CENTRO FÉNIX DE NATUROPATÍA
México - Tel. 2291 185 281
España - Tels. 680 53 75 56 - 965 78 63 38


Hola ! ! !

Más allá de las limitaciones impuestas por la percepción,
existe la certeza de ser lo que nunca perdimos.
El conocimiento de la conciencia de ser
es la única Libertad que tenemos.
Adelante, están invitados.

Bienvenid@s !!!

CIENCIAS ETERNAS


Algunas de las Imágenes que aparecen en este Blog, han sido sacadas de Internet.
Si alguien tiene derechos y quiere que no salgan en este espacio,
nos lo hacen saber y serán retiradas inmediatamente.




martes, marzo 21, 2017

Un Verdadero Despertar - El Inicio de la Transformación del Ser

La gente encuentra, a menudo, dificultades en todo —de hecho, este crear dificultades suele pertenecer al Rasgo Principal. Cada persona tiene un Rasgo Principal, sobre el cual todo descansa. Es como un eje central en torno al cual todo gira en el hombre o la mujer. Cuando una persona intenta olvidarse de sí misma y solo recuerda su propósito, el Rasgo Principal se interpone. En cada decisión, el Rasgo Principal decide. En suma, en lo que respecta al cambio, en transformar el propio Ser, constituye la fuerza más poderosa en nosotros. Cada manifestación es el punto de encuentro de tres fuerzas. La Primera Fuerza es llamada activa y la Segunda Fuerza es una fuerza de resistencia a la fuerza activa, o fuerza oponente. La Segunda Fuerza está en todas las cosas, hasta en la imaginación y en la fantasía donde se supone podemos hacer lo que nos da la gana. Si no fuera por esa fuerza de resistencia, todo estaría sin restricción alguna, sin la necesidad de esfuerzo, sin forma —pero decirlo es absurdo, porque en todo lo que existe, en todo lo que se manifiesta, esta la Segunda Fuerza—. Ahora bien, cuando alguien se hace el propósito de cambiar, su Rasgo Principal se yergue como Segunda Fuerza y le opone resistencia. Pero la gente no se da cuenta que tienen en ellas mismas la Segunda Fuerza. La ven siempre como si estuviera fuera.

La recepción de impresiones negativas acrecienta la Segunda Fuerza. Intentemos ver por qué ocurre así. Una persona, cuyo objeto es acrecentar la conciencia y transformar el Ser, no puede progresar más allá de cierto punto a no ser que detenga las impresiones negativas de los demás. Al recibir y aceptar las impresiones negativas de los otros, de la vida, de todo, se alimenta la parte negativa del Centro Emocional.

Puesto que todos nacemos en medio de gentes dormidas —puesto que papá y mamá y todo el resto estaban dormidos, quedamos contaminados por las emociones negativas—. Inhalamos la atmósfera de aquello que nos rodea desde el nacimiento —y la gente son negativas y gobernadas por las emociones negativas—. Así en nuestra Personalidad adquirida hemos formado un centro adulterado llamado la parte negativa del Centro Emocional. Cuando nacemos el Centro Emocional carece de parte negativa. La validez de ser negativo no es esencial. Es cuestión de la personalidad adquirida. Esta es una introspección maravillosa —un verdadero despertar— el inicio de la transformación del Ser.

Ahora bien, cuando recibimos y aceptamos emociones negativas de otra persona, se acrecienta la fuerza de la parte negativa del Centro Emocional que se ejerce sobre nosotros. Pero no es solo esto lo que ocurre. Repercute sobre nosotros —a saber, la representación de dicha persona en nosotros se vuelve negativa—. Cada persona que conocemos existe en nosotros como representación exterior de los sentidos. El mundo externo es reflejado en nosotros a través de los sentidos por medio del sistema nervioso y sus impulsos, y representado en nosotros como personas, cosas.

La recepción de las impresiones negativas acrecienta la Segunda Fuerza en uno. Acrecienta los enemigos en uno. Ahora bien, si por medio de la observación se llega a ver cómo una impresión negativa tiene la capacidad de actuar en uno y si no se identifica con ella, ni la deja ir a dónde desea entonces te mantiene aparte del resultado compulsivo de dicha impresión. Esta es la magia. Este es el lugar que todos debemos dejar libre en nuestro mundo interior.

Cuando uno se da cuenta que la vida exterior, la gente y las cosas solo vienen en la forma de impresiones, a través de los sentidos, entonces se prepara ese espacio interior, se las deja entrar y se aceptan algunas impresiones y se rechazan otras. Esto es recibir las impresiones conscientemente. Así se comienza a ser un Hombre, y Mujer, Consciente.

Ahora bien, si se recibe y aceptan las inacabables, celosas, envidiosas, desdichadas, impresiones negativas de los eventos de la vida cotidiana y de los demás, se es tan solo una persona dormida. Se está en función de la vida y regido por la vida, siendo consciente de nada.

Leer más...

viernes, marzo 10, 2017

Comprendiendo el Estado de Felicidad

Alguien que siempre tiene exigencias es muy desdichada, porque la propia felicidad depende de que ciertas cosas exteriores sean correctas con arreglo a lo que esperaba, y si no es así se sumerge en la depresión y la negatividad. No le gustan esas personas, tampoco le gustan esas circunstancias, opone reparos a esto o aquello, y así sucesivamente. Tal persona carece de un estado interior suficientemente desarrollado. Tal vez te sorprenda escuchar que se puede encontrar muchas veces la felicidad cuando todas las cosas andan mal.

Si tu felicidad depende de los elogios de otras personas tú eres un artificio. Si tu felicidad depende de ganar dinero, no eres más que una máquina. Si tu felicidad depende de que la gente te trate de acuerdo con la idea que te forjaste de ti mismo, seguro que algo anda mal. Las exigencias no suelen ser una fuente de paz interior. Pensar siempre que las cosas no son como se desean solo puede conducirnos a una continua desdicha y negatividad. Eres tú quien debe despertar y sustentar en ti mismo el secreto de ser feliz. Y ese sustentar significa sellarse a los efectos de los aconteceres exteriores que predominan compulsivamente en ti. Todos nosotros hemos adquirido maneras absurdas y típicas de comportarnos hacia la gente y las condiciones exteriores. Es justamente aquí donde se puede lograr la separación, advirtiendo por medio de la observación de qué modo se está reaccionando en todo momento.

Cuando uno se ha forjado una fuerte imagen de sí mismo es propenso a ser herido por la vida. El auto-retrato es una forma fija de imaginación acerca de uno mismo. Creía ser un buen chico. Naturalmente, como era un buen chico, no podía decir nunca una mentira y, naturalmente, decía muchas mentiras. No podía ver el lado oscuro de mí mismo, lo que yo era en realidad, sino que siempre veía un solo lado debido a la influencia del retrato.

Todo lo que es falso da origen a su opuesto. Ahora ya sabes por qué es preciso aceptar el lado opuesto de nosotros mismos, o el lado oscuro, lo cual significa simplemente que no somos propiamente conscientes de ese lado y no lo aceptamos. La conciencia es la luz. Aquello de lo cual no tenemos exacta conciencia es oscuridad para nosotros.

Un auto-retrato imposibilita ver la realidad y nos impide aceptar aspectos de nosotros mismos que no concuerdan con las imágenes que nos hemos creado. En consecuencia quedamos divididos en un lado iluminado y otro oscuro, y eso crea una marcada falta de armonía. Se suele ver personas que viven siempre en una imagen que han creado de sí mismas y se sienten constantemente heridos o sorprendidos.

¡Con cuánta facilidad nuestra mente es dominada y lastimada, por las cosas exteriores! Ahora bien, cómo puede alguien ser feliz estando lleno falsas creencias adquiridas que actúan sobre él a todo lo largo del día. Merece el esfuerzo comprenderlo mientras se practica la importante disciplina observar muy cuidadosamente lo que nos hiere, lo que destruye toda la felicidad que se es capaz de experimentar. Cuando se ha realizado una buena observación, hay que tratar de darse cuenta si se debió a una imagen de uno mismo que no fue satisfecho por el comportamiento de alguna persona, o un papel que se representó y no fue alabado, o una actitud que era completamente inútil.

Como es sabido, las actitudes son por regla general actitudes negativas desde las cuales juzgamos a las cosas y a la gente. ¿Cómo es posible empezar a ver las cosas como son en realidad, ver a las personas como son verdaderamente si estamos llenos de imágenes y actitudes que nos ciegan? ¿Cómo es posible imaginar que podemos establecer sencillas relaciones si desempeñamos nuestros típicos papeles y nos jactamos de ello?

Comienza por observar tus actitudes y tus comportamientos, y la memoria y el discernimiento que surgen de ello. Por medio de esta observación podemos formar una nueva psicología interior que observe el comportamiento exterior y, a través de ella, llegar a ser cada vez más independientes de los condicionamientos exteriores y de todo cuanto sucede. Así llegamos a comprender de qué depende la felicidad.

Leer más...

miércoles, marzo 08, 2017

Contradicciones Interiores

Si un hombre o una mujer sintiera a todo lo largo de su vida sus contradicciones interiores, no podría vivir y actuar con tanta calma como lo hace ahora. Estarían dominados por continuos roces e inquietudes. En general, uno de los problemas de la humanidad, y quizá de la humanidad moderna en particular, es que nadie se da cuenta de las contradicciones. De resultas de ello, la psicología humana permanece en un nivel bajo de desarrollo, y ya que el desarrollo de la humanidad en su conjunto depende enteramente del desarrollo de cada individuo, es poco probable al parecer la posibilidad de un genuino desarrollo —en todo caso por el momento—. Por esta razón, no es de esperar ningún arreglo mundial.

El nivel de conciencia, de cada quien, atrae la vida —esto es, usted atrae sus problemas y situaciones típicas, y si intenta cambiar las cosas es preciso empezar a trabajar sobre las propias creencias y cambiarlas —esto es, cambiar la clase de persona que es—. Entonces los problemas exteriores y situaciones típicas cambiarán. Cuando uno advierte que las cosas ocurren así, puede tener la seguridad que ya se produjeron algunos cambios. El cambio de conciencia, sin embargo, no es fácil y exige un arduo trabajo y mucha paciencia, y puesto que, cabe decir, la humanidad no trabaja sobre la conciencia, o hasta lo ignora, la misma forma de vida será atraída —o aun una forma peor— y todos los intentos de mejorar la existencia humana fundados en cambios externos fracasarán necesariamente, ya que la humanidad permanece igual a lo que era antes. Pero un individuo puede cambiar su conciencia.

La conciencia de un hombre, la conciencia de una mujer, no puede cambiar más allá de cierto punto, a no ser que se vean las contradicciones. Para cambiar su conciencia, es preciso empezar a darse cuenta de las contradicciones de su vida, por medio de una observación de sus actos directa e imparcial. O, dicho de otra manera, cuando empieza a ver sus contradicciones, su ser ya se está modificando, debido a otra manera de ver el mundo.

Leer más...

jueves, marzo 02, 2017

Esencia y Personalidad

La Esencia desciende a la Tierra y allí se forma para ella un cuerpo físico con sustancias que derivan de ambos padres. De estas sustancias, que constituyen series separadas y distintas de los materiales necesarios para la formación de un cuerpo, algunas son seleccionadas del padre y otras de la madre, siendo el resto desechado. La Esencia es anterior al cuerpo por cuyo medio se pone en contacto con el mundo. Sobre este particular, es preciso corregir nuestro acostumbrado punto de vista que se funda en los sentidos según el cual los padres hacen al niño. Proveen algunos materiales que se elaboran en ellos, y todo lo demás es hecho. La única cosa que cabe decir es que los padres hicieron la unión de las dos series de materiales. Entonces, si una Esencia individual busca manifestarse, resulta de ello un niño.

Ahora bien, la muerte de varios millones de seres, en la forma de espermatozoides, está implicada en el primer contacto de la Esencia con la Tierra. La presencia y la muerte de esta vasta cantidad de células vivientes es al parecer necesaria para que una de ellas pase del cosmos de las células al cosmos del Hombre y alcance así su meta mediante un desarrollo completo. Entendemos que el objeto de la Esencia al descender a la Tierra y buscar un cuerpo es el de permitirle llegar a su completo desarrollo. Pero la Esencia solo puede crecer hasta cierto punto bajo las condiciones existentes y que requieren un alimento especial para un desarrollo ulterior. Cabe tener la seguridad de que ese alimento especial implica la muerte de otra cosa. En este caso implica la muerte de la personalidad. Es preciso comprender aquí que el cuerpo no es la Esencia misma. El cuerpo llega a su completo desarrollo por sí mismo si se le proporciona el alimento físico. Pero no ocurre así con la Esencia, que necesita un alimento espiritual. La historia del desarrollo de la Esencia no es la historia del desarrollo del cuerpo. Un cuerpo completamente desarrollado no significa una Esencia completamente desarrollada.

Primero es la Esencia y el cuerpo solamente. Luego la Esencia es activa. Después se forma gradualmente en torno de la Esencia una cubierta llamada Personalidad que cubre la Esencia. Mientras tanto el cuerpo prosigue creciendo. Por regla general el hombre no alcanza otra etapa. Su cuerpo crece. Su Esencia permanece subdesarrollada después de un breve crecimiento, y la personalidad se ha formado. El centro de atracción del hombre se desplaza cada vez más hacia la parte exterior llamada personalidad que el mundo está formando en él, sobre todo por la imitación. El hombre, por así decir, expresa al exterior lo que no es él. De este modo la personalidad se hace activa y la Esencia se hace pasiva.

Son muy escasos los que después de haberse dirigido hacia el exterior bajo la acción hipnótica del mundo de los sentidos llegan a retornar. El hombre que vive y muere en ese estado, en el cual la personalidad es activa y la Esencia pasiva, es incompleto, está vacío. Tal hombre es, en sentido general, un hombre dormido. El alimento que necesita la Esencia para desarrollarse es la Personalidad que se ha formado en tomo de ella. Pero depende de su comprensión el que la Esencia obtenga su alimento. El hombre debe primero despertar antes que sea posible y para ello debe lograr el conocimiento. Por medio del despertar se siente cada vez menos la personalidad.

En este sentido la personalidad empieza a morir. Muchos aspectos deben morir para que el hombre pueda nacer de nuevo. Así vemos que esos aspectos que forman la población de la personalidad deben disponerse en un orden correcto —a saber, los "aspectos" que pueden despertar deben estar por encima de los que no pueden. Un "aspecto" negativo debe morir. Esto es, debe ser relegado al lugar más alejado y no hay que darle alimento. Somos más lo que más alimentamos. Si amamos más los aspectos negativos los alimentamos más. Al dejar de amar muchos "aspectos" cuya calidad vemos que no nos convienen, dejamos de alimentarlos con nuestra fuerza y empiezan a marchitarse.

Cuando extraemos la fuerza, mediante la no identificación, y comprendemos por qué lo hacemos, la fuerza es retirada de la personalidad y llevada a la Esencia. Por eso es menester atacar la personalidad para debilitarla. La observación sirve para que tengamos conciencia de la personalidad, con todos sus "aspectos", actitudes, defensas, espejos, roles, etc. Si no trabajamos sobre la personalidad usará toda nuestra fuerza para sí misma y no dará nada a la Esencia. La Esencia, que en realidad es nuestro ser, pasará hambre. Si no hacemos nada con la personalidad seguiremos siendo en consecuencia casas sin terminar, gentes dormidas en nosotros mismos, y como tales, ya que fuimos creados como organismos capaces de desarrollo propio, resultaremos experimentos inútiles, fracasos, sea cual fuere nuestro lugar en el mundo. La Esencia fue puesta en conexión con un cuerpo, el cuerpo ha crecido. La Esencia ha crecido un poco y la personalidad la rodeó. Todo está preparado ahora para el desarrollo de si mediante la muerte de la personalidad. Es en esta etapa en la que el desarrollo de si puede empezar. Por regla general, ninguna otra cosa tiene lugar. El hombre vive y muere como una semilla —dormido en un mundo de gentes dormidas—. Pero no se da cuenta que las cosas suceden así, aunque lo haya oído decir muchas veces.

Leer más...

martes, febrero 28, 2017

Mentira Principal

El orgullo y el deseo no pueden darse por separado. El orgullo es una manifestación del egoísmo y el deseo es una manifestación de ambos.

El deseo de la personalidad ha de ser sacrificado. Una persona suele poner objeciones a una cosa y reparos a otra, o exigir una cosa, o reivindicar algo antes de aceptar cosa alguna. Son todas estas manifestaciones de la personalidad bajo el aspecto del orgullo de si, del egoísmo y del deseo.

La personalidad adquirida dirige nuestra vida. Lo difícil para una persona, ya sea hombre o mujer, es no discernir durante mucho tiempo que esto es así. Los seres humanos, es curioso observarlo, o presumen de ser orgullosos o dicen que no tienen orgullo alguno. El orgullo está en todos pero en algunos el Rasgo Principal está conectado directamente con dicho orgullo y en otros tan solo indirectamente. El orgullo es una cualidad latente en todos nosotros cuya observación no es fácil, pero suele levantar una barrera muy solida contra todo adelanto en el desarrollo interior.

Justificamos nuestro orgullo muy fácilmente, pero cuando por medio de la percepción interior empezamos a saborear esta fría, dura e inquebrantable cualidad nos damos cuenta de la importancia de suavizarla y de ponernos en el lugar de aquellos a quienes condenamos debido a nuestro orgullo sintiéndonos mejores que ellos.

Ahora bien, supongamos que contemplas al orgullo como una experiencia personal diaria por medio de la observación. Entonces ves a uno de esos dos gigantes, el orgullo y la vanidad, que andan delante de nosotros y deciden nuestra vida.

Si ya empiezas a comprender verás que se debe luchar contra el orgullo, en cualquiera de las formas en las cuales se expresa en tu vida. Recuerda que el orgullo suele resultar el origen del Rasgo Principal. Entonces oirás, comprenderás y acatarás una nueva manera de actuar lo que manifestará un nuevo nivel de conciencia, y esto hará de ti una persona nueva.

Este trabajo no añade a lo que eres ahora, sino que es una transformación. Esta toma de conciencia te va a cambiar, no agrega algo en ti tal como eres, sino que cambia completamente lo que eres ahora. No se puede hacer este trabajo y seguir siendo la misma persona.

Leer más...

sábado, febrero 25, 2017

Desarrollo Interior del Hombre

El desarrollo espiritual, la comprensión espiritual, es algo que se sustrae a los hechos puntuales de los sentidos. El desarrollo interior del hombre no se realizará a través de la ciencia y nunca lo será a no ser que los descubrimientos de la ciencia observen el aspecto espiritual. Es la comprensión espiritual lo que eleva a un hombre por encima del nivel sensorial de la mente.

Un hombre gobernado por sus sentidos, que solo cree en las realidades que le muestran sus cinco sentidos y se niega a creer que él puede ser otra cosa, algo que esté por encima de la realidad física, un hombre que cree que la naturaleza se creó a sí misma accidentalmente —que el átomo de una manera u otra llego a existir con sus terribles fuerzas encadenadas— tal hombre está muerto en sí mismo. Esta muerto espiritualmente.

El poder del evidente mundo externo junto con el poder de la ciencia hace creer que la dirección del desarrollo del hombre está fuera de él si quiere investigar y controlar la materia.

Un hombre sensorial es aquel que solo sigue lo que ve y carece de las ideas que pueden desarrollar la comprensión, personifica al hombre que muere o es muerto. Esto no se refiere a la muerte física. Se refiere al alma, al lado espiritual del hombre —porque un hombre puede estar espiritualmente muerto y físicamente vivo, cuando vive en contra de sí mismo, esto es, en contra de su alma—

Un hombre que encuentra una nueva vida en sí mismo, un nuevo significado, empezará a vivir de un modo diferente en medio de la vida porque ya no vive más desde sí mismo, desde su voluntad de sí, sino desde una serie de ideas que nada tienen que ver con la vida externa sino que se refiere al desarrollo interior de su propia alma hacia un nivel más elevado. Por eso se dice que si un hombre que ha vivido de cualquier manera y su alma sub-desarrollada que, casi como la de un animal, es la principal sede de su deseo y amor de sí —si tal hombre cambia, entonces "todas las transgresiones que cometió, no le serán recordadas; en su justicia que hizo vivirá". (Ezequiel, XVIII, 22.)

Somos, en suma, un acopio de hábitos. Esto es, somos simplemente maquinas. Decimos las mismas cosas una y otra vez, reaccionamos contra los mismos sucesos de la misma manera, nos encolerizamos del mismo modo, llegamos a ser negativos de la misma manera. Todo esto nos mantiene en un estado de sueño, en un nivel inferior de conciencia al que estamos destinados por derecho alcanzar.

Leer más...

martes, febrero 21, 2017

Cambiar el Nivel de Conciencia

"¿Cómo podemos cambiar nuestro nivel de conciencia? ¿Qué tenemos que hacer para cambiar el nivel de conciencia que tenemos?" Debemos practicar la no identificación, y la no identificación empieza con no identificarse con lo que uno mismo cree ser.
¿Cuál será el resultado? Encontrarás lo que es la bienaventuranza. Encontrarás un enorme alivio, una extraña clase de felicidad al no tener que mantener una idea de sí mismo con la cual antes estabas tan identificado. Ahora bien, tienes aquí un método práctico y directo para cambiar tu nivel de conciencia. Es una cosa buena cuando una persona alcanza esa etapa en que se da cuenta que puedes hacer algo absolutamente práctico y que todas las frases, las formulaciones que has visto durante tanto tiempo, son verdaderas instrucciones relativas a lo que deben hacer para cambiar el nivel de conciencia en el que está involucrado compulsivamente.


El siguiente paso es poner fin a las cuentas internas. ¿Cuando te sientes resentido no estás haciendo acaso cuentas internas? ¿No estás considerando internamente? Un hombre lleno de sí mismo, un hombre completamente identificado consigo mismo, es un hombre que no será capaz de alcanzar este diferente nivel de conciencia donde diferentes influencias obran sobre él y satisfarán esa extraordinaria falta de felicidad interior que todo hombre, si es honrado, sabe que está sufriendo. Ahora bien, si un hombre puede observarse a sí mismo y dejar de identificarse tanto consigo mismo y con las imágenes de sí mismo y con su vanidad, será capaz de practicar la mansedumbre en el verdadero sentido de la palabra griega, esto es, no experimentará ningún resentimiento cuando la gente no se comporta con él como cree que ha de comportarse, es decir, no exigirá tantas cuentas internas a los demás. El significado es cancelar completamente.

Cada uno tiene que llegar a ser más consciente de lo que ahora es. Cada uno, ya sea hombre o mujer, puede vivir más conscientemente de lo que vive ahora. Cada uno puede sentir la fuerza del Intento que penetra en los asuntos comunes del día. Puedes hacer ese Intento, recuérdalo.
Puedo recordarme a mí mismo según mi propio nivel; puedo separarme de mis emociones negativas según mi propio estado y mi propio nivel; puedo detener el hacer cuentas internas; puedo practicar la no identificación; puedo poner término a las fantasías; puedo detener la autojustificación; y así sucesivamente. Y aun cuando lo hagas por un breve instante, si lo puedes hacer cambiarás tu nivel de conciencia, no hacia abajo, sino hacia lo alto, no hacia lo exterior, sino hacia lo interior, y así te pondrás bajo diferentes influencias, mejores influencias, influencias que, en otras palabras, pertenecen a su próximo nivel de conciencia, ese próximo nivel de conciencia que está cerca y por encima de ti. Pero nunca llegarás a ese próximo nivel de conciencia a menos que practiques el Intento y no lo puedes practicar a no ser que sientas su bendición y así empieces a valorarlo como si fuera una de las cosas más importantes que has encontrado en la vida, porque si no lo valoras y si no ves que se trata de algo nunca antes has hecho en la vida, pasarás simplemente a tu nivel ordinario de conciencia, a tu estado compulsivo, y te convertirás en un hombre agobiado, deformado e inútil.

Por eso, al final del día, pregúntate otra vez lo que tantas veces has de repetirte: ¿Qué intento he efectuado hoy sobre mí mismo? ¿Qué cosas he observado sobre mí mismo? ¿He estado muy identificado? ¿Cuánto de negativo he estado? ¿He hecho cuentas a los otros criticándoles, creyéndome superior a ellos, pensando que son unos imbéciles? ¿He notado mis formas de imaginación y he dado rienda suelta a mi imaginación? ¿He estado lleno de autocompasión? ¿Me he entregado a la tristeza y a la depresión y he sido inútil para los demás? ¿He hablado solo compulsivamente y he dicho cosas sin sentido cuando podía ser más consciente? ¿Fui derrotado por el día o he derrotado al día? ¿Estuve en todo momento perdiendo fuerza o he ganado fuerza? ¿Tengo el sentimiento de haber hecho otra cosa que vivir meramente el día y oponerle objeciones? ¿Fui hacia el día o el día hizo que yo fuera hacia él?

En todas estas cuestiones se verá la gran diferencia que hay entre vivir compulsivamente y vivir la vida más conscientemente. Todos sufrimos en nuestro nivel de conciencia. Hemos de comprender que nosotros mismos tenemos que hacer algo, cada uno de nosotros. La manera autómata en que entendemos todo caracteriza nuestro nivel de conciencia. Es preciso tomar las cosas diferentemente y aquí se nos muestra de qué modo hemos de empezar a hacerlo. Y aún cuando una persona se ha comportado mal, aún cuando se haya entregada a las emociones negativas y aún a peores experiencias, aún cuando haya reaccionado compulsivamente, puede retroceder y discernir en qué lugar se dejó dominar por el espejismo y de algún modo corregirlo, y recordar que la próxima vez puede vivir más conscientemente.

Leer más...

lunes, febrero 20, 2017

La Personalidad Humana

Antes del nacimiento, todas las influencias que actúan sobre el feto son de origen humano o sobrehumano. Después del nacimiento, las primeras influencias son de carácter animal (instinto). Hay unas que conciernen principalmente al calor y al alimento y vienen de la madre. Después de algunas semanas, el niño empieza a darse cuenta de su propio cuerpo, pero primero con las funciones animales y vegetativas; y sólo mucho después empieza a reconocer los objetos materiales y a adquirir una relación con el mundo inanimado. Se puede decir que la encarnación del espíritu humano no es completa sino hasta que reconoce el mundo material como el ambiente en que ha de desarrollarse el modelo de su vida en la tierra.

El mundo de nuestra experiencia familiar, es el de los objetos materiales, incluyendo por supuesto los animales vivos y los cuerpos humanos, pero éste no es el mundo en que entra el niño recién nacido. Ese mundo no es visible y tangible, pues el niño no sabe aún lo que son la vista y el tacto. Está formado por una serie de mundos compuestos de esencias humanas animales y vegetales, en las que operan fuerzas que no pueden reducirse al trabajo de los átomos y de los quantum.

No estamos aún preparados para examinar estos mundos invisibles, y tenemos que pasar al período en que aparece la experiencia común del hombre como persona. El niño recién nacido es impersonal, pero muy pronto los que le rodean empiezan a expresar reacciones personales. De ellas aprende que sus llantos llaman su atención y atraen su interés hacia él como persona. Así se forma poco a poco una nueva personalidad. Es una construcción artificial producida por influencias completamente distintas de las que formaron la esencia. La personalidad comprende todo lo que uno aprende del mundo exterior; y puesto que el niño aprende principalmente de otras personas, o con su ayuda, la personalidad lleva inevitablemente el sello de todas las demás personalidades que ha entrado en contacto durante sus años formativos.

Los principales instrumentos de la personalidad, son el mecanismo asociativo de los hemisferios cerebrales, que es lo que llamamos usualmente "cerebro", juntamente con el complejo aparato de las reacciones emocionales e instintivas, que proporciona el sistema nervioso autónomo y las glándulas endocrinas. El cerebro está provisto de medios para almacenar impresiones sensoriales, y para separarlas y clasificarlas con ayuda de signos.

Los signos toman la forma de lenguaje, que el niño aprende también de otras personas. Aunque las impresiones de los sentidos se reciben directamente, pasan a ser una forma de memoria utilizable casi completamente en virtud de lo que se aprende de otros. De este modo, la capacidad innata de la esencia para percibir el mundo real es suplantada y reemplazada gradualmente por la acción de pensar sobre las impresiones de los sentidos, con ayuda del lenguaje.

Leer más...

sábado, febrero 18, 2017

Desarrollando el Amor

Las emociones positivas se caracterizan porque nunca se convierten en opuestos puesto que incluyen a todos los opuestos. Lo que llamamos amor puede tornarse en antipatía, en sospechas, en celos o aborrecimiento al momento. El amor quiere decir una emoción positiva y no conocemos las emociones positivas. Conocemos tan solo las emociones que se convierten rápidamente en sus opuestos, y a menudo lo hacen con la velocidad del rayo. Lo llamamos amor pero no es amor. Es vanidad. Cuando un hombre empieza a darse cuenta que no puede amar tal como es, entonces esta al menos más cerca de la verdad. Ya no es más un insensato. Se ha librado por lo menos de una parte de su imaginación, una parte de su egoísmo, se está liberando de sus máscaras, y de esta manera está más cerca del amor consciente. Lo que pasa por amor en este mundo es todo imaginación. Lo que la gente llama amor es por lo general amor de sí mismo satisfecho.

Algunas personas que, desde luego, desaprueban estas palabras están seguras de conocer lo que es el amor aun cuando son aparentemente tristes o desdichadas. No podemos forjarnos ninguna concepción de un "desarrollo del amor" sin un desarrollo de conciencia. Es necesario un posible desarrollo de conciencia en el Hombre; el hombre, tal como es, no es propiamente consciente. El amor debe llegar a ser consciente, no ser una pasión. El Hombre está dormido. En él todo está mezclado con sueños, con la imaginación y con emociones negativas, a las cuales se aferra más que a ninguna otra cosa. Gran parte de su vida tiene lugar en su imaginación. Es subjetivo y está gobernado en especial por el egoísmo —esa falsa personalidad que no es él mismo y a quien tiene que obedecer—. Tal como es no puede discernir nada. Pero un hombre que llega a un estado más elevado de la conciencia de su propio egoísmo está en un estado muy diferente. Si llega a alcanzar ese estado ve todas las cosas tal como son en realidad. Ya no está más en los significados subjetivos personales. Es objetivo y así universal. Puede incluir a todas las cosas en sí mismo. Esto sucede cuando un hombre llega a ser consciente en la parte más elevada o más verdadera de si —esto es, en el "Yo Real"—. Tal hombre comprendería qué es el amor. Pero un hombre que está viviendo en el egoísmo de su propio auto-centramiento, en el que solo ocurren pequeñas emociones de sí parciales, no puede hacerlo. ¿Cómo podría tal hombre, tan lleno de prejuicios, con un alma tan pequeña, tan egoísta, tan negativo, comprender qué es el amor —un hombre que mira con desprecio a los otros si no pertenecen al mismo club, y que rechazan a todo hombre que pertenece a una religión o una nación diferente?

Leer más...

lunes, enero 02, 2017

El Mundo del Hombre

De acuerdo con esta terminología, se considera que el psiquismo general del hombre en su forma definitiva es el resultado de la conformidad con los tres mundos independientes:
El primero es el mundo exterior; o sea, todo lo que existe fuera de él, pero que él puede ver y sentir; así como lo que es invisible e intangible para él. El segundo es el mundo interior; es decir, todos los procesos automáticos de su naturaleza y las repercusiones mecánicas de estos procesos. El tercero es su propio mundo, que no depende ni de su mundo exterior ni de su mundo interior; es decir; que es independiente de los caprichos de los procesos que fluyen en él, así como de las imperfecciones en esos procesos que los ocasionan.

Un hombre que no posee su propio mundo nunca puede hacer nada a iniciativa propia: todas sus acciones se hacen en él; sólo puede tener su propia iniciativa para percepciones y manifestaciones aquel en cuya presencia común se ha formado, de manera independiente e intencional, el conjunto de factores necesario para el funcionamiento del tercer mundo.

De esta manera, es completamente obvio que el secreto de la existencia humana radica en la diferencia en la formación de los factores necesarios para esas tres funciones relativamente independientes del psiquismo general del hombre. Esta diferencia consiste únicamente en que los factores de los primeros dos conjuntos se forman por sí mismos, conforme a leyes, como resultado de causas fortuitas que no dependen de ellos, mientras que los factores del tercer conjunto se forman exclusivamente por una combinación intencional de las funciones de los otros dos.

Leer más...