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CIENCIAS ETERNAS


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viernes, febrero 09, 2024

Mudras

Los mudras son gestos realizados con los dedos de las manos y los brazos que sirven para equilibrar el flujo energético del organismo. Los mudras son formas de comunicación muy antiguas y en todas las culturas y religiones han sido utilizadas. Sin embargo, donde más representaciones difundidas hay es en la cultura India y los budistas; orientadas a la comunicación con el Yo interno, el espíritu y el Universo.

La Kinesiología nos ha permitido conocer muchos puntos en las manos y diferentes posiciones de las mismas para obtener cargas energéticas de variada intensidad y dependiendo de su uso convertirlas en llaves de acceso a las distintas funciones de órganos, aparatos y sistemas del cuerpo humano incluyendo áreas emocionales y espirituales.

Los mudras son extremadamente sencillos de realizar, pero muy poderosos, ya que transforman aspectos internos de nuestras vidas liberando la energía bloqueada en el interior del cuerpo, que circulan por los canales de energía llamados meridianos y en los centros energéticos denominados chackras. Disponiendo y dirigiendo dicha energía a través de los mudras, se pueden alcanzar objetivos y tener la capacidad para solucionar diversos problemas de la vida cotidiana.

Todo el mundo puede hacer mudras. Si se pueden mover las manos y los brazos, cualquier persona podrá utilizar los milenarios mudras sanadores para enriquecer su vida dedicándoles tan solo unos pocos minutos al día.
"En las manos, al igual que en los pies, están reflejados todos nuestros puntos corporales y por ello las diferentes posiciones ayudan a desbloquear aquellos que estén inarmónicos.
Los mudras son los gestos corporales que nos permiten canalizar adecuadamente la energía a través de nuestro cuerpo así como facilitar la consecución de numerosos objetivos como la sanación física y emocional.

Hay mudras muy completos que implican a todo el cuerpo, pero también hay mudras muy sencillos e igualmente poderosos que sólo requieren de nuestras manos para alcanzar nuestros objetivos.
Para practicarlos no es necesaria una gran habilidad, sino bastante práctica, especialmente con aquellos que son muy complicados. Los dedos se van uniendo entre sí de maneras muy diversas y con presiones concretas, donde a veces sólo es necesario un leve roce y otras se necesita una gran presión.
Debido a la diferente cualidad de cada uno de ellos, es recomendable utilizarlos durante un tiempo determinado que suele ir de 3 a 45 minutos y generalmente es conveniente realizarlos una vez al día como mínimo.

Es importante tener en cuenta en el caso de utilizarlos para la sanación física, su cometido es solamente apoyar tratamiento que estemos utilizando para sanar, haciendo que sea más eficaz y que la enfermedad sane con mayor prontitud.

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lunes, septiembre 25, 2023

Pensador y Demostrador

La mente humana parece comportarse como si estuviera dividida en dos partes, el Pensador y el Demostrador. El Pensador puede pensar virtualmente en casi cualquier cosa. El Demostrador es un mecanismo mucho más simple. Funciona con una única ley: Lo que piensa el Pensador, el Demostrador lo comprueba.

La "Verdad" o la verdad relativa surgen sólo después de décadas de experimentos por miles de grupos en todo el mundo. A la larga, nos acercaremos más y más a la "verdad objetiva" durante los siglos. En el corto plazo se sostiene que -Cualquier cosa que el Pensador piense, el Demostrador lo comprobará-. Y si el Pensador piensa apasionadamente, el Demostrador comprobará el pensamiento de manera concluyente que nunca le hablarás a una persona fuera de tal creencia.

Para explorar el Pensador y el Demostrador, intenta lo siguiente:
1. Visualiza una moneda vívidamente, e imagina vívidamente que tu vas a encontrar la moneda en la calle. A continuación, busca la moneda cada vez que salgas a caminar, mientras tanto continúa visualizándola. Date cuenta de cuánto tiempo te lleva encontrar la moneda.
2. Explica el experimento anterior por la hipótesis de la "atención selectiva", es decir, que hay un montón de monedas perdidas en todas partes y que tu has sido obligado a encontrar una, continuamente buscando. Ve en busca de una segunda moneda.
3. Explica el experimento de la alternativa "mística": la hipótesis de que “la mente controla todo”. Cree que hiciste manifestarse a la moneda en este universo. Ve en busca de una tercera moneda.
4. Compara el tiempo que se tarda en encontrar la segunda moneda con la primera hipótesis (la atención) con el tiempo que llevas utilizando la segunda hipótesis (la mente sobre la materia).
5. Con tu propio ingenio, inventa experimentos similares cada vez que compares las dos teorías: la "atención selectiva" (coincidencia) frente a "la mente controla todo" (psicokinesis).
6. Evita llegar a conclusiones firmes antes de tiempo. Al cabo de un mes, vuelve a leer este artículo, piénsalo nuevamente, y evita llegar a alguna conclusión dogmática. Cree posible que tu no lo sabes todo aún, y que podrías tener algo que aprender todavía.
7. Convéncete a ti mismo (si no estás ya convencido) que eres feo, poco atractivo y aburrido. Ve a una fiesta en ese estado de ánimo. Observa cómo la gente te trata.
8. Convéncete a ti mismo (si no estás ya convencido) que eres hermoso, irresistible e ingenioso. Ve a una fiesta en ese estado de ánimo. Observa cómo la gente le trata.
9. Este es el más difícil de todos los ejercicios y viene en dos partes.

- En primer lugar, observa de cerca y desapasionadamente a dos queridos amigos y dos desconocidos. Trata de averiguar lo que sus Pensadores piensan, y cómo sus Demostradores metódicamente se pusieron a comprobarlo.
- En segundo lugar, aplica el mismo ejercicio a ti mismo.

Si crees que has aprendido las lecciones de estos ejercicios en menos de seis meses, realmente no has estado trabajando en ellos. Con el trabajo real, en seis meses, debes estar empezando a darte cuenta de lo poco que sabes de todo.

10. Cree que es posible que puedas flotar sobre el suelo y volar sólo con quererlo. Observa lo que sucede. Si esta prueba resulta decepcionante, como me ha resultado a mí, trata a continuación el número 11, que nunca es decepcionante.
11. Cree que tu puedes superar todas tus ambiciones y esperanzas anteriores en todos los ámbitos de su vida.

"Creer" o "convencerte a ti mismo" significa hacer lo que un actor hace: Fingir hasta que la pretensión empiece a sentirse real, o, como los músicos de jazz dicen: "Finge hasta que lo hagas".


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domingo, enero 08, 2023

Las Creencias

La creencia es una “convicción”, algo de lo que estamos convencidos, algo en lo que creemos o tenemos fe.
Una creencia se compone de sentimientos e imágenes que generamos y de las cosas “que nos decimos” a nosotros mismos.

La fe es más bien un estado, una representación interna que dirige el comportamiento. Puede ser una fe que nos impulse hacia adelante, capacitadora, como la creencia en una posibilidad (la convicción de que vamos a triunfar en una cosa o conseguir otra), o una fe limitadora, que nos incapacita (la creencia de que no podemos, de que nuestras limitaciones evidentes son incorregibles y no las podemos superar).
Al creer que se puede lograr el éxito (con respecto a alguna meta fijada), se ha allanado mucho el camino, y se estará bastante más cerca de lograrlo.
Si por el contrario, al creer que no se puede lograr algo, es una indicación que llevará a la persona al fracaso.

Hemos de recordar que siempre tenemos razón tanto si pensamos que puede como si pensamos que no se puede. Ambas convicciones son poderosas. La clave es saber qué clase de creencias conviene tener, y cómo desarrollarlas.

La excelencia personal, comienza cuando nos damos cuenta que podemos elegir de manera consciente nuestras creencias; por lo tanto hemos de identificar aquellas que nos motiven, nos capaciten, nos acerquen a la excelencia.
Las creencias provienen de muchas fuentes: la educación, el ambiente en el que creció la persona, los modelos que sirvieron de guía a la persona, como los padres, hermanos, familiares, amigos, experiencias, etc.

Una técnica de PNL para cambiar Creencias Limitadoras
Muchas veces nos preguntamos por qué no obtenemos los resultados que queremos y nos desilusionamos, quedándonos sin ganas de volver a intentar aquello que queríamos alcanzar.
Es cuando nos metemos en un ciclo negativo, y en ese ciclo están implicadas nuestras creencias y la autoestima, que hay que revertir. Existe una manera de darse cuenta y revertir esto, a partir de un sencillo recurso de la Programación Neurolingüística, es entrar en el llamado Ciclo del Éxito.

Las creencias son la base de la autoestima. Creer en uno mismo, convencerse de que se es valioso como persona, abandonar la convicción de ser tímidos o inseguros, es lo que determina la propia autoestima... y el poder del éxito en nuestras vidas.
Por ello, la autoestima depende de las creencias que se tienen sobre uno mismo y sobre el mundo que nos rodea.

Las creencias son también la base de nuestro carácter, de nuestra manera de ver las cosas y de comunicar. Por lo tanto, se pueden aprender todas las técnicas de la PNL que se quiera, pero si se está convencido de que una persona es antipática o no te quiere, no podrás comprenderla y reflejarla para lograr sintonizar con ella.

Imagina que el punto de partida es una creencia potenciadora o limitante que tienes sobre ti. Por ejemplo, podrías decir con convicción que eres un excelente compañero de trabajo o un buen vendedor o cualquier aspecto particular: primero lo ves en tu mente, con tu imaginación… y ese proceso mental va a influir sobre la obtención de lo que quieras lograr.
La creencia positiva y potenciadora de ser excelente, te va a permitir acceder a recursos como la seguridad, la determinación, la capacidad de comunicar con entusiasmo y la motivación; y tus acciones serán consecuencia de esta creencia. También estarás transmitiendo a los demás tu convicción, tu creencia positiva y en consecuencia tus resultados se irán retroalimentando positivamente.
Esquema del ciclo del éxito: Creencias = Recursos = Acciones = Resultados...

El secreto de este mecanismo es partir de una convicción o creencia potenciadora, que encierra el mensaje de que puedes lograrlo; y desde ese punto de partida en adelante no puedes más que mejorar.
Esta técnica es muy útil para lograr excelentes resultados, tal como la programación neurolingüística nos dice, es bueno participar y mejor es obtener esos resultados reales que deseamos alcanzar en nuestra vida.
Se trata de que tus convicciones se vayan retroalimentando positivamente. Las creencias se fortalecen por sí solas en el mismo esquema del ciclo de éxito que indicábamos anteriormente:
Creencias = Recursos = Acciones = Resultados...

Las Creencias son la base de tus logros y de todo lo que crees ser. Las creencias no son verdaderas o falsas, no son acertadas o son equivocadas. Las creencias son limitadoras o potenciadoras: te llevan a alcanzar el éxito de lo que quieras lograr en la vida o a fracasar en el intento, y eso es lo que nos debe interesar.

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sábado, junio 19, 2021

La Ansiedad está en tu Cuerpo, no en tu Mente

Imagina que eres un neandertal paseando tranquilamente por los campos. De repente, en los arbustos cercanos, escuchas un tigre. En un nanosegundo, todo tu cuerpo comienza a reaccionar. Tu pulso se acelera, tu respiración se vuelve superficial, tus ojos se dilatan, tu cuerpo comienza a producir adrenalina.
Todo lo que sucede en tu cuerpo es bueno; que es estar preparado para sobrevivir a este encuentro con un tigre. Solo hay un pequeño problema. No era un tigre. Era una pequeña comadreja prehistórica. Ahora tu cuerpo está preparado para luchar o huir, tu corazón se acelera, estás totalmente saturado de adrenalina... pero no hay peligro.
Este es tu cuerpo en estado de ansiedad. Reemplaza el tigre (inexistente) en los arbustos con las redes sociales, el tráfico, la política, el Covid-19, el dinero, el cuidado de los niños, el cambio climático, el estrés laboral, el drama familiar, y podrás ver rápidamente por qué la ansiedad es la enfermedad mental más común en Estados Unidos, afectando a casi el 20% de la población. Los humanos de hoy en día son básicamente un grupo de neandertales asustados en modo de lucha-huida 24 horas al día, 7 días a la semana.

“La ansiedad es un impulso en nuestro cuerpo que dice: 'No estoy segura en este momento'”, dice Elizabeth Stanley, PhD, autora de Widen The Window: Entrenando su cuerpo y cerebro para prosperar durante el estrés y recuperarse de un trauma. "Es automático, muy rápido e inconsciente".

Cerebro de Supervivencia frente a Cerebro Pensante
En su trabajo, Stanley hace la distinción entre el cerebro pensante, nuestro neocórtex, responsable de la toma de decisiones, el razonamiento, la ética, la memoria consciente, el aprendizaje y el cerebro de supervivencia (el sistema límbico, el tronco encefálico y el cerebelo) que maneja nuestras necesidades básicas: supervivencia, emociones, memoria implícita y activación del estrés.
Una de las funciones más importantes del cerebro de supervivencia, según Stanley, es la neurocepción, un proceso inconsciente de escanear rápidamente el entorno interno y externo en busca de seguridad y peligro. Cuando se detecta un peligro, el cerebro de supervivencia envía un mensaje instantáneo de activación del estrés al cuerpo activando el sistema nervioso simpático, lo que resulta en la liberación de hormonas específicas que conducen a ciertas sensaciones físicas relacionadas con el corazón, la respiración y la digestión. “Lo que sea que esté sucediendo en el cerebro de supervivencia tiene estos tremendos efectos en cadena en nuestro cuerpo”.

Como explica Stephen Porges, PhD, psicólogo y creador de la teoría polivagal, en una entrevista con PsychAlive, “Estas respuestas no son voluntarias. Nuestro sistema nervioso está recogiendo información en el entorno, no a un nivel cognitivo, sino a un nivel neurobiológico".
Es importante destacar que cuando nos vemos atrapados en una respuesta defensiva, el cerebro pensante es el último en darse cuenta de que algo anda mal. “El cerebro pensante no es lo que decide si estamos estresados, si nos sentimos amenazados o desafiados, si vamos a activar el estrés, si vamos a activar las emociones”, dice Stanley. "La excitación del estrés y las emociones pertenecen al cerebro de supervivencia".
Entonces, si se desea realizar un seguimiento de la ansiedad, el cuerpo, y no los pensamientos, serán el mapa más preciso.

La Trampa de la Terapia de Conversación
A diferencia de nuestros antepasados prehistóricos (que podrían haber lidiado con la ansiedad corriendo, jadeando o temblando como un animal y dejando que el cortisol actúe a través de su sistema, según Stanley), los que padecen ansiedad moderna recurren a su amigo de confianza, su cerebro pensante. “La mayoría de la gente identifica la ansiedad por sus pensamientos porque la mayoría de la gente se identifica con su cerebro pensante”.
El problema es que cuando se trata de regular nuestro sistema nervioso después de una respuesta al estrés (léase: ansiedad), nuestro cerebro pensante es la peor herramienta para el trabajo. Eso es porque, según Porges, incluso después de tomar conciencia de la respuesta física, a menudo no sabemos qué ha desencadenado esa respuesta. Para Stanley, un veterano que fue diagnosticado con PTSD, darse cuenta de esto fue un gran punto de inflexión. "La recuperación del estrés y la ansiedad es un trabajo cerebral de supervivencia".

Somos una cultura cerebral, lo que nos hace muy preparados para lidiar con problemas que requieren razón y lógica (piensa en dilemas morales) y menos equipados para lidiar con problemas en los que el razonamiento cognitivo puede empeorarlos. Tener una respuesta de "lucha o huida" por llegar tarde al almuerzo puede parecer una reacción exagerada, pero sentado en el tráfico, fisiológicamente lo estás experimentando de todos modos. Usamos nuestro cerebro pensante para tratar de decidir si vale la pena estar ansiosos por el tema, y luego tratamos de obligar a nuestro sistema nervioso a obedecer. “Nuestra conciencia se desconecta de nuestro cuerpo en esos momentos”, dice Stanley. Tu cerebro pensante decide que no tienes nada de qué sentirte ansioso, por lo que pasas tus días caminando diciéndote a ti mismo que todo está bien mientras sigues sintiendo los síntomas físicos de la ansiedad en todo tu cuerpo.
Si has pasado algunas décadas (y el equivalente al pago inicial de una casa) en psicoterapia analizando todas las razones por las que estás ansioso, probablemente esta sea una píldora difícil de tragar. No solo todo ese hablar no hizo mucho para aliviar la ansiedad, sino que también podría haberla agudizado. "Nuestro cerebro de supervivencia quiere mantenernos a salvo, pero cuando ignoramos nuestro cuerpo y sus señales porque estamos tan atrapados en las historias y pensamientos de nuestro cerebro pensante, el cerebro de supervivencia realmente percibe eso como aún más amenazante", dice Stanley. “Como un niño pequeño, hará una rabieta más fuerte hasta que su mensaje llegue. Y es por eso que se convierte en un círculo vicioso ".

Tomemos, por ejemplo, la terapia cognitivo-conductual, una de las formas más comunes de terapia de conversación. Según la Clínica Mayo, "CBT ayuda a tomar conciencia de los pensamientos inexactos o negativos para que se puedan ver situaciones desafiantes con mayor claridad y responder a ellas de una manera más eficaz". Suena genial, ¿verdad? Si bien este tipo de análisis podría ser de gran ayuda cuando se trata de problemas familiares o se resuelve una cuestión ética, cuando se trata de ansiedad, que no se produce en el cerebro pensante, se centra en el pensamiento (“Pensé que allí ¡había un tigre!”) y no la respuesta física que precedió, e incluso provocó, el pensamiento (“mi corazón está acelerado y estoy lleno de adrenalina y necesito herramientas para calmarme”).
“No necesariamente queremos ser conscientes y sentir la incomodidad en nuestros cuerpos porque la ansiedad en nuestros cuerpos es incómoda. En cambio, queremos intentar fijarlo y darle este objeto externo”, explica Stanley. Pero si el objeto externo no causó la ansiedad, arreglarlo no aliviará el sentimiento de ansiedad.

Una Solución de Abajo hacia Arriba para la Ansiedad
Si bien la terapia de conversación y la medicación siguen siendo las soluciones principales que se ofrecen para la ansiedad crónica, existen otras modalidades que ofrecen un enfoque centrado en el cuerpo. Y aunque estas modalidades todavía se consideran "alternativas", un mayor interés en la "ciencia del cerebro" y la neurobiología junto con la investigación continua sobre la atención plena y las conexiones mente-cuerpo están cambiando nuestra comprensión psicológica de centrarse solo en la mente a ver el cerebro y el cuerpo como una unidad cohesiva.

Parte del desafío, según Pat Ogden, PhD, el creador de la psicoterapia sensoriomotora, es que se necesita cerrar el ciclo que se inició cuando el cuerpo entró por primera vez en una respuesta al estrés. Ogden usa el ejemplo de un cliente que es negro y frecuentemente es detenido por la policía sin motivo. Cuando esto sucedió, el hombre se sintió comprensiblemente enojado y su cuerpo se tensó: una respuesta de "pelea". Como parte de su trabajo en conjunto, Ogden lo ayudó a identificar y representar la desescalada física que su cuerpo necesitaba para regresar a un estado regulado, en este caso logrando atacar y defenderse dentro de la seguridad de una sesión de terapia. “Queremos completar ese impulso en la atención plena para que el cerebro esté integrado y ya no se mantenga en el cuerpo”, dice Ogden.
Ogden señala que parte de la limitación de la terapia de conversación es que la ansiedad a menudo se relaciona con una respuesta desregulada conectada a una memoria implícita, que luego se fija incorrectamente en una experiencia o pensamiento actual. “No tiene nada que ver con el contenido actual”.

Stanley, que ofrece un curso de entrenamiento mental para ayudar a las personas a desarrollar resiliencia, se enfoca en técnicas de atención plena. Y aunque en este punto es un cliché decirle a cualquier persona con ansiedad que respire profundamente 10 veces, su curso ha ayudado a miles de personas, incluidos militares en servicio activo. “Los militares tienen mucha experiencia en situaciones estresantes y se han entrenado para activar el cerebro de supervivencia, pero no siempre saben cómo desactivarlo”, dice Stanley. Los estudios financiados por el Departamento de Defensa mostraron que el método de Stanley ayudó significativamente a mejorar el rendimiento cognitivo durante el estrés, reducir los niveles de estrés percibido, aumentar la regulación y fomentar un retorno más rápido a la línea de base después de la activación del estrés.

Cuando el cuerpo está teniendo una respuesta al estrés, lo primero es tomar conciencia de los objetos que ayudan al cerebro de supervivencia a sentirse seguro, como lo que puede ver y oír. “Una de las mejores formas de ayudar a que el cerebro de supervivencia se sienta enraizado es llamar la atención sobre el lugar donde nuestro cuerpo está en contacto con nuestro entorno”, dice Stanley. Ella sugiere enfocarse en el contacto entre sus pies con el piso o su cuerpo en su silla. Tan pronto como el cerebro de supervivencia percibe la conexión a la Tierra y la seguridad, automáticamente inicia el proceso de recuperación.
Obviamente, cuando se está atrapado en un momento de ansiedad severa, tratar de respirar profundamente o estar atento puede parecer casi imposible. En esas situaciones, lo que se necesita es sacar la adrenalina y el cortisol del sistema. Stanley sugiere saltar la cuerda o correr escaleras arriba y abajo. Después de 10 minutos, intentar nuevamente un ejercicio de atención plena.
¿Hay algún papel para la psicoterapia o tratar de pensar lógicamente sobre tu ansiedad? Absolutamente. Pero solo una vez que tu cuerpo esté regulado, Stanley dice: “Una vez que hayamos ayudado a que nuestro cerebro de supervivencia se sienta seguro y estable, podemos trabajar en nuestros pensamientos. De lo contrario, nuestra respuesta cognitiva seguirá estando sesgada por nuestro estrés y nuestras emociones".

Autor: Emma Pattee
Por qué es posible que desee dejar de hablar sobre su ansiedad y probar esto en su lugar

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domingo, septiembre 06, 2020

4 Palabras que te hacen Ser más Persuasivo

Si le das una salida a la gente, es posible que simplemente decidan quedarse


Para tener un impacto, es esencial estar motivado. Sin embargo, no importa cuánta determinación poseas, nunca alcanzarás tu máximo potencial si no puedes motivar a otros a tomar medidas.
Deseoso de descubrir qué frases son capaces de persuadir efectivamente a los demás, el psicólogo del comportamiento, el Dr. Nicolas Guéguen de la Universidad del Sur de Bretaña, realizó una serie de pruebas para descubrir cómo podemos influir mejor en las personas que nos rodean.

Para su investigación, Nicolas se acercó a 640 personas en la calle en Francia y les pidió de varias formas diferentes que hicieran una donación para un hospital infantil.
Cuando le pidió a la gente que apoyara directamente a la organización benéfica, dijo: “Probablemente esté interesado en organizaciones para niños con problemas de salud. Me pregunto si podría ayudarnos haciendo una donación”, el 25 por ciento de las personas a las que se acercó Nicolás reaccionaron positivamente.
Sin embargo, cuando añadió las palabras -" Probablemente se negará "- antes de continuar pidiendo una donación, la tasa de cumplimiento saltó al 39 por ciento. Y no solo eso, sino que la cantidad de dinero que la gente donó a la organización benéfica también aumentó de 2,44€ a 2,50€. Puede que esto no parezca mucho. Pero si sumas todas las veces que podrías haber ganado unos centavos a lo largo de tu vida, esto equivale a muchos cucuruchos de helado adicionales.

Según los científicos del comportamiento, este aumento en la disposición de las personas a ayudar tiene sentido y respalda la teoría común en los círculos de psicólogos conocida como reactancia, que establece que la mayoría de las personas tienen una reacción adversa cuando se les impone una restricción.
Tómate un momento y piensa en cómo te sientes cuando te arrinconan y te presionan para tomar una decisión. Te hace sentir incómodo, ¿verdad? Te vuelves un poco aprensivo y piensas que la persona que tienes enfrente está tratando de venderte algo.
Es por eso que las palabras “Probablemente te negarás” son tan efectivas: le dan a la gente una salida. Las palabras hacen que las personas sientan que están actuando por su propia voluntad y que son ellos quienes tienen el control de su decisión.
Y no solo eso, las variaciones de las palabras “Probablemente te negarás” despiertan tu curiosidad. Estas palabras nos motivan a querer descubrir por qué alguien piensa que algo no es para nosotros.
Como seres humanos, a todos nos gustan las cosas diferentes. Sin embargo, uno de los lazos que nos une es que odiamos cuando nos dicen que no podemos o no queremos hacer algo. Si la gente quiere algo, es la libertad de elegir lo que pueden y no pueden hacer.

La próxima vez que intentes influir en alguien, dale una oportunidad a la frase "Probablemente te negarás". En lugar de pedirles a sus hijos que limpien su habitación, modifique el encuadre de tu demanda diciendo: "Probablemente te negarás, pero sería genial si ayudaras a tu mamá y a tu papá hoy recogiendo tus juguetes". "Y observa lo que pasa.
O la próxima vez que necesites que un compañero de trabajo haga algo por ti, intenta decir "Probablemente dirás que no a esto, pero me vendría bien tu ayuda para preparar este discurso" y tome nota de cómo responde.

El mundo está lleno de buenas ideas. Sin embargo, para que tus ideas vuelen, debes ser capaz de persuadir a otros para que apoyen tu causa.
"Probablemente te negarás..."
"Puede que esto no sea para ti..."
"Puedes marcharte en cualquier momento..."
"¿Conoce a alguien que pueda estar interesado en..."
"Puede que no seas la mejor persona para esto..."

Frases persuasivas como estas despiertan la curiosidad de la gente. No solo eso, sino que también puedes descubrir que, al dar a las personas una salida y la libertad de elegir, deciden quedarse y escucharte.

Autor: Michael Thomson
Fuente: Entrereneurs Handbook

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viernes, junio 12, 2020

Estructura de las Emociones


Todos experimentamos emociones continuamente, pero si nos preguntan que son, en esencia, es probable que tengamos dificultades para explicarlo, porque describir lo que nos pasa por dentro cuando experimentamos emociones, es bastante difícil.
Para entender lo que es una emoción, lo mejor es experimentarla. Te sugiero que pienses en alguna emoción fuerte que hayas vivido. Pongamos como ejemplo algo que hemos experimentado muchos de nosotros: la caída en una montaña rusa. Mientras estamos subiendo hacia el punto máximo, valoramos que estamos en peligro y por lo tanto experimentamos miedo. Aunque estamos seguros que no va a pasar nada, la emoción no distingue entre realidad y ficción. Aunque la razón le diga a la emoción: “tranquila, que no pasa nada. No hay peligro”; la emoción sigue su curso haciendo caso omiso a las reflexiones de la razón.


En el momento crítico de la bajada se activa una taquicardia muy acusada, incontrolable, el estómago te da vueltas, las piernas te tiemblan, etc. Esta es la respuesta neurofisiológica de la emoción. Tomo conciencia de la emoción que experimento y le puedo poner un nombre: Miedo. Esta es la parte cognitiva, consciente de la experiencia emocional. Si analizamos con más detalle qué es lo que pasa al experimentar una emoción, lo podemos esquematizar en varias etapas: Acontecimiento y Valoración.
• En primer lugar, una emoción se activa a partir de un acontecimiento/estímulo, que puede ser externo o interno (un pensamiento, por ejemplo).
• Luego valoramos todo lo que llega a nuestros sentidos. Es un mecanismo innato, una especie de escáner que detecta cualquier acontecimiento o estímulo susceptible de activar la respuesta emocional.
• Las preguntas que nos desencadena el acontecimiento/estímulo que nos llega son básicamente tres:
¿Cómo afecta esto a mi supervivencia?
o ¿Cómo afecta a mi bienestar?
o ¿Cómo afecta a lo que más deseo en esta vida?

• Por último, valoramos el acontecimiento/estímulo como positivo o negativo y se activa la respuesta emocional.

Aún hay un poco más. Un mismo acontecimiento o estímulo puede ser valorado de forma distinta según las personas. Ante un gol en un partido de fútbol, unos seguidores se alegran y otros se entristecen. Ante un suspenso, un alumno puede experimentar rabia, otro tristeza y otro vergüenza. Esto pone en evidencia que: “La emoción no depende del acontecimiento en sí, sino de la forma que tenemos de valorarlo”.

En la estructura de una emoción se integran los dos primeros elementos esenciales: acontecimiento y valoración:
- EP: emociones positivas.
- EN: emociones negativas.

La Triple Respuesta Emocional
Una vez activada la respuesta emocional, se produce una triple reacción: neurofisiológica, de comportamiento y de conocimiento.

Neurofisiológica
Consiste en un conjunto de respuestas que producen cambios en ciertos neurotransmisores y secreciones hormonales que provocan alteraciones del tipo taquicardia, sudoración, vasoconstricción, cambio en el tono muscular, etc. Es todo el organismo el que responde ante una emoción y es esta respuesta neurofisiológica la que nos permite saber que estamos experimentando una emoción.

De Comportamiento
Nos permite identificar qué tipo de emoción estamos experimentado. Es lo que se denomina el lenguaje no verbal que se manifiesta por expresiones del rostro y el tono de voz, que son señales bastante precisas. Su control voluntario es posible, pero normalmente no le prestamos atención y expresamos espontáneamente las emociones que experimentamos. Pero esto se puede entrenar para exaltarlo (en caso de emociones positivas) o disminuirlo (si son negativas).
¿Qué importancia tiene? Nos permite saber que la expresión emocional se puede aprender a controlar; se puede regular a voluntad, con formación y entrenamiento.

De conocimiento
Consiste en que tomamos conciencia de la emoción que estamos experimentando y podemos etiquetarla por medio del lenguaje. Por ejemplo: “siento un miedo que no puedo controlar”; o bien decimos “no sé qué me pasa”, si nuestra educación emocional es limitada; por lo que conviene ampliar este conocimiento para saber etiquetar mejor las emociones como una forma de conocernos mejor a nosotros mismos. Entramos de lleno en el terreno del sentimiento, que es la conciencia de la emoción.



Lo importante de todo esto es que sobre cada uno de los componentes de la emoción podemos intervenir. Veamos cómo.
- Intervención sobre el componente neurofisiológico. Supone aplicar técnicas de relajación, como la respiración (una de las más eficaces), el control físico corporal, etc.
- Intervención sobre el componente de comportamiento. Supone adquirir habilidades sociales que nos lleven a lograr una expresión ajustada de la emoción.
- Intervención sobre el componente de conocimiento. Supone activar nuestra voluntad para regular nuestras emociones, alargando las positivas y acortando las negativas.

Predisposición a la acción
Cuando se dice que la emoción predispone a la acción, no significa que la acción tenga que producirse necesariamente. Vamos a verlo con dos ejemplos:
La acción se produce. El caso de un coche que viene a gran velocidad, mientras estamos cruzando un semáforo. En fracciones de segundo se produce lo siguiente: Veo el objeto (coche).
• Valoro que puede ser un peligro.
• Se activa la triple respuesta. Neurofisiológica (taquicardia, sudoración); de comportamiento (cara de susto); de conocimiento (tengo miedo).
Todo lo anterior, en su conjunto, nos predispone a la acción: en este caso huir para escapar del peligro.

La acción no se produce. Sentirse ofendido por un comentario realizado por otra persona y sentir la impulsividad de responder de forma violenta. Esta predisposición a la acción se puede regular de forma apropiada. Esto es muy importante. La acción impulsiva que tengo ganas de hacer no tiene por qué darse. Puedes regular tus emociones y dar una respuesta apropiada que no sea la respuesta impulsiva. Esto es poner inteligencia entre los estímulos que recibes y la respuesta que das.

Estructura de una Emoción
Esquema que integra todos los elementos esenciales de la estructura de las emociones: acontecimiento, valoración, triple respuesta y el filtro que supone la inteligencia emocional, antes de llegar a la acción. EP: emociones positivas. EN: emociones negativas.
Podemos concluir diciendo que una emoción es:
• Un estado de nuestro organismo.
• Generado como respuesta a un acontecimiento o estímulo externo o interno que es valorado como positivo (EP) o negativo (EN), lo que provoca una triple respuesta que, generalmente, predispone a la acción. Esta acción puede producirse o no, en función de la intervención de la inteligencia emocional.

Las Emociones como Rasgo de Personalidad
Las emociones son tan importantes en nuestras vidas que llegan a constituir rasgos de personalidad. Cuando pensamos en las personas que más conocemos, las vemos (entre otras muchas otras posibilidades) como: bondadosas, alegres, cariñosas, ansiosas, tristes, amables...
Es decir, asignamos como rasgo de personalidad dominante la emoción que esa persona manifiesta con más frecuencia. Esto significa que, sin ser conscientes de ello, vamos construyendo nuestra personalidad con la emoción o las emociones que exteriorizamos. Y los demás, nos ven de la forma que nosotros mismos transmitimos. Es importante que si deseamos que nos vean como realmente somos, tomemos conciencia de lo que acabamos de señalar.

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sábado, diciembre 01, 2018

Metas y Objetivos

El error más frecuente que cometemos cuando nos fijamos metas y objetivos es no concretar una fecha de cumplimiento concreta. Cuando ponemos una fecha de vencimiento sabemos que tenemos que realizar un esfuerzo diario para lograr ese propósito. Establecer metas sin fecha concreta es lo mismo que establecer metas imposibles de conseguir.

Una meta es un resultado deseado que una persona o sistema imagina, planea y se compromete a lograr. Y un objetivo, es la finalidad hacia la cual deben dirigirse los recursos y esfuerzos para dar cumplimiento a los propósitos.
La finalidad de ambas es lograr un fin, un resultado deseado. La diferencia entre estos dos conceptos es el espacio y el tiempo. Las metas son más amplias, son principios que guían el proceso de toma de decisiones; por su lado, los objetivos son específicos, medibles, son pequeños pasos para alcanzar la meta.

Las metas son más a largo plazo, te llevan a un fin a más largo plazo. Son más difíciles de medir y los objetivos son medibles y más concretos. Las metas ponen la mirada en el horizonte, y los objetivos se enfocan en los pasos para llegar a ese horizonte. Las metas y objetivos pueden compartir un fin deseado, la meta será más abstracta y los objetivos estarán alineados a la consecución de esa meta. El fin de las metas y los objetivos establecidos van alineados.

Debemos fijar fechas para nuestras metas y, para el logro de esas metas, debemos fijar objetivos parciales que nos ayuden a acercarnos a ellas.
¿Es importante fijar metas y objetivos? ¿Lo has hecho alguna vez? ¿Quién decide si es importante o no lo es? La respuesta a estas preguntas, es que depende de cómo valoramos las cosas en función de lo aprendido.

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viernes, marzo 10, 2017

Comprendiendo el Estado de Felicidad

Alguien que siempre tiene exigencias es muy desdichada, porque la propia felicidad depende de que ciertas cosas exteriores sean correctas con arreglo a lo que esperaba, y si no es así se sumerge en la depresión y la negatividad. No le gustan esas personas, tampoco le gustan esas circunstancias, opone reparos a esto o aquello, y así sucesivamente. Tal persona carece de un estado interior suficientemente desarrollado. Tal vez te sorprenda escuchar que se puede encontrar muchas veces la felicidad cuando todas las cosas andan mal.

Si tu felicidad depende de los elogios de otras personas tú eres un artificio. Si tu felicidad depende de ganar dinero, no eres más que una máquina. Si tu felicidad depende de que la gente te trate de acuerdo con la idea que te forjaste de ti mismo, seguro que algo anda mal. Las exigencias no suelen ser una fuente de paz interior. Pensar siempre que las cosas no son como se desean solo puede conducirnos a una continua desdicha y negatividad. Eres tú quien debe despertar y sustentar en ti mismo el secreto de ser feliz. Y ese sustentar significa sellarse a los efectos de los aconteceres exteriores que predominan compulsivamente en ti. Todos nosotros hemos adquirido maneras absurdas y típicas de comportarnos hacia la gente y las condiciones exteriores. Es justamente aquí donde se puede lograr la separación, advirtiendo por medio de la observación de qué modo se está reaccionando en todo momento.

Cuando uno se ha forjado una fuerte imagen de sí mismo es propenso a ser herido por la vida. El auto-retrato es una forma fija de imaginación acerca de uno mismo. Creía ser un buen chico. Naturalmente, como era un buen chico, no podía decir nunca una mentira y, naturalmente, decía muchas mentiras. No podía ver el lado oscuro de mí mismo, lo que yo era en realidad, sino que siempre veía un solo lado debido a la influencia del retrato.

Todo lo que es falso da origen a su opuesto. Ahora ya sabes por qué es preciso aceptar el lado opuesto de nosotros mismos, o el lado oscuro, lo cual significa simplemente que no somos propiamente conscientes de ese lado y no lo aceptamos. La conciencia es la luz. Aquello de lo cual no tenemos exacta conciencia es oscuridad para nosotros.

Un auto-retrato imposibilita ver la realidad y nos impide aceptar aspectos de nosotros mismos que no concuerdan con las imágenes que nos hemos creado. En consecuencia quedamos divididos en un lado iluminado y otro oscuro, y eso crea una marcada falta de armonía. Se suele ver personas que viven siempre en una imagen que han creado de sí mismas y se sienten constantemente heridos o sorprendidos.

¡Con cuánta facilidad nuestra mente es dominada y lastimada, por las cosas exteriores! Ahora bien, cómo puede alguien ser feliz estando lleno falsas creencias adquiridas que actúan sobre él a todo lo largo del día. Merece el esfuerzo comprenderlo mientras se practica la importante disciplina observar muy cuidadosamente lo que nos hiere, lo que destruye toda la felicidad que se es capaz de experimentar. Cuando se ha realizado una buena observación, hay que tratar de darse cuenta si se debió a una imagen de uno mismo que no fue satisfecho por el comportamiento de alguna persona, o un papel que se representó y no fue alabado, o una actitud que era completamente inútil.

Como es sabido, las actitudes son por regla general actitudes negativas desde las cuales juzgamos a las cosas y a la gente. ¿Cómo es posible empezar a ver las cosas como son en realidad, ver a las personas como son verdaderamente si estamos llenos de imágenes y actitudes que nos ciegan? ¿Cómo es posible imaginar que podemos establecer sencillas relaciones si desempeñamos nuestros típicos papeles y nos jactamos de ello?

Comienza por observar tus actitudes y tus comportamientos, y la memoria y el discernimiento que surgen de ello. Por medio de esta observación podemos formar una nueva psicología interior que observe el comportamiento exterior y, a través de ella, llegar a ser cada vez más independientes de los condicionamientos exteriores y de todo cuanto sucede. Así llegamos a comprender de qué depende la felicidad.

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jueves, abril 07, 2016

Práctica de la Respiración Lenta y Profunda

Realiza una exhalación completa. La mayoría de las personas no vacían los pulmones por completo al exhalar, quedando cierto volumen de aire viciado en los pulmones.
Una exhalación completa produce automáticamente una buena ventilación al inhalar.

Ayúdate del abdomen para vaciar los pulmones.
Exhala lenta y relajadamente. Cuando llegues al límite de una exhalación cómoda, ayúdate de los músculos abdominales para forzar, por medio de la contracción, la salida de más cantidad de aire. La exhalación ha de ser lenta y relajada, pero sin ser intermitente.

Inhala y exhala siempre por la nariz. La nariz caldea, filtra y humedece el aire. Si se respira por la boca se puede producir hiperventilación.

Mantén una postura correcta y erguida. Al practicar, siéntate en el suelo o en una silla, pero con la espalda recta. Si te sientas con el busto doblado, el vientre no puede levantarse y la caja torácica pierde movilidad.

Secuencia correcta de los movimientos de inhalación y exhalación

- Inhalación:
Primero llena el vientre, luego las costillas y por último el esternón.
La inhalación empieza y la exhalación termina en la región central del cuerpo: el vientre.

- Exhalación:
Primero el esternón, luego las costillas y por último el vientre.
Cuando respiramos sólo con la caja torácica, se aumenta el nerviosismo, se pierde contacto con uno mismo y se tiende a la hiperventilación.

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domingo, diciembre 13, 2015

Influencias del Sol, la Luna y las Estrellas en la Respiracion

Las enseñanzas místicas orientales utilizan un simbolismo que se deriva de la creencia de que los componentes de la naturaleza interior del hombre están relacionados con principios cósmicos externos. Los simbolismos solares y lunares se pueden encontrar en todas las culturas basadas en una fuerte estructura de creencias metafísicas, ya que los pueblos más antiguos han atribuido cualidades específicas al sol y a la luna. Así, en la tradición hebrea, el sol es considerado masculino en esencia y se le identifica con el arquetipo paterno, mientras que la luna es considerada femenina y se la identifica con el arquetipo materno.

Los simbolismos solares y lunares ocupan un lugar muy importante dentro de las tradiciones yogui, tántrica y taoísta. Estas enseñanzas identifican el lado derecho del cuerpo con el sol (fuerzas solares) y el izquierdo con la luna (fuerzas lunares). El tantra identifica la energía solar con la psique “ígnea” masculina, el color rojo, el elemento fuego y los procesos intelectuales. Por su parte, la energía lunar está ligada a la cualidad “refrescante” femenina (Soma), el color blanco, el elemento agua y los procesos intuitivos.

La respiración cambia de un lado a otro en intervalos regulares. Se puede verificar está afirmación observando, ahora mismo, por qué orificio nasal se está inhalando y exhalando. Si se comprueba esto durante algún tiempo se verá que se ha producido un cambio de respiración hacia el otro orificio. El patrón de respiración diario de cada orificio nasal está determinado por las influencias del sol, la luna y las estrellas.
Las antiguas enseñanzas yoguis señalan que el ascendiente de la respiración cambia naturalmente de un lado a otro cada dos horas y que los periodos de cambio están directamente ligados al paso de la luna a través de cada signo del zodiaco.
Puesto que la respiración se encuentra ligada a las influencias celestes, al controlarla también se controlan estas influencias. Muchos textos tántricos afirman que equilibrando las respiraciones solar y lunar, un individuo puede librarse de las influencias del destino.


Existe una práctica muy simple para obtener un control consciente sobre la respiración. Se le conoce como respiración alternando orificios o respiración solar-lunar, y su técnica consiste en bloquear un orificio nasal con un dedo o el pulgar, mientras se inhala lentamente por el otro. Cuando se ha completado la inhalación, se retiene la respiración durante un momento y, luego, se suelta el dedo o el pulgar y se expulsa el aire a través de orificio opuesto. Después se repite el proceso en orden invertido: se inhala a través del orificio por el que se había exhalado anteriormente, se retiene la respiración como antes y luego se exhala por el orificio contrario. Esto constituye una “ronda” completa de respiración alternando los orificios nasales. Equilibra la respiración y es de gran ayuda para llegar a controlar los procesos parasimpáticos, como los latidos del corazón, la circulación de la sangre y la temperatura corporal, permitiendo a la persona que la practica alcanzar un poder sobre la fuerza vital misma.
La respiración solar-lunar puede practicarse utilizando medidas iguales de inhalación, retención y exhalación, o empleando el ritmo de la respiración curativa, es decir 1-4-2.

Los textos yoguis y tántricos incluyen muchas otras técnicas de respiración y todas ellas tienen como finalidad el equilibrio y la unión entre las fuerzas solares y lunares, entre la psique y el soma. El Pranayama es una ciencia exacta y cualquier ejercicio respiratorio debe realizarse cuidados y atentamente.

La aplicación consciente de las respiraciones solar y lunar constituye una de las llaves maestras del control de la función sexual. La respiración solar se equipara al principio de deleite trascendental (el Shiva); la respiración lunar está asociada al principio de energía creativa (el Shakti). Cuando ambas respiraciones se equilibran, la fuerza vital entra en el “Gran Eje”, la sutil senda energética central que va del perineo, entre los genitales y el ano, a la parte superior de la cabeza. Cuando las fuerzas solares y lunares están en equilibrio al hacer el amor, se experimenta un remolino de éxtasis que “eleva” la psique y la impulsa hacia la evolución.

Las enseñanzas tántricas contienen valiosa información sobre los diferentes métodos de empleo de las respiraciones solar y lunar para hacer el amor. Primero, hay que saber que al recostarse sobre un lado del cuerpo, se activa la función del orificio nasal opuesto. Por ejemplo, cuando nos encontramos sobre nuestro costado izquierdo, la respiración pasa automáticamente a través del orifico nasal derecho. Durante la noche, al dormir o soñar, la mayoría de la gente se agita y voltea. Este movimiento constituye un intento inconsciente para que las respiraciones solar y lunar vuelvan a alcanzar el equilibrio natural que habían perdido durante el día.

Muchos tratados místicos tántricos y taoístas señalan el poder de unión de las respiraciones complementarias. En ellos se describen rituales para desarrollar un tipo particular de ascendente respiratorio, en la creencia de que incluso el destino puede ser dominado mediante prácticas respiratorias conscientes.

Hacer el amor es una maravillosa oportunidad de otorgar lo mejor de uno mismo a nuestro compañero o compañera. El control de la respiración debe constituir una parte natural de los juegos previos, así como también centrar la conciencia sobre las implicaciones cósmicas del intercambio de respiraciones durante la intimidad. Las observaciones de la sutil acción mutua de las respiraciones pueden producir una nueva realidad de intercambio, enriquecimiento y compromiso mutuos.

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jueves, abril 03, 2014

Las Sesiones de Renacimiento

La tendencia común de los clientes que participan del proceso de renacimiento consiste en retener la respiración y reprimir la exhalación para controlar sus emociones.
La retención del aliento contribuye a disminuir la energía del organismo al reducir sus actividades metabólicas, lo cual a su vez reduce la producción de ansiedad. No hay individuo neurótico que no manifieste tensión en el abdomen.
Por lo tanto, el primer paso en el procedimiento terapéutico consiste en hacer que el cliente respire profundamente y con facilidad. El segundo paso consiste en movilizar cualquier expresión emocional para que se exteriorice más claramente en la cara o en la actitud del cliente.

Hay que tumbarse en el suelo sobre una colchoneta y respirar con la mayor libertad que se pueda, tratando que la exhalación sea profunda, aflojando todo el cuerpo y sin controlar cualquier expresión o impulso alguno. De este modo, van aconteciendo porciones de cosas que nos van poniendo en contacto con memorias y experiencias antiguas.

Al principio, la respiración profunda puede producir sensaciones fuertes de cosquilleo en las manos que pueden llegar a convertirse en calambres y agarrotamientos de las manos. Esta reacción desaparece al acomodarse el cuerpo a la energía intensificada que produce la respiración profunda. Se pueden manifestar temblores en las piernas cuando se mueven las rodillas suavemente para juntarlas y separarlas, y en los labios al obedecer el impulso de adelantarlas. Todos estos síntomas son bastante habituales en el proceso de renacimiento, sobre todo en las primeras sesiones de respiración, pero según se va abandonando y confiando en el proceso de respiración van desapareciendo.
Seguidamente a este tipo de sensaciones se empiezan a liberar los sentimientos y memorias asociadas.

Otra técnica para desarrollar la terapia de renacimiento es que los clientes, al comenzar la sesión, declaren todos los pensamientos negativos que tienen con respecto a su renacedor. Todos los clientes sienten algo negativo y también algo positivo respecto a su renacedor, y no es conveniente fiarse de la segunda mientras no expresen primero sus pensamientos e ideas negativas. Este proceso es muy importante, ya que los clientes suelen proyectar en el renacedor la figura materna o paterna, según se trate de un renacedor de sexo masculino o femenino.

El objetivo del renacimiento es que el cliente desarrolle su capacidad de entregarse plenamente a los movimientos involuntarios y espontáneos del cuerpo, que constituyen parte del proceso respiratorio. Es por ello que se insiste tanto en que la respiración sea plena y profunda. Entonces, las ondas respiratorias producen un movimiento ondulatorio en el cuerpo que llamamos “liberación de la respiración”.

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lunes, marzo 03, 2014

La Autoeficacia

Autoeficacia es el juicio positivo de nuestra capacidad de actuar. Pero, la autoeficacia no es lo mismo que nuestras capacidades reales, sino más bien lo que creemos que podemos llegar a hacer con ellas. Por sí sola, nuestra capacidad no basta para garantizar el desempeño óptimo, sino que también debemos creer en ella para poder sacarle el máximo provecho.

Las personas autoeficaces afrontan sin dificultades los desafíos pero quienes dudan de sí mismos la mayor parte de las veces ni siquiera lo intentan, por bien que puedan hacerlo. Dicho de otra manera, la confianza en uno mismo alienta nuestras esperanzas mientras que la duda las socava.

Existe una relación muy estrecha entre la conciencia de uno mismo y la autoconfianza. Cada uno de nosotros dispone de un mapa interno de sus propias preferencias. La sensación de autoeficacia es específica de un dominio concreto, ya que lo bien que creamos que podemos desempeñar una labor no equivale a lo que podamos hacer en un dominio paralelo de la vida cotidiana.

Solemos evitar aquellas situaciones o los entornos en los que tenemos miedo de fracasar, aun cuando realmente poseamos las capacidades requeridas para poder afrontar con éxito una determinada tarea porque, si no creemos ser capaces de superar sus desafíos, nos comportaremos de un modo que terminará abocándonos en el fracaso. La misma idea de que “no puedo hacerlo” resulta paralizante.

Tener el necesario valor de expresarse y la idea de poder saltarse las reglas y los procedimientos usuales, son las cualidades distintivas de la confianza en uno mismo.
Las personas dotadas de una mayor confianza en sí mismas serán las que se hallen más dispuestas a asumir el riesgo de expresar y denunciar los problemas y las injusticias que los demás solo se atreven a eludir o mencionar en voz baja.

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viernes, febrero 14, 2014

Aprender de los Propios Errores

El primer paso necesario para aumentar nuestra eficiencia consiste en identificar una necesidad que debamos mejorar aunque esa conciencia pueda ser difícil de alcanzar.
Permanecer ciego a nuestros propios problemas puede poner en peligro toda nuestra vida. Las personas fracasadas parecen mostrarse muy poco dispuestas a reconocer sus propios errores y desprecian a quienes osan señalárselos. Su resistencia es, pues, un claro indicador de que no pueden hacer nada por cambiar las cosas. Por el contrario, las personas triunfadoras son aquellas que son conscientes de sus límites y que, en consecuencia, conocen todos los aspectos que deben mejorar o saben cuándo pueden hacer o estar con alguien que posea las capacidades de las que ellos carecen.

Algunas personas que ocupan posiciones privilegiadas pueden considerar la necesidad de cambio como un signo de debilidad o fracaso. El esfuerzo competitivo que les ha permitido llegar a la cumbre puede también impedirles reconocer sus errores, aunque solo sea por miedo a sus posibles competidores.
Todos nosotros compartimos esta tendencia a la negación, una estrategia emocionalmente cómoda que nos protege del sufrimiento que se deriva del hecho de reconocer nuestras verdades más crueles, una actitud defensiva, en suma, que puede adoptar múltiples formas: minimizar los hechos, soslayar información crucial, racionalizar y buscar excusas, recursos, todos ellos, que cumplen con la función de distorsionar nuestra realidad. Y las personas que nos rodean tienden a secundar nuestras negaciones.

Todas las competencias son hábitos aprendidos y, en consecuencia, si tenemos alguna carencia el algún sentido, siempre podemos aprender a hacer mejor las cosas. En este sentido la persona arrogante e impaciente puede aprender a escuchar y tener en cuenta las opiniones ajenas, por ejemplo. Pero el hecho es que este tipo de progresos jamás puede tener lugar si no se comienza dando antes el primer paso, que consiste en conocer el modo en que esos hábitos perjudican e intoxican nuestras relaciones. Sin el menor atisbo de hábitos sobre nosotros y sobre los demás, careceremos de la motivación necesaria para cambiarlos.
Las personas que no admiten ningún fallo, exageran sus propias capacidades y rechazan todo aprendizaje de los demás porque no desean escuchar nada sobre sus deficiencias, siendo ésta la visión que tiene de sí mismo el narcisista.

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viernes, febrero 07, 2014

El Estimulo que nos Motiva

Tienes que obligarte a ti mismo a pasar algún tiempo alejado del trasiego y el ajetreo del trabajo y del mundo que te rodea para poder conectar de nuevo con la realidad porque, en caso contrario, uno termina perdiendo las riendas y generándose todo tipo de problemas.
Estos problemas son los que conllevan a traicionar nuestros propios valores personales. Porque hay que tener en cuenta que éstos no son meras abstracciones sino creencias internas que nunca llegamos a articular en forma de pensamientos, sino, a lo sumo, en forma de sentimientos. Nuestros valores se traducen en aquello que tiene cierta resonancia o poder emocional sobre nosotros, ya sea en un sentido positivo o negativo.

La conciencia de uno mismo constituye una especie de barómetro interno que nos dice si la actividad que estamos llevando a cabo –o la que vamos a emprender– merece realmente el esfuerzo.
Los sentimientos nos proporcionan una imagen global de toda situación. Y, en el caso de que existan discrepancias entre nuestros valores y nuestros sentimientos, el resultado será una profunda inquietud en forma de culpabilidad, vergüenza, dudas, inquietud, remordimientos o similares. Y todo este ruido de fondo actúa a modo de niebla emocional que inspira sentimientos que pueden acabar saboteando todos nuestros esfuerzos.

Por el contrario, las decisiones que se ajustan a nuestra conciencia interna resultan estimulantes. Ya que, no solo nos hacen sentir que estamos haciendo lo correcto sino que impulsan la atención y la energía necesaria para conseguir lo que queremos.
De este modo, las personas que hacen a su sensación interna de lo que vale la pena minimizan el ruido emocional. Sin embargo, mucha gente considera por desgracia que no puede contar con sus valores en determinados círculos, algo que, por cierto, resulta inadmisible.
Porque el hecho de no tener en cuenta nuestros valores solo contribuye a separar la sensación colectiva de lo que nos motiva, haciendo que el dinero, por ejemplo, resulte más importante de lo que es en realidad.

Uno de los estímulos más poderosos para alentar nuestro interés es la sensación de propósito y pasión. Por esto, cuando surge la ocasión, las personas nos sentimos atraídas por aquello que nos proporciona un sentido, por aquello que compromete plenamente nuestro talento, nuestra energía y nuestra habilidad, algo que puede llevarnos a ir cambiando hasta encontrar aquello que mejor se adapte a lo que realmente nos importa.

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jueves, febrero 06, 2014

El Flujo de las Emociones

El trasfondo de nuestra vida emocional discurre de un modo parejo al flujo de nuestros pensamientos. En el fondo de nuestra conciencia siempre existe algún estado de ánimo aunque, por lo general, no nos percatemos de los sutiles estados de ánimo que fluyen mientras llevamos a cabo nuestra rutina cotidiana. Los sentimientos inadvertidos de tristeza o de alegría con que nos despertamos, la leve irritación que puede provocar el frustrante ir y venir a nuestro trabajo y, en suma, los cientos y hasta miles de pequeñas y grandes emociones que van y vienen con los altibajos de cada día.

La urgencia y la presión que caracterizan al mundo (laboral) actual hacen que nuestra mente se halle mucho más preocupada por la corriente de los pensamientos: planificando la próxima tarea, sumergiéndonos en la tarea que estemos haciendo, preocupándonos por las obligaciones que todavía no hemos concluido, etc. Así pues, para poder sensibilizarnos a este ruido subterráneo de estados de ánimo es necesaria una pausa mental, una pausa que rara vez nos permitimos. Nuestros sentimientos nos acompañan continuamente pero casi nunca nos damos cuenta de ellos sino que, por el contrario, solo nos percatamos de nuestras emociones cuando éstas se han desbordado. No obstante, si les prestáramos la debida atención podríamos llegar a experimentarlas cuando todavía son muy sutiles y no irrumpen descontroladamente.

El ritmo de la vida moderna nos deja poco tiempo para asimilar, reflexionar y reaccionar. Nuestros cuerpos funcionan a un ritmo más lento y, en consecuencia, necesitamos tiempo para poder ser introspectivos, pero o bien no disponemos de él o bien no sabemos buscarlo. Es como si nuestras emociones dispusieran de su propia agenda pero nuestras agitadas vidas no les dejaran espacio ni tiempo libre y se vieran obligadas a llevar una existencia subterránea. Y toda esta presión mental acaba sofocando esa voz interna que constituye la más segura brújula para navegar adecuadamente por el océano de la vida. Las personas incapaces de reconocer cuáles son sus sentimientos adolecen de una tremenda desventaja porque, en cierto modo, son unos analfabetos emocionales que ignoran un dominio de la realidad esencial para el éxito en todas las facetas de la vida, incluyendo, obviamente, el mundo laboral.

En ciertas personas, esta "sordera" emocional constituye una especie de olvido de los mensajes que nos manda nuestro cuerpo en forma, por ejemplo, de jaqueca crónica, dolor lumbar o ataques de ansiedad. En el otro extremo se hallan las personas aquejadas de alexitimina, término con el que los psiquíatras se refieren a quienes tienen una conciencia muy difusa de sus propios sentimientos, personas para las que el mundo exterior es mucho más claro y preciso que su propio universo interno. Para ellos no existe una distinción clara entre las emociones agradables y las desagradables y, en consecuencia, manifiestan una vida emocional muy limitada que suele caracterizarse por la ausencia de estados de ánimo positivos. Estas personas, en suma, no están en condiciones de apreciar los diferentes matices emocionales y son incapaces de hacer uso de sus sensaciones viscerales para guiar sus pensamientos y acciones.

Pero la conciencia de uno mismo es una habilidad que puede ser cultivada. Para ello hemos de establecer contacto con esa voz interior silenciosa y más profunda que son los sentimientos y que consiste, en suma, en tomarse el tiempo necesario para “no hacer nada”. En términos de productividad, “no hacer nada” no significa tan solo dejar de trabajar, sino dejar también de malgastar el tiempo con distracciones triviales como, por ejemplo, ver la televisión o, peor todavía, hacer alguna otra cosa mientras estamos viendo la televisión. “No hacer nada”, por el contrario, supone dejar provisionalmente de lado todas las tareas orientadas a la consecución de algún objetivo y hacer algo que nos permita abrir nuestras mentes a una sensibilidad más profunda y silenciosa.

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miércoles, febrero 05, 2014

Aprendizaje Inducido

El contacto con la naturaleza nos lleva a la calma, a la armonía, también se relaciona con el bienestar, porque los espacios naturales aumentan nuestro potencial de salud y de buen carácter así mismo nuestra capacidad de aprendizaje aumenta considerable mejorando el funcionamiento cognitivo, además de potenciar más la auto-disciplina y el control de los impulsos. Por el contrario, aquellas personas que no conviven con la naturaleza tienden a sufrir déficit de atención y síntomas de hiperactividad, trastornos de ansiedad y depresión.

No es de extrañar que grandes maestros desde Platón a Aristóteles aprovecharan los beneficios del contacto con la naturaleza para enseñar a sus alumnos e inducirlos en contacto con la naturaleza y la frecuencia Schumman de esta que se relaciona con la frecuencia de la ondas Alfa de la mente humana en el rango de 7.5 a13 Hz.
En esta frecuencia el ser humano se encuentra en un estado de relajación y tranquilidad y su aptitud hacia el aprendizaje y su capacidad para asimilar conceptos aumenta enormemente y es que el cerebro es la más potente de las computadoras y puede ser estimulada por diferentes medios, y llevada a ondas alfa, beta, theta, y delta.


Cuando el individuo entra en un estado de frecuencia vibracional entre los 7.5 y 13 Hz, éste está en la disposición de asimilación del aprendizaje máximo.
Si unimos a este estado inducido el aislamiento externo y la reproducción de datos e información de forma visual y auditiva podríamos aprovechar el máximo potencial de aprendizaje de un individuo.

Investigaciones recientes demuestran:
- El cerebro crece a causa del estímulo, ya sea natural o artificial
- El estímulo se traduce en una vibración eléctrica de frecuencia característica
- Es posible estimular artificialmente el cerebro mediante máquinas
- El cerebro se deja “arrastrar” por el estímulo, resonando con frecuencia igual a la de este
- Los estados de la mente presentan frecuencias de vibración eléctrica características
- Es posible reproducir los estados mentales, estimulando directa o indirectamente el cerebro, con la frecuencia de onda asociada a dicho estado

Lo anterior condujo a una revolución en el campo de las aplicaciones de esta técnica, ya que se puede interactuar directamente con la parte interior del individuo, sin invasión de su química corporal, produciendo efectos dramáticos al nivel de:
1. Incrementos del cociente intelectual (CI)
2. Supresión de ansiedad, depresión y fobias
3. Terminación de adicciones
4. Aprendizaje y súperaprendizaje
5. Mayor rendimiento pico en actividades mentales, físicas y de alta competencia
6. Estimulación de la creatividad.

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lunes, noviembre 18, 2013

8 Claves para Superar la Inseguridad

¿Te comparas constantemente con los demás? ¿Intentas buscar la aprobación de otros? Estos pueden ser algunos síntomas que demuestran inseguridad en uno mismo. A continuación se exponen algunas claves que pueden ayudar a recobrar la seguridad en uno mismo.
1. Asume tu situación y decide hacer algo al respecto.
No te escudes en lo mal que lo has pasado o en la inseguridad que has sentido por una causa u otra. Tienes un problema, ahora decide qué vas a hacer con él.
2. Actúa. No puedes dudar entre si puedes o no hacer algo, simplemente hazlo. No podrás tener confianza en ti mismo si no te arriesgas. La seguridad en uno mismo se forja haciendo cosas, no preocupándose por ellas o sumido en una eterna duda acerca de si se será capaz o no de enfrentarse a un reto determinado. Si no te permites tener experiencias, cómo podrías demostrarte que puedes llevarlas a cabo con éxito. Es preciso que actúes para que puedas descubrir que el porcentaje de éxitos supera al de situaciones que no podías resolver como pensabas.
3. Compararse con los demás no sirve como referencia. Empieza a mirar hacia dentro, a pensar por ti mismo y a arriesgarte a que las cosas puedan no salir como esperas. Piensa que lo importante, en la mayoría de los casos, no es el resultado de nuestras acciones sino la certeza de haber hecho las cosas lo mejor que sabías y de haber actuado de acuerdo con tus propio entendimiento.
4. Respeta tus propias necesidades. En ocasiones estamos tan pendientes de satisfacer las necesidades de los demás que apenas llegamos a distinguir las propias. Por más que cueste, párate a descubrir qué es lo que quieres y respétalo. Deja de esperar que sean los demás quienes satisfagan tus deseos y ponte tú a ello y hazlo a tiempo completo.
5. Indaga y no te limites a lo que siempre has hecho. Amplía horizontes, plantéate actividades nuevas, cosas que nunca antes te habías planteado… o no te habías atrevido. Anímate a buscar oportunidades de conocer gente nueva y acércate a ellas sin grandes expectativas ni ideas preconcebidas para poder estar más receptivo la experiencia.
6. Sé sincero contigo mismo. Observa y acepta tus emociones. Date cuenta de tus temores e inseguridades y sigue hacia delante. Aun con ellos, puedes enfrentarte a las situaciones difíciles, resolver problemas y avanzar. Confía en ti.
7. Acepta el error como parte integrante e inevitable de la experiencia humana. En lugar de avergonzarte de tus errores, aprende de ellos.
8. Cuida de tu salud como muestra de respeto hacia tu cuerpo. Una alimentación sana y equilibrada. La práctica de alguna actividad física contribuirá a que te sientas mejor desde cualquier punto de vista.

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miércoles, octubre 09, 2013

Claves para Mejorar la Comunicacion

Nuestro cerebro capta, procesa y comunica la información a través de tres sistemas representacionales (SR): visual (las imágenes que ve), auditivo (los sonidos que escucha) y kinestésico (las sensaciones que experimenta). Todos utilizamos estos tres sistemas para comunicarnos, sin embargo, la programación neurolingüística (PNL) ha comprobado que cada uno de nosotros, cada persona, utiliza de forma predominante uno de estos tres canales.
Descubrir cuál es el canal preferente en uno mismo (visual, auditivo o kinestésico) puede ayudarnos de forma sorprendente a conectar y entendernos mejor con las personas que nos rodean.

Personas Visuales
¿Sueles hablar deprisa y puedes cambiar de un tema a otro con facilidad?¿A veces tienes la sensación de que no te alcanzan las palabras para todo lo que quieres o tienes pensado decir?
Las personas cuyo sistema preferente es el visual representan en su cerebro, como si fuera una pantalla de cine, lo que viven, lo que recuerdan, lo que imaginan… Tienen ideas de “lo que se ve”, y pueden recordarlas, transformarlas o crear otras nuevas. Su pensamiento es circular, es decir, pueden crear varias imágenes al mismo tiempo, moverlas alrededor del tema central, ponerlas en secuencia. Gracias a su velocidad de pensamiento, pueden barajar varias ideas a la vez y hablar más rápido que los auditivos o los kinestésicos. Necesitan que les mires cuando te están hablando, notar que les estás escuchando y, para conseguirlo, suelen emplear las manos para captar tu atención.
Sus expresiones preferidas: “A ver…”, “Mira…”, “Quiero aclarar mi enfoque”, “Veo que lo entiendes”, “Está claro”, “Lo veo negro”, “Flipar en colores”, “No puedo quitar los ojos de encima”, “A primera vista”.
Sus palabras favoritas: ver, mirar, esconder, clarificar, imagen, palidecer, espejismo, visualizar, perspectiva, imaginar, claro, luminoso, brillante, reflejar, gráfico, enfocar, escena…

Personas Auditivas
¿Te gusta dedicar tiempo a conversar?¿Tratas de expresar tus ideas despacio, una detrás de otra, para que se entienda lo que quieres decir?
Las personas con una tendencia auditiva tienen la capacidad de recordar palabras y sonidos escuchados y crear otros nuevos. Piensan de manera lineal, transmitiendo una idea detrás de otra, como si la leyeran en un libro. Necesitan terminar de exponer un argumento antes de pasar al siguiente. Por eso, suele molestarles cambiar de tema sin haberlos terminado de debatir, algo que a menudo pone nerviosos a los visuales, que son capaces de manejar varias ideas a la vez. Su ritmo al hablar es pausado y tiene gran capacidad para expresarse bien oralmente y para encontrar las palabras exactas para comunicar lo que quieren decir.
Necesitan una comprobación auditiva que les dé la pauta de que les están escuchando, por ejemplo que su interlocutor les regale un “Ah”, “Mmm”, “Sí, te escucho”.
Sus expresiones preferidas: “Escucha”, “Háblame de…”, “Me hizo clic…”, “Me suena…”, “Me pregunto…”, “Oídos sordos”, “Hacer eco…”
Sus palabras favoritas: hablar, contar, sonar, desafinado, melódico, resonar, armonioso, expresar, estrepitoso, escuchar, mudo, diálogo, ritmo, decir, musical, discordante, ruidoso.

Personas Kinestésicas
¿Puedes recordar las sensaciones corporales de una situación que has vivido?¿Eres capaz de revivir los olores, sabores de ese momento?
Las personas con tendencia kinestésica tienen una gran capacidad para recordar sensaciones corporales: viscerales, táctiles y propioceptivas (la tensión muscular, por ejemplo). Y suelen estar muy conectados con las emociones (miedo, alegría, tristeza). Filtran la información a través de sensaciones, y luego la procesan tanto de forma circular (visuales), como de forma lineal (auditivos), en función de las circunstancias. Verifican las informaciones del exterior contrastándolas con las sensaciones que les producen. Evalúan cómo se sentirán las otras personas, o ellos mismos, en cada circunstancia. Necesitan contacto físico y suelen acercarse dando una palmadita en la espalda. Se sienten comprendidos cuando te interesas por sus sentimientos y emociones. Tienen mucha capacidad de concentración y para indagar en un tema a fondo. Y suelen ser intuitivos.
Sus expresiones preferidas: “Me encuentro bien”, “Estoy en contacto con…”, “Me siento…”, “Me puso la piel de gallina”, “Me hule mal”, “Con los pies en la tierra”, “Con el corazón en la mano”, “Al sol que más calienta”.
Sus palabras favoritas: sentir, tocar, dulzura, humedad, dentellada, palpable, ardor, aferrarse, presión, firme, relajado, insensible, tierno, puñalada, sólido, suave, caluroso, frío, doloroso…

Mejorar la Comunicación
Utilizar SR (sistemas representacionales) diferentes es la causa de muchos problemas de comunicación, que podrían solucionarse aprendiendo a adoptar temporalmente el SR de la persona con la que estamos intentando conectar. Si, por ejemplo, un amigo con SR auditivo te está hablando de lo mal que “le suena” una situación, y tú le contestas diciéndole que “sientes lo mismo que él”, no conectaréis tan bien como si le das preferencia al canal auditivo y le dices que “le entiendes”. En este caso, recibirá tu información de forma automática, sin esfuerzo y, como consecuencia, se sentirá más identificado contigo.
Una vez que uno ha identificado cuál es su sistema preferente, conviene entrenarse en averiguar cuál es el de la persona con la que quiere entenderse mejor: un compañero de trabajo, nuestra pareja, un hijo… Para ello, es importante observar con atención y, ¿por qué no?, divertirse mientras uno aprende sobre sí mismo y sobre el otro.

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martes, marzo 26, 2013

El Poder de la Gratitud

Dar las gracias por lo que tenemos, por quienes somos, por nuestro entorno, por el nuevo día, por tener amigos… es una práctica que puede ayudarnos a sentirnos en paz con nosotros mismos. Y no solo eso, puede mejorar nuestro estado de salud, nuestra visión de la vida y hacernos más felices.

La idea de la gratitud como herramienta de crecimiento personal y generadora de bienestar va mucho más allá de dar las gracias por cortesía por un favor recibido. La buena educación es importante, sin duda, pero el auténtico agradecimiento se sitúa en la decisión de dejar de vivir en un estado carencial permanente, para dirigir nuestra mirada a la abundancia que nos rodea.
Por inercia, por educación, por inconsciencia… no hay una única razón, pero lo cierto es que, por regla general, nuestra sociedad y las personas que la formamos nos hemos acostumbrado a centrar nuestros pensamientos en aquello que nos falta. Si tenemos trabajo, deseamos cobrar más, o un puesto de más responsabilidad, o una jornada de trabajo menos dura… Si tenemos pareja, esperamos que sea más comprensiva, menos despistada, más generosa… Y solemos hacer lo mismo con la familia, la casa, nosotros mismos… Esta dinámica conlleva mucha frustración, infelicidad y baja autoestima.

La gratitud nos sitúa en otra esfera y nos invita a tomar conciencia de lo que tenemos, nos coloca en el presente, nos hace reflexionar sobre nuestros logros, aptitudes y nos ayuda a mirar la vida desde el optimismo y la abundancia.

En uno de las investigaciones realizada por los psicólogos Robert Emmons y Michael McCullough, publicada en el Journal of Personality and Social Psichology, se pidió a un grupo de participantes que una vez a la semana durante diez semanas seguidas escribieran cinco cosas por las que sentían agradecidos. Otros grupos de personas debían escribir durante el mismo periodo de tiempo cinco cosas importantes que hubieran sucedido o cinco problemas que hubieran tenido. Los resultados mostraron que quienes se habían centrado en el agradecimiento se sentían más optimistas y más satisfechos con su vida. Pero, además, también su salud había mejorado e, incluso, se habían sentido motivados para hacer el ejercicio.
Otros estudios realizados sobre la gratitud han puesto de manifiesto que esta práctica aporta energía y optimismo, facilita la empatía, la espiritualidad y la indulgencia y matiza los comportamientos materialistas.
Por otro lado, una investigación reciente de las universidades de Pensilvania y Carolina del Norte, publicada en el Journal of Personality and Social Psichology, ha demostrado que la gratitud también influye a las personas a las que les agradecemos su apoyo o ayuda, motivándolas, a su vez, a mostrarse más solidarias y colaboradoras con los demás.

Cinco Razones Básicas para Practicar la Gratitud
Disfrutar de las cosas buenas de la vida. Es cierto que algunas personas pasan por momentos duros y difíciles, pero por algún sitio hay que empezar a construir. Si somos capaces de aislar algo bueno que tenemos o nos sucede, por pequeño que sea, y damos las gracias por ello empezaremos a generar sentimientos de optimismo que, poco a poco, se propagarán por otras áreas de nuestra existencia.
Mejorar nuestra vida social. Una buena manera de conectar con los demás es apreciar a las personas, sus virtudes, sus bondades y las aportaciones que traen a nuestra vida. Si nos acostumbramos a valorar todo aquello que agradecemos a quienes nos rodean, la conexión que se establecerá con esas personas será más profunda y beneficiosa para ambos. A la larga, todo ello revertirá en una vida social más rica y provechosa.
Alejar las emociones negativas. La gratitud es incompatible con emociones que nos empobrecen como la ira, la envidia, la amargura o la codicia. Sentirse afortunados nos vuelve generosos, empáticos y solidarios, y nos ayuda a olvidarnos de hacer esas comparaciones con los demás.
Reforzar la autoestima. Darnos cuenta de nuestros logros nos da una mayor sensación de seguridad y eficacia para con nosotros mismos y nos empuja, al mismo tiempo, a plantearnos nuevos retos. Es un auténtico antídoto contra el papel de víctima que solemos adoptar cuando las cosas no son como nos gustarían. Este personaje, el de la víctima, impide cualquier avance hacia la realización de nuestros sueños, mientras que sentirnos agradecidos nos empuja a valorarnos y creer en nuestras posibilidades.
Afrontar el estrés y las experiencias traumáticas. Ser capaces de valorar lo que tenemos en los peores momentos, en las situaciones más desfavorables, nos ayuda a adaptarnos a las nuevas circunstancias, a reconocer nuestra fuerza y nuestros valores y a seguir adelante con más empuje que nunca.

Cómo ser más agradecido: Ejercicios Prácticos
Realizar pequeños ejercicios de forma regular ayuda a adquirir una mayor capacidad de agradecimiento. Estas son algunas propuestas:
o Mientras duermes. Al acostarte, con la luz apagada, haz un repaso del día, de atrás hacia delante, de la cena al despertar. Piensa en todo aquello que has vivido por lo que puedes dar las gracias, pueden ser grandes cosas o pequeñas, pero todas te ayudarán a programar un buen descanso y a dejar activada la energía de la gratitud. Mientras duermes trabaja en tu beneficio.

o Llevar un diario. Una vez a la semana dedica unos minutos a escribir entre tres y cinco cosas por las que puedes estar agradecido. Pueden ser virtudes que reconoces en ti sin esfuerzo, bienes que aprecias, personas que te rodean y te hacen sentir querido… Pero también puedes mostrar tu aprecio porque el tendero fue generoso al pesar las manzanas que habías comprado o porque alguien te cedió el asiento en el autobús.
Las investigaciones que se han realizado al respecto señalan que este ejercicio llevado a la práctica de manera regular durante un tiempo puede incrementar la sensación de bienestar y felicidad de manera ostensible.
Si escribir es una tarea que no te resulta placentera o fácil, puedes hacer este ejercicio en un lugar tranquilo pasando unos minutos dando las gracias por aquellas cosas que hacen más fácil o mejor tu vida diaria.
o Buscar un aliado. Si te cuesta sentirte afortunado, pídele a un amigo o a un familiar que, de vez en cuando, siempre que te sientas víctima de la situación, se siente a tu lado y te haga una lista de todas aquellas cosas o personas por las que puedes sentirte feliz. La visión de otra persona siempre resulta enriquecedora cuando estamos atascados.
o Escribe cartas de agradecimiento. Piensa en todas las personas que han tenido un papel importante en tu vida: padres, tíos, tías, hermanos, maestros, abuelos, jefes, amigos, vecinos, compañeros de clase… Escribe una carta a esas personas que te han ayudado a ser quien eres y envíasela. También se la puedes leer por teléfono o quedar con ellos y hacerlo en persona. SI no sabes dónde encontrar a esas personas o han fallecido, escribe igualmente la carta y luego quémala o rómpela. Un estudio realizado por la psicóloga Sonja Lyumbomirsky demostró que el simple hecho de escribir cartas de agradecimiento a personas importantes de nuestra vida incrementaba de forma ostensible la sensación de bienestar en los participantes de la investigación.

Sentirse agradecido por lo que tenemos no significa olvidar nuestros sueños o aspiraciones. Todo lo contrario, la gratitud nos impulsa a alcanzar nuevos objetivos.

Averigua cuál es tu nivel de gratitud
Cuestionario para descubrir cuál es el nivel de gratitud en relación con los demás.

Cómo funciona
Se trata de responder a las seis afirmaciones que se proponen más abajo con una de las frases siguientes. Se debe poner el número que corresponde a tu respuesta al lado de cada afirmación.
1. Estoy muy en desacuerdo.
2. Estoy en desacuerdo.
3. Estoy ligeramente en desacuerdo.
4. Ni de acuerdo ni en desacuerdo.
5. Estoy ligeramente de acuerdo.
6. Estoy de acuerdo.
7. Estoy muy de acuerdo.

Las seis afirmaciones
1. Tengo mucho en la vida por lo que estar agradecido.
2. Si tuviera que hacer una lista con todo lo que agradezco, sería una lista muy larga.
3. Cuando observo cómo está el mundo, no veo muchas cosas por las que estar agradecido.
4. Le estoy agradecido a una gran cantidad de personas.
5. A medida que me hago mayor, me veo más capaz de apreciar a las personas, los acontecimientos y las situaciones que han formado parte de mi historia.
6. Puede pasar mucho tiempo hasta que siento agradecimiento por alguien o algo.

Cómo puntuar
• Suma los puntos obtenidos en las afirmaciones 1, 2, 4 y 5.
• Invierte la puntuación de los puntos 3 y 6. Es decir, si puntuaste un 7, pon un 1; si puntuaste un 6, pon un 2… y añade los puntos obtenidos a la suma anterior.

Resultados
• Si has conseguido una puntuación total de 35 puntos o menos, estás entre el 25% de personas menos agradecidas.
• Si has puntuado entre 36 y 38 puntos, estás entre el 50% de personas menos agradecidas.
• Si has logrado 39 puntos o más, te hayas entre el 50% de personas más agradecidas.
• Si has sacado el máximo, 42 puntos, perteneces al 12,5% de personas más agradecidas.

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