CENTRO FÉNIX DE NATUROPATÍA
México - Tel. 2291 185 281
España - Tels. 680 53 75 56 - 965 78 63 38


Hola ! ! !

Más allá de las limitaciones impuestas por la percepción,
existe la certeza de ser lo que nunca perdimos.
El conocimiento de la conciencia de ser
es la única Libertad que tenemos.
Adelante, están invitados.

Bienvenid@s !!!

CIENCIAS ETERNAS


Algunas de las Imágenes que aparecen en este Blog, han sido sacadas de Internet.
Si alguien tiene derechos y quiere que no salgan en este espacio,
nos lo hacen saber y serán retiradas inmediatamente.




Mostrando entradas con la etiqueta Espiral. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Espiral. Mostrar todas las entradas

lunes, marzo 11, 2024

Ley de Tres - Primera Parte

Parece extraño clasificar los números en «limitados e ilimitados; pares e impares; sencillos y múltiples; derechos e izquierdos; masculinos y femeninos; rectangulares y curvados; claros y oscuros; buenos y malos; cuadrados y oblongos». Y nos parece igualmente extraño denominar al cinco el número del «amor», y al ocho, el de la «justicia». Pero nos parecerá menos extraño si examinamos el pensamiento que llevó a realizar dichas atribuciones.

El hecho de que la mente humana pueda discriminar demuestra que el número dos tiene un significado distinto al del uno. La capacidad de distinguir implica diferencia, y la diferencia requiere el dos para tener algún significado.
Evidentemente, podemos crear trampas lingüísticas, y afirmar que no hay forma de probar que el lenguaje se corresponde con la «realidad». Este tipo de trampa no tiene escapatoria. Pero si concedemos que, de algún modo, el lenguaje se corresponde con la realidad, entonces, desde el punto de vista filosófico, el número adquiere significado, y los números dejan de ser meras abstracciones intelectuales.

Por la experiencia cotidiana, somos conscientes de que el universo constituye un sistema increíblemente heterogéneo hecho de una multiplicidad de aparentes unidades. Una persona es una unidad, hecha de una multiplicidad de células, cada una de las cuales es una unidad hecha de una multiplicidad de moléculas, cada una de las cuales es una unidad hecha de una multiplicidad de átomos, cada uno de los cuales es una unidad hecha de una multiplicidad de «partículas», para cuya descripción ya no basta el lenguaje ordinario: vistas de una manera, son partículas, o unidades; vistas de otra, son formas de comportamiento de la energía; y es la energía lo que hoy se considera la unidad última que subyace al universo material.

La misma línea de pensamiento, aplicada a la esfera macrocósmica, lleva a la misma conclusión. La persona es una unidad que constituye un aspecto del planeta Tierra, el cual es una unidad, que, a su vez, forma parte del sistema solar, el cual es una unidad... y así sucesivamente hasta las galaxias, que, en su conjunto, constituyen la inimaginable unidad que llamamos «universo». Los positivistas y ciertos filósofos lingüísticos podrían argumentar que el concepto de universo es una falacia, que el universo es una ilusión, que no es más que la suma de sus partes. Pero, en ese caso, una persona —o un positivista— es también una falacia y una ilusión, porque tampoco es más que la suma de sus partes.

La multiplicidad presupone la unidad. La multiplicidad carece de sentido a menos que también la unidad lo tenga. Ambos términos confieren un significado real al número, y no meramente abstracto.
Es el modo en que nuestros sentidos reciben la información el que crea un problema automático y, a menudo, insuperable. La multiplicidad asalta nuestros sentidos por todas partes, mientras que las unidades a las que denominamos «persona», «célula» y «molécula» son provisionales y relativas; y nosotros lo sabemos. Filosófica y lógicamente, podemos postular una unidad última, pero ésta resulta impalpable para nuestros sentidos.

Estamos obligados a reconocer los límites de la razón, así como la necesaria realidad de ámbitos a los que la razón no tiene acceso. Y aunque la razón por sí misma no pone a los hombres en la senda de una tradición iniciática (esa es la función de la conciencia), sí resulta suficiente para invalidar el escepticismo.
Son los sentidos los que nos hacen escépticos. Cuando los científicos y los intelectuales afirman que su ateísmo o su agnosticismo se les impone por la «razón», mienten. Lo que ocurre es simplemente que no han logrado aplicar su razón a los datos relativos y provisionales que les envían sus sentidos.

Lo que hoy se denomina «mística del número» pitagórica tiene un origen egipcio (si es que no es más antiguo), y corresponde a la filosofía que subyace a todas las artes y ciencias de Egipto. En realidad, lo que hizo Pitágoras fue desdramatizar el mito, una estrategia que tenía la ventaja de hablar directamente a quienes eran capaces de pensar en aquellos términos.

El trabajo de Schwaller de Lubicz, así como el de algunos otros pensadores contemporáneos (por ejemplo, J. G. Bennett), complementario pero independiente, ha hecho posible reformular la teoría pitagórica de una manera aceptable para nuestro pensamiento. Cuando la aplicamos al mito egipcio, se hace patente que estos curiosos relatos se basan en el conocimiento del número y de la interrelación de los números, y no en el animismo, las supersticiones tribales, las disputas sacerdotales, la materia prima de la historia o los sueños.

1- Uno. El absoluto o la unidad, creó la multiplicidad a partir de sí mismo. Uno se convirtió en dos. Esto es lo que Schwaller de Lubicz denomina «escisión (división, separación) primordial». Ésta será siempre insondable e incomprensible para las facultades humanas (aunque el lenguaje nos permita expresar lo que no podemos comprender).

La creación del universo es un misterio. Pero en Egipto éste se consideraba el único misterio ineluctable: más allá de la escisión primordial todo resulta, en principio, comprensible.
Y si se objeta que una filosofía basada en un misterio es insatisfactoria, hay que recordar que la ciencia moderna está plagada no sólo de misterios, sino de abstracciones que no se corresponden con ninguna experiencia posible en la realidad: el cero, que es una negación; el infinito, que es una abstracción; y la raíz cuadrada de menos uno, que es ambas cosas. Egipto evitó cuidadosamente lo abstracto. Tum (causa trascendente), al mirarse a sí mismo, creó a Atum a partir de Nun, las aguas primigenias.

En nuestros términos, la unidad, el absoluto o energía no polarizada, al hacerse consciente de sí, crea la energía polarizada. El uno se convierte simultáneamente en el dos y el tres. El dos, considerado en sí mismo, es divisible por naturaleza. El dos representa el principio de multiplicidad; cuando se desboca, el dos es la llamada del caos. El dos es la caída. Pero el dos se reconcilia con la unidad, se incluye en la unidad, por la creación simultánea del tres. El tres representa el principio de reconciliación, de relación (este «tres en uno» es, obviamente, la trinidad cristiana, la misma trinidad que se describe en innumerables mitologías de todo el mundo).

Los números no son abstracciones ni entidades en sí mismos. Los números son nombres aplicados a las funciones y principios sobre los que el universo se crea y se mantiene. A través del estudio del número —quizás sólo a través del estudio del número— se pueden comprender estas funciones y principios. En términos generales, damos todas estas funciones y principios por sentados; ni siquiera nos damos cuenta de que subyacen a toda nuestra experiencia y de que, al mismo tiempo, en gran medida los ignoramos. Sólo podemos medir los resultados, que nos proporcionan datos cuantitativos, pero no comprensión.

Experimentamos el mundo en términos de nacimiento, crecimiento, fertilización, maduración, senescencia, muerte y renovación; en términos de tiempo y espacio, distancia, dirección y velocidad. Pero la ciencia contemporánea sólo puede explicar todo esto en términos parciales, superficiales, cuantitativos. Y o bien se niega a admitir estas deficiencias, o bien aplica a los diversos misterios etiquetas impresionantes, pero carentes de significado. Con su nuevo y elocuente vocabulario, insiste en que el misterio se ha resuelto. «Presión selectiva», «valor de supervivencia», «interacción entre la genética y el entorno»: analice cualquiera de estas expresiones y encontrará que tras ellas subyacen todos los misterios de la fecundación, el nacimiento, el crecimiento, la maduración, la senescencia, la muerte y la renovación. Ninguno de ellos se puede explicar por el método científico.
Sin embargo, a partir de la reformulación de la mística pitagórica del número se puede tener una idea de su naturaleza. Schwaller de Lubicz denomina a la filosofía basada en el pitagorismo «la única filosofía verdadera». No se trata de arrogancia, sino del reconocimiento del hecho de que por este medio podemos empezar a comprender el mundo tal como lo experimentamos.

Leer más...

sábado, febrero 24, 2024

Autoeficacia

Autoeficacia es el juicio positivo de nuestra capacidad de actuar. Pero, la autoeficacia no es lo mismo que nuestras capacidades reales, sino más bien lo que creemos que podemos llegar a hacer con ellas. Por sí sola, nuestra capacidad no basta para garantizar el desempeño óptimo, sino que también debemos creer en ella para poder sacarle el máximo provecho.

Las personas autoeficaces afrontan sin dificultades los desafíos pero quienes dudan de sí mismos la mayor parte de las veces ni siquiera lo intentan, por bien que puedan hacerlo. Dicho de otra manera, la confianza en uno mismo alienta nuestras esperanzas mientras que la duda las socava.

Existe una relación muy estrecha entre la conciencia de uno mismo y la autoconfianza. Cada uno de nosotros dispone de un mapa interno de sus propias preferencias. La sensación de autoeficacia es específica de un dominio concreto, ya que lo bien que creamos que podemos desempeñar una labor no equivale a lo que podamos hacer en un dominio paralelo de la vida cotidiana.

Se suelen evitar aquellas situaciones o entornos en los que se tiene miedo de fracasar, aun cuando realmente se posean las capacidades requeridas para poder afrontar con éxito una determinada tarea porque, si no creemos ser capaces de superar sus desafíos, nos comportaremos de un modo que terminará abocándonos en el fracaso. La misma idea de que “no puedo hacerlo” resulta paralizante.

Tener el necesario valor de expresarse y la idea de poder saltarse las reglas y los procedimientos usuales, son las cualidades distintivas de la confianza en uno mismo.
Las personas dotadas de una mayor confianza en sí mismas serán las que se hallen más dispuestas a asumir el riesgo de expresar y denunciar los problemas y las injusticias que los demás solo se atreven a eludir o mencionar en voz baja.

Leer más...

lunes, febrero 19, 2024

Energía Vital


Siempre ha existido una energía oculta, una fuerza vital, en las cosas que son auténticas y genuinas. Esta energía emana de cosas reales, naturales y, como el contacto humano, el amor, el arte hecho con el ingenio sensible, la música tocada por humanos, todo lo relacionado con la naturaleza, los animales, los árboles.

No se necesitan pruebas de ello, sólo un sentimiento. Y tendría curiosidad por saber si nos van a poder engañar haciéndonos pensar que todo estaría bien si esta energía estuviera ausente. Dudo que se pueda saber de inmediato.

Esta energía oculta está en todas partes y, a lo largo de los siglos, los seres humanos se han alejado cada vez más de ella. Hubo un tiempo en que estuvo presente en casi todo. Si las manos humanas tenían voz y voto en la creación de algo, estaba ahí. Los artesanos que construyeron su hogar en el siglo XIX, a través de sus manos, con el corazón y mente hábiles, transmitieron esta energía oculta. Los artistas que crean esculturas, pinturas y música siempre presentaron en su trabajo algo que la gente admiraba y encontraba reconfortante. Se encontraba en la poesía, la literatura y cualquier cosa creada por un ser humano.

Y, por supuesto, se encontraba en el amor y el amor transmitido de un ser humano a otro a través del tacto, el abrazo, el estar presente y hacer el amor. El contacto visual fue suficiente incluso para transmitir esta energía oculta. Al reunirse, estuvo presente. Caminar de la mano por la calle o por un prado. Se hizo presente en una sonrisa y un gesto cortés.

Sin embargo, a lo largo de los tiempos recientes, hemos hecho todo lo posible para erradicar cualquier cosa que transmita esta energía oculta. Luchamos por reemplazar a los artesanos humanos, luchamos por mecanizar la construcción, luchamos por sustituir a los humanos y el contacto humano siempre que podamos. Incluso sustituyendo al personal de caja y a los camareros en los restaurantes, estamos destruyendo la transmisión del alma. Estamos perdiendo rápidamente esta energía oculta. Todavía está aquí hasta cierto punto, pero está desapareciendo rápidamente.

El transhumanismo lidera el grupo en este esfuerzo, pero vemos el desgarro de esta energía dondequiera que miremos si observamos con atención. Debido a que es una energía oculta, es fácil pasarla por alto. Y como nadie parece pensar que sea importante, como una vitamina faltante que es esencial para la vida, nadie está haciendo un esfuerzo por detener este ataque. Nuestra conexión con el espíritu es a través de nuestra conexión con la naturaleza y nuestra creatividad humana. Somos humanos y, como humanos, participamos en el mundo natural de la creación. Cuando nosotros, como seres humanos, tocamos algo, amamos algo y creamos algo desde el corazón, expresamos humanidad y, por tanto, expresamos la naturaleza y, por tanto, expresamos la Creación. Cuando esta expresión desaparezca, nosotros no tenderemos sentido.

Leer más...

jueves, febrero 15, 2024

Los Hemisferios Cerebrales

Nuestro cerebro está dividido en los hemisferios derecho e izquierdo que están unidos y comunicados por medio del cuerpo calloso.
Tener dos hemisferios es importante para un órgano fundamental como el cerebro, porque en ocasiones, si hay una lesión en un hemisferio del cerebro que afecte alguna función, el otro hemisferio puede llegar suplirla y realizarla.

Los dos hemisferios están separados, pero también comunicados por el cuerpo calloso, que es una porción de masa encefálica que contiene también infinidad de fibras nerviosas.

Los dos hemisferios no son idénticos. Comparten algunas funciones como las del pensamiento y la regulación de la temperatura del cuerpo, pero también realizan otras diferentes.

El hemisferio cerebral izquierdo controla el lenguaje, el pensamiento lógico y la escritura. En él se encuentra el centro del habla, del pensamiento que nos permite analizar lo que sucede y del control de la mano derecha. También controla la capacidad para las matemáticas y la sensibilidad.

El hemisferio cerebral derecho controla el pensamiento creativo, controla la mano izquierda, la fantasía, el talento musical y todas las actividades artísticas que podemos desarrollar.

Hemisferios Cerebrales

Sincronización de los Hemisferios Cerebrales con Kensiología

Leer más...

domingo, febrero 11, 2024

El Estigma de la Modernidad hacia la Vejez


"Es totalmente falso y cruelmente arbitrario poner todo el juego y el aprendizaje en la infancia, todo el trabajo en la mediana edad, y todos los pesares en la vejez."
.- Margaret Mead.


Simone de Beauvoir, en su libro "La vejez", cuenta: "Cuando Buda era todavía el príncipe Sidarta, encerrado por su padre en un magnífico palacio, se escapó varias veces para pasearse en coche por los alrededores. En su primera salida encontró a un hombre achacoso, desdentado, todo lleno de arrugas, canoso, encorvado, apoyado en un bastón, balbuceante y tembloroso.
Ante su asombro, el cochero le explicó lo que es un viejo: "Que desgracia -exclamó el príncipe-, que los seres débiles e ignorantes, embriagados por el orgullo propio de la juventud, no vean la vejez. Volvamos rápido a casa. De qué sirven los juegos y las alegrías si soy la morada de la futura vejez"

Buda reconoció en un anciano su propio destino porque, nacido para salvar a los hombres, quiso asumir su condición total. En eso se diferenciaba de ellos, que eluden los aspectos que les desagradan. Y en particular la vejez.

Norteamérica ha tachado de su vocabulario la palabra muerte: se habla del ser querido que se fue; asimismo evita toda referencia a la edad avanzada. En Francia, actualmente, es también un tema prohibido. Cuando al final de la fuerza de las cosas infringí ese tabú, ¡qué indignación provoqué! Admitir que yo estaba en el umbral de la vejez acechaba a todas las mujeres, que ya se había apoderado de muchas. ¡Con amabilidad o con cólera mucha gente, sobre todo gente de edad, me repitió abundantemente que la vejez no existe! Hay gente menos joven que otra, eso es todo. Para la sociedad, la vejez parece una especie de secreto vergonzoso del cual es indecente hablar. Sobre la mujer, el niño, el adolescente, existe en todos los sectores una abundante literatura; fuera de las obras especializadas, las alusiones a la vejez son muy raras. Un autor de historietas cómicas tuvo que rehacer toda una serie porque había incluido en sus personajes a una pareja de abuelos: "Suprima a los viejos", le ordenaron.

David Le Breton, especializado en la antropología del cuerpo, escribe que, en realidad... "el envejecimiento es una abstracción. Con una lentitud infinita, el paso del tiempo se marca en el rostro y en los gestos, limita la acción, pero sin ruptura, sin traumatismo. Envejecer es un camino lento, no pesa nunca; sólo la última gota hace desbordar el vaso. Durante gran parte de la existencia las personas mayores son los otros (...). La conciencia de envejecer o de ser una persona mayor nace de la mirada del otro".

"La modernidad tiende a hacer de la vejez un estigma. La vejez se desliza lentamente fuera del campo simbólico, porque deroga los valores centrales de la modernidad: la juventud, la seducción, la vitalidad, el trabajo, los resultados. Sin quererlo es una encarnación de lo rechazado, como el “discapacitado”, la enfermedad, la proximidad de la muerte o la muerte misma (...)."

"La persona que envejece, cada uno de nosotros lo sabrá un día, es el niño que fue: el mismo rostro, el mismo asombro frente al mundo. Del niño al viejo, existe una continuidad inquietante, una semejanza nunca desmentida. De ahí que, muy viejos, morimos con el rostro de nuestra infancia, pero somos los únicos en saberlo." "Una comediante americana enunciaba en voz alta el murmullo íntimo que atormenta a muchos de nuestros contemporáneos: “Yo acepto ser vieja..., pero ¡no soporto verme vieja!”.

"Hoy es necesario, si no vivir eternamente, al menos desaparecer muy viejo con un rostro de eterna juventud, incluso al precio de penosas cirugías estéticas. Engañar ostentando los signos de una juventud intacta pese a los años para no perder simbólicamente su lugar en el campo social."

"En otras sociedades, el envejecimiento que marca los rasgos y blanquea los cabellos aumenta el prestigio y la dignidad, pero no es el caso en las nuestras."

"Antes, el ser humano envejecía y moría porque estos eventos estaban en el orden de las cosas. Sería larga la lista de sociedades hospitalarias con la vejez, que hacen de la edad el signo de una dignidad y de un valor simbólico crecientes en el destino del grupo". Pero "El ser humano contemporáneo no quiere envejecer".

Y esto es porque "En nuestra sociedad industrializada el elemento integrador por excelencia es el trabajo, del cual emana el prestigio social, los ingresos económicos y el nivel de vida, buena parte de las relaciones sociales y de los grupos de pertenencia, y otros referentes básicos para la vida y la identidad de cada persona. Por tanto, el individuo que no trabaja vive en una especie de estado social liminar en el que no disfruta de una identidad ni de un prestigio propios" apostilla el antropólogo Josep M. Fericgla.

"Vemos desde el ángulo de la antropología cultural que el respeto por el anciano ha sido la regla. Pero el anciano, en tanto y cuanto no suponía una carga para el grupo, ya que el que no reuniese estas condiciones, rápidamente era eliminado del mundo de los vivos." afirma el antropólogo José Manuel Reverte Coma.

Y continúa: "Entre los indios cunas de Panamá, el jefe es elegido entre los viejos más capaces y las parteras (mu) cargo de máxima responsabilidad entre las mujeres. En este mismo grupo étnico, el viejo que ya no puede valerse por sí mismo, no tardaba en ser tratado con "ina nusu" o "medicina para las lombrices", que es la Spiegelia anthelmia L., cuyas hojas, después de hervidas, se transforma en poderoso veneno que acaba con la penosa carga de la vida en unos instantes."

En realidad, en algunos pueblos, la gerontocracia es algo común. "Los chukchis de Siberia, que por su condición de nómadas no pueden andarse con muchas contemplaciones, a los viejos que no pueden realizar ya las más elementales faenas, los abandonan en medio de la nieve a temperaturas de 50º a 70º C bajo cero. Y esto, que parece gran crueldad, lo hacen muchas veces a petición del propio anciano".

Aunque "en diversos continentes encontramos, por ejemplo, a los arunda de Australia que nunca abandonan a sus ancianos. Por el contrario, los tratan con una bondad y un respeto especiales, reservándoles los mejores bocados por medio de tabús y proveyendo a los que no pueden cuidar de sí mismos. Entre los semang de la Península Malaya, los ancianos son respetados y honrados entre ellos, como lo demuestra el hecho de que nunca se les contradice. Cuando no pueden ya trabajar, sus hijos les proporcionan comida y a menudo los llevan a la espalda cuando se trasladan de un campamento a otro. Jamás se trata con dureza a los enfermos y a los achacosos, mucho menos se les abandona o se les mata."

"El último valor característicamente estadounidense que genera prejuicios contra los mayores es el culto a la juventud." subraya el antropólogo Jared Diamond. "Es cierto que este mundo moderno de rápidos cambios tecnológicos y competitividad, otorga ventaja a la juventud recientemente educada, que posee velocidad, resistencia, fuerza, agilidad y reflejos rápidos. Sin embargo, el culto a la juventud se extiende a otras esferas gravemente injustas (...)"

"Los anuncios de refrescos, cerveza y coches siempre cuentan con modelos jóvenes, si bien los ancianos consumen todos esos productos. Sin embargo, las imágenes de personas mayores se utilizan para vender pañales para adultos, medicamentos contra la artritis y planes de jubilación. (...) No es de asunto grave que no se contraten a modelos de 70 años para vender refrescos, pero sí que los aspirantes a un puesto de trabajo sean ignorados continuamente para las entrevistas, y que los pacientes de más edad no tengan tanta prioridad en la atención médica. (...)"

"La visión negativa de la edad no sólo es cosa de los jóvenes. Los estadounidenses creen que los ancianos son aburridos, retrógrados, dependientes, aislados, solitarios, estrechos de miras, ignorados, anticuados, pasivos, pobres, sedentarios, sexualmente inactivos, enfermos, distraídos... y que pasan gran parte del día durmiendo, sentados, sin hacer nada o recordando con nostalgia el pasado. Esas ideas eran compartidas por igual por los ancianos y los jóvenes."

Leer más...

viernes, febrero 09, 2024

Mudras

Los mudras son gestos realizados con los dedos de las manos y los brazos que sirven para equilibrar el flujo energético del organismo. Los mudras son formas de comunicación muy antiguas y en todas las culturas y religiones han sido utilizadas. Sin embargo, donde más representaciones difundidas hay es en la cultura India y los budistas; orientadas a la comunicación con el Yo interno, el espíritu y el Universo.

La Kinesiología nos ha permitido conocer muchos puntos en las manos y diferentes posiciones de las mismas para obtener cargas energéticas de variada intensidad y dependiendo de su uso convertirlas en llaves de acceso a las distintas funciones de órganos, aparatos y sistemas del cuerpo humano incluyendo áreas emocionales y espirituales.

Los mudras son extremadamente sencillos de realizar, pero muy poderosos, ya que transforman aspectos internos de nuestras vidas liberando la energía bloqueada en el interior del cuerpo, que circulan por los canales de energía llamados meridianos y en los centros energéticos denominados chackras. Disponiendo y dirigiendo dicha energía a través de los mudras, se pueden alcanzar objetivos y tener la capacidad para solucionar diversos problemas de la vida cotidiana.

Todo el mundo puede hacer mudras. Si se pueden mover las manos y los brazos, cualquier persona podrá utilizar los milenarios mudras sanadores para enriquecer su vida dedicándoles tan solo unos pocos minutos al día.
"En las manos, al igual que en los pies, están reflejados todos nuestros puntos corporales y por ello las diferentes posiciones ayudan a desbloquear aquellos que estén inarmónicos.
Los mudras son los gestos corporales que nos permiten canalizar adecuadamente la energía a través de nuestro cuerpo así como facilitar la consecución de numerosos objetivos como la sanación física y emocional.

Hay mudras muy completos que implican a todo el cuerpo, pero también hay mudras muy sencillos e igualmente poderosos que sólo requieren de nuestras manos para alcanzar nuestros objetivos.
Para practicarlos no es necesaria una gran habilidad, sino bastante práctica, especialmente con aquellos que son muy complicados. Los dedos se van uniendo entre sí de maneras muy diversas y con presiones concretas, donde a veces sólo es necesario un leve roce y otras se necesita una gran presión.
Debido a la diferente cualidad de cada uno de ellos, es recomendable utilizarlos durante un tiempo determinado que suele ir de 3 a 45 minutos y generalmente es conveniente realizarlos una vez al día como mínimo.

Es importante tener en cuenta en el caso de utilizarlos para la sanación física, su cometido es solamente apoyar tratamiento que estemos utilizando para sanar, haciendo que sea más eficaz y que la enfermedad sane con mayor prontitud.

Leer más...

lunes, febrero 05, 2024

La Conciencia del Sufrimiento

Hay cuatro tipos de sufrimiento. La primera categoría es el sufrimiento innecesario. Este es el tipo de sufrimiento en que incurrimos debido a nuestras actitudes y expectativas irracionales hacia los demás, generado por nuestras malas intenciones, ser rechazados por alguien, odio, duda, posesividad, arrogancia y autocompasión. En otras palabras, son emociones negativas o sufrimiento que surge debido a nuestra importancia personal.

El segundo tipo de sufrimiento es el sufrimiento inevitable. Este es el tipo de sufrimiento que nos llega por accidente o por acontecimientos fuera de nuestro control, como la guerra, los desastres naturales, enfermedades o la muerte de alguien.

El tercer tipo de sufrimiento es el sufrimiento voluntario. Este es el sufrimiento que nos imponemos a nosotros mismos con el fin de lograr una meta personal, como un atleta que se auto disciplina para ganar una carrera, o un estudiante que se esfuerza mucho para conseguir un diploma.

Y finalmente tenemos el sufrimiento intencional. Este es el sufrimiento que imponemos sobre nosotros mismos con el fin de lograr un objetivo impersonal o altruista , uno que va dirigido hacia el servicio a los demás o para el trabajo , y no para lucro personal.

- J. Bennett

Leer más...

viernes, enero 12, 2024

Anormalidad de la Nueva Realidad

Uno de los principales objetivos de la agenda de la nueva normalidad es perturbar la relación de cada individuo humano con el mundo real.

El objetivo final de la política globalista es el control de todos los aspectos de la vida, logrado mediante la inserción de un filtro digital entre las personas y la realidad. Banca, comunicación, consumo de medios, compras. Todas las interacciones se realizarán a través de una membrana digital que podrá controlar tus intercambios con el mundo y, si lo considera necesario, negarte el acceso a ese mundo.
Al hacer que cada compra sea remota, que cada interacción sea digital, pueden perturbar la capacidad de todo el mundo para interactuar con la realidad.

Sin embargo, también podría estar en juego una política más sutil y potencialmente destructiva, que ataca la capacidad de las personas para comprender o incluso percibir esa realidad. Una guerra contra, a falta de una palabra mejor, la realidad: las leyes físicas que gobiernan nuestro mundo, las respuestas emocionales de humano a humano, la existencia misma del pensamiento racional.
Esta es la pérfida irrealidad de la "nueva normalidad": Alimentar y normalizar un estado persistente y omnipresente de no-realidad. ¿Por qué? ¿Cuál es el beneficio de cultivar la irrealidad? Es una pregunta complicada con un sinfín de posibles respuestas entrelazadas.

La tendencia del individuo psicópata es mentir sin ningún propósito, mentir incluso cuando la verdad serviría mejor a sus intereses. Esto se debe a que los psicópatas son adictos al control, y la máxima expresión de control es crear un mundo falso y hacer que la gente viva en él.
Esto se aplica tanto a las instituciones como a los individuos. Quizá más. Para una élite dominante autoritaria, los relatos demenciales sirven tanto de prueba de lealtad como de ritual de humillación.

Si te dan algo imposible de creer y no lo cuestionas, estás demostrando mayor lealtad a la autoridad que está por encima de ti que a la realidad que te rodea.
Cuanto más absurda es la mentira que crees -o dices creer- más leal eres al Partido. Cuanto más enroscas tu propia mente a las órdenes de la clase dirigente, más te hundes en la obediencia, más te humillas.
Cuanto más te humillas, más dejas de ser tú mismo.

La humillación es la máxima demostración de control, y demostrar control es importante para una estructura de poder aferrada a la inseguridad y siempre al borde del colapso.

Esta idea de control social a través de la creencia colectiva es anterior a Covid y data de décadas atrás. Por ejemplo, la "teoría de la bala mágica", una explicación que no es tal. Física teórica llevada al límite. Incluye literalmente la palabra "magia". Y la gente lo repetía, tal vez incluso se lo creía, en lugar de enfrentarse al mundo real en el que esa idea era claramente ridícula. Cambiando su cordura por la comodidad de pertenecer.

Contar mentiras escandalosamente disparatadas te permite demostrar tu poder sobre la gente. Pero también te permite cultivar ese poder. Preparar el terreno para que las mentiras útiles arraiguen con facilidad. Porque es más fácil engañar a la gente que no tiene ni idea de lo que significa la verdad. Porque si se consigue convencerles de que abandonen el sentido común, las narraciones dejan de estar atadas por la aplastante monotonía de la causalidad, el tiempo lineal o las leyes de la física.

En un mundo sin razón ni regla, todo lo que te cuenten se vuelve inherentemente creíble. En un mundo donde nada es verdad, cualquier cosa podría serlo.
Te pueden decir que si te quitan el dinero nos enriquecemos los dos, y nunca te darás cuenta de que te están robando.
Pueden decirte que los barrotes y las cadenas son una expresión de libertad, y nunca te darás cuenta de que eres su esclavo.

En resumen, utilizan narrativas disparatadas para erosionar la idea de verdad objetiva, porque si ni siquiera sabes que tal cosa existe eres mucho más fácil de controlar.
Esta es la pérfida irrealidad de la "nueva normalidad". No se trata sólo de engaño, falsedad o propaganda.
Se trata de quebrar tu espíritu y tu mente.

Fuente: Off Guardian

Leer más...

martes, octubre 10, 2023

Cuestión de Liderazgo

¿Quién os inspira más confianza?

Me llama la atención la proliferación de "conferenciantes" de curso intensivo ad hoc que imparten charlas en empresas y eventos multitudinarios sin más experiencia vital que ser los jóvenes hackers del momento, el influencer carismático o el personaje más llamativo. Durante un tiempo, estos actores se mantienen en escena, pero las modas son pasajeras. Oída una charla, oídas todas. Como decía Marco Aurelio: "Conviene reflexionar en aquellos que [...] alcanzaron la cumbre de los honores, de la desgracia, del odio o de las suertes más dispares. Después, reflexiona: ¿Ahora qué queda de todo esto? Humo, ceniza y leyenda, y ni aun esta última”.

Estos personajes suelen maquillar sus relatos con historias de caída a los infiernos y su lucha tras resurgir de las cenizas. Todos siguen el mismo guion. En la mayoría de casos, se trata de personas impulsivas y temerarias, que no tienen dominio alguno de sí mismas y que a menudo dejan que sus emociones o adicciones las controlen. Para mí, estas personas son impredecibles. ¿Tú confiarías en alguien así para liderar a tu equipo, para dar una charla en tu empresa?

En mi profesión de militar, la vida de muchas personas –literalmente- depende de cómo ejerzas tu mando, de cómo seas capaz de seguir los protocolos de actuación ante situaciones intensas de ESTRÉS y PELIGRO y, por tanto, de la habilidad para evitar la improvisación o la actuación bajo impulsos. Cuando demuestras dominio de ti mismo, demuestras a tus jefes y compañeros que posees la fuerza interior y firmeza necesaria para desplegar un liderazgo eficaz.

No hay nadie que no haya sufrido a lo largo de su vida un dolor emocional. Esos dolores emocionales son lo que llamamos “mochilas” y todos llevamos una a cuestas. Si no sabemos lidiar con ese dolor emocional, puede durar años. Si durante esos años, lo transformas en un espectáculo, acabará por manifestarse con dolores, enfermedades y la dependencia a opiáceos. Explotar "dolorosas" historias a cambio de suculentas tarifas, tiene el riesgo de ser fagocitado por el personaje. Conferenciantes que son exhibidos como atracciones de feria. El público quiere espectáculo. Pero la catarsis no se hace sobre un escenario, sino en consulta y bajo supervisión médica.

Como militar he aprendido a ejercer el autodominio, lo que comienza con la VISIÓN de cómo quieres que sea tu vida. Aquellas personas que tenemos una alta autodisciplina sabemos a dónde queremos ir en la vida y esa visión nos da la FUERZA para alcanzar nuestros objetivos. Hemos aprendido a establecer METAS PERSONALES y a adquirir el hábito de avanzar hacia esos objetivos día a día, con calma y confianza. Somos capaces de inspirar y enseñar con dilatada carrera vital y profesional.

Confía en quienes estén por derecho propio, no por el aplauso fácil.

Autora: María Inmaculada Antúnez Olivas

Leer más...

lunes, septiembre 25, 2023

Pensador y Demostrador

La mente humana parece comportarse como si estuviera dividida en dos partes, el Pensador y el Demostrador. El Pensador puede pensar virtualmente en casi cualquier cosa. El Demostrador es un mecanismo mucho más simple. Funciona con una única ley: Lo que piensa el Pensador, el Demostrador lo comprueba.

La "Verdad" o la verdad relativa surgen sólo después de décadas de experimentos por miles de grupos en todo el mundo. A la larga, nos acercaremos más y más a la "verdad objetiva" durante los siglos. En el corto plazo se sostiene que -Cualquier cosa que el Pensador piense, el Demostrador lo comprobará-. Y si el Pensador piensa apasionadamente, el Demostrador comprobará el pensamiento de manera concluyente que nunca le hablarás a una persona fuera de tal creencia.

Para explorar el Pensador y el Demostrador, intenta lo siguiente:
1. Visualiza una moneda vívidamente, e imagina vívidamente que tu vas a encontrar la moneda en la calle. A continuación, busca la moneda cada vez que salgas a caminar, mientras tanto continúa visualizándola. Date cuenta de cuánto tiempo te lleva encontrar la moneda.
2. Explica el experimento anterior por la hipótesis de la "atención selectiva", es decir, que hay un montón de monedas perdidas en todas partes y que tu has sido obligado a encontrar una, continuamente buscando. Ve en busca de una segunda moneda.
3. Explica el experimento de la alternativa "mística": la hipótesis de que “la mente controla todo”. Cree que hiciste manifestarse a la moneda en este universo. Ve en busca de una tercera moneda.
4. Compara el tiempo que se tarda en encontrar la segunda moneda con la primera hipótesis (la atención) con el tiempo que llevas utilizando la segunda hipótesis (la mente sobre la materia).
5. Con tu propio ingenio, inventa experimentos similares cada vez que compares las dos teorías: la "atención selectiva" (coincidencia) frente a "la mente controla todo" (psicokinesis).
6. Evita llegar a conclusiones firmes antes de tiempo. Al cabo de un mes, vuelve a leer este artículo, piénsalo nuevamente, y evita llegar a alguna conclusión dogmática. Cree posible que tu no lo sabes todo aún, y que podrías tener algo que aprender todavía.
7. Convéncete a ti mismo (si no estás ya convencido) que eres feo, poco atractivo y aburrido. Ve a una fiesta en ese estado de ánimo. Observa cómo la gente te trata.
8. Convéncete a ti mismo (si no estás ya convencido) que eres hermoso, irresistible e ingenioso. Ve a una fiesta en ese estado de ánimo. Observa cómo la gente le trata.
9. Este es el más difícil de todos los ejercicios y viene en dos partes.

- En primer lugar, observa de cerca y desapasionadamente a dos queridos amigos y dos desconocidos. Trata de averiguar lo que sus Pensadores piensan, y cómo sus Demostradores metódicamente se pusieron a comprobarlo.
- En segundo lugar, aplica el mismo ejercicio a ti mismo.

Si crees que has aprendido las lecciones de estos ejercicios en menos de seis meses, realmente no has estado trabajando en ellos. Con el trabajo real, en seis meses, debes estar empezando a darte cuenta de lo poco que sabes de todo.

10. Cree que es posible que puedas flotar sobre el suelo y volar sólo con quererlo. Observa lo que sucede. Si esta prueba resulta decepcionante, como me ha resultado a mí, trata a continuación el número 11, que nunca es decepcionante.
11. Cree que tu puedes superar todas tus ambiciones y esperanzas anteriores en todos los ámbitos de su vida.

"Creer" o "convencerte a ti mismo" significa hacer lo que un actor hace: Fingir hasta que la pretensión empiece a sentirse real, o, como los músicos de jazz dicen: "Finge hasta que lo hagas".


Leer más...

lunes, septiembre 11, 2023

Un Paso Más Allá

Existe un película estrenada en 1997 llamada Gattaca. Tal vez la hayas visto... tal vez no.
Se trata de un hombre llamado Vincent que vive en una sociedad futurista fuertemente influenciada por la eugenesia.
En la anticoncepción, los padres seleccionan los genes para que sus futuros hijos nazcan sin ninguna deficiencia genética. Este proceso se considera un medio para "perfeccionar" a los seres humanos.

Pero Vicent forma parte de la minoría que no tuvo esta oportunidad. Las personas con este tipo de genética son etiquetadas como "inválidas" y son menospreciadas en la sociedad.
Debido a esto, a Vincent se le recuerda continuamente que no podrá lograr lo que lograrán las personas genéticamente seleccionadas.
Pero a pesar del rechazo, trabaja duro, se mantiene enfocado en sus sueños y supera las expectativas de la gente sobre sus capacidades.

El protagonista, interpretado por Ethan Hawke, no dejó que las opiniones de los demás sobre él definieran en quién se convirtió.
Hay un momento clave en la película entre él y uno de sus críticos: su hermano genéticamente superior, Anton.
Durante su infancia, los hermanos participaban en competiciones de natación a través de un lago. El primero en abandonar la natación perdía la competencia. Anton perdió ante Vincent cuando era niño, por lo que se retan nuevamente, ahora como adultos.
De nuevo Antón pierde.
Le pregunta a Vincent cómo lo hizo, cómo siguió ganando a pesar de las probabilidades en su contra. Vicente responde:
"Nunca guardé nada para nadar de regreso".
Queriendo decir que dio lo mejor de si mismo y se esforzó al máximo en cada segundo.

No se puede "seleccionar" el espíritu humano.

Si bien la película tiene otras tramas secundarias, la idea de que podemos ser más grandes que nuestras circunstancias está en el centro de la película.
A lo largo de nuestras vidas y de nuestra historia, hemos oído hablar de muchas personas que superaron grandes adversidades. Desde personajes famosos hasta personas que vemos en nuestro día a día.
A pesar de su pasado y de las dudas de otras personas, desafiaron las probabilidades y lograron el éxito. Se pueden atribuir muchas razones a su éxito, y se puede decir que muchas de ellas incluyeron su propio trabajo duro, perseverancia y determinación.

Tu pasado no tiene por qué ser igual al futuro. Cuando tu entorno te dé dudas, recuerda tu destino. No importa lo que te depare la vida, aún puedes alcanzar la grandeza.

Leer más...

miércoles, agosto 23, 2023

Tiranía del Cientifismo Causa y Efecto


La violación del mundo natural es la invasión fálica del cientifismo. Con su intento de arrancar los secretos y misterios de la naturaleza mediante el asalto de la fuerza humana, disfrazada de curiosidad y búsqueda del conocimiento. ¿De qué nos ha servido realmente? ¿Qué bien más allá de hacer las cosas más fáciles, más rápidas, menos significativas?

Muchos dirán que los avances de la tecnología médica nos han alargado la vida y han disminuido nuestro sufrimiento al destruir parásitos que se alimentan del cuerpo humano o bacterias que hacen lo mismo, lo que provoca mucho dolor y sufrimiento. La medicina mecánica ha remendado huesos y cosido piel desgarrada y órganos dañados. Pero, ¿es realmente cierto, en general, que la ciencia y este descubrimiento del funcionamiento interno de la naturaleza han hecho que la experiencia humana sea de mayor calidad?

Por supuesto, la propia ciencia ha hecho maravillas en ciertos aspectos. A veces ha sido el resultado de la curiosidad y el asombro. Pero no siempre, y menos en nuestra moderna cultura materialista y consumista.

“Algo con lo que estos opresores no pueden lidiar y apenas comprenden, si es que lo hacen, es la otra faceta que tenemos los humanos. El lado visionario, que algunos llaman sobrenatural, pero que en realidad es natural, forma parte de nosotros, pero ha sido suprimido durante unos cientos de años desde la Edad de la Razón y el auge de lo que yo llamo "cientificismo", el culto al materialismo y al orden.”

¿Qué significa esto?
En el paradigma materialista actual no significa nada que tenga algún sentido racional. Pero la mayoría de los que hemos reflexionado sobre ello creemos que significa mucho. Hoy el mundo está consumido por el concepto de "materialismo" o "dimensión física". Este paradigma se basa en la creencia de que todo aquello de lo que merece la pena hablar, o incluso tener en cuenta, está formado por diminutas partículas: átomos, por así decirlo, o electrones, protones y otras dudosas "partículas" que los científicos han ido bautizando a lo largo del tiempo.

El único problema de esta visión reduccionista del mundo material o "real" es que estas "cosas" más pequeñas no son cosas en absoluto. El nombre de "partícula" es falso. No existen partículas subatómicas formadas por sustancia material. No son más que ilusiones. No diré que son ilusiones, porque acaban "haciendo" cosas, como unirse para formar moléculas, que forman estructuras más grandes que incluso podemos ver (con amplificación). La energía que poseen estas "partículas" repercute obviamente en otras partículas y forma así la realidad material con la que interactuamos. Pero carecen de sustancia, de dimensión, como parece creer la mayoría de la gente.

Así pues, las partículas subatómicas, que luego forman un átomo, sólo se pueden medir en unidades de energía, o en términos de potencial. No son "dimensionales", es decir, no ocupan espacio y no son sólidas. Entonces, ¿qué son?

Lo siento, no puedo explicarlo. Y probablemente la mayoría de los físicos nucleares tampoco podrían, al menos no en términos que pudiéramos entender. No quiero decir que no "existan", porque es evidente que existen, pero ¿en qué punto se convierten en materia? Estoy seguro de que hay una respuesta a eso, basta con volver a la escuela y doctorarse para obtenerla. Y desde luego no soy un experto, ni siquiera un científico aficionado, así que lo que digo aquí está definitivamente abierto a discusión.

Traigo todo esto a colación sólo para ilustrar el carácter estrafalario de nuestro extraño mundo de "cosas" en el que vivimos, y si alguien intenta decir que nada "real" existe a menos que sea material, como sustancia y forma (como en la solidez), que explique un átomo. Por supuesto negarían que esta aparente ambigüedad no cambie nada al insistir en que el mundo material es la única realidad. Para un materialista, que es una definición adecuada de casi todos los científicos, el universo está formado por objetos materiales.

Intento evitar caer en la antigua fórmula: "si todo es material, ¿qué es el amor?" o, mejor aún, "¿qué es un pensamiento? ¿Qué es un sueño?". Y así sucesivamente. Por supuesto que los materialistas tienen respuestas para estas preguntas, tan patéticas e inútiles como las preguntas mismas. Pero el argumento es sólido. ¿Realmente se puede reducir toda la experiencia humana a componentes materiales, que rebotan unos en otros en forma de "causa y efecto", produciendo así todo lo que experimentamos? Yo creo que no. Ni mucho menos.

Entonces, ¿por qué la ciencia material de causa y efecto es una tiranía? Bueno, no es toda la verdad. Si fuera toda la verdad no habría nada que ocultar, por lo tanto no habría poder en el paradigma materialista. Pero como no es toda la verdad, y en su beligerante insistencia en ser toda la verdad, nos impide a nosotros, los observadores, ver y aplicar el resto de la verdad a nuestra experiencia humana.

Esta "otra verdad" incluye el ya mencionado amor, los sueños, la intuición, el espíritu, el mito, el misterio y una miríada de otras "cosas" muy humanas que, por lo general, si se las dejara hacer su magia (sí, la magia es otra) estaríamos más satisfechos, tendríamos un propósito y una vida más significativa. Lo diré de otro modo: si nos despojaran de nuestra realidad de amor, sueños, intuición, Dios, mito y misterio, difícilmente podríamos llamarnos humanos y difícilmente podríamos tener algún tipo de vida plena. Sin embargo, esto es lo que el "cientificismo" quiere que hagamos: creer que ninguna de estas cosas es real. Ahí reside su tiranía.

Antes de que lo supiéramos todo (la ciencia parece estar afirmando en los últimos años que, ahora, sí lo sabe todo, al menos todo lo que importa, no es un juego de palabras) había un poco de espacio para estas fuerzas "incuantificables". Si la ciencia no tenía una respuesta rápida y fácil a una determinada pregunta, echaba mano del "materialismo promisorio" y se limitaba a decir: "bueno, no podemos responder a eso, pero algún día podremos, puesto que ya sabemos que toda experiencia es explicable a través de una lente material, sabemos que algún día tendremos una respuesta material a esa pregunta."

Parece que hoy en día ni siquiera dicen eso. No esperan una prometedora explicación materialista, sino que se inventan algo. Están tan seguros y presumidos acerca de todo. eso es tiranía. Digo tiranía porque básicamente te pueden manejar como quieran con ese tipo de autoridad: "No tienes ni idea de lo que estás experimentando, con todo tu sentido común, pensamiento crítico e intuición. Déjame que te diga lo que estás experimentando."
"Los científicos descubren", "Los expertos están de acuerdo" o alguna frase parecida antes de inventarse algo. A menudo una mentira descarada.
Lo curioso de esta forma de proceder es que ni siquiera la ciencia, la verdadera ciencia, está siempre de acuerdo.

La tiranía del cientifismo acecha en millones de lugares. Simplemente parece que se les ha dado la oportunidad de utilizar el cientificismo como herramienta tiránica de forma muy descarada. Por ejemplo, Anthony Fauci afirmó que él era la ciencia misma. Qué podría ser más descarado, el autoproclamado Papa de la Ciencia, tal como en el sistema Católico, Dios se comunica a través del Papa, la Ciencia se comunica a través de Fauci.

Podría seguir con otros ejemplos del efecto tranquilizador e hipnotizador de las palabras "los científicos descubren", que suelen dar a la gente un suspiro de alivio al saber que lo más sagrado de lo sagrado ha aprobado lo que sea que encontremos en el mundo natural (o lo contrario, un debilitante golpe de miedo). Comprender el mundo físico es importante, pero no es lo único que hay que comprender, y a la gente se la ha adoctrinado desde que nace para que crea que la "ciencia" es la gran definidora de la realidad.

La ciencia sólo da crédito a la mitad de la cuestión, y en su arrogancia, y la de quienes la practican, ha decidido esgrimir esta credibilidad como arma -no todos los científicos, por cierto, sólo los que están bajo el control del dinero, el poder y el gobierno corrupto-.

Leer más...

miércoles, junio 14, 2023

Dinámicas Sociales y Culturales

Pitirim Sorokin fue uno de los mayores intelectuales del siglo XX, a pesar de que hoy en día es poco conocido debido al circuito cultural actual, que difunde mal sus obras.
Fue un intelectual integral, que se interesó por la sociología, las cuestiones teológicas y éticas, la dinámica de las civilizaciones, la literatura, el arte, la filosofía, la psicología, el derecho, la política y la metapolítica. Difícilmente se puede encontrar un estudioso de tanta lucidez y claridad a la hora de abordar las causas de los cambios socioculturales en la historia.


Sorokin, en "Social and Cultural Dynamics", identificó básicamente tres visiones que se suceden y alternan en la historia de la humanidad: la ideacional, la idealista y la sensista.
Se trata esencialmente de la "verdad de los sentidos"; según este punto de vista, la realidad-valor es sólo la que se obtiene a través de los órganos sensoriales, ellos son la auténtica fuente de conocimiento. Hay un rechazo total de cualquier realidad supersensorial, ya que ésta no existe o es inescrutable y, por tanto, irrelevante (Kant, agnosticismo, positivismo). La ignorancia está claramente detrás de cualquier afirmación de la existencia de realidades no manifiestas. Todo lo espiritual es ridiculizado y reinterpretado de la manera más vulgar y degradante. Evidentemente, se alimenta a lo grande el estudio del mundo de los sentidos, de la física, de la química y de la biología, se canalizan y encauzan todas las energías hacia los fenómenos sensoriales, hacia las innovaciones tecnológicas destinadas a satisfacer las necesidades sensoriales del ser humano.
El hombre se convierte en un complejo de electrones y protones, en un organismo animal, en un conjunto mecánico de reflejos o de relaciones estímulo/respuesta, o en un amasijo analítico lleno de libido.

"Las ciencias sociales y psicológicas comienzan, por consiguiente, a imitar los métodos de las ciencias naturales tratando al hombre como un fenómeno inorgánico, como en la física y la química. Todos los fenómenos culturales acaban siendo abordados en términos psicoanalíticos, fisiológicos, endocrinológicos y conductistas. La sociedad se concibe como una entidad económica y las interpretaciones económicas de la historia empiezan a gozar de una influencia incuestionable".

Se desarrollan mentalidades relativistas, temporalistas y nihilistas. Por otra parte, si todo tiene un valor temporal y cambia sin cesar y si las percepciones de cada uno difieren, entonces no hay principios absolutos y todo se vuelve relativo.

"El relativismo, una vez aceptado, llega a relativizar toda verdad y todo valor convirtiéndolos en "átomos", por lo que con el tiempo dará paso al escepticismo, al cinismo y al nihilismo. La línea entre lo verdadero y lo falso, entre el bien y el mal desaparece y la sociedad se sume en un estado de auténtica anarquía mental moral y cultural."

Sorokin afirmó sin titubeos que "ninguna sociedad puede perdurar mucho tiempo en tales circunstancias".

Una mente dominada por el principio de verdad sensista no puede percibir absolutamente ningún valor permanente, sino sólo aquellos valores que puede captar en términos de cambio y transformación. De hecho, se puede ver cómo los contemporáneos sólo consideran las cosas según los principios de la evolución y el progreso. Se cultivan intensivamente las disciplinas que tienen fines prácticos y utilitarios y alimentan el "progreso": física, química, biología, medicina, geología, tecnología, economía.

El sistema educativo se orienta hacia los conocimientos útiles y los oficios. La principal tarea de la escuela es formar hombres de éxito, artesanos, ingenieros, técnicos, políticos, abogados, médicos, etc. Así pues, los conocimientos prácticos más buscados se refieren al arte de acumular dinero y alimentar un hipotético progreso.
La filosofía de moda también se dedica a la realidad de los sentidos y se transforma en un sistema basado en la crítica negativa, el agnosticismo y el escepticismo. Lo que no se puede dominar a nivel utilitario cae en el olvido. Toda forma efectiva de conocimiento y sabiduría es ignorada, ya que, al no tener una utilidad inmediata, no desempeña ningún papel en el currículo escolar. El pensamiento metafísico, el no pragmatismo, los valores absolutos y las religiones trascendentes se descuidan, se trivializan o se utilizan también de forma utilitaria, pragmática e instrumental, piénsese en las riquezas y corrupciones de las instituciones religiosas o en los degradantes fenómenos New Age y espiritistas.
Pero tal actitud es totalmente comprensible, si los sentidos son la única fuente de cognición, ¿qué puede haber más concreto que la materia, los reflejos, las funciones digestivas o el sexo? Es normal, pues, que la cultura sensualista inste a satisfacer las necesidades y deseos del cuerpo.
A este mecanismo que definió como "una simple suma de individuos en interacción donde prevalece el carácter utilitario, hedonista, pragmático, operativo" contrapuso lo que los tradicionalistas llaman "Tradición". Sorokin hablaba de un "sistema de verdad ideacional", pero en realidad afirmaba exactamente lo mismo, es decir, un sistema basado exactamente en lo contrario de lo que propone la cultura del sentido predominante en nuestro tiempo. Un sistema de este tipo apunta a la realidad suprasensorial, basada en la revelación, la inspiración divina, la experiencia mística y lo absoluto. La cultura ideacional conoce una dimensión ascética.

"La mentalidad ideacional postula un ser eterno, inmutable, fundamento de la absolutez de los valores. El hinduismo y el budismo, como, más en general, el platonismo y la mística, proponen la introversión y el control de las emociones para lograr la plena estabilidad del ser. La mentalidad sensista, en cambio, asume la concepción de la realidad como un continuo devenir y predica el relativismo de los valores, el eudemonismo, el hedonismo y el utilitarismo, que se burlan de los afirmadores del valor ilimitado de los principios éticos. Todo lo que aumenta el poder del hombre sobre la naturaleza y sus semejantes y todo lo que produce placer se considera bueno. Se hace especial hincapié en la riqueza y se señala al poseedor de dinero como modelo a envidiar e imitar.

En relación con el arte y la estética, también se reproducen contrastes similares. El estilo (pictórico, escultórico, arquitectónico, musical, teatral, literario, etc.) de la cultura ideacional es simbólico: los aspectos físicos de la representación, que sólo se insinúan sin llamar la atención del artista y del espectador, remiten al mundo invisible y trascendente. El arte idealista es aliado y sirviente de la religión. El estilo de la cultura sensista es naturalista e impresionista: sus objetivos son, por un lado, la reproducción del objeto y la circunstancia de la manera que más se aproxime al relato ordinario de los órganos perceptivos y, por otro, la satisfacción de las necesidades pasionales y burdas del espectador. Por tanto, exige una atención minuciosa al detalle y propone una representación meticulosa y tendenciosa que degrada, desacredita y ofende los componentes nobles y elevados de la existencia. El "arte por el arte" es el manifiesto del estilo sensista. Es necesariamente fútil y superficial porque busca la musicalidad y lo agradable en lugar de la verdad y la elevación en una composición. Al encontrar en la capacidad de procurar placer su finalidad, cultiva el color y el sonido por sí mismos y genera una multitud de estetas, entendidos, críticos y teóricos que juzgan la perfección técnica de la interpretación. El artista se esfuerza por triunfar ante un público vasto y mediocre. Por tanto, debe seguir las exigencias siempre cambiantes de la moda y someterse al axioma decretante de que todo lo nuevo es bueno. Debe ser siempre moderno y actual. Si es escritor, quiere producir un best-seller y hacerse rico. Orgullosamente se declara libre porque sus publicaciones no están supeditadas a contenidos y poderes alógenos, como los grandes principios éticos y las autoridades religiosas, pero en realidad, al obedecer las exigencias de un mercado trivial y burdo, sólo ha cambiado, para mal, de amo."

El conocimiento empírico es aquí de apoyo, observa la realidad desde el aspecto espiritual, tiene valor absoluto y no es pragmático ni utilitario, sino que está al servicio del supermundo.

Sorokin sabía identificar las alternancias de los sistemas analizando con claridad los principios sobre los que funciona una sociedad ideacional (tradicional) y aquellos sobre los que lo hace la actual (moderna), que él denominaba "sensista". Creemos que los textos de Sorokin deben contarse entre las lecturas obligadas para quienes quieran comprender realmente el espíritu de la época en la que vivimos.

Fuente: Weltanschauung Italia

Traducido por Counterpropaganda

Leer más...

domingo, mayo 28, 2023

Estructura Humana Funcional y Saludable

Partiendo de la concepción biopsicosocial de W. Reich, según la cual, la predisposición hacia la enfermedad o al estado saludable y de bienestar está en función de la interrelación de estos tres factores básicos:




Lo saludable, concepto global y complejo, es más un objetivo a alcanzar que una realidad tangible lineal, en cuanto que vivimos en un sistema social cuyos moduladores de estrés, y por tanto de riesgo, son permanentes.

El funcionamiento social es pues la primera causa de sufrimiento emocional y de disturbio psicosomático, en cuanto está basado en un sistema productivo donde la plusvalía, la jerarquía la explotación y la represión de la sexualidad (que no del “sexo”) y de las emociones, siguen siendo sus características principales manteniéndose activo gracias a las estrategias culturales y de marketing que incentivan “falsas” necesidades en los ciudadanos incentivando el consumo salvaje y desorbitado, fortaleciendo así una dinámica competitiva y unas relaciones embrutecidas que se proyectan en los sistemas familiares y escolares que son, a su vez, los que mantienen este estado de cosas.

De hecho, nuestro proceso madurativo (ontogénesis) al desarrollarse dentro de sistemas reflejo de una realidad social que dista mucho de lo que serían funcionamientos ecológicos, se caracterizará por una clara predisposición a la enfermedad, y a un proceso de acorazamiento que anulará nuestra capacidad de autorregulación, limitará nuestra percepción , nuestra capacidad de placer y de "ser persona", siguiendo la acepción de H. Bergson.

El organismo "saludable" sería aquel que en su desarrollo madurativo (ontogénico) articulara una "adecuada integración de sus funciones corporales en un sistema unitario" (Reich, 1948). Lo cual se produciría si durante dicho desarrollo se establecieran unas relaciones vinculares, afectivas, y amorosas en una atmósfera cálida y protectora creada por la existencia de un ecosistema familiar estable y satisfactorio, "amoroso".

Investigaciones recientes evidencian que las consecuencias emocionales y psicosomáticas de la falta de contacto, de afecto, de disponibilidad emocional y corporal durante los primeros meses. Así lo vemos reflejado en la teoría del "apego" (Bowlby, 1969), la "urdimbre afectiva" (Carballo, 1952, 1984), el "continuum vincular amoroso" (Serrano 1994) y en otros investigadores actuales: "La estimulación sensitiva asociada a la interacción social afectiva, induce un modelo de respuesta psicofisiológica que provoca la sedación, la relajación, disminuye la actividad simpático adrenérgica y aumenta el tono de los nervios del vago (parasimpático). Permitiendo un desarrollo metabólico y endocrino que favorece el almacenamiento de nutrientes y la maduración". Considero que la liberación de oxitocina desde las neuronas de escasas células en el núcleo paraventricular (PVN), como respuesta a dicha estimulación sensitiva, asienta este modelo de actuación en el ámbito hipotalámico" (Uvnas-Moberg, 1997)

Esta relación amorosa primaria, reforzada por un posterior desarrollo evolutivo hasta la adolescencia, basado en estos criterios psicosomáticos, permitiría la estructuración de las funciones organísmicas básicas. Por ello, "si no hay disturbio, el patrón de organización se realiza de forma unitaria, de las funciones menos complejas a las más especializadas (de la motricidad al lenguaje). Bajo una dinámica evolutiva cefalocaudal de las funciones del primer segmento (telerreceptores) a las funciones del séptimo y último segmento (bipedestación y sexualidad genital) a través de la maduración de la función sexual ("fases sexuales"), utilizando diversos medios (relaciones objetales) hasta alcanzar un estado de madurez integrativo que Freud denominó "estadio genital" y que Reich lo determinaría por la "capacidad orgástica", en cuanto el organismo en su totalidad, tiene una capacidad para vivir placer y la serenidad de forma plena y sistémica, lo que se refleja puntualmente en la experiencia orgástica" (Serrano 1984).

Todo este proceso configuraría una Estructura humana funcional y saludable, en proceso de crecimiento, de creatividad y con capacidad de autorregulación. Siendo mediador de esta integración el sistema diencefálico-hipofisario, puente entre el sistema nervioso vegetativo y el sistema nervioso central, con las correlaciones neurohormonales consiguientes.

Pero lo observado en la práctica, tanto en la clínica profunda de adultos como en la asistencia preventiva en sistemas familiares, es que la entrada de un nuevo ser en el mundo está mediatizada por unas exigencias de los ecosistemas sociales que no siempre coinciden con las necesidades instintivas, es decir, biológicas, creándose un fuerte conflicto relacional que genera un claro estrés al no satisfacer las necesidades del sistema en desarrollo: embarazos rutinarios o no deseados, partos donde se mezcla la necesidad de no sentir el dolor por parte de la madre con la consiguiente desconexión de su experiencia uterina con la violencia con la que, en general es tratado el "organismo intrauterino" (Serrano, 1988 a, b), por el personal sanitario. El apego afectivo primario gravemente alterado por la falta de relación con la madre por la entrada en los jardines infantiles en los primeros meses de vida o por otras razones que limitan ya todo el proceso de identidad personal y social, ecosistemas familiares donde no hay compenetración de funciones entre sus miembros favoreciendo la ansiedad y el estrés en la madre con consecuencias nocivas para su bebé, y tantas otras situaciones que destruyen nuestras potencialidades como seres humanos por nuestra propia especie. Y todo esto se ignora o se menosprecia. Esa falta de conciencia ecológica es clave para explicar nuestra precaria situación.

No se trata de culpabilizarnos o flagelarnos por ello, pero sí debemos asumir la responsabilidad que cada uno tiene en este sentido y en nuestra vida cotidiana. Tenemos a nuestro alcance la posibilidad de cambiar muchas cosas si sabemos recuperar nuestra humanidad. Es por ello que el discurso preventivo y la intervención en los sistemas humanos está tan vinculado a la visión clínica. Así pues nos enfrentamos a una dinámica social donde los ecosistemas humanos son los propios moduladores de distrés de los nuevos mamíferos-seres humanos. Teniendo presente que "siempre que se habla de estrés en los procesos de la enfermedad, se hace en referencia a un fracaso adaptativo, de gran resonancia emocional. El estudio del estrés se encuadra así en las líneas de investigación que parte de la hipótesis de vincular la emoción a la lesión" (Valdés, 1983).

Tanto esta teoría del estrés desarrollada por H. Selye (Carballo, 1984); y otras como la teoría de "la inhibición de la acción" de H. Laborit (1979); la "inmunología cognitiva" de orientación sistémica de F .Varela (2000) y H Maturana (1990) sostenida en descubrimientos científicos como el de los "péptidos" (manifestación bioquímica de las emociones) de C. Pert y su equipo de Maryland (ver Capra, 1996 y Janov 2000); y la "teoría del Orgasmo" de W. Reich, han puesto los fundamentos biológicos y empíricos a las hipótesis y evidencias clínicas psicoanalíticas, y que F. Navarro definió como "funcionalidad somatosicodinámica" (Navarro 1989,a).

Dicho estrés o "distrés" (ver Carballo 1974), predispone a una Estructura humana que ha perdido la capacidad de autorregularse y por tanto adquiere un patrón de organización forzado, jerárquico, con funciones más desarrolladas que otras, con una disociación entre sus partes y por tanto vulnerable e inestable y como consecuencia tendente a la contracción y a la mutación celular. Para mantener esta "autopoiesis" (Maturana 1990) que sustituye a dicha autorregulación, debe generar progresivamente un sistema defensivo que ocasiona una coraza caracteromuscular con sus consecuencias neurovegetativas y neurohormonales que coinciden en gran medida con los cuadros de estrés avanzado y afectando al sistema respiratorio, en cuanto que: "hay un proceso que anula la regulación involuntaria de la respiración. Se trata de la emoción. El miedo, la alarma, la rabia y el terror influyen sobre la respiración. Los centros corticales relajan el pecho para controlar el sollozo y a los músculos de la región bucal para ahogar el grito. El tórax se agarrota para sofocar el miedo y el diafragma se detiene de forma que no se muestre la emoción. La respiración refleja la función global de la expansión y la contracción. Si los conductos, capas y bolsas carecen de flexibilidad, se reflejará. Muchos patrones ventilatorios exhiben un estrecho margen de experiencias. Quizás en su vida temprana, una persona no fue acariciada lo suficiente o fue tratada con hostilidad. En ambos casos dominará un patrón de miedo más que uno de placer". (Keleman, 1985)

También se ha observado que las respuestas defensivas ante los factores distresantes no son siempre las mismas, dependiendo en gran medida del momento evolutivo en que se producen dichos factores, de su intensidad, y del "objeto" o "figura afectiva" que los ocasiona, tanto directa como indirectamente, de forma digital o analógica... Hasta el punto de que si confluyen estas variables de una forma determinada pueden crearse patrones de organización entre los sistemas que forman estructuras humanas muy diferentes. Y por tanto, la forma de percibir la realidad, de sentir, de emocionarse, de razonar, de relacionarse, de moverse, de respirar, de Vivir, en una palabra, serán diferentes.

En esta línea de investigación existen tres tipos de Estructura humana claramente diferenciales: la de carácter neurótica o adaptativa, la límite o nuclear y la mimética o psicótica, desarrollando una sistemática para aproximarnos a determinar el tipo de estructura de la persona y su forma particular de prevención y tratamiento.
El desarrollo de la enfermedad y la sintomatología manifiesta va a estar condicionado, por tanto, por el tipo de Estructura y por la dinámica cotidiana (influencia de los ecosistemas sociales) en la que se desenvuelve cada persona.

Y si bien una de las funciones de la coraza defensiva es evitar la emergencia de la sintomatología y la conciencia del trastorno, -donde el estado "normal" es, por tanto, neurótico en cuanto supone una adaptación al desequilibrio, evitando las manifestaciones patológicas-, difícilmente podremos evitar que, sin perder la estabilidad emocional ni social -al menos en determinados momentos-, sintamos vacío existencial, insatisfacción, ansiedad, falta de serenidad y de placer en las cosas cotidianas. Momentos de crisis personal, de duda, de ambigüedad, de conflictos con la pareja, en el trabajo, con la familia. Momentos que deberíamos darles mucho valor y pararnos a escuchar porque es el eco de nuestro sufrimiento, de nuestra insatisfacción interior, el "quejido" que nuestro "yo" lanza desde su destierro infernal en las profundidades de la "caverna platónica", y que solemos acallar porque en nuestro hechizo confundimos "lo divino con lo diabólico", identificando las crisis como algo "demoníaco" que hay que evitar y superar sin preguntar. Actitud que mantiene la estructura médica alienante actual.

Son precisamente esos momentos, esos tiempos oscuros, dolorosos, confusos los que pueden servirnos de plataforma, de trampolín para lanzarnos a la aventura de explorar nuestro interior, de iniciar el viaje hacia nuestro propio "infierno". Pero en todo caso son esos momentos, esas "brechas de la coraza" (Reich, 1949,c) las que podemos aprovechar para descifrar el código de nuestros síntomas, comprender lo que quieren decirnos , reducir nuestra disociación y aumentar nuestra capacidad de contacto con nuestras necesidades reales avanzando en el camino de nuestro crecimiento personal y de nuestra salud.

Como profesionales de la salud, agentes sociales, de cambio y no meros mecánicos normalizadores, junto a la colaboración con otros colectivos que denuncian y reivindican cambios sociales y políticos, participamos también en este proceso de cambio utilizando herramientas preventivas y clínicas que puedan ayudar a cubrir ese objetivo.Tomando como referencia la idea de W. Reich de que la política es cosa de todos y se debe dar en todos los ámbitos de nuestra vida cotidiana.

Desde esta posición consideramos necesario utilizar distintos settings o encuadres (atención en crisis, focal, profundo) dentro de un abordaje individual, de pareja y de grupo, según las necesidades del paciente contando con equipos de intervención pluridisciplinarias para abordar con eficacia la mayoría de trastornos de personalidad, cuadros psicopatológico y psicosomáticos así como las disfunciones sexuales.

Leer más...

jueves, abril 27, 2023

Algunas Teorias que Perjudican a la Humanidad

Solemos confiar en los científicos para comprender el mundo y a nosotros mismos. Sin embargo, algunas teorías científicas han causado mucho daño y sufrimiento a la humanidad.

En la búsqueda de la verdad objetiva, algunos científicos no solo han propuesto hipótesis equivocadas o han sacado conclusiones erróneas de sus observaciones, sino que han estado tan lejos de la verdad que han causado un grave daño a la humanidad. Estas son algunas de estas teorías recopiladas por la cadena rusa Moyá Planeta

Racialismo
El racialismo es la idea de un sistema en el que algunas personas dominan en todas las esferas de la vida pública y otras obedecen pasivamente. A mediados del siglo XIX, el francés Joseph de Gobineau aseguró que la raza aria era superior y estaba destinada a dominar a las demás. Posteriormente, la teoría racial sirvió de base científica para la política nazi de limpieza racial, cuyo objetivo era la discriminación y la eliminación de personas "inferiores" como, por ejemplo, judíos y gitanos.
Por su parte, la ciencia moderna niega la división de la gente en razas: la mayoría de los científicos occidentales estima que las diferencias externas que ocurren dentro de nuestra especie no son suficientes para una división en categorías adicionales y no tienen nada que ver con la capacidad mental. Después de la Segunda Guerra Mundial, todas las teorías raciales se consideraron infundadas.

Teoría de la Infección Focal
La teoría de la infección focal ganó popularidad a mediados del siglo XIX y perduró hasta la Segunda Guerra Mundial. Debido a esta teoría un gran número de personas fueron operadas innecesariamente y sufrieron grandes lesiones debido a que en aquellos tiempos algunos médicos creían que el foco de una acumulación de bacterias en el interior del cuerpo podía ser la causa de retraso mental, artritis o cáncer. Como resultado, la extracción de dientes, el apéndice, intestinos y otras partes del cuerpo potencialmente peligrosas fue común.
A principios del siglo XX el médico inglés William Hunter defendió la idea de que todas las enfermedades son causadas por la mala higiene bucal y que los tratamientos dentales son inútiles, ya que no eliminan la fuente de infección. Como resultado, en Europa y América comenzaron a extraer dientes, amígdalas y adenoides a los pacientes que podían tener caries.



En 1940, se demostró que la teoría de la infección focal es insostenible ya que las operaciones perjudicaban a los pacientes mientras que las toxinas supuestamente evolucionadas por dientes infectados, no podían influir en la psique.

Frenología
El principal teórico austriaco de la frenología, Franz Joseph Gall, creía que las propiedades mentales, los pensamientos y las emociones dependen de los dos hemisferios del cerebro y que una fuerte manifestación de algunas de las características se refleja en la forma del cráneo. Según Gall la zona, de las sienes, por ejemplo, es responsable de la pasión por el vino y la comida; la parte occipital, de la amistad y la sociabilidad; mientras que la zona del "amor a la vida" está detrás de las orejas. Según el teórico, cada convexidad del cráneo es un signo de avanzado desarrollo de los rasgos mentales y la concavidad, al contrario, indica ausencia de sus manifestaciones.
El gran interés que despertó la frenología cayó en picado con el desarrollo de la neurofisiología en 1840, cuando se demostró que las propiedades mentales del individuo no dependen ni de la superficie del relieve del cerebro ni de la forma del cráneo.



Eugenesia
La idea de la selección conocida como 'eugenesia' y presentada por Francis Galton, primo de Charles Darwin, se hizo popular en las primeras décadas del siglo XX y tenía como objetivo mejorar el acervo genético.
Según los partidarios de la eugenesia, la teoría podía contribuir a la reproducción de personas con cualidades útiles para la sociedad. Pero, ¿qué cualidades son útiles? Por otra parte, los mecanismos de herencia de características tales como la predisposición al alcoholismo o, por el contrario, la buena salud y el índice de inteligencia son igualmente poco conocidos. Muchos de estos síntomas solo aparecen bajo la influencia del medio ambiente en el que vive y se cría una persona.
La eugenesia fue desacreditada como ciencia en 1930, cuando sirvió como justificación de la posición de las políticas raciales de la Alemania nazi. Programas eugenésicos como la esterilización forzosa de personas con deficiencias mentales o de criminales se llevaron a cabo en Suecia, Finlandia, EE.UU., Dinamarca, Estonia, Noruega y Suiza. Actualmente la lucha contra las enfermedades hereditarias se lleva a cabo en el marco de la genética.

Telegonía
La telegonía es una teoría científica sobre la transmisión de la herencia genética que postulaba que la progenie de una mujer podía adquirir caracteres de un hombre con el que esta hubiera mantenido relaciones sexuales antes de quedarse embarazada de otro hombre. La teoría tuvo acogida entre las personas que intentaban justificar que la mujer debía permanecer virgen antes del matrimonio para no perjudicar la herencia genética de sus hijos. Sin embargo, con el descubrimiento de la genética, ninguna de las ideas de la telegonía se confirmó.



Leer más...

sábado, enero 14, 2023

Tu modo de pensar afecta directamente tu vida


¿Cómo puede tu mente
influir en situaciones importantes
para cambiar tu vida?


Si tienes los mismos pensamientos y sentimientos, seguirás creando la misma realidad de siempre
Si insistes en pensar y sentir de acuerdo con las circunstancias de tu vida, estás consolidando esa realidad en concreto.

Para cambiar, ve más allá del entorno, el cuerpo y el tiempo
La mayoría de la gente centra su vida en tres cosas: su entorno, su cuerpo y el tiempo. Además de centrarse en estos tres elementos, piensan de acuerdo con ellos. Pero para dejar el hábito de ser el mismo de siempre, debes pensar mucho más allá de las circunstancias de tu vida, trascender los sentimientos que has estado memorizando en tu cuerpo y vivir en una nueva línea del tiempo.
Si deseas cambiar, ten presente un yo idealizado, un modelo al que emular que sea distinto del «yo» que hoy existe en tu entorno, tu cuerpo y el tiempo.

Tus recuerdos moldean tu mundo interior
Los recuerdos de las experiencias que hemos tenido con las personas y las cosas en distintos lugares y momentos de nuestra vida es lo que denominamos nuestro entorno exterior.
Como tus pensamientos determinan tu realidad, si sigues teniendo los mismos pensamientos de siempre (que son producto y reflejo de tu entorno), seguirás creando la misma realidad día tras día. Tus pensamientos y sentimientos coinciden exactamente con tu vida exterior porque es tu realidad exterior —con todos sus problemas, condiciones y circunstancias— la que está influyendo en cómo piensas y te sientes en tu realidad interior.

Tus recuerdos habituales te “indican” que vuelvas a reproducir las mismas experiencias de siempre
Podría decirse que es el entorno quien nos controla la mente. Lo que te rodea define tu identidad, porque te identificas con todos los elementos de los que se compone tu mundo exterior. Y como observas la realidad con una mente igual a ello. Creas más de lo mismo.
Al responder con la misma configuración cerebral que coincide con lo que recuerdas, estás creando un nivel de mente idéntico al del pasado, porque tu cerebro está activando automáticamente los circuitos existentes para reflejar todo lo conocido y experimentado.
Reflexiona sobre ello: cuando piensas basándote en tus recuerdos del pasado, solamente puedes crear experiencias pasadas. Como todo lo que «conoces» en tu vida hace que tu cerebro piense y sienta de la misma manera de siempre, creando los resultados acostumbrados, sigues reafirmando tu vida tal como la conoces. Y como tu cerebro es igual que tú entorno, cada mañana tus sentidos te conectan a la misma realidad e inician el mismo flujo de conciencia.
Asocias el mundo exterior que conoces con quién crees ser, al recordarte a ti mismo en esta dimensión, en este tiempo y lugar en concreto.

Tus rutinas: conectando con tu yo pasado
La mayoría de las personas cada mañana, nos mantenemos conectados al yo del pasado siguiendo una rutina constante, actuando automáticamente.
¿Por qué esperas en el fondo que te ocurra algo distinto en la vida si cada día tienes los mismos pensamientos, actúas de la misma manera y sientes las mismas emociones?

Configurado para los tiempos difíciles
El uso de la palabra configurado, se refiere a que las agrupaciones de neuronas se han activado tantas veces de la misma manera que se han organizado en determinadas estructuras unidas por conexiones duraderas. Cuanto más se activan estas redes de neuronas, más se conectan en rutas estáticas de actividad. Con el paso del tiempo, sea cual sea el pensamiento, la conducta o el sentimiento que se repita, se volverá automático, un hábito inconsciente. Cuando el entorno influye en tu mente hasta este punto, tu hábitat se convierte en tu hábito.
Este inocente ciclo de respuesta hace que tu cerebro, y después tu mente, consoliden incluso aún más la realidad de tu mundo exterior.
Hablando en términos neuroquímicos, te apegas a las condiciones de tu vida. Y con el paso del tiempo, empiezas a pensar «de la misma forma de siempre», porque tu cerebro activa una serie limitada de circuitos que crean una huella mental en concreto. A esta huella se le llama tu personalidad.

Cómo adquieres el hábito de ser el mismo de siempre
Debido a esta habituación neural, las dos realidades, la de la mente interior y la del mundo exterior, parecen volverse casi inseparables. Esta situación se podría llamar rutina y todos caemos en ella, pero no sólo son tus acciones las que se vuelven repetitivas, sino también tus actitudes y tus sentimientos. En cierto modo, has adquirido el hábito de ser el mismo de siempre, eres esclavo de tu entorno. Tu forma de pensar va a la par con las condiciones de tu vida, y, por lo tanto, como observador cuántico, estás creando una mente que solamente refuerza estas circunstancias en tu realidad. Todo cuanto estás haciendo es reaccionar a tu mundo exterior, conocido y que no cambia.
Te has convertido literalmente en el efecto de las circunstancias exteriores de tu vida. Has dejado de controlar tu destino. No luchas ni siquiera contra la monotonía en la que tú y tu vida habéis caído. Y lo peor de todo es que no eres la víctima de una fuerza misteriosa e invisible que te ha metido en ese bucle repetitivo, sino que eres tú quien lo ha creado.

La buena noticia es que como tú lo has creado también puedes decidir salir de él.

El modelo cuántico de la realidad nos dice que para cambiar nuestra vida debemos cambiar nuestra forma de pensar, actuar y sentir. Debes cambiar tu estado del ser. Como nuestros pensamientos, sentimientos y conducta son, en esencia, nuestra personalidad, es ésta la que crea nuestra realidad personal. Así que para crear una nueva realidad personal, una nueva vida, debemos crear una nueva personalidad, convertirnos en otra persona. Para poder cambiar, debes pensar y actuar más allá de tus circunstancias presentes, más allá de tu entorno.

La grandeza es aferrarte a un sueño, al margen de tu entorno
Es posible pensar trascendiendo tu realidad presente. Cuando atesoras un sueño, una visión o un objetivo mucho mayor que uno mismo. Cuando crees en un destino que sea tan real en tu mente que empieces a vivir como si este sueño ya estuviera sucediendo. Quizá, no puedas verlo, oírlo, saborearlo, olerlo ni sentirlo, pero has de estar tan poseídos por él que actúes de acuerdo con esta posible realidad del futuro. Es decir, actuar como si tu visión interior fuera ya una realidad.
Cuando nuestra conducta coincide con nuestras intenciones, cuando nuestras acciones están de acuerdo con nuestros pensamientos, cuando la mente y el cuerpo actúan juntos, cuando nuestras palabras son coherentes con nuestras acciones, detrás de nosotros hay un poder inmenso.
Recuerda que debes dejar que la mente superior se ocupe del cómo ocurrirá.
La grandeza consiste en aferrarte a un sueño, independientemente del entorno donde vivas. Trascender el entorno está íntimamente ligado a trascender el cuerpo y el tiempo. No te puedes dejar influir por lo que esté acaeciendo en el mundo exterior (entorno), ni preocuparte el cómo te sientas o lo que te pueda suceder (cuerpo), ni cuánto vas a tardar en alcanzar tu sueño de libertad (tiempo). Simplemente has de saber que tarde o temprano todos estos elementos cederán a tus intenciones.

El repaso mental: cómo los pensamientos se convierten en la experiencia
La neurociencia ha demostrado que cambiamos nuestro cerebro —y por lo tanto de conductas, actitudes y creencias— al pensar de distinta manera (es decir, sin que cambie nada de nuestro entorno). Por medio del repaso mental (imaginar repetidamente que realizamos una acción), los circuitos del cerebro se reorganizan para reflejar nuestros objetivos.
Podemos hacer que nuestros pensamientos sean tan reales que el cerebro cambia como si la situación ya fuera una realidad física.
Nuestro cerebro, además de cambiar al pensar de distinta forma, no distingue el mundo interior mental de lo vivido en el mundo exterior. Aquello que pensamos se convierte en nuestra experiencia.
Esta idea es esencial para triunfar o fracasar en tus intentos de reemplazar algunos viejos hábitos (eliminar viejas conexiones neurales) con otros nuevos (generar nuevas redes neurales).
Tanto si adquirimos una habilidad física como una mental, todos empleamos cuatro procedimientos para cambiar nuestro cerebro: adquirir los conocimientos necesarios, recibir las instrucciones prácticas, prestar atención y la repetición.
El aprendizaje consiste en crear conexiones sinápticas. Las instrucciones ayudan al cuerpo a adquirir una nueva experiencia que enriquece al cerebro. Cuando además prestamos atención y repetimos la nueva habilidad adquirida una y otra vez, nuestro cerebro cambia.
Debido a nuestro desarrollado lóbulo frontal y a la capacidad exclusivamente humana de hacer que nuestros pensamientos sean más reales que ninguna otra cosa, el cerebro anterior es capaz de «bajar el volumen» del entorno exterior para procesar con determinación un único pensamiento. Esta clase de procesamiento interior nos permite involucrarnos tanto en nuestras imágenes mentales que el cerebro modifica sus redes neurales sin haber vivido la situación en la vida real. Cuando somos capaces de cambiar nuestra mente al margen del entorno y mantenemos tenazmente un ideal con sostenida concentración, el cerebro se adelanta al mundo físico.

Leer más...