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CIENCIAS ETERNAS


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jueves, agosto 31, 2017

Empieza a Liberarte de la Emociones Negativas

El control de las emociones es una cosa dificilísima. Es una parte importantísima de la observación de sí, pero no podemos empezar con el control de las emociones, porque no entendemos bastante acerca de las emociones. Lo único que podemos hacer desde el principio mismo de la observación de la función emocional es tratar de detener una manifestación particular en nosotros mismos. Debemos tratar de detener la manifestación de las emociones desagradables. Para mucha gente, ésta es una de las cosas más difíciles, porque las emociones desagradables se expresan con tanta rapidez y facilidad que no es posible atraparlas. Empero, a no ser que lo intentes, no podrás realmente observarte, de modo que desde el principio mismo, cuando observes las emociones, deberás tratar de detener la expresión de las emociones desagradables. Este es el primer paso. A todas las emociones desagradables, violentas o depresivas, las llamamos emociones negativas.

El primer paso es tratar de no expresar estas emociones negativas; el segundo paso es el estudio de las emociones negativas mismas, haciendo listas de ellas, hallando sus conexiones (porque algunas de ellas son simples y algunas son compuestas) y tratando de entender que son absolutamente inútiles. Suena extraño, pero es importantísimo entender que todas las emociones negativas son absolutamente inútiles: no sirven a ningún propósito útil, no nos familiarizan con cosas nuevas ni nos aproximan a cosas nuevas, no nos dan energía; sólo desperdician energía y crean ilusiones desagradables. Incluso, pueden destruir la salud física.

En tercer lugar, después de algún tiempo de estudio y observación, podemos llegar a la conclusión de que podemos liberarnos de las emociones negativas, de que no, son obligatorias. De hecho, no hay un centro real de las emociones negativas, sino que éstas pertenecen a un centro artificial en nosotros, que creamos en la infancia, imitando a la gente con emociones negativas que nos rodea. La gente incluso enseña a los niños a expresar emociones negativas. Entonces, los niños aprenden aún más por imitación; imitan a los niños mayores, los niños mayores imitan a los adultos, y de ese modo, en edad muy temprana, se convierten en profesores de emociones negativas.

Es una gran liberación cuando empezamos a entender que no hay emociones negativas obligatorias. Nacimos sin ellas, pero por alguna razón desconocida nos enseñamos emociones negativas.

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lunes, agosto 28, 2017

El Trabajo de Darse Cuenta

Sólo hay que poder ser consciente de las propias funciones instintivas de los sentidos. El trabajo instintivo interior no necesita volverse consciente. Es consciente por sí, independientemente de la función intelectual, y no hay necesidad de acrecentar esto. Debemos tratar de volvernos conscientes de nosotros mismos como nos vemos, no de nuestras funciones interiores. Después de algún tiempo podemos volvernos conscientes de ciertas funciones interiores de las que es útil ser conscientes; pero no todavía.

No se trata de adquirir sentimientos nuevos. Sólo de clasificar mejor las impresiones corrientes, las cosas corrientes que obtenemos de la vida, de la gente, de todo.

Cuando aprendemos algo, como conducir un vehículo, la función intelectual le dice a la función motora qué hacer, y cuando es eficiente, la función motora trabaja por sí misma. Primero, se aprende a través de la función intelectual.

Un mejor estado sólo puede alcanzarse mediante esfuerzo directo, tratando tan sólo de ser más consciente, preguntándote lo más a menudo posible: "¿Yo soy consciente o no?"

Estudiando al hombre en su actual estado de sueño, ausencia de unidad, automatismo y falta de control, hallamos varias otras funciones equivocadas que son el resultado de su estado: en particular, mentirse y mentir a los demás todo el tiempo. La psicología del hombre corriente podría incluso llamarse el estudio de la mentira, porque el hombre miente más que cualquier otra cosa; de hecho, no puede decir la verdad. No es tan simple decir la verdad; uno ha de aprender cómo hacerlo, y a veces eso insume un tiempo muy prolongado.

Mentir es pensar o hablar sobre cosas que uno no conoce; éste es el principio de la mentira. No significa mentira intencional: contar cuentos, como por ejemplo, decir que hay un oso en la otra habitación. Puedes ir a la otra habitación y ver que en ella no hay ningún oso. Pero si se observan todas las teorías que la gente esgrime sobre un tópico dado, sin conocer nada de ello, se verá dónde comienza la mentira. El hombre no se conoce, no conoce nada; empero, tiene teorías sobre todo. Estas teorías son mentira en su mayoría.

Para casi todo, se tienen métodos de verificación. Pero primero se debe saber qué se puede conocer y qué no. Eso ayuda a la verificación. Si se empieza con eso, pronto se escucharán mentiras, incluso sin pensar. Las mentiras tienen un sonido diferente, particularmente las mentiras sobre cosas que no podemos saber.

Recordarse significa lo mismo que ser consciente de uno mismo: "yo soy". A veces sucede por sí mismo; es una sensación muy extraña. No es una función, no es pensar, no es sentir; es un diferente estado de conciencia.

Simplemente, observa, sin suposición alguna, y observa sólo lo que puedes ver. Durante largo tiempo sólo tienes que observar y tratar de averiguar lo que puedas acerca de las funciones intelectuales, emocionales, instintivas y motoras. A partir de esto, puedes llegar a la conclusión de que tienes cuatro mentes definidas: no sólo una mente sino cuatro diferentes. Una mente controla las funciones intelectuales, otra mente muy diferente controla las funciones emocionales, una tercera controla las funciones instintivas, y una cuarta, asimismo muy diferente, controla las funciones motoras. Las llamamos centros: centro intelectual, centro emocional, centro motor y centro instintivo. Son enteramente independientes. Cada centro tiene su propia memoria, su propia imaginación y su propia voluntad.

Lo que llamamos nuestra voluntad, en el sentido corriente, es sólo el resultado de los deseos. Los resultados a veces alcanzan una línea definida de acción, y en otras ocasiones no puede alcanzar línea definida alguna, porque un deseo va por un camino y otro por otro, y no podemos decidir qué hacer. Este es nuestro estado usual. Ciertamente, nuestro designio futuro debe ser llegar a la unidad en vez de ser muchos, como lo somos ahora, porque a fin de hacer algo correctamente, de conocer algo correctamente, de arribar a alguna parte, debemos llegar a ser uno solo. Esta es una meta muy distante, y no podemos empezar a aproximarnos a ella hasta que nos conozcamos, porque, en el estado en que ahora nos hallamos, nuestra ignorancia sobre nosotros mismos es tal que, cuando la vemos, empezamos a aterrorizarnos de no poder encontrar nuestro camino en parte alguna.

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domingo, agosto 20, 2017

Atención Interna y Externa de la Conciencia

La idea de poner la conciencia en diferentes partes del cuerpo es una práctica que bien podríamos convertir en un hábito.

La observación de lo que causa las emociones negativas es siempre útil. Es extremadamente difícil observar sus causas, sin incurrir en el error de analizar. El intento de hallar las causas es analizar. Sin embargo, es imprescindible no analizar lo que observamos en nosotros mismos, sino solamente observar, reparar, darnos cuenta de tener percepción de nuestros estados interiores. Este proceder se basa en la enseñanza de que el llevar una cosa a la conciencia es empezar a cambiarla.

Por lo que respecta al Centro Intelectual, observamos, reparamos, llegamos a ser conscientes y a tener percepción de las clases de pensamiento que se suceden en este centro y en qué lugar nos identificamos con ellos. En el caso del Centro Emocional, observamos el sabor de las emociones y si nos identificamos con ellas o no. En el caso del Centro Motor, observamos la tensión de los músculos, las posturas y expresiones tensas, como fruncir el ceño, apretar los puños, las prisas, las palmadas nerviosas, el golpear las puertas, todo lo cual no es solo una pérdida de energía sino que influye sobre los demás centros. Por ejemplo, si una persona siempre pone mal gesto, esto puede ser causa de sus estados negativos. Su representación en términos musculares induce su emoción correspondiente. Cada emoción tiene una representación correspondiente en el Centro Motor. Por ejemplo, las emociones desagradables —odio, celos, sospechas, envidia, etc.— están representadas por músculos faciales contraídos y miembros tensos. Las emociones agradables relajan los músculos, la alegría extiende los miembros, y no solo lo hacen, sino que influyen beneficiosamente en todo el trabajo interior del cuerpo, las secreciones internas, y en todo lo demás. Las emociones negativas contraen y cierran: las emociones placenteras relajan y abren. En general la emoción es causa de la expresión, pero la expresión puede ser causa de la emoción —esto es, el Centro Motor puede influir sobre el estado emocional y viceversa. En este sentido algunas personas tienen un Centro Motor muy defectuoso. Tienen, por así decir, una expresión de superioridad o de aburrimiento, o de malhumor, ya que sus posturas son rígidas y tensas. Por lo tanto, para que esas personas puedan cambiar es necesario que empiecen modificando su estado, su postura, su cuerpo desmañado, sus expresiones faciales habituales.

Es importante practicar la relajación. En algunas situaciones es la única cosa que nos es dable practicar, tan solo relajarse y no pensar. Hay que empezar con los pequeños músculos de la cara. Pero, para relajar los músculos de la cara es necesario tener conciencia de que están tensos o contraídos. Un músculo puede estar tenso sin contraerse visiblemente. Puede hallarse en un estado de tono elevado que es innecesario, y provocar una pérdida de energía.

Cuando se dice de una persona que esta "excitada" o alguna frase similar, si se la examina, se suele hallar que todos sus reflejos son demasiado vivos, lo cual significa una fuerte tensión de los músculos que son mantenidos demasiado tiempo distendidos y así pierden fuerza.

Si bien no es fácil cambiar los hábitos de pensamiento y los hábitos emocionales, sino que es más fácil cambiar los hábitos de movimiento y de postura corporal. Es por eso que a no ser que el trabajo sobre el Centro Intelectual y el Centro Emocional no sean acompañados con el trabajo sobre el Centro Motor, no hay manera de esperar resultado alguno.

En suma, una mente cambiada es más poderosa que un Centro Motor cambiado. Y por lo que respecta los grados superiores de la comprensión mental y emocional, el Centro Motor no puede ensenarlos. De hecho, ellos son los únicos que pueden, una vez despiertos, enseñar al Centro Motor, lo cual concluye en una perfecta comprensión.

La atención dirigida que se practica, digamos, unos cinco minutos, colocando la conciencia en cada parte del cuerpo, empezando con los músculos de la cara, producirá resultados definidos en cualquier momento cuando se realiza con el fin de prevenir un periodo difícil de identificación. Dirigir la propia atención al Centro Intelectual o al Emocional exige atención interna. La atención interna empieza con la observación de sí. Colocar la conciencia en la tensión muscular del cuerpo es a la vez atención interna y externa. Se empieza, digamos, colocando la conciencia en el pulgar derecho, luego se la traslada al izquierdo, y así sucesivamente.

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lunes, julio 31, 2017

Leyes Universales que Influyen en el Ser Humano

Un hombre inconsciente no puede convertirse espontáneamente en Hombre Consciente. La conciencia del Hombre Consciente no sucede automáticamente. El hombre inconsciente sigue siendo un hombre maquinal toda su vida hasta que empiece a trabajar sobre si y se dé los combates necesarios para despertar.

El Hombre puede estar bajo diferentes órdenes de leyes. La más baja es la Ley de Accidente. Esta incluye a toda la gente inconsciente, buena o mala en el sentido ordinario. Un hombre puede estar bajo la Ley de Accidente, o puede estar bajo la Ley de su Destino, o puede estar bajo la Ley de Voluntad. Un Hombre consciente está bajo la Ley de Voluntad.

El hombre inconsciente es una máquina que reacciona siempre de la misma manera a los estímulos externos.

Solo un hombre que empieza a conocerse y trabajar sobre si cabe decir que posee un "Yo Real”, y una Voluntad Real. Solo por el crecimiento de la Esencia, que es lo que le pertenece, un hombre puede pasar de estar bajo la influencia de la Ley de Accidente a la Ley de Destino.

Un hombre inconsciente, reacciona desde la Personalidad, la cual no le pertenece. La Personalidad esta bajo más leyes que la Esencia. La Personalidad está bajo 48 órdenes de leyes y la Falsa Personalidad bajo 96. La Esencia esta bajo 24 órdenes de leyes, y un correcto desarrollo y crecimiento de la Esencia le puede al de un hombre que está solo bajo 24 órdenes de leyes —las leyes del Sol─. Entonces, ese hombre, está bajo la Ley de Voluntad.

Un hombre posee dos cosas: Lo que le pertenece realmente y lo que cree que pertenecerle. Se trata de lo que es real y lo que es irreal. La Esencia es la parte real en comparación con la Personalidad que es irreal. Existe siempre lo que pertenece al hombre y lo que no le pertenece. El crecimiento de lo que le pertenece significa un desarrollo de la Esencia. El crecimiento de lo que en realidad no pertenece al hombre significa el crecimiento de la Personalidad.

La Esencia es lo que siempre pertenece a un hombre. La Personalidad es lo que ha adquirido de su contacto con la vida externa. Solo lo que le pertenece puede producir el crecimiento de la Esencia. Si nos empeñamos en una dirección que no es nuestra, nos hallaremos, pues, en un lugar de nuestro interior que nos es realmente extraño y hasta hostil. No obstante, el crecimiento de lo que nos es propio, el crecimiento de nuestra Esencia, significa el crecimiento de la propia comprensión, porque la comprensión nos pertenece, y el crecimiento de la comprensión significa el crecimiento de la conciencia.

El término "conciencia" no tiene significado alguno a no ser que sea conciencia de algo, y al decir esto se percibe cierto estado de conciencia, que parece no tener contenido, sin embargo, tiene un contenido comparable al sentimiento del “yo” liberado de sus ataduras externas, un “yo” liberado de la identificación.

Un desarrollo de la conciencia es un desarrollo del significado. Es ver mil cosas donde antes solo se veía una. Es ver mil conexiones donde primeramente solo se veía una conexión. Es ver mil significados distintos donde antes solo se percibía un solo significado. Es este acrecentamiento de la riqueza interior lo que denota un aumento de conciencia. La conciencia es Luz. Un aumento de conciencia ilumina cada vez más. En vez de ver únicamente la mesa se ve toda la habitación, y luego se ve la casa en la que está la habitación y así sucesivamente.

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martes, junio 27, 2017

Las Actitudes Configuran la Falsa Personalidad

La Falsa Personalidad nos procura una existencia enteramente irreal y solo nos atrae cosas irreales. Hace que uno se identifique con lo que no es uno mismo.

Es un gran obstáculo tener una larga descendencia. La gente suele identificarse con sus antepasados y sin embargo nacen en el mundo, completamente libres de sus antepasados. La verdadera Esencia viene al mundo completamente separada de las condiciones en las cuales haya podido nacer y ser concebido. Si uno se siente orgulloso de su origen en el Tiempo y el Espacio nunca podrá llegar a su verdadero Ser.

Es preciso comprender que no nacemos por medio de nuestros padres sino que nuestra Esencia nos viene de las estrellas como algo por completo independiente de nuestro origen. En otras palabras, lo que tenemos que comprender es que descendemos de un origen por entero diferente.

Esa curiosa cosa que se llama Falsa Personalidad es capaz de hacemos sentir que somos algo porque hemos tenido en una época, o en otra, a un antepasado muy distinguido, muy notorio que cometió varios crímenes y creo a la policía muchas dificultades. La Falsa Personalidad es una cosa extraordinaria, digna de ser estudiada tanto en uno mismo como en las otras personas.

Las actitudes son en nosotros cosas irreales. Cada uno tiene ciertas actitudes, o puntos de vista, inculcados desde los cuales contemplan a todas las demás personas y también a sí mismos.

Las actitudes son cosas muy difíciles de observar en uno mismo. Fueron establecidas en nosotros en una edad muy temprana, mediante lo que nos han enseñado y son, hablando prácticamente, casi siempre actitudes negativas. Lo que la gente denomina una buena educación es lo que da a una persona sus características actitudes negativas y cuando esas actitudes negativas fueron implantadas correctamente se dice que dicha persona es bien educada.

Ahora bien, las actitudes negativas se fijan gradualmente en nosotros y luego se convierten en escudos. Una actitud típica, a menos que se la rehúya, se establece gradualmente, por así decirlo, y al cristalizar se convierte en una defensa. Una vez que se ha convertido en defensa es muy difícil de percibir. Un escudo, o defensa, es lo que nos impide ver las contradicciones en nosotros mismos. Es por eso por lo cual un hombre con muchos escudos tiene a menudo tanto éxito en la vida. Parece gozar de fuerte voluntad. Sus defensas le impiden ver que hay algo que anda mal en él, y sin embargo tal hombre es un hombre muy débil, situado en un lugar muy bajo en el Escala de Ser.

Transformar esta manera de ser requiere que empezamos con un impersonal estudio sobre uno mismo. Con la idea de que es preciso lograr el conocimiento de nuestro Ser. Evidentemente, solo se puede lograr adoptando un nuevo punto de vista y al mismo tiempo examinándose conscientemente, advirtiendo cómo se habla y se comporta uno y así sucesivamente. Este es un movimiento orientado hacia el interior. Solo de esta manera un hombre puede separarse de sí mismo. Una parte de la práctica de este auto-estudio consciente es la de observar nuestras actitudes.

Cuando llegamos al punto de ser capaces de observar nuestras actitudes, esto pone en nosotros algo en movimiento que nos conduce a algo extraño, a nuevos pensamientos y sentimientos.

En general, damos por sentado lo que somos y así nunca vemos que nuestro estado de Ser atrae en todo momento lo que nos sucede.

Nuestras actitudes son casi siempre actitudes negativas por cuyo medio nos distinguimos de los demás y así estimulamos esa falsa concepción de nosotros mismos denominada Falsa Personalidad. Es menester observar y conocer todas nuestras actitudes vengativas. En cierto sentido solemos observar nuestras actitudes negativas pero las consideramos como si fueran perfectamente justas. Pero, lo que importa aquí es que en realidad no vemos que son actitudes implantadas en nosotros por nuestra educación y por imitación y que en verdad no son en absoluto nosotros mismos. No solo debemos observar sino conocer muy bien en nuestra memoria que son definitiva y permanentemente nuestras actitudes. Las actitudes negativas nunca producen beneficio alguno, simplemente nos vacían. Y una vez que nos damos cuenta de ello ya no tenemos derecho ni excusa para identificarnos con ellas.

Las actitudes nunca piensan. Obran automáticamente. Se asemejan a lugares endurecidos en el Centro Intelectual, a pensamientos cristalizados, y ya que son casi siempre negativas terminan por convertirse en escudos.

Cuando una persona habla desde sus opiniones fijas, quien le escucha se aburre, empieza a bostezar. Esa persona no está pensando. Las actitudes se establecen en el Centro Intelectual y ocupan el lugar del pensamiento verdadero, individual. Afectan el Centro Emocional, pero su punto de partida está en el Centro Intelectual. Si ve a una persona llena de actitudes adquiridas y sin otra cosa, sentirás que es imposible hablar con dicha persona; porque, dicha persona, no puede liberar su pensamiento de las actitudes adquiridas.

Si estás lleno de actitudes negativas nunca serás capaz de ponerte en contacto en ti mismo con las partes superiores de los centros y así tampoco con cualquier nivel superior de Ser. Si tienes muchas actitudes negativas de las cuales no te has enterado y las aceptas como si fueras tú, es lo mismo que llevar gran numero de abrigos. En tal caso, esa persona no puede pasar por el estrecho camino de sinceridad interior.

Es necesario agregar que no cuesta nada observar las actitudes en las otras personas, y conocemos perfectamente cuando una persona habla desde una actitud característica. Por cierto es agotador. Es mucho más difícil observar las actitudes características en uno mismo, pero es necesario hacerlo. Se lo percibe vigilando la entonación de la propia voz. Esta es una entre muchas maneras de lograrlo. Cuando se está hablando desde una actitud notarás que hablas con una voz brusca, opaca. Como lo advertirás en otras personas, trata de verlo en ti mismo. Entonces advertirás cuan común es tu vida y quizá desdichada debido a actitudes que adquiriste y no eres capaz de discernir.

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martes, abril 11, 2017

Despertar la Conciencia

Normalmente, es imposible hacer voluntarios los sentimientos, en el sentido de poder originar nuestros propios estados de ánimo, porque tal como somos, estamos obligados a acomodar la función emocional a los reflejos espasmódicos dominantes del primer cerebro, también llamado cerebro reptil.
El sistema límbico tiene muy poca fuerza, o voluntad, ya que es el centro el centro instintivo el de mayor fuerza. Cuando el sistema límbico se transfiere al cerebro reptil, entonces es el sistema límbico el que tiene mayor fuerza y puede funcionar voluntariamente.
Cuando el cerebro reptil llegue a albergar el sistema límbico, este último compartirá la fuerza y autoridad del cerebro reptil, y por primera vez tendrá los medios para dirigir la maquinaria biológica humana en su totalidad.
Para empezar, debemos poner los arneses al centro instintivo y obligarlo a llegar a ser el centro mental, quitándole toda su actividad de centro motor, usando nuestra voluntad de atención para seguir intensamente cada movimiento del cuerpo.
El centro mental, residiendo ahora en el cerebro reptil, ya tendrá la fuerza y la voluntad orgánica necesaria para ejercer auténtica autoridad sobre toda el cuerpo. Éstos son los primeros gruñidos primitivos de la voluntad real.

La base de este trabajo es la disciplina. Si el centro mental del cerebro reptil dice, “Despiértate,” finalmente tiene la voluntad y la autoridad para ejercer su influencia sobre el cuerpo, y todo el cuerpo está obligado a obedecer.
Quita la atención del cuerpo de su normal fijación en el flujo asociativo de pensamientos pasajeros y en el diálogo interno, y colócala estrictamente en las actividades motoras del cuerpo. Éste es un ejercicio interno especialmente valioso cuando se llevan a cabo labores físicas... cavando zanjas, pintando, lijando, edificando, fregando los platos, cuidando de los niños... Por ejemplo, supongamos que sucede en este momento que tu cuerpo está usando el brazo derecho para levantar la taza para tomar café; observa al mismo tiempo como el cuerpo se apoya en la pierna izquierda, la pierna derecha mínimamente levantada; ahora el cuerpo está sonriendo y cambiando su peso a la pierna derecha.
En pocas palabras, usa la forma usual de la atención; pero en este caso, el sujeto de la atención es ahora exclusivamente la postura y los movimientos del cuerpo observad, excluyendo cualquier significado psico-emocional.
Normalmente, nuestros movimientos ocurren mucho antes de que los notemos, si es que alguna vez llegamos a ser verdaderamente conscientes de ellos, porque no estamos educados para asentar nuestra atención en los movimientos del cuerpo.
El cuerpo lleva a cabo en secreto la mayoría de sus actividades. El cuerpo bebe sin nuestra atención; come sin nuestra atención; incluso hace el amor sin nuestra atención. Ésta es la sanción que pagamos por permitir que el sistema límbico funcione como centro mental.

Después de haber mantenido nuestra atención en las actividades del cuerpo durante un rato, su rutina llega a ser evidente, y sus actividades parecen mucho menos arrolladoras. Después de haber transcurrido mucho tiempo, la aparentemente atareada y compleja actividad caprichosa de antes, llega a ser tediosamente previsible, porque de hecho, el cuerpo hace muy poco. Cuando por primera vez empezamos a observar seriamente, el cuerpo parece ser un remolino de actividad caótica.
Observa tu mano como si fuera un objeto extraño; pero al mismo tiempo, date cuenta de que es una parte automática del cuerpo; se enreda, se agita, todo por sí sola, sin tu dirección voluntaria.
Observa con asombro cómo, por sí solo, coge un tenedor; nota que ahora el cuerpo está sonriendo; la mano endereza el cuchillo y alisa la servilleta en la mesa. Y éstos sólo son los toscos movimientos de unas pocas partes del cuerpo, y sólo en el exterior superficial. ¿Cuándo lleva a cabo una rotación de la muñeca? ¿Qué músculos se usan?
Las diferentes combinaciones musculares producen movimientos variables. No sólo la mano, sino todo en el cuerpo está ligeramente afectado por las reverberaciones de cada movimiento. Con el tiempo deberíamos ser capaces de colocar nuestra atención con firmeza en todo lo que haga nuestro cuerpo.
¿Dónde reposa la tensión cuando el cuerpo está en reposo? Percibe el centro de gravedad del cuerpo mientras cambia. Nota de vez en cuando el centro de gravedad y dónde llegan a reposar los puntos de peso. ¿Dónde está tu mayor punto de peso? ¿Usas fuerzas para mantenerte en equilibrio? Supón que relajas totalmente toda tu musculatura, ¿qué pasa? Intenta calcular cuánta fuerza se ejerce para mantener tu cuerpo en esa postura; hazlo percibiéndolo.

La tensión sólo es mensurable en comparación con la relajación. Si nos falta la voluntad para relajar el cuerpo, no podemos usar la sensación para determinar la tensión exacta requerida para mantener una postura. La relajación y tensión deben llegar a ser voluntarias para cualquier observación seria del cuerpo.
Empezando con la postura del cuerpo en conjunto, como si estuvieras estudiando una estatua -enfocando primero en las manos, la máscara facial, el torso, los brazos y las piernas- intenta ver las actividades del cuerpo como una unidad completa. Por ejemplo, observa tus posturas sentado en una mesa, escribiendo en un cuaderno, paseando por un bar; empieza con las posturas y los movimientos más obvios y observables. Por ahora, hasta que seas muy habilidoso, olvídate de las fluctuaciones delicadas y sutiles...

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miércoles, marzo 29, 2017

Conducta Compulsiva y Mecanica de la Personalidad

La ilusión de ser plenamente conscientes de todo lo que hacemos o decimos es muy fuerte. Como resultado de ello justificamos nuestra conducta más inconsciente. Explicamos todo, lo que en realidad quisimos decir o hacer. De este modo evitamos ver hasta qué punto actuamos mecánicamente. Si una persona se justifica a sí misma en todo es porque cree llevar siempre la razón y nunca admitirá que actúa inconsciente y compulsivamente. No obstante, una sincera observación de sí misma, imparcial y directa le mostrará que no lo es. Esto provoca un nuevo estado emocional. Esos estados vencen las emociones que pertenecen a la “falsa personalidad”. Por lo general, son penosas para la vanidad o la auto-valoración. Es, desde luego, la vanidad lo que justifica nuestra conducta compulsiva y nos impide ver que actuamos de manera mecánica.

Una emoción solo puede ser vencida por otra emoción. Tras las emociones negativas aparecen la ira, la violencia, el recelo, la amargura, los cargos internos y todo lo demás. Pero tras la emoción que surge de la comprensión de nuestro comportamiento mecánico está la paz. Y es esta emoción la que puede vencer las emociones negativas.

Si uno se observa a sí mismo percibiendo cada situación, cada evento de su vida de una manera mecánica, se puede tomar todo de una manera nueva. Un hombre ordinario no es más que un mecanismo, con defensas, actitudes y retratos de sí mismo, que siempre son los mismos. Pero si un hombre empieza a luchar contra su comportamiento mecánico, si empieza a ver que está dormido en su adquirida máquina, entonces deja de ser esa persona que la vida y la educación hicieron de él.

Es preciso recordar que el pensamiento lógico, que se funda en los sentidos orientados hacia el mundo externo, no nos pone en contacto con los Centros Superiores, que existen en toda persona, que están plenamente desarrollados y nos envían sus influencias. Lo desdichado es que no poseemos un aparato receptor para recibirlas.

"¿Qué es lo correcto y qué es lo equivocado?"
"Todo lo que induce a dormir y a identificarse más es equivocado, todo lo que despierta es correcto".

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viernes, marzo 24, 2017

Nuevas Ideas que Pensar

Una función del Centro Instintivo es la sensación. Cada función puede ser dirigida hacia fuera y hacia dentro. El empleo de una función escasamente usada siempre renueva. Por el contrario, el constante uso de una misma función agota.

En toda persona está la riqueza de un nuevo terreno. Pero la gente se empeña en cruzar siempre las mismas sendas gastadas. Hay que hacer el intento de pensar de una nueva manera. Este es el comienzo de todo desarrollo. Hay que aprender a pensar. Si nuestra mente sigue siendo la misma, si nuestro modo de ver y los prejuicios siguen siendo los mismos, nuestros pensamientos también seguirán siendo los mismos, y todo en nosotros seguirá siendo lo mismo. La magia se inicia cuando tenemos nuevas ideas para pensar.

En algunas personas la percepción se produce a través de las emociones y en otras a través de las sensaciones. La percepción emocional está conectada con la parte emocional de los centros, en especial con la parte intelectual del Centro Emocional. La parte intelectual del Centro Emocional está abierto al Centro Emocional Superior y es capaz de recibir de un modo fragmentario sus vibraciones cargadas de significado superior. Las vibraciones de un centro psíquico llegan a sernos conscientes en la forma de significado en diferentes niveles. Mientras que con un centro inferior solo se ve un significado, en un Centro Superior se ven muchos que están entremezclados. Un destello de un significado más elevado otorga una perspectiva enteramente nueva. Vemos las cosas de una diferente manera —nuestros problemas y todo lo demás—. Lo que era ordinario y opaco parece transformado.

Este Trabajo se propone transformar las impresiones. Así es preciso no ver todo como se suele hacer y no identificarse con la manera acostumbrada de tomar las cosas. Observando cómo es la manera de ver todo, primero descubriendo de qué modo haces las cosas cotidianamente. Cada centro y parte de un centro puede ver la misma cosa de maneras muy diferentes. Si todos los centros estuvieran trabajando en nosotros, todas las cosas se podrían ver de muchas maneras diferentes. Por ejemplo, el pensar: pensar es una función del Centro Intelectual. Ahora consideremos el sentir: sentir es una función del Centro Emocional —ve una cosa, un problema de una manera muy diferente de lo que lo hace el pensar—. Los dos son incompatibles —nunca pueden encontrarse—. Se piensa acerca de una situación: entonces es preciso sentir, si es posible, la misma situación. Es imposible llevar el pensamiento y el sentimiento al mismo estado o punto de acuerdo. De modo que cada centro ofrece una diferente interpretación de las situaciones. En este caso hemos de aprender a usar ambas interpretaciones. En este punto emerge la individualidad que puede tomar algo del pensar y algo del sentir y llegar a una resultante, a una armonía, a una decisión. Esta es la armonización de los centros. Pero esto es solo posible por medio de la no identificación con un centro y sus funciones y excluyendo a los demás.

¿No es acaso cierto que en diferente momento el mismo problema parezca distinto? No hay que creer que esto se debe a una debilidad de la así llamada voluntad. Es el comienzo del crecimiento —el ver una situación desde muchos lados—. Seguir exclusivamente una función y sus juicios —digamos, el pensamiento— es ser esclavo de un centro —esto es ser parcial—.

El Hombre Equilibrado es un hombre en quien todos los centros pueden ser solicitados, con todos sus diferentes significados, sus diferentes interpretaciones de una situación dada—. Un Hombre Equilibrado puede lograr su propia armonía —viendo una cosa por medio de un centro de cierto modo, luego a través de otro centro de un modo diferente, y así sucesivamente. Este es el Hombre Equilibrado. Pero un hombre desequilibrado mira tan solo a través de una sola ventana, por lo tanto carece de amplitud de Ser. Es un hombre que solo usa una diminuta función para todo el significado e interpretación de la vida. Tal hombre parece gozar de mucha fortaleza e inflexibilidad, sin embargo es un hombre débil, compulsivo, parcial. La parcialidad es una señal de debilidad del Ser.

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martes, marzo 21, 2017

Un Verdadero Despertar - El Inicio de la Transformación del Ser

La gente encuentra, a menudo, dificultades en todo —de hecho, este crear dificultades suele pertenecer al Rasgo Principal. Cada persona tiene un Rasgo Principal, sobre el cual todo descansa. Es como un eje central en torno al cual todo gira en el hombre o la mujer. Cuando una persona intenta olvidarse de sí misma y solo recuerda su propósito, el Rasgo Principal se interpone. En cada decisión, el Rasgo Principal decide. En suma, en lo que respecta al cambio, en transformar el propio Ser, constituye la fuerza más poderosa en nosotros. Cada manifestación es el punto de encuentro de tres fuerzas. La Primera Fuerza es llamada activa y la Segunda Fuerza es una fuerza de resistencia a la fuerza activa, o fuerza oponente. La Segunda Fuerza está en todas las cosas, hasta en la imaginación y en la fantasía donde se supone podemos hacer lo que nos da la gana. Si no fuera por esa fuerza de resistencia, todo estaría sin restricción alguna, sin la necesidad de esfuerzo, sin forma —pero decirlo es absurdo, porque en todo lo que existe, en todo lo que se manifiesta, esta la Segunda Fuerza—. Ahora bien, cuando alguien se hace el propósito de cambiar, su Rasgo Principal se yergue como Segunda Fuerza y le opone resistencia. Pero la gente no se da cuenta que tienen en ellas mismas la Segunda Fuerza. La ven siempre como si estuviera fuera.

La recepción de impresiones negativas acrecienta la Segunda Fuerza. Intentemos ver por qué ocurre así. Una persona, cuyo objeto es acrecentar la conciencia y transformar el Ser, no puede progresar más allá de cierto punto a no ser que detenga las impresiones negativas de los demás. Al recibir y aceptar las impresiones negativas de los otros, de la vida, de todo, se alimenta la parte negativa del Centro Emocional.

Puesto que todos nacemos en medio de gentes dormidas —puesto que papá y mamá y todo el resto estaban dormidos, quedamos contaminados por las emociones negativas—. Inhalamos la atmósfera de aquello que nos rodea desde el nacimiento —y la gente son negativas y gobernadas por las emociones negativas—. Así en nuestra Personalidad adquirida hemos formado un centro adulterado llamado la parte negativa del Centro Emocional. Cuando nacemos el Centro Emocional carece de parte negativa. La validez de ser negativo no es esencial. Es cuestión de la personalidad adquirida. Esta es una introspección maravillosa —un verdadero despertar— el inicio de la transformación del Ser.

Ahora bien, cuando recibimos y aceptamos emociones negativas de otra persona, se acrecienta la fuerza de la parte negativa del Centro Emocional que se ejerce sobre nosotros. Pero no es solo esto lo que ocurre. Repercute sobre nosotros —a saber, la representación de dicha persona en nosotros se vuelve negativa—. Cada persona que conocemos existe en nosotros como representación exterior de los sentidos. El mundo externo es reflejado en nosotros a través de los sentidos por medio del sistema nervioso y sus impulsos, y representado en nosotros como personas, cosas.

La recepción de las impresiones negativas acrecienta la Segunda Fuerza en uno. Acrecienta los enemigos en uno. Ahora bien, si por medio de la observación se llega a ver cómo una impresión negativa tiene la capacidad de actuar en uno y si no se identifica con ella, ni la deja ir a dónde desea entonces te mantiene aparte del resultado compulsivo de dicha impresión. Esta es la magia. Este es el lugar que todos debemos dejar libre en nuestro mundo interior.

Cuando uno se da cuenta que la vida exterior, la gente y las cosas solo vienen en la forma de impresiones, a través de los sentidos, entonces se prepara ese espacio interior, se las deja entrar y se aceptan algunas impresiones y se rechazan otras. Esto es recibir las impresiones conscientemente. Así se comienza a ser un Hombre, y Mujer, Consciente.

Ahora bien, si se recibe y aceptan las inacabables, celosas, envidiosas, desdichadas, impresiones negativas de los eventos de la vida cotidiana y de los demás, se es tan solo una persona dormida. Se está en función de la vida y regido por la vida, siendo consciente de nada.

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viernes, marzo 10, 2017

Comprendiendo el Estado de Felicidad

Alguien que siempre tiene exigencias es muy desdichada, porque la propia felicidad depende de que ciertas cosas exteriores sean correctas con arreglo a lo que esperaba, y si no es así se sumerge en la depresión y la negatividad. No le gustan esas personas, tampoco le gustan esas circunstancias, opone reparos a esto o aquello, y así sucesivamente. Tal persona carece de un estado interior suficientemente desarrollado. Tal vez te sorprenda escuchar que se puede encontrar muchas veces la felicidad cuando todas las cosas andan mal.

Si tu felicidad depende de los elogios de otras personas tú eres un artificio. Si tu felicidad depende de ganar dinero, no eres más que una máquina. Si tu felicidad depende de que la gente te trate de acuerdo con la idea que te forjaste de ti mismo, seguro que algo anda mal. Las exigencias no suelen ser una fuente de paz interior. Pensar siempre que las cosas no son como se desean solo puede conducirnos a una continua desdicha y negatividad. Eres tú quien debe despertar y sustentar en ti mismo el secreto de ser feliz. Y ese sustentar significa sellarse a los efectos de los aconteceres exteriores que predominan compulsivamente en ti. Todos nosotros hemos adquirido maneras absurdas y típicas de comportarnos hacia la gente y las condiciones exteriores. Es justamente aquí donde se puede lograr la separación, advirtiendo por medio de la observación de qué modo se está reaccionando en todo momento.

Cuando uno se ha forjado una fuerte imagen de sí mismo es propenso a ser herido por la vida. El auto-retrato es una forma fija de imaginación acerca de uno mismo. Creía ser un buen chico. Naturalmente, como era un buen chico, no podía decir nunca una mentira y, naturalmente, decía muchas mentiras. No podía ver el lado oscuro de mí mismo, lo que yo era en realidad, sino que siempre veía un solo lado debido a la influencia del retrato.

Todo lo que es falso da origen a su opuesto. Ahora ya sabes por qué es preciso aceptar el lado opuesto de nosotros mismos, o el lado oscuro, lo cual significa simplemente que no somos propiamente conscientes de ese lado y no lo aceptamos. La conciencia es la luz. Aquello de lo cual no tenemos exacta conciencia es oscuridad para nosotros.

Un auto-retrato imposibilita ver la realidad y nos impide aceptar aspectos de nosotros mismos que no concuerdan con las imágenes que nos hemos creado. En consecuencia quedamos divididos en un lado iluminado y otro oscuro, y eso crea una marcada falta de armonía. Se suele ver personas que viven siempre en una imagen que han creado de sí mismas y se sienten constantemente heridos o sorprendidos.

¡Con cuánta facilidad nuestra mente es dominada y lastimada, por las cosas exteriores! Ahora bien, cómo puede alguien ser feliz estando lleno falsas creencias adquiridas que actúan sobre él a todo lo largo del día. Merece el esfuerzo comprenderlo mientras se practica la importante disciplina observar muy cuidadosamente lo que nos hiere, lo que destruye toda la felicidad que se es capaz de experimentar. Cuando se ha realizado una buena observación, hay que tratar de darse cuenta si se debió a una imagen de uno mismo que no fue satisfecho por el comportamiento de alguna persona, o un papel que se representó y no fue alabado, o una actitud que era completamente inútil.

Como es sabido, las actitudes son por regla general actitudes negativas desde las cuales juzgamos a las cosas y a la gente. ¿Cómo es posible empezar a ver las cosas como son en realidad, ver a las personas como son verdaderamente si estamos llenos de imágenes y actitudes que nos ciegan? ¿Cómo es posible imaginar que podemos establecer sencillas relaciones si desempeñamos nuestros típicos papeles y nos jactamos de ello?

Comienza por observar tus actitudes y tus comportamientos, y la memoria y el discernimiento que surgen de ello. Por medio de esta observación podemos formar una nueva psicología interior que observe el comportamiento exterior y, a través de ella, llegar a ser cada vez más independientes de los condicionamientos exteriores y de todo cuanto sucede. Así llegamos a comprender de qué depende la felicidad.

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