con el tiempo se han ido acumulando en el cuerpo, debido principalmente a la interacción con otras personas. Mientras que la inhalación, recupera las fibras de energía que han quedado atrás, debido también, a nuestra interacción con otras personas.

Es imperativo recuperar esos filamentos luminosos con el fin de recuperarnos a nosotros mismos de manera eficaz; ya que no solo tienen una presencia profunda a nivel de nuestro poder personal, sino que también son la base energética para nuestra capacidad, casi ilimitada, de importancia personal.
Para ello, es más eficaz empezar ha realizar la recuperación de nuestra energía, con todas aquellas personas con las que hayamos mantenido relaciones sexuales.

La respiración da siempre, como resultado, un aumento significativo de energía. Es un acto de poder que produce consecuencias personales inimaginables.
Igual que respirar, "recordar" es un acto de poder; una forma incomprensible de liberación energética y renovación personal que se une a la de la respiración.

La respiración es un cabo de seguridad hacia lo abstracto, un puente hacia el espíritu.
Cada inspiración que damos nos purifica y recupera, a medida que reforzamos un énfasis nuevo para nuestra conciencia.
Cuanto más tiempo permanecemos en el camino del conocimiento, que por otra parte es nuestro destino, más solidificamos esa visión mágica; un punto de vista caracterizado por sentirnos protegidos sin necesidad de defendernos, alimentados espiritualmente y el amor incondicional. La única diferencia que hay está en elegir este camino de una manera consciente, es decir elegida por nosotros, o dejando que sean otros los que te lleven por ese mismo camino; la gran diferencia consiste en dirigir o ser dirigido.

Adoptar una postura que contradice los puntos de vista consensuales del orden social establecido, no es fácil. Has de estar decidido/a a elegir a favor de tu yo energético, de la libertad y de la conciencia de tu ser total.
Ya no queda mucho más tiempo para la estupidez ni el desperdicio inútil de energía. Sabemos que depende de nosotros asumir la responsabilidad de los recursos para caminar por la senda de la vida y por el camino del conocimiento. Si no eres capaz de realizar la recuperación de tu propio poder personal y de tu energía, entonces no existe ningún otro ser vivo en el Universo capaz de ayudarte.

Leer más...

lunes, enero 15, 2024

Relación entre Respiración y Salud

Nuestra vida se establece a partir del hecho respiratorio. Todo lo que está vivo respira, realiza un intercambio constante con el medio. En la respiración se produce un ritmo que es necesario aprender a escuchar.
Si nos observamos, podemos apreciar que el ritmo de la respiración cambia en función de la actividad que estemos realizando (si estamos concentrados, o más o menos agitados, por ejemplo).

Perdemos la capacidad de respirar con la que nacemos, y sólo utilizamos una pequeña parte de nuestro potencial. Esa capacidad la perdemos por varios motivos: estrés, ansiedad, miedo, autoexigencia.

Una respiración deficiente o superficial, también, deteriora el organismo. Del mismo modo que nuestro ánimo y nuestros procesos mentales o psicológicos influyen en nuestro modo de respirar, la respiración influye en nuestro modo de estar en el mundo.

El control de la respiración es una fuente de salud. En muchas disciplinas orientales se recoge esta influencia entre respiración y salud, y se trabaja con la respiración para lograr el máximo beneficio de los ejercicios. Sivananda, uno de los maestros de yoga más conocidos en occidente, decía: "Con la respiración el cuerpo se vuelve más fuerte y sano; el exceso de grasa desaparece, el rostro resplandece, los ojos centellean y un encanto particular se desprende de toda persona".

La respiración es un puente entre lo físico, lo emocional y lo mental. Cuando se respira de forma profunda y completa, se puede conseguir un estado de gran relajación.
- Se elimina tensión muscular.
- Se aporta una mayor cantidad de oxígeno a la sangre y a los órganos.
- La mente se vuelve más clara y despejada.

Los procesos físicos, mentales y emocionales están implicados en la respiración. Es imposible disociarlos, pero sí es posible aprender a controlar la respiración para controlar nuestra salud.

INFLUENCIA DE LA RESPIRACIÓN EN EL ORGANISMO
La respiración nos mantiene minuto a minuto. Es una fuente de vida más importante que el alimento o el agua.

Los pulmones son los órganos más largos del cuerpo humano. Nuestro sistema respiratorio:
- Nos proporciona oxígeno.
- Elimina el dióxido de carbono.
- Regula el ph corporal.

La mayoría de nosotros sólo utilizamos una décima parte de nuestra capacidad respiratoria. Si no expandimos los pulmones a su máxima capacidad, las pequeñas cavidades de aire que hay entre ellos no pueden limpiar su capa de mucosidad adecuadamente. El resultado es menos oxígeno para el cuerpo, y una intoxicación constante que conduce a una menor resistencia ante los avatares que se nos presentan.

Aprende de nuevo a respirar. Si observas la respiración de un bebé, verás que su abdomen sube y baja con cada respiración. Con el tiempo vamos perdiendo esa forma profunda de respirar, y nos limitamos a llenar superficialmente nuestros pulmones. Si te observas verás que no utilizas el abdomen para respirar, sólo hinchas levemente la parte alta del tórax.

Leer más...

domingo, mayo 28, 2023

Estructura Humana Funcional y Saludable

Partiendo de la concepción biopsicosocial de W. Reich, según la cual, la predisposición hacia la enfermedad o al estado saludable y de bienestar está en función de la interrelación de estos tres factores básicos:




Lo saludable, concepto global y complejo, es más un objetivo a alcanzar que una realidad tangible lineal, en cuanto que vivimos en un sistema social cuyos moduladores de estrés, y por tanto de riesgo, son permanentes.

El funcionamiento social es pues la primera causa de sufrimiento emocional y de disturbio psicosomático, en cuanto está basado en un sistema productivo donde la plusvalía, la jerarquía la explotación y la represión de la sexualidad (que no del “sexo”) y de las emociones, siguen siendo sus características principales manteniéndose activo gracias a las estrategias culturales y de marketing que incentivan “falsas” necesidades en los ciudadanos incentivando el consumo salvaje y desorbitado, fortaleciendo así una dinámica competitiva y unas relaciones embrutecidas que se proyectan en los sistemas familiares y escolares que son, a su vez, los que mantienen este estado de cosas.

De hecho, nuestro proceso madurativo (ontogénesis) al desarrollarse dentro de sistemas reflejo de una realidad social que dista mucho de lo que serían funcionamientos ecológicos, se caracterizará por una clara predisposición a la enfermedad, y a un proceso de acorazamiento que anulará nuestra capacidad de autorregulación, limitará nuestra percepción , nuestra capacidad de placer y de "ser persona", siguiendo la acepción de H. Bergson.

El organismo "saludable" sería aquel que en su desarrollo madurativo (ontogénico) articulara una "adecuada integración de sus funciones corporales en un sistema unitario" (Reich, 1948). Lo cual se produciría si durante dicho desarrollo se establecieran unas relaciones vinculares, afectivas, y amorosas en una atmósfera cálida y protectora creada por la existencia de un ecosistema familiar estable y satisfactorio, "amoroso".

Investigaciones recientes evidencian que las consecuencias emocionales y psicosomáticas de la falta de contacto, de afecto, de disponibilidad emocional y corporal durante los primeros meses. Así lo vemos reflejado en la teoría del "apego" (Bowlby, 1969), la "urdimbre afectiva" (Carballo, 1952, 1984), el "continuum vincular amoroso" (Serrano 1994) y en otros investigadores actuales: "La estimulación sensitiva asociada a la interacción social afectiva, induce un modelo de respuesta psicofisiológica que provoca la sedación, la relajación, disminuye la actividad simpático adrenérgica y aumenta el tono de los nervios del vago (parasimpático). Permitiendo un desarrollo metabólico y endocrino que favorece el almacenamiento de nutrientes y la maduración". Considero que la liberación de oxitocina desde las neuronas de escasas células en el núcleo paraventricular (PVN), como respuesta a dicha estimulación sensitiva, asienta este modelo de actuación en el ámbito hipotalámico" (Uvnas-Moberg, 1997)

Esta relación amorosa primaria, reforzada por un posterior desarrollo evolutivo hasta la adolescencia, basado en estos criterios psicosomáticos, permitiría la estructuración de las funciones organísmicas básicas. Por ello, "si no hay disturbio, el patrón de organización se realiza de forma unitaria, de las funciones menos complejas a las más especializadas (de la motricidad al lenguaje). Bajo una dinámica evolutiva cefalocaudal de las funciones del primer segmento (telerreceptores) a las funciones del séptimo y último segmento (bipedestación y sexualidad genital) a través de la maduración de la función sexual ("fases sexuales"), utilizando diversos medios (relaciones objetales) hasta alcanzar un estado de madurez integrativo que Freud denominó "estadio genital" y que Reich lo determinaría por la "capacidad orgástica", en cuanto el organismo en su totalidad, tiene una capacidad para vivir placer y la serenidad de forma plena y sistémica, lo que se refleja puntualmente en la experiencia orgástica" (Serrano 1984).

Todo este proceso configuraría una Estructura humana funcional y saludable, en proceso de crecimiento, de creatividad y con capacidad de autorregulación. Siendo mediador de esta integración el sistema diencefálico-hipofisario, puente entre el sistema nervioso vegetativo y el sistema nervioso central, con las correlaciones neurohormonales consiguientes.

Pero lo observado en la práctica, tanto en la clínica profunda de adultos como en la asistencia preventiva en sistemas familiares, es que la entrada de un nuevo ser en el mundo está mediatizada por unas exigencias de los ecosistemas sociales que no siempre coinciden con las necesidades instintivas, es decir, biológicas, creándose un fuerte conflicto relacional que genera un claro estrés al no satisfacer las necesidades del sistema en desarrollo: embarazos rutinarios o no deseados, partos donde se mezcla la necesidad de no sentir el dolor por parte de la madre con la consiguiente desconexión de su experiencia uterina con la violencia con la que, en general es tratado el "organismo intrauterino" (Serrano, 1988 a, b), por el personal sanitario. El apego afectivo primario gravemente alterado por la falta de relación con la madre por la entrada en los jardines infantiles en los primeros meses de vida o por otras razones que limitan ya todo el proceso de identidad personal y social, ecosistemas familiares donde no hay compenetración de funciones entre sus miembros favoreciendo la ansiedad y el estrés en la madre con consecuencias nocivas para su bebé, y tantas otras situaciones que destruyen nuestras potencialidades como seres humanos por nuestra propia especie. Y todo esto se ignora o se menosprecia. Esa falta de conciencia ecológica es clave para explicar nuestra precaria situación.

No se trata de culpabilizarnos o flagelarnos por ello, pero sí debemos asumir la responsabilidad que cada uno tiene en este sentido y en nuestra vida cotidiana. Tenemos a nuestro alcance la posibilidad de cambiar muchas cosas si sabemos recuperar nuestra humanidad. Es por ello que el discurso preventivo y la intervención en los sistemas humanos está tan vinculado a la visión clínica. Así pues nos enfrentamos a una dinámica social donde los ecosistemas humanos son los propios moduladores de distrés de los nuevos mamíferos-seres humanos. Teniendo presente que "siempre que se habla de estrés en los procesos de la enfermedad, se hace en referencia a un fracaso adaptativo, de gran resonancia emocional. El estudio del estrés se encuadra así en las líneas de investigación que parte de la hipótesis de vincular la emoción a la lesión" (Valdés, 1983).

Tanto esta teoría del estrés desarrollada por H. Selye (Carballo, 1984); y otras como la teoría de "la inhibición de la acción" de H. Laborit (1979); la "inmunología cognitiva" de orientación sistémica de F .Varela (2000) y H Maturana (1990) sostenida en descubrimientos científicos como el de los "péptidos" (manifestación bioquímica de las emociones) de C. Pert y su equipo de Maryland (ver Capra, 1996 y Janov 2000); y la "teoría del Orgasmo" de W. Reich, han puesto los fundamentos biológicos y empíricos a las hipótesis y evidencias clínicas psicoanalíticas, y que F. Navarro definió como "funcionalidad somatosicodinámica" (Navarro 1989,a).

Dicho estrés o "distrés" (ver Carballo 1974), predispone a una Estructura humana que ha perdido la capacidad de autorregularse y por tanto adquiere un patrón de organización forzado, jerárquico, con funciones más desarrolladas que otras, con una disociación entre sus partes y por tanto vulnerable e inestable y como consecuencia tendente a la contracción y a la mutación celular. Para mantener esta "autopoiesis" (Maturana 1990) que sustituye a dicha autorregulación, debe generar progresivamente un sistema defensivo que ocasiona una coraza caracteromuscular con sus consecuencias neurovegetativas y neurohormonales que coinciden en gran medida con los cuadros de estrés avanzado y afectando al sistema respiratorio, en cuanto que: "hay un proceso que anula la regulación involuntaria de la respiración. Se trata de la emoción. El miedo, la alarma, la rabia y el terror influyen sobre la respiración. Los centros corticales relajan el pecho para controlar el sollozo y a los músculos de la región bucal para ahogar el grito. El tórax se agarrota para sofocar el miedo y el diafragma se detiene de forma que no se muestre la emoción. La respiración refleja la función global de la expansión y la contracción. Si los conductos, capas y bolsas carecen de flexibilidad, se reflejará. Muchos patrones ventilatorios exhiben un estrecho margen de experiencias. Quizás en su vida temprana, una persona no fue acariciada lo suficiente o fue tratada con hostilidad. En ambos casos dominará un patrón de miedo más que uno de placer". (Keleman, 1985)

También se ha observado que las respuestas defensivas ante los factores distresantes no son siempre las mismas, dependiendo en gran medida del momento evolutivo en que se producen dichos factores, de su intensidad, y del "objeto" o "figura afectiva" que los ocasiona, tanto directa como indirectamente, de forma digital o analógica... Hasta el punto de que si confluyen estas variables de una forma determinada pueden crearse patrones de organización entre los sistemas que forman estructuras humanas muy diferentes. Y por tanto, la forma de percibir la realidad, de sentir, de emocionarse, de razonar, de relacionarse, de moverse, de respirar, de Vivir, en una palabra, serán diferentes.

En esta línea de investigación existen tres tipos de Estructura humana claramente diferenciales: la de carácter neurótica o adaptativa, la límite o nuclear y la mimética o psicótica, desarrollando una sistemática para aproximarnos a determinar el tipo de estructura de la persona y su forma particular de prevención y tratamiento.
El desarrollo de la enfermedad y la sintomatología manifiesta va a estar condicionado, por tanto, por el tipo de Estructura y por la dinámica cotidiana (influencia de los ecosistemas sociales) en la que se desenvuelve cada persona.

Y si bien una de las funciones de la coraza defensiva es evitar la emergencia de la sintomatología y la conciencia del trastorno, -donde el estado "normal" es, por tanto, neurótico en cuanto supone una adaptación al desequilibrio, evitando las manifestaciones patológicas-, difícilmente podremos evitar que, sin perder la estabilidad emocional ni social -al menos en determinados momentos-, sintamos vacío existencial, insatisfacción, ansiedad, falta de serenidad y de placer en las cosas cotidianas. Momentos de crisis personal, de duda, de ambigüedad, de conflictos con la pareja, en el trabajo, con la familia. Momentos que deberíamos darles mucho valor y pararnos a escuchar porque es el eco de nuestro sufrimiento, de nuestra insatisfacción interior, el "quejido" que nuestro "yo" lanza desde su destierro infernal en las profundidades de la "caverna platónica", y que solemos acallar porque en nuestro hechizo confundimos "lo divino con lo diabólico", identificando las crisis como algo "demoníaco" que hay que evitar y superar sin preguntar. Actitud que mantiene la estructura médica alienante actual.

Son precisamente esos momentos, esos tiempos oscuros, dolorosos, confusos los que pueden servirnos de plataforma, de trampolín para lanzarnos a la aventura de explorar nuestro interior, de iniciar el viaje hacia nuestro propio "infierno". Pero en todo caso son esos momentos, esas "brechas de la coraza" (Reich, 1949,c) las que podemos aprovechar para descifrar el código de nuestros síntomas, comprender lo que quieren decirnos , reducir nuestra disociación y aumentar nuestra capacidad de contacto con nuestras necesidades reales avanzando en el camino de nuestro crecimiento personal y de nuestra salud.

Como profesionales de la salud, agentes sociales, de cambio y no meros mecánicos normalizadores, junto a la colaboración con otros colectivos que denuncian y reivindican cambios sociales y políticos, participamos también en este proceso de cambio utilizando herramientas preventivas y clínicas que puedan ayudar a cubrir ese objetivo.Tomando como referencia la idea de W. Reich de que la política es cosa de todos y se debe dar en todos los ámbitos de nuestra vida cotidiana.

Desde esta posición consideramos necesario utilizar distintos settings o encuadres (atención en crisis, focal, profundo) dentro de un abordaje individual, de pareja y de grupo, según las necesidades del paciente contando con equipos de intervención pluridisciplinarias para abordar con eficacia la mayoría de trastornos de personalidad, cuadros psicopatológico y psicosomáticos así como las disfunciones sexuales.

Leer más...

domingo, enero 15, 2023

La Aceptacion en la Vida

¿Qué es veneno?
Cualquier cosa que sea más de lo que necesitamos, es veneno. Puede ser poder, riqueza, hambre, ego, codicia, pereza, lujuria, ambición, odio o cualquier otra cosa.

¿Qué es el miedo?
El miedo es la no aceptación de la incertidumbre. Si la aceptamos, la incertidumbre se convertirá en una aventura.

¿Qué es la envidia?
La envidia es la no aceptación de lo bueno que hay en los demás. Si aceptáramos lo bueno que hay en los demás, entonces se convertiría en inspiración.

¿Qué es la ira?
La ira es la no aceptación de las cosas que están fuera de nuestro control. Si las aceptamos, entonces se convertirá en tolerancia.

¿Qué es el odio?
El odio es la no aceptación de otra persona por su forma de ser. "Si aceptáramos a las personas de una forma incondicional, entonces se convertiría en amor"

Por lo tanto, en realidad, todo es cuestión de aceptación.

Leer más...

lunes, junio 21, 2021

La Serenidad es un Éxito diferente

"La paz no es la ausencia de caos en el mundo,
sino la ausencia de conflictos dentro de nosotros".



En el mundo en el que vivimos hoy, con nuestro estilo de vida diario perfecto para las redes sociales, estresados de 9 a 5 y COVID agotando a todos, vivir en paz parece alejarse más de nuestro alcance. Lamentablemente, sin paz interior, no podemos disfrutar plenamente de la vida en su máxima expresión.
Cuando tienes paz, la vida se siente mejor; los alimentos son más sabrosos. El tiempo que se pasa con la familia y los amigos es más enriquecedor. Nuestros trabajos se vuelven más satisfactorios.
Por otro lado, sin paz, cada día de nuestras vidas se siente como si estuvieran tirando en todas direcciones. Estresado y viviendo en constante aprensión por los días venideros.

Las culturas asiáticas tienen varios conceptos inusuales sobre cómo vivir una vida feliz, pacífica y satisfactoria. “Wa”, (por ejemplo), es una idea japonesa sobre la convivencia armoniosa junto con otros conceptos como Ikigai y Ukeireru.
En Japón, Ukeireru, que significa aceptación, es más que una simple palabra. Es una filosofía. Una forma de vida. La aceptación de la vida por lo que es. No por lo que queremos que sea.
A medida que se profundiza en Ukeireru, se te invita a centrarte en la autoaceptación, la aceptación de los eventos y de las personas que te rodean. Para aprender a controlar tus pensamientos, emociones y comportamientos. Y aceptar tus peculiaridades; fortalezas y debilidades, como parte de lo que te hace ser tú. Vivir sin autocrítica, resentimiento o el deseo de ser otra cosa que tu verdadero yo.
La fuerza de esta práctica radica en aceptar que no tienes control sobre todo lo que sucede. Tratar de controlar la vida te pone en un ciclo de infelicidad y fatiga existencial. Ahí radica tu dolor de corazón.
Si buscamos encontrar la paz en nuestras vidas, ¿cómo puede Ukeireru ayudarnos?

Acéptate a ti mismo
La aceptación comienza en uno mismo. Eres la mayor amenaza para tu paz. Eres quien eres. La forma en que hablas y caminas: la forma de tus ojos es peculiar para ti. Tanto si eres alto como si no, de piel oscura o pálida, eres quien eres. Tiene defectos y puede que siempre lo tengas.
Todo el mundo no puede ser como tú. ¿Tampoco deberías intentar ser como nadie? La vida debe estar llena de individuos únicos que hacen alarde de sus peculiaridades con orgullo.
La paz llega al aceptarte a ti mismo primero.

Aceptación de otros
Algo fundamental es darse cuenta que se necesita una comunidad para hacer que la vida suceda. La unión entre tu y yo hace posible nuestra existencia.
Sin embargo, también debemos ser conscientes de que una cosa que se puede esperar de las personas es su personalidad. No puedes cambiar a la gente. No, a menos que estén dispuestos a cambiar. Te decepcionas al esperar que los demás actúen de cierta manera. O hacer las cosas que te hacen feliz.
Aceptación significa permitirles ser quienes elijan ser. Las acciones de las personas reflejan quiénes son. No quién eres. Y no es necesario tomar aspirinas para los dolores de cabeza de los demás.

Aceptación de circunstancias
Lo que sucede fuera de ti está fuera de tu control. Por tanto, acéptalo como tal.
La paz radica en nuestro centro de control. Lo que sucede fuera de ti está fuera de tu control. Cuando suceden cosas en la vida, en retrospectiva, es fácil pensar que podríamos haberlas prevenido. Pero hay una razón por la que podría, debería y debería haber ocurrido solo en retrospectiva.
Mientras no estemos seguros de lo que nos depara la próxima hora, todo lo que tenemos es esperanza. Espero que salga bien. ¿Y cuando no es así? Lo que puedes hacer es no romper tu propio puño al golpear la pared. Sino aceptar y seguir adelante.

Deja ir el pasado
Algo en lo que deberíamos convertirnos es en personas que viven y aprecian el momento presente. Y el principio es estar presente en el momento y en ningún otro lugar.
Aferrarse al pasado priva a la actualidad de su uso. Vivimos en la realidad, y la realidad solo ocurre ¡ahora! Estar en otro lugar que no sea este momento presente es no estar en ninguna parte.
Lo que sea que pasó hace semanas, meses o años, se ha ido. Déjalo estar para que puedas seguir adelante. Recuerde que solo conducimos hacia adelante mirando a través del parabrisas, no por el espejo retrovisor.

En resumen: La tranquilidad es "el nuevo éxito". Vivir una vida de sencillez es "un nuevo lujo". Practicar el acto de la aceptación puede ser el primer paso para ayudarte a que te encamines por el camino correcto.

Leer más...

sábado, junio 19, 2021

La Ansiedad está en tu Cuerpo, no en tu Mente

Imagina que eres un neandertal paseando tranquilamente por los campos. De repente, en los arbustos cercanos, escuchas un tigre. En un nanosegundo, todo tu cuerpo comienza a reaccionar. Tu pulso se acelera, tu respiración se vuelve superficial, tus ojos se dilatan, tu cuerpo comienza a producir adrenalina.
Todo lo que sucede en tu cuerpo es bueno; que es estar preparado para sobrevivir a este encuentro con un tigre. Solo hay un pequeño problema. No era un tigre. Era una pequeña comadreja prehistórica. Ahora tu cuerpo está preparado para luchar o huir, tu corazón se acelera, estás totalmente saturado de adrenalina... pero no hay peligro.
Este es tu cuerpo en estado de ansiedad. Reemplaza el tigre (inexistente) en los arbustos con las redes sociales, el tráfico, la política, el Covid-19, el dinero, el cuidado de los niños, el cambio climático, el estrés laboral, el drama familiar, y podrás ver rápidamente por qué la ansiedad es la enfermedad mental más común en Estados Unidos, afectando a casi el 20% de la población. Los humanos de hoy en día son básicamente un grupo de neandertales asustados en modo de lucha-huida 24 horas al día, 7 días a la semana.

“La ansiedad es un impulso en nuestro cuerpo que dice: 'No estoy segura en este momento'”, dice Elizabeth Stanley, PhD, autora de Widen The Window: Entrenando su cuerpo y cerebro para prosperar durante el estrés y recuperarse de un trauma. "Es automático, muy rápido e inconsciente".

Cerebro de Supervivencia frente a Cerebro Pensante
En su trabajo, Stanley hace la distinción entre el cerebro pensante, nuestro neocórtex, responsable de la toma de decisiones, el razonamiento, la ética, la memoria consciente, el aprendizaje y el cerebro de supervivencia (el sistema límbico, el tronco encefálico y el cerebelo) que maneja nuestras necesidades básicas: supervivencia, emociones, memoria implícita y activación del estrés.
Una de las funciones más importantes del cerebro de supervivencia, según Stanley, es la neurocepción, un proceso inconsciente de escanear rápidamente el entorno interno y externo en busca de seguridad y peligro. Cuando se detecta un peligro, el cerebro de supervivencia envía un mensaje instantáneo de activación del estrés al cuerpo activando el sistema nervioso simpático, lo que resulta en la liberación de hormonas específicas que conducen a ciertas sensaciones físicas relacionadas con el corazón, la respiración y la digestión. “Lo que sea que esté sucediendo en el cerebro de supervivencia tiene estos tremendos efectos en cadena en nuestro cuerpo”.

Como explica Stephen Porges, PhD, psicólogo y creador de la teoría polivagal, en una entrevista con PsychAlive, “Estas respuestas no son voluntarias. Nuestro sistema nervioso está recogiendo información en el entorno, no a un nivel cognitivo, sino a un nivel neurobiológico".
Es importante destacar que cuando nos vemos atrapados en una respuesta defensiva, el cerebro pensante es el último en darse cuenta de que algo anda mal. “El cerebro pensante no es lo que decide si estamos estresados, si nos sentimos amenazados o desafiados, si vamos a activar el estrés, si vamos a activar las emociones”, dice Stanley. "La excitación del estrés y las emociones pertenecen al cerebro de supervivencia".
Entonces, si se desea realizar un seguimiento de la ansiedad, el cuerpo, y no los pensamientos, serán el mapa más preciso.

La Trampa de la Terapia de Conversación
A diferencia de nuestros antepasados prehistóricos (que podrían haber lidiado con la ansiedad corriendo, jadeando o temblando como un animal y dejando que el cortisol actúe a través de su sistema, según Stanley), los que padecen ansiedad moderna recurren a su amigo de confianza, su cerebro pensante. “La mayoría de la gente identifica la ansiedad por sus pensamientos porque la mayoría de la gente se identifica con su cerebro pensante”.
El problema es que cuando se trata de regular nuestro sistema nervioso después de una respuesta al estrés (léase: ansiedad), nuestro cerebro pensante es la peor herramienta para el trabajo. Eso es porque, según Porges, incluso después de tomar conciencia de la respuesta física, a menudo no sabemos qué ha desencadenado esa respuesta. Para Stanley, un veterano que fue diagnosticado con PTSD, darse cuenta de esto fue un gran punto de inflexión. "La recuperación del estrés y la ansiedad es un trabajo cerebral de supervivencia".

Somos una cultura cerebral, lo que nos hace muy preparados para lidiar con problemas que requieren razón y lógica (piensa en dilemas morales) y menos equipados para lidiar con problemas en los que el razonamiento cognitivo puede empeorarlos. Tener una respuesta de "lucha o huida" por llegar tarde al almuerzo puede parecer una reacción exagerada, pero sentado en el tráfico, fisiológicamente lo estás experimentando de todos modos. Usamos nuestro cerebro pensante para tratar de decidir si vale la pena estar ansiosos por el tema, y luego tratamos de obligar a nuestro sistema nervioso a obedecer. “Nuestra conciencia se desconecta de nuestro cuerpo en esos momentos”, dice Stanley. Tu cerebro pensante decide que no tienes nada de qué sentirte ansioso, por lo que pasas tus días caminando diciéndote a ti mismo que todo está bien mientras sigues sintiendo los síntomas físicos de la ansiedad en todo tu cuerpo.
Si has pasado algunas décadas (y el equivalente al pago inicial de una casa) en psicoterapia analizando todas las razones por las que estás ansioso, probablemente esta sea una píldora difícil de tragar. No solo todo ese hablar no hizo mucho para aliviar la ansiedad, sino que también podría haberla agudizado. "Nuestro cerebro de supervivencia quiere mantenernos a salvo, pero cuando ignoramos nuestro cuerpo y sus señales porque estamos tan atrapados en las historias y pensamientos de nuestro cerebro pensante, el cerebro de supervivencia realmente percibe eso como aún más amenazante", dice Stanley. “Como un niño pequeño, hará una rabieta más fuerte hasta que su mensaje llegue. Y es por eso que se convierte en un círculo vicioso ".

Tomemos, por ejemplo, la terapia cognitivo-conductual, una de las formas más comunes de terapia de conversación. Según la Clínica Mayo, "CBT ayuda a tomar conciencia de los pensamientos inexactos o negativos para que se puedan ver situaciones desafiantes con mayor claridad y responder a ellas de una manera más eficaz". Suena genial, ¿verdad? Si bien este tipo de análisis podría ser de gran ayuda cuando se trata de problemas familiares o se resuelve una cuestión ética, cuando se trata de ansiedad, que no se produce en el cerebro pensante, se centra en el pensamiento (“Pensé que allí ¡había un tigre!”) y no la respuesta física que precedió, e incluso provocó, el pensamiento (“mi corazón está acelerado y estoy lleno de adrenalina y necesito herramientas para calmarme”).
“No necesariamente queremos ser conscientes y sentir la incomodidad en nuestros cuerpos porque la ansiedad en nuestros cuerpos es incómoda. En cambio, queremos intentar fijarlo y darle este objeto externo”, explica Stanley. Pero si el objeto externo no causó la ansiedad, arreglarlo no aliviará el sentimiento de ansiedad.

Una Solución de Abajo hacia Arriba para la Ansiedad
Si bien la terapia de conversación y la medicación siguen siendo las soluciones principales que se ofrecen para la ansiedad crónica, existen otras modalidades que ofrecen un enfoque centrado en el cuerpo. Y aunque estas modalidades todavía se consideran "alternativas", un mayor interés en la "ciencia del cerebro" y la neurobiología junto con la investigación continua sobre la atención plena y las conexiones mente-cuerpo están cambiando nuestra comprensión psicológica de centrarse solo en la mente a ver el cerebro y el cuerpo como una unidad cohesiva.

Parte del desafío, según Pat Ogden, PhD, el creador de la psicoterapia sensoriomotora, es que se necesita cerrar el ciclo que se inició cuando el cuerpo entró por primera vez en una respuesta al estrés. Ogden usa el ejemplo de un cliente que es negro y frecuentemente es detenido por la policía sin motivo. Cuando esto sucedió, el hombre se sintió comprensiblemente enojado y su cuerpo se tensó: una respuesta de "pelea". Como parte de su trabajo en conjunto, Ogden lo ayudó a identificar y representar la desescalada física que su cuerpo necesitaba para regresar a un estado regulado, en este caso logrando atacar y defenderse dentro de la seguridad de una sesión de terapia. “Queremos completar ese impulso en la atención plena para que el cerebro esté integrado y ya no se mantenga en el cuerpo”, dice Ogden.
Ogden señala que parte de la limitación de la terapia de conversación es que la ansiedad a menudo se relaciona con una respuesta desregulada conectada a una memoria implícita, que luego se fija incorrectamente en una experiencia o pensamiento actual. “No tiene nada que ver con el contenido actual”.

Stanley, que ofrece un curso de entrenamiento mental para ayudar a las personas a desarrollar resiliencia, se enfoca en técnicas de atención plena. Y aunque en este punto es un cliché decirle a cualquier persona con ansiedad que respire profundamente 10 veces, su curso ha ayudado a miles de personas, incluidos militares en servicio activo. “Los militares tienen mucha experiencia en situaciones estresantes y se han entrenado para activar el cerebro de supervivencia, pero no siempre saben cómo desactivarlo”, dice Stanley. Los estudios financiados por el Departamento de Defensa mostraron que el método de Stanley ayudó significativamente a mejorar el rendimiento cognitivo durante el estrés, reducir los niveles de estrés percibido, aumentar la regulación y fomentar un retorno más rápido a la línea de base después de la activación del estrés.

Cuando el cuerpo está teniendo una respuesta al estrés, lo primero es tomar conciencia de los objetos que ayudan al cerebro de supervivencia a sentirse seguro, como lo que puede ver y oír. “Una de las mejores formas de ayudar a que el cerebro de supervivencia se sienta enraizado es llamar la atención sobre el lugar donde nuestro cuerpo está en contacto con nuestro entorno”, dice Stanley. Ella sugiere enfocarse en el contacto entre sus pies con el piso o su cuerpo en su silla. Tan pronto como el cerebro de supervivencia percibe la conexión a la Tierra y la seguridad, automáticamente inicia el proceso de recuperación.
Obviamente, cuando se está atrapado en un momento de ansiedad severa, tratar de respirar profundamente o estar atento puede parecer casi imposible. En esas situaciones, lo que se necesita es sacar la adrenalina y el cortisol del sistema. Stanley sugiere saltar la cuerda o correr escaleras arriba y abajo. Después de 10 minutos, intentar nuevamente un ejercicio de atención plena.
¿Hay algún papel para la psicoterapia o tratar de pensar lógicamente sobre tu ansiedad? Absolutamente. Pero solo una vez que tu cuerpo esté regulado, Stanley dice: “Una vez que hayamos ayudado a que nuestro cerebro de supervivencia se sienta seguro y estable, podemos trabajar en nuestros pensamientos. De lo contrario, nuestra respuesta cognitiva seguirá estando sesgada por nuestro estrés y nuestras emociones".

Autor: Emma Pattee
Por qué es posible que desee dejar de hablar sobre su ansiedad y probar esto en su lugar

Leer más...

sábado, enero 02, 2021

Auto-Sabotaje

Por qué te auto-saboteas aunque sepas lo dañino que es...
y lo que puedes hacer al respecto.



El autosabotaje es fascinante. Como muchos otros fenómenos psicológicos, saber cómo funciona no te protege completamente contra él. De ningún modo. Esa es la batalla de superación personal en pocas palabras: tratar de anular tus emociones para que la lógica dirija el espectáculo. Pero esas emociones son dolorosas. Te observas en medio de sabotear algo y sabes que te sentirás muy mal después de haber terminado, pero no puedes evitar hacerlo de todos modos.
Este es el purgatorio en el que tenemos que vivir con los resultados de nuestras acciones. Te diste un atracón y ahora te sientes mal. Te saltaste el trabajo del proyecto paralelo para tomar algo y ahora te despiertas a la mañana siguiente deseando poder revertir el tiempo y tomar la decisión correcta. Tienes el corazón roto después de la ruptura de una relación que en el fondo sabías que nunca debiste haber tenido para empezar.
Nos colocamos estas pequeñas trampas, sabiendo en el fondo que son trampas, caemos en ellas, nos castigamos por caer en ellas en primer lugar y atravesamos un ciclo aparentemente infinito de autolesiones. Realmente somos bastante extraños y crueles con nosotros mismos. ¿Entonces por qué lo hacemos?

Simple, contradictorio y mortalmente preciso
Una vez que te das cuenta de esto, tu vida puede cambiar por completo: obtienes un nivel perverso de satisfacción de la autolesión. El auto-sabotaje proporciona ciertas emociones que nos ayudan a sobrellevar y navegar por la vida, aunque de una manera contraproducente. Con el tiempo, se llega a amar emocionalmente la propia imagen desordenada de uno mismo, confirmada por el autosabotaje, incluso si lógicamente se quisiera cambiar.
Obtenemos ciertas recompensas por nuestros comportamientos negativos. Tenemos motivaciones perversas, pero motivaciones al fin y al cabo. Tú también. Vivimos según el "principio de pago". Cada vez que te encuentres tomando malas decisiones, pregúntate "¿cuál es la recompensa?".
Obtener la recompensa de la comodidad con la propia imagen distorsionada de uno mismo. Tener inseguridades, pero al menos nos hemos acostumbrado a ellas. Tener que cambiar el comportamiento y estar a la altura de nuestro potencial significa que tienes que enfrentarte a una serie de problemas e inseguridades aún por conocer. Estos pueden ser aún más profundos porque es posible que no haya ningún lugar adonde ir desde ese punto: esforzarse y fallar.

¿Cuál es la recompensa?
Las personas permanecen en malas relaciones y continúan eligiendo malas parejas porque obtienen la recompensa de confirmar su identidad como alguien que no merece amor, a menudo un mapa mental creado en la infancia. Piensa en eso por un minuto. En un nivel profundo, muchos de nosotros estamos impulsados por la necesidad de exacerbar nuestro propio odio hacia nosotros mismos porque es todo lo que sabemos. Los seres humanos pueden desear el castigo. No crees que mereces buenas relaciones porque has cometido muchos de tus propios errores. Algunas personas obtienen la recompensa de la "emoción" en relaciones que en última instancia son inestables. Es un tratado completo para el que no tenemos tiempo.
Las personas fingen que no quieren más por sus vidas porque obtienen la recompensa de ser mártires. Cuando ves a alguien actuando de manera escandalosa, obtiene su recompensa en forma de atención. Con las redes sociales y la máquina de indignación de cebo de clics que ha creado, esto solo empeorará. Las personas se están volviendo adictas a la dopamina al enfatizar su victimización.
El principio de recompensa ayuda a comprender el comportamiento, así como el comportamiento de los demás. En lugar de pensar que lo sabes todo y burlarte del comportamiento de otros, pregúntate: "¿Qué está obteniendo esta persona con esto?" Además, puedes hacerte la misma pregunta cuando cometas errores.

Eres "el diablo que conoces"
¿Cuál es la principal recompensa que se obtiene saboteándose a uno mismo? Tener la oportunidad de seguir siendo tú. Casi todos los caminos hacia una vida que no quieres vivir conducen a la preservación del ego y la identidad.
Digamos que te consideras una víctima total en todos los aspectos. ¿Por qué querrías mantener esa identidad? Simple, porque si tuvieras que cambiar tendrías que admitir que desperdiciaste una gran parte de tu vida sintiéndote de una manera que no tenías que sentir. Eso suele ser el truco para todos nosotros.
No queremos admitir que hemos perdido el tiempo. Además, hay algo doloroso en inflar el pecho y seguir fallando. Te derrotas a ti mismo antes de empezar, para evitar el dolor de la derrota real.
Prefieres permanecer igual por el resto de tu vida que hacer lo que sea necesario para cambiar: erradicar totalmente tu yo actual. Para cambiar de verdad, tienes que morir.
Tienes que acabar con tus viejos sistemas de creencias, mapas mentales, elementos profundamente arraigados de programación social . Y esta muerte se excluye admitiendo que te engañaron, admitiendo que necesitas comenzar de nuevo desde un lugar humilde , admitiendo que en realidad no sabes mucho.

Actualiza tu software
Todo en la vida puede verse a través de la lente de incentivos, recompensas, patrones, etc. Cuanto menos uno se considere un agente racional y cuanto más se considere una especie de software, mejor serás capaz de cambiar tu vida.
Tienes que encontrar una manera de cambiar tu programación, cambiar tus ganancias y darte una recompensa que sea mejor que la extraña historia de amor que tienes con el autodesprecio. Por lo general, encontrar tu propósito... sirve para ese propósito.
¿Cómo lo logras? Bueno, cuanto más cerca estés de tus fortalezas, tus gustos y tus predilecciones profundamente arraigadas, mejor. Sin embargo, además de encontrar y trabajar en tu propósito, el éxito proviene simplemente de hacer este cambio mental que es realmente difícil de hacer. A menudo, el verdadero dolor puede causar este cambio. Pero a menudo, las personas experimentan un nivel de dolor que aún no alcanza ese umbral. Es un dolor sordo, ansiedad de bajo nivel que duele lo suficiente como para ser una molestia constante, pero no lo suficientemente aguda como para anular la recompensa de poder dar sentido a sus vidas.
Lo mejor que puedes hacer es intentar fabricar esa clara comprensión de que, de muchas maneras, estás desperdiciando tu vida. Date cuenta de que no es dramático pensar que estás desperdiciando tu vida. Luego, cambia tu pago.
Cuando sigues el camino menos transitado, obtienes una recompensa que se puede sentir mucho mejor de lo que se puede explicar. Te sientes poderoso. La mayoría de la gente no puede ejercer su fuerza de voluntad sobre la realidad, pero tú puedes.
Sientes que tienes este secreto que pocos pueden entender. Sientes un profundo nivel de orgullo porque no decepcionaste a la versión idealista juvenil de ti mismo. No hay mejor recompensa.

Autor: Ayodeji Awosika
Fuente: Mind Cafe

Leer más...

viernes, noviembre 06, 2020

Personalidad Codiciosa

La codicia, como la define el neurobiólogo Ignacio Morgado en su libro “Emociones corrosivas”, es un afán excesivo de dinero y riquezas (productos lujosos). Pero también se puede codiciar el éxito social, poder, sexo, protagonismo, etc. El abanico de la codicia es amplio y generoso. A esta emoción corrosiva han acudido los grandes pensadores para referirse a ella.
“En el mundo hay todo lo necesario para satisfacer las necesidades del hombre, pero no lo suficiente para satisfacer su codicia.” Mahatma Gandhi

“La riqueza material es como el agua salada, pues cuanto más se bebe más sed da”. Para el codicioso, “suficiente, nunca es suficiente”. Esto explica que la codicia esté detrás de casi todo lo malo que conocemos. La codicia es la madre de la corrupción.

La codicia según las religiones
Para la religión católica se trata de un pecado capital, madre de todos los demás pecados, raíz de todos los males. En el islam, está prohibida, directamente. En el budismo es uno de los tres venenos que crea el karma malo. Los budistas creen que la codicia está basada en una errada conexión de lo material con la felicidad.

La personalidad del codicioso es un cóctel explosivo
Por su espíritu socialmente competitivo, el codicioso está motivado a conseguir cosas a expensas de los demás y a su deseo de tener más se une la frustración por no conseguirlo. Es egoista y siente envidia al comparar lo que tiene con lo que tienen otros. No es de extrañar que con todo esto el codicioso suela sentirse insatisfecho con su vida al tener casi siempre la sensación de no poder controlarla y que tenga comportamientos irracionales, sobre todo cuando sus deseos no se cumplen.
Algo a favor de nuestro personaje. Puede disfrutar de su riqueza, se la gasta, e incluso, la comparte. El avaro, por el contrario, acumula, es tacaño, gasta lo menos posible y casi nunca comparte. Hagámonos, si nos apetece, amigo de un codicioso, pero nunca de un avaro.


¿Es la codicia es una enfermedad mental?
La medicina ha tratado de responder a esta pregunta con experimentos bien diseñados entre trabajadores del mundo financiero USA y en los que se utilizaron desde técnicas clásicas como el electroencefalograma a otras más modernas como la resonancia magnética funcional.
Se trató de probar la asociación codicia-colesterol-disminución de la serotonina cerebral, hipótesis muy bien planteada ya que el mundo financiero y, en general, el mundo occidental es un gran consumidor de estatinas o hipolipemiantes para disminuir los niveles de colesterol en sangre. Otra línea de investigación trató de probar la relación codicia-disminución de la oxitocina cerebral. Desgraciadamente, los resultados no fueron concluyentes en ninguna de las dos líneas de investigación.


La psiquiatría y la psicología han tratado de aportar pistas para explicar este grave trastorno de la personalidad y en la respuesta al por qué somos codiciosos apuntan a una multifactorialidad que abarca desde la herencia biológica hasta un entorno pobre en recursos que genera un mecanismo adaptativo bastante predecible: tener recursos contrarresta el sentimiento de incertidumbre en relación con el futuro ya que “si uno tiene mucho, se preocupa mucho menos que si tiene poco”.
Los científicos afirman que la codicia es una enfermedad mental basada en una errónea conexión de lo material con la felicidad. Que tiene grados y que hay que admitir su inevitabilidad (al menos en algún grado menor), en la mayoría de las personas. Desde el punto de vista ético y moral, no existen dudas de que es la madre de la corrupción política y el motor de otras metas como el deseo de éxito y reconocimiento social, disfrute del poder, sexo, protagonismo, etc.

¿Cómo se desarrolla la codicia?
Nuestro ego es el motor que la alimenta. Y es seguro que estaremos influenciados por todo el entorno que no para incansablemente de bombardearnos con noticias que siempre expresan resultados extraordinarios: facilidad, rapidez para ganar dinero, planes B que funcionan, etc. Y sientes codicia: el deseo desmedido de conseguir dinero.
Este error destruye tus finanzas. Asumes un riesgo, para devolverlo después. La codicia te bloquea mentalmente y no te deja ver otras cosas. Y no lo ves, porque sólo percibes lo que apoya tu compromiso con la irracionalidad (“el pelotazo”) aunque en tu fuero interno sabes que no es lógico pensar que con una acción vas a tocar el cielo. Debes poner límites a esto; debes utilizar la lógica para evitar la trampa. Nos dejamos llevar por la codicia, que sólo ve dinero y éxito: poder presumir de inteligencia y riqueza; lo máximo. La codicia ha ocupado el lugar de nuestras reglas de gestión.
Lo grave en esta situación no es la pérdida de dinero que podamos sufrir sino la pérdida de confianza que es algo bastante más difícil de recuperar. Y aún puede ser peor. La venganza es el combustible que nos empuja a la acción y nos nubla el juicio y aquí interviene de nuevo y de forma decisiva nuestro ego.

¿Cómo insuflar lógica es este sentimiento de venganza?
Es necesario que no soseguemos utilizando alguna técnica para interferir positivamente en tu estado emocional. Es necesario que creemos un “espacio en nuestra mente” para observarnos y respondernos a la pregunta: ¿Qué puede haber detrás de este sentimiento de venganza? Y detrás, hay todo lo ya dicho antes sobre dinero, esfuerzo, trabajo e ilusión. Pero esto es irracional, es decir, un pensamiento que no cuestionamos y damos por válido nada más se presenta en nuestra mente.
Quieres vengarte porque no aceptas algunos hechos. No aceptas que te mueves en el plano de la incertidumbre, de la impredecibilidad, de la imposibilidad de controlar. No aceptas que es sólo la expresión de una probabilidad que puede ser positiva o negativa.

Conclusiones
- No es verdad que debas ganar, es verdad que quieres ganar, pero no que debas.
- El resultado (futuro) depende de la expresión de una probabilidad. Puede suceder cualquier cosa y no depende de ti hacer que suceda lo que quieres.
- Sí depende de ti manejar el riesgo y tener consistencia emocional.
- Los resultados que obtienes, no hablan de ti, de tu valor como persona, que está indudablemente ligado, es intrínseco, al hecho de ser.
- Ante la tentación de la codicia, sosiégate, regula la carga emocional y arroja luz a la irracionalidad. En definitiva, acepta la naturaleza del negocio, de la actividad de emprendimiento en la que participas.

Leer más...

viernes, julio 10, 2020

Cómo Aprovechar tu Vida

“No nos ahogamos al caer al río, sino al permanecer sumergidos en él”


El río es todo lo que parece una excusa temporal hoy pero que no desaparecerá mañana.
Al principio, no parece que estés a la deriva. Solo lo dejas ir un poco. Estas flotando. El río te lleva. Es agradable. Cómodo. Las cosas pasan. El tiempo pasa. Seguirá pasando.
Finalmente, el río conduce a un río más grande. Estás en un terreno nuevo. Nunca has visto este lugar antes. ¿Dónde puedes llegar a tierra? ¿A dónde llevará este río?
Pronto, ya no sabes lo que está por venir. No puedes ver lo que sigue. El río podría convertirse en una cascada. Podría lanzarte por un acantilado. Te quedarás sumergido para siempre.

No habrá un gran choque al final. Solo una mirada arrepentida por la ventana. Un pariente de visita. "Oh sí, eso. Nunca lo hice. No puedo decirte por qué".
Todos los ríos desembocan en el mar. Si no subes hacia la superficie, si no comienzas a nadar, ahí es a donde vas. Nadie vendrá a salvarte. No obtendrás una extracción. Nadie te va a obligar a escribir tu libro o pedirte que se case contigo o ser una buena madre. Ningún niño de 15 años te responderá en la cita de un libro.

La única forma de no desperdiciar tu vida es hacer tu mejor esfuerzo para no desperdiciar hoy. Escribe una oración. Toma una decisión difícil. Atiende el teléfono.
Todos caemos al río de vez en cuando. Pero no podemos quedarnos sumergidos en él. No dejes que los pequeños remordimientos se acumulen en silencio. Da un paso cada día. Golpea hacia la superficie.
No eres un soldado, y ningún informe breve puede salvarte. Ninguna misión independiente definirá tu legado. No esperes una oportunidad de redención. Redímete con tus acciones.
Renuévate todos los días.

Autor: Niklas Göke

Fuente: Medium

Leer más...

jueves, julio 09, 2020

Comenzar de Nuevo

Cómo usar Shoshin para comenzar de nuevo y mantener la mente despejada

Cualquiera puede comenzar de nuevo cuando lo desee.


¿Cómo te sientes cuando, durante un desacuerdo, la otra persona se niega a tener en cuenta tus puntos de vista?
Es bastante frustrante, ¿no?
Nos ocupamos de esto todo el tiempo. Al crecer, aprendemos una forma específica de pensar, sentir y comportarse. Esto se basa en lo que nos enseñan o lo que observamos y probamos nosotros mismos. Si consideramos que el comportamiento o método de pensamiento es útil, adoptamos este comportamiento y lo inculcamos en nuestra personalidad durante años hasta que una creencia opuesta sea lo suficientemente fuerte como para hacernos cambiar nuestro comportamiento.

Considera un profesor que tuviste en la escuela. En clase, eran los profesores de la sala, en sentido figurado. Lo que decían era lo que valía, y cualquier opinión que los contradijera podría encontrarse con una feroz reprimenda u orden de abandonar la clase. La gente como esta, de hecho, es bastante peligrosa. No es el profesor, sino la forma en que te obligan a creer que lo que dicen es la única manera.
Aprendemos a dar respeto y diligencia al pasar nuestros años escuchando a nuestros profesores. Pero es esencial ver que lo que dijeron no es necesariamente la única forma de pensar, ni en ocasiones la correcta.
Con el tiempo, tus creencias y lo que aprendes de los demás forman un sistema que crea el personaje que ahora interpretas. Por ejemplo, si tienes padres que ven el dinero como "malo" o como un recurso negativo; es probable que cuando crezcas no te guste el dinero y tengas una relación negativa con él. Por el contrario, si tienes padres que ven el dinero como una herramienta para conectar a las personas con servicios valiosos, crecerás con la misma mentalidad y desarrollarás una relación positiva con los negocios, las finanzas y posiblemente incluso el espíritu empresarial.
Todo se reduce a qué creencias eliges adoptar.

La Historia de Shoshin
Shoshin viene del budismo zen que significa "mente de principiantes", y la cultura china y japonesa lo representan. El zen se traduce como "meditación", y proviene de los textos más antiguos del budismo, conocidos como Dhyana. Se trata de entrenar tu mente y eliminar las respuestas automáticas para vivir en un estado de perfecta ecuanimidad y conciencia.
El concepto de Shoshin es dejar de lado las creencias previas o las formas de pensar cercanas y aprender a vivir y respirar con apertura, una actitud positiva y un sentido de respeto por lo que no sabemos.
Ser así te ayuda a ver lo que antes no podías. Colocar la mente en una forma que te permitirá comenzar desde el principio. Nosotros, como individuos, nos sentimos atraídos por situaciones cómodas y familiares. Esto es lo que hace que nuestras mentes tengan creencias. Después, cuando sucede algo con lo que estamos familiarizados, ya vamos a saber cómo pensar y qué responder.

Pero aquí es donde comienzan a surgir problemas. El hecho de que nuestras mentes usen sus creencias para sugerir cómo se puede clasificar un problema, no significa que sea la única forma correcta. Incluso si funciona.
Cuando mejoramos en la comprensión de una información o habilidad y desarrollamos “experiencia”, bloqueamos rápidamente la información de los demás. Esto nubla nuestro juicio y nos hace creer que estamos aprendiendo. Pero en realidad, nuestras mentes están luchando contra cualquier información opuesta y seleccionando lo que queremos escuchar, o lo que nos ayuda a "evitar el dolor".


Debemos aprender a "disfrutar nuestros problemas". Son herramientas de retroalimentación, como me gusta llamarlas. Tenemos problemas en la vida para aprender una nueva lección. Es una oportunidad para crear algo nuevo y convertirte en un ser más excepcional, gracias a ello.


Aplicando Shoshin a tu Vida
Shoshin trabaja a través de la práctica diaria. Todo lo que necesitas son algunos pasos clave que debes seguir para que puedas comenzar a despejar tu mente y abrazar tu nuevo yo como principiante, con la frecuencia que desees.

Deja de lado la necesidad de hablar más que los demás.
Este concepto no solo se refiere a hablar activamente, sino también a los pensamientos en tu mente. Tenemos una tendencia a proporcionar nuestras opiniones y puntos de vista a quienes nos rodean para afirmar autoridad en temas específicos. Si eso es positivo o negativo, aún puede ser un obstáculo para nuestras mentes.

Si siempre estás hablando, ¿cuándo es el momento de escuchar realmente? Es más probable que hablemos para evitar que otros tengan la energía o el tiempo para oponerse o igualar nuestros argumentos.
En cambio, intenta dos cosas:
• Pasa la mayor parte del 80% de tu tiempo escuchando activamente y el 20% de tu tiempo hablando. Esto también te da tiempo para encontrar las mejores respuestas.
• Cuando se te ocurra un pensamiento pesimista y de mente cerrada, ordénate a ti mismo parar inmediatamente. Cambia el punto de vista negativo reemplazando lo que piensas con una declaración afirmativa clara sobre la persona o el sujeto, luego sonríe y déjalo ahí.

La segunda ha sido una de las principales razones por las que me he convertido en una persona más feliz en los últimos meses. Leí esto en un libro, y me hizo ver cuánta energía negativa realmente tengo dentro. Entonces, pasé mi tiempo obligándome a ser agradable con todos en mi cabeza y decirlo en serio. Porque eso es más importante que fingir y decir cosas más útiles cuando no lo dices en serio.

Deja partir la necesidad de pelear
A medida que pasa el tiempo y nos volvemos más sabios, nos damos cuenta de que no es necesario luchar siempre en cada pelea que nos encontremos. Lo que eso significa es que antes de comprometerse a una discusión o debate con alguien, pregúntate, ¿respetará esta persona su punto de vista o el de los demás? ¿Esto nos va a dar algún valor?
Nueve de cada diez veces, no lo hará.

Por lo tanto, evita desperdiciar energía en desacuerdos innecesarios con otros. Elimina la necesidad de intentar y "ganar". Combatir el impulso de corregir, oponerse o disipar tu argumento. Déjalo estar y concéntrate en lo que puedes aprender para mejorar tu vida o ser más feliz. No hay vergüenza en mirar en una dirección diferente y caminar de esa manera. Incluso si tienes razón, ¿qué valor a largo plazo realmente aporta a tu vida? No mucho.
La clave de los argumentos es evitarlos en primer lugar. Pero estas disputas no son un momento para vencer a la otra persona, es una oportunidad para aprender algo nuevo y probar la apertura de tu mente.

Esforzarse por más, un conocimiento más profundo
Muchos de nosotros preferimos hablar más de lo que nos gustaría escuchar. Tal vez estamos nerviosos, o simplemente queremos tanto la interacción social que preferiríamos mantener a la gente comprometida y escuchando todas las historias que tenemos que contar.
Si bien esto puede ser algo positivo, debemos desafiarnos más a menudo para estar más callados. En lugar de conversar con otros por el simple hecho de hacerlo, pídales más detalles. Conversa para entender en lugar de solo escuchar. Deja que la otra persona o información te lleve al siguiente nivel de comprensión. Hay una cantidad increíble para aprender, todo depende de cuánto estés dispuesto a escucharlo.

Acepta que no sabes absolutamente nada
Como dijo Shunryu Suzuki, solo olvida todo a veces. Regresa al principio y reinicia tu mente. Vuelve al comienzo de tu trabajo o pasatiempo donde era nuevo, y estabas más emocionado que nunca para empezar a aprender más. Mantén ese sentimiento contigo hasta el presente y úsalo para avanzar en tu comprensión de lo que quieres.
Si puedes aprender a darte cuenta de ti mismo y de tu mente, puedes elegir cuándo dejar ir la energía negativa, tus pensamientos y aportar ideas nuevas y frescas, y formas de pensar más positivas y efectivas. Todo comienza contigo.

Fuente: Medium

Leer más...

miércoles, julio 08, 2020

El Acto de Conocer

Por lo general, en el estado actual no encontramos equilibrio, uno no se conoce; y se empieza a sentir que hay que llegar a un momento de Presencia más completo. Se necesito ante todo tener una impresión ─lo más profunda posible─ de uno mismo. Es fácil darse cuenta de que casi nunca tenemos una impresión profunda, de que las impresiones son muy superficiales, tan superficiales que solo crean asociaciones superficiales que no dejan ningún recuerdo y no cambian nada, no transforman nada. Cuando en realidad las impresiones son una especie de alimento, aunque no comprendamos bien lo que quiere decir alimentarnos, ni lo que eso representa para nuestro ser.

Solemos ser pobres en materia de impresiones en nosotros mismos. Tenemos tan pocas que apenas tienen relevancia. Si verdaderamente se quiere conocer algo, estar seguro de ello, primero se necesita ser «conmovido» por el conocimiento. Se necesita ese conocimiento nuevo. Y se necesito ser «conmovido» por él tan fuertemente que se conozca en ese momento con todo lo que uno es; no solamente con la razón, sino con todo el ser. Si no se tiene suficiente de ese conocimiento, suficientes impresiones, no se puede tener ninguna convicción. Sin el conocimiento, sin el material, ¿cómo se va a evaluar las cosas, cómo se puede trabajar? No hay nada para dar un impulso en una dirección u otra. No hay posibilidad de actuar conscientemente. Lo primero que se necesita para una acción consciente es una impresión de sí mismo, tanto cuando se está solo, abierto a lo que se es, como cuando se está en la vida, cuando trata de no olvidar esa impresión completamente y ve cómo se pierde. Esas dos clases de impresiones son el mundo interior. Hasta que no se tenga una cierta cantidad de impresiones, no se puede ver más lejos, no se puede comprender más.

Normalmente consideramos las impresiones como algo muerto, fijas como una fotografía. Pero con cada impresión recibimos una cierta cantidad de energía, algo viviente que actúa sobre nosotros, que nos anima. Por un momento se tiene una impresión de sí mismo que es completamente diferente de la manera en que se experimenta en general. De repente se conoce algo real en uno, de una forma enteramente nueva, se recibe algo, se es animado por eso. Después se pierde, no se conserva. La impresión desaparece como si hubiese sido robada por un ladrón. En el momento en que más se necesita de ella para estar presente ante la vida, ya no se tiene el apoyo para no perdernos. Ahora se empieza a ver que las impresiones son un alimento. Una energía que se debe recibir y debe ser contenida.

Se necesita ver lo que a uno le molesta y comprender por qué es tan difícil recibir una impresión. No es porque no se quiera recibir. Es porque no se puede.Porque siempre se está cerrado, cualesquiera sean las circunstancias de la vida. A veces, quizá por un destello, se está abierto a la impresión, pero casi inmediatamente se suele reaccionar. La impresión se asocia automáticamente con otra cosa y se produce una reacción. Uno aprieta un botón y acto seguido viene un pensamiento, una emoción o un gesto.
No se puede evitar, ni siquiera se ve. Nuestra reacción nos ha separado de la impresión y de la realidad que ella representa. Ahí está la barrera, el muro. Al reaccionar, nos cerramos.

Lo que no se ve es que se pierde todo contacto con la realidad una vez que nuestras funciones habituales están al mando. Por ejemplo, sentimos que nuestro cuerpo está aquí. Sentimos el brazo izquierdo, tenemos la impresión del brazo izquierdo. Tan pronto esa impresión nos alcanza, se desata el pensamiento, que nos dice «el brazo... el brazo izquierdo». Y en el momento en que se piensa, se pierde. Al pensar en el brazo, creemos conocerlo. Confiamos más en el pensamiento sobre el brazo que en su existencia real. Pero el pensamiento sobre el brazo no es la realidad. Es lo mismo para la propia realidad. Tenemos la impresión de una vida en uno mismo, pero tan pronto se piensa en «soy yo», se pierde. Se interpreta el pensamiento por el hecho mismo. Creemos conocerlo y con esa credulidad, esa creencia en el pensamiento, ya no se tienen preguntas, ni interés para recibir esa impresión.

No se reciben las impresiones conscientemente. En consecuencia, uno no se conoce. Al mismo tiempo, se necesita esto por encima de cualquier otra cosa. Si no se puede recibir una impresión de sí mismo, nunca se tendrá ese recuerdo, esa posibilidad de conocer lo que se es. El momento de recibir una impresión es el momento de volverse consciente. Es el acto de ver.

Leer más...

viernes, junio 12, 2020

Estructura de las Emociones


Todos experimentamos emociones continuamente, pero si nos preguntan que son, en esencia, es probable que tengamos dificultades para explicarlo, porque describir lo que nos pasa por dentro cuando experimentamos emociones, es bastante difícil.
Para entender lo que es una emoción, lo mejor es experimentarla. Te sugiero que pienses en alguna emoción fuerte que hayas vivido. Pongamos como ejemplo algo que hemos experimentado muchos de nosotros: la caída en una montaña rusa. Mientras estamos subiendo hacia el punto máximo, valoramos que estamos en peligro y por lo tanto experimentamos miedo. Aunque estamos seguros que no va a pasar nada, la emoción no distingue entre realidad y ficción. Aunque la razón le diga a la emoción: “tranquila, que no pasa nada. No hay peligro”; la emoción sigue su curso haciendo caso omiso a las reflexiones de la razón.


En el momento crítico de la bajada se activa una taquicardia muy acusada, incontrolable, el estómago te da vueltas, las piernas te tiemblan, etc. Esta es la respuesta neurofisiológica de la emoción. Tomo conciencia de la emoción que experimento y le puedo poner un nombre: Miedo. Esta es la parte cognitiva, consciente de la experiencia emocional. Si analizamos con más detalle qué es lo que pasa al experimentar una emoción, lo podemos esquematizar en varias etapas: Acontecimiento y Valoración.
• En primer lugar, una emoción se activa a partir de un acontecimiento/estímulo, que puede ser externo o interno (un pensamiento, por ejemplo).
• Luego valoramos todo lo que llega a nuestros sentidos. Es un mecanismo innato, una especie de escáner que detecta cualquier acontecimiento o estímulo susceptible de activar la respuesta emocional.
• Las preguntas que nos desencadena el acontecimiento/estímulo que nos llega son básicamente tres:
¿Cómo afecta esto a mi supervivencia?
o ¿Cómo afecta a mi bienestar?
o ¿Cómo afecta a lo que más deseo en esta vida?

• Por último, valoramos el acontecimiento/estímulo como positivo o negativo y se activa la respuesta emocional.

Aún hay un poco más. Un mismo acontecimiento o estímulo puede ser valorado de forma distinta según las personas. Ante un gol en un partido de fútbol, unos seguidores se alegran y otros se entristecen. Ante un suspenso, un alumno puede experimentar rabia, otro tristeza y otro vergüenza. Esto pone en evidencia que: “La emoción no depende del acontecimiento en sí, sino de la forma que tenemos de valorarlo”.

En la estructura de una emoción se integran los dos primeros elementos esenciales: acontecimiento y valoración:
- EP: emociones positivas.
- EN: emociones negativas.

La Triple Respuesta Emocional
Una vez activada la respuesta emocional, se produce una triple reacción: neurofisiológica, de comportamiento y de conocimiento.

Neurofisiológica
Consiste en un conjunto de respuestas que producen cambios en ciertos neurotransmisores y secreciones hormonales que provocan alteraciones del tipo taquicardia, sudoración, vasoconstricción, cambio en el tono muscular, etc. Es todo el organismo el que responde ante una emoción y es esta respuesta neurofisiológica la que nos permite saber que estamos experimentando una emoción.

De Comportamiento
Nos permite identificar qué tipo de emoción estamos experimentado. Es lo que se denomina el lenguaje no verbal que se manifiesta por expresiones del rostro y el tono de voz, que son señales bastante precisas. Su control voluntario es posible, pero normalmente no le prestamos atención y expresamos espontáneamente las emociones que experimentamos. Pero esto se puede entrenar para exaltarlo (en caso de emociones positivas) o disminuirlo (si son negativas).
¿Qué importancia tiene? Nos permite saber que la expresión emocional se puede aprender a controlar; se puede regular a voluntad, con formación y entrenamiento.

De conocimiento
Consiste en que tomamos conciencia de la emoción que estamos experimentando y podemos etiquetarla por medio del lenguaje. Por ejemplo: “siento un miedo que no puedo controlar”; o bien decimos “no sé qué me pasa”, si nuestra educación emocional es limitada; por lo que conviene ampliar este conocimiento para saber etiquetar mejor las emociones como una forma de conocernos mejor a nosotros mismos. Entramos de lleno en el terreno del sentimiento, que es la conciencia de la emoción.



Lo importante de todo esto es que sobre cada uno de los componentes de la emoción podemos intervenir. Veamos cómo.
- Intervención sobre el componente neurofisiológico. Supone aplicar técnicas de relajación, como la respiración (una de las más eficaces), el control físico corporal, etc.
- Intervención sobre el componente de comportamiento. Supone adquirir habilidades sociales que nos lleven a lograr una expresión ajustada de la emoción.
- Intervención sobre el componente de conocimiento. Supone activar nuestra voluntad para regular nuestras emociones, alargando las positivas y acortando las negativas.

Predisposición a la acción
Cuando se dice que la emoción predispone a la acción, no significa que la acción tenga que producirse necesariamente. Vamos a verlo con dos ejemplos:
La acción se produce. El caso de un coche que viene a gran velocidad, mientras estamos cruzando un semáforo. En fracciones de segundo se produce lo siguiente: Veo el objeto (coche).
• Valoro que puede ser un peligro.
• Se activa la triple respuesta. Neurofisiológica (taquicardia, sudoración); de comportamiento (cara de susto); de conocimiento (tengo miedo).
Todo lo anterior, en su conjunto, nos predispone a la acción: en este caso huir para escapar del peligro.

La acción no se produce. Sentirse ofendido por un comentario realizado por otra persona y sentir la impulsividad de responder de forma violenta. Esta predisposición a la acción se puede regular de forma apropiada. Esto es muy importante. La acción impulsiva que tengo ganas de hacer no tiene por qué darse. Puedes regular tus emociones y dar una respuesta apropiada que no sea la respuesta impulsiva. Esto es poner inteligencia entre los estímulos que recibes y la respuesta que das.

Estructura de una Emoción
Esquema que integra todos los elementos esenciales de la estructura de las emociones: acontecimiento, valoración, triple respuesta y el filtro que supone la inteligencia emocional, antes de llegar a la acción. EP: emociones positivas. EN: emociones negativas.
Podemos concluir diciendo que una emoción es:
• Un estado de nuestro organismo.
• Generado como respuesta a un acontecimiento o estímulo externo o interno que es valorado como positivo (EP) o negativo (EN), lo que provoca una triple respuesta que, generalmente, predispone a la acción. Esta acción puede producirse o no, en función de la intervención de la inteligencia emocional.

Las Emociones como Rasgo de Personalidad
Las emociones son tan importantes en nuestras vidas que llegan a constituir rasgos de personalidad. Cuando pensamos en las personas que más conocemos, las vemos (entre otras muchas otras posibilidades) como: bondadosas, alegres, cariñosas, ansiosas, tristes, amables...
Es decir, asignamos como rasgo de personalidad dominante la emoción que esa persona manifiesta con más frecuencia. Esto significa que, sin ser conscientes de ello, vamos construyendo nuestra personalidad con la emoción o las emociones que exteriorizamos. Y los demás, nos ven de la forma que nosotros mismos transmitimos. Es importante que si deseamos que nos vean como realmente somos, tomemos conciencia de lo que acabamos de señalar.

Leer más...