La salud es algo inherente a todos los seres vivos, incluido el ser humano.
La fuerza de la vida nos proporciona en igual intensidad la salud. La vida es salud. Es imposible contemplar el vivir en plenitud, fuera de un estado de perfecta salud.
La fuerza vital fluye por nuestro cuerpo y nuestra mente, proporcionando energía a todos nuestros órganos y funciones, cuando la dejamos libre en su propia Naturaleza y, para ello, hemos de adoptar hábitos de vida y de pensamiento sanos y naturales.
La fuerza vital, nos permite adaptarnos a las condiciones de la Naturaleza (clima, elementos, etc.) e intercambiar nuestras energías con el medio externo (aire, agua, alimentos, etcétera).
El cuerpo tiene posibilidades de restauración de la salud en cualquier desequilibrio y capacidad de autocuración por medio de sus mecanismos vitales.
El estado de equilibrio está sujeto a las leyes naturales, desviarnos de estas leyes nos lleva inevitablemente a la enfermedad.
Los métodos usados por la medicina natural son aquellos que sirven para ayudar y estimular la propia capacidad que posee el cuerpo para restaurar la salud en todas sus funciones.
El cuerpo sano tiene una mayor resistencia a la enfermedad. El organismo es capaz de mantener su propio equilibrio por ley natural y la capacidad de superar una enfermedad aguda es una característica del individuo sano.
Por individuo sano se entiende, alguien en quién los mecanismos de defensa vitales pueden actuar eficazmente.
Existen criterios falsos sobre la salud con estados de mediocridad física, psíquica y energética, con una situación congestiva general y prolongada que ha derivado a un estado crónico, en el que los trastornos y síntomas quedan más atenuados resultando engañosos y que pueden estar revelando un falso criterio de salud.
La salud es algo más que la ausencia de enfermedad.
Según la OMS (Organización Mundial de la Salud), la salud es un estado de completo bienestar físico, mental y social y no sólo la ausencia de enfermedad o debilidad.
La salud es relativa a cada individuo, dependiendo de las capacidades del organismo para obtener el máximo potencial de sus mecanismos fisiológicos para disfrutar de la vida.
La salud del ser humano depende de los siguientes factores:
- La herencia de nuestros antepasados.
- El modo de vida y hábitos que adoptemos (alimentación, ejercicio, etcétera...)
- La acción de nuestra mente (pensamientos) sobre nuestro cuerpo (sentimientos).
- la relación social.
- Las condiciones de vida (clima, vivienda, hábitat, higiene, trabajo, etcétera...)
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