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CIENCIAS ETERNAS


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miércoles, noviembre 20, 2024

Manipulación y Mercantilización de la Angustia Humana

En una época en que los medios corporativos prosperan creando sagas que inducen miedo (ya sea el espectro de un cambio climático catastrófico, brotes virales inventados o la sombra inminente del Armagedón nuclear), ¿deberíamos realmente sorprendernos de que las “pandemias de salud mental” sean la norma y no la excepción?

Cuando el miedo no basta, la sociedad recurre al siguiente paso lógico: la solución de la industria farmacéutica. El médico, un mero engranaje de esta máquina, receta “pastillas biofarmacéuticas” con ingredientes tan misteriosos como los supuestos beneficios que prometen.

¿Y si estos consuelos químicos no logran calmar tu miedo existencial? Pues entonces te llevan a los brazos reconfortantes de los servicios de salud mental, donde los profesionales, armados con dudosos manuales de diagnóstico, te etiquetan, medicando tu esencia misma. Esto no es un tratamiento médico; es una cadena de montaje para convertir a los humanos en seres sedados que caminan, perfectamente adaptados a la realidad distópica creada por quienes se benefician de nuestro pánico.

Ahora, hablemos de las mentes jóvenes, el futuro de nuestra especie. Nuestros niños, que alguna vez brillaron con la curiosidad y la energía naturales de la juventud, ahora están siendo sometidos químicamente bajo el pretexto de controlar “problemas de conducta” o depresión.

Es una ironía terrible que en un mundo en el que clamamos por la individualidad, estemos adoctrinando a nuestros hijos para que no sean más que nodos silenciosos y obedientes en una red de control. Se les alimenta con propaganda bajo el estandarte de la educación: que el CO2, el aliento mismo de la vida, es nuestra perdición; que la ciencia y la historia son verdades diseñadas a medida para adaptarse a una agenda; que la vacunación constante es el único escudo contra la próxima pandemia fantástica, filtrada en un laboratorio o fabricada por los medios. Esto no es educación; es adoctrinamiento. No es solo desinformación; es un ataque a la inocencia y la verdad de la infancia, disfrazado de cuidado.

El término “Psique” del que deriva el nombre de la psicología, apunta etimológicamente al estudio del alma, una exploración supuestamente orientada a comprender las capas más profundas de la existencia humana.

Sin embargo, lo que encontramos en la práctica actual de la psicología y la psiquiatría es una marcada desviación de esta noble búsqueda. En lugar de profundizar en la profunda sabiduría de las escrituras antiguas que detallaban la ciencia del alma con reverencia y profundidad, nos encontramos en una industria que se parece más a un mercado donde las almas no se curan sino que se las conduce a la dependencia farmacéutica.

Los psiquiatras, al igual que sus colegas médicos, recetan medicamentos basándose únicamente en los síntomas, una práctica que contradice la ciencia empírica. No se trata de un tratamiento, sino de conjeturas disfrazadas de autoridad médica.

A la comunidad psiquiátrica le gusta encubrirse con el manto de la ciencia, pero sus diagnósticos tienen más que ver con la interpretación del comportamiento que con cualquier realidad bioquímica. Estos supuestos "expertos" manejan sus diagnósticos como si fueran un mazo, sentenciando a las personas a una vida de estigma y medicación sin el respaldo de evidencia sólida y reproducible. Esta práctica no suena a ciencia; huele a control, manipulación y mercantilización de la angustia humana para beneficio de las corporaciones.

Además, la industria farmacéutica, con sus bolsillos llenos y sus intereses creados, se ha apropiado de lo que debería ser un enfoque holístico de la salud mental, convirtiéndolo en una cadena de montaje para la distribución de medicamentos. Los efectos secundarios de estos medicamentos, que a menudo se pasan por alto en aras de obtener beneficios, a veces pueden ser tan perjudiciales como los síntomas que se supone que deben aliviar. Esto no es atención sanitaria, es una apuesta con vidas humanas, donde los dados están cargados a favor de las grandes farmacéuticas.

Cuando la psiquiatría entra en juego, no sólo está en juego tu cordura, sino también tu propia estructura familiar. Imagínate un sistema en el que una sola opinión psiquiátrica puede despojarte de tus derechos parentales porque, a los ojos de una industria con ánimo de lucro, tu hijo ha sido "considerado" un enfermo mental. No se trata de una distopía orwelliana, sino de la realidad en lugares como Irlanda, donde el Estado puede anular los derechos parentales basándose en el juicio subjetivo de un profesional cuyo conjunto de herramientas incluye más opciones farmacéuticas que precisión diagnóstica.

El Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales (DSM-IV), la supuesta "biblia" de la psiquiatría, es menos un documento científico que un manifiesto político, aprobado no por evidencia empírica sino por consenso de un comité. El propio Allen Frances, que en su día dirigió el DSM-IV, admite la falta de pruebas objetivas y denuncia la vaguedad fundamental del sistema.

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miércoles, octubre 16, 2024

Desmantelando y Exponiendo el Último Refugio de los Perdedores de la Sociedad

El ocaso del intelectualismo occidental, donde el otrora luminoso camino de la razón se ve ahora ensombrecido por las siluetas de la locura emocional. La mayor parte del gran experimento en cultura y pensamiento parece haber sucumbido a un carnaval grotesco donde lo juvenil y lo mercenario bailan en un abrazo grotesco.

Lo que hoy se considera cultura es triste; no es cultura sino un desfile de egos, un mercado donde se vende el alma a cambio de la siguiente distracción fugaz. Nuestro descenso a este vacío intelectual no sólo fue previsto, sino que fue anunciado a los cuatro vientos por personas como Lapham, Berman y Kaplan, que vieron, horrorizados, cómo la democracia no sólo vacilaba, sino que se hundía en el descrédito de sus propias contradicciones

Las visiones proféticas de la ciencia ficción, desde las sociedades de quema de libros de Fahrenheit 451 hasta el monacato postapocalíptico de Un cántico para Leibowitz , no eran sólo cuentos para poner los pelos de punta, sino advertencias, ahora manifiestas. Nos mostraban un mundo donde el populacho, drogado con trivialidades, marcha al son de una oligarquía que se dedica a la distracción y la división.

El aumento de los problemas de salud mental, en particular entre los jóvenes, no es casualidad. Cuando la sociedad difunde la idea de que la identidad o el valor de una persona dependen de interpretaciones subjetivas y en constante cambio de la opresión o el privilegio, no solo genera confusión, sino también una crisis existencial. El aumento de las tasas de suicidio y los casos de disforia de género en la población más joven pueden considerarse síntomas de un malestar más profundo: una sociedad que ha perdido su fundamento en cualquier verdad objetiva o marco moral compartido.

Este movimiento afirma luchar por la justicia, pero en cambio erosiona los cimientos mismos sobre los que se asienta la verdadera justicia: las normas éticas universales y la noción de una humanidad común. Al priorizar las “experiencias vividas” subjetivas por sobre el análisis objetivo, estas ideologías empujan a los individuos a cámaras de resonancia de sus propios sentimientos, donde cada malestar personal se convierte en opresión sistémica.

El fenómeno en el que un padre pide el consentimiento de su bebé para realizarle cuidados básicos, por absurdo que parezca, no es más que un microcosmos de un panorama más amplio y ridículo en el que se sacrifica la racionalidad en el altar de la hipersensibilidad. Aquí vemos cómo la educación se reduce a cámaras de resonancia en las que solo resuenan relatos aprobados. Los profesores, antaño reverenciados, ahora están a merced de la multitud, y su libertad académica se negocia a cambio de la aprobación fugaz de aquellos a quienes se supone que deben educar.

El ataque a la meritocracia con el pretexto de nivelar el campo de juego es particularmente paradójico. Si bien afirman luchar por la igualdad, estos movimientos a menudo abogan por la igualdad de resultados en lugar de la igualdad de oportunidades, una postura que contradice inherentemente los principios del mérito y el esfuerzo individual. Esta exigencia de resultados uniformes independientemente de los aportes o la capacidad no solo desmotiva, sino que también devalúa los logros genuinos.

La comparación con Roma no es sólo poética, sino también una advertencia. Al igual que Roma, donde la decadencia no sólo estuvo marcada por presiones externas sino por una decadencia interna, nuestra sociedad enfrenta un riesgo similar de colapso desde dentro. El virus mental de nuestra época no es la superstición en el sentido clásico, sino una adhesión dogmática a narrativas que rechazan la complejidad en favor de la simplicidad, los hechos en favor de los sentimientos.

El concepto de desindividuación de Leon Festinger explica gran parte de lo que vemos: individuos que se pierden en el fervor colectivo, donde la identidad personal queda sumergida bajo la identidad grupal, lo que conduce a conductas que, de manera aislada, se considerarían irracionales o dañinas. Esta pérdida de identidad en la multitud no solo erosiona la responsabilidad personal, sino también la noción misma de derechos y libertades individuales, que son fundamentales para cualquier sociedad democrática.

Esta adopción generalizada de la desindividuación por parte de los sectores público y privado no sólo fomenta un entorno propicio para el comportamiento antisocial, sino que alienta activamente el desapego de la responsabilidad personal y el pensamiento crítico. Este cambio social hacia la aceptación de la identidad colectiva por encima de la racionalidad individual ha llevado a casos en los que el absurdo se ha normalizado, como la afirmación de que los hombres biológicos pueden quedarse embarazados, lo que demuestra hasta qué punto ha llegado el desapego de la realidad empírica.
Por ejemplo, la “crisis” de la COVID-19 no solo actuó como una emergencia sanitaria, sino como un catalizador de la entropía social, exacerbando las fracturas existentes en la sociedad. El miedo y la incertidumbre propagados por la incesante cobertura mediática, junto con los errores gubernamentales, no solo pusieron a prueba la salud pública, sino que atacaron el tejido mismo de la cohesión social.

El caos resultante de estos acontecimientos no ha sido aleatorio, sino que ha estado dirigido por las corrientes subyacentes de desindividuación. A medida que los individuos se fusionan en turbas, tanto físicas como digitales, reflejan los aspectos más oscuros y no abordados de nuestra psique social. Estas turbas, que exigen conformidad en pensamiento y acción, reflejan el caos sembrado por quienes están en el poder, quienes, ya sea por incompetencia o por diseño, perpetúan sistemas que desestabilizan las normas sociales.

El “humanismo exclusivista” de Charles Taylor capta perfectamente esta paradoja, en la que se utiliza el argumento del universalismo para excluir cualquier cosmovisión que no se ajuste a sus estrechas definiciones. No se trata de una ampliación de la comprensión o de los derechos humanos, sino de una limitación del pensamiento aceptable, que conduce a un panorama cultural en el que sólo se considera válido lo secular, lo material y lo políticamente conveniente.

Esta esquizofrenia cultural deja a los individuos y a la sociedad lidiando con una crisis de identidad, divididos entre el atractivo materialista de la vida moderna y un profundo vacío espiritual sin resolver. El resultado es una población que está conectada técnicamente, pero emocional y moralmente a la deriva, buscando significado en causas que a menudo conducen a una mayor división en lugar de unidad.

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domingo, octubre 06, 2024

Poderosos Algoritmos

Parece que la tecnología nos ha homogeneizado hasta el punto de que las personalidades únicas son cada vez más escasas. Ahora todo parece uniforme. Imagina ver el tráiler de una película que te parece ridícula, pero luego revisas los comentarios y todo el mundo está entusiasmado con ella. Es bastante desalentador, ¿no? Sobre todo porque la mayoría no está allí para conversar, sino que busca la emoción instantánea de sumarse al coro de entusiasmo o desdén.

Las empresas se han dado cuenta y ahora son expertas en personalizar las experiencias, mostrándonos solo lo que queremos ver. Tomemos TikTok, por ejemplo, que puede mostrarte secciones de comentarios completamente diferentes en función de si es probable que estés de acuerdo o no con el contenido. Si pasas suficiente tiempo allí, te sentirás envuelto en una burbuja de tus propias preferencias y nunca te encontrarás con nada desconocido.

Esto significa que, independientemente de si te gustan los memes, la moda o cualquier otro interés específico, te encontrarás flotando en los mismos espacios digitales cómodos. ¿Y si alguna vez te desvías del camino? La aplicación está lista para empujarte de regreso a donde "perteneces" o, peor aún, a un grupo que solo está ahí para burlarse del territorio desconocido.

Con algoritmos tan sofisticados, no hay necesidad de enfrentar nunca contenido que cuestione tus puntos de vista. Si eliminas esta experiencia seleccionada, es probable que muchos abandonen estas plataformas. La validación es el punto. Esta realidad seleccionada no cambiará a menos que lo haga el motivo de lucro.

Hoy en día, parece que la identidad personal se construye a partir de palabras de moda en materia de salud mental, memes virales o lealtad a las marcas.

Esto no es casual. Existe una tendencia a convertirnos en un ejército de consumidores predecibles, demasiado similares y pasivos como para cuestionar o cambiar el sistema. Sinceramente, romper con este ciclo de uniformidad parece urgente, pero casi imposible.Esto no es casual. Existe una tendencia a convertirnos en un ejército de consumidores predecibles, demasiado similares y pasivos como para cuestionar o cambiar el sistema. Sinceramente, romper con este ciclo de uniformidad parece urgente, pero casi imposible.

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sábado, septiembre 28, 2024

Terapia de Sonido

Estas son las notas del piano visualizadas a través del Cymascope, un dispositivo que permite observar y representar visualmente las vibraciones sonoras. Este análisis forma parte de la ciencia conocida como Cimática.

La Cimática es la disciplina que investiga la relación entre el sonido y la forma. Sus orígenes se remontan a los experimentos del físico alemán Ernst Chladni en el siglo XVIII. Chladni descubrió que al frotar una placa metálica con un arco de violín, se generaban patrones geométricos en la arena que cubría la superficie. Estos patrones variaban según la frecuencia del sonido, demostrando una conexión directa entre sonido y forma.

Los experimentos de Chladni fueron fundamentales para entender la relación entre el sonido y la forma, sentando las bases para el desarrollo de la Cimática. A través de esta ciencia, podemos visualizar cómo el sonido influye en nuestro entorno y utilizar esa información para mejorar nuestra salud y bienestar.

Uno de los avances más recientes en Cimática es el Cymascope, una herramienta que utiliza tecnología digital para crear imágenes de los patrones vibratorios del sonido en agua. A diferencia de los experimentos de Chladni que usaban arena o polvo, el Cymascope permite visualizar las vibraciones sonoras en tiempo real y con mayor precisión.

En el campo de la terapia de sonido, la Cimática ha sido esencial para comprender cómo el sonido puede influir positivamente en nuestro cerebro y cuerpo. Mediante la terapia sonora, es posible lograr efectos beneficiosos como la sincronización de los hemisferios cerebrales, la reducción de la frecuencia de las ondas cerebrales para alcanzar estados Alfa, y la estimulación de la imaginación y el sueño.

Además, la terapia de sonido tiene un impacto positivo en todo el sistema nervioso. Las ondas sonoras pueden penetrar profundamente en nuestro cuerpo, masajeando los tejidos y aliviando el estrés y la tensión. También pueden estimular la liberación de hormonas beneficiosas como la dopamina, la serotonina y las endorfinas, ayudando a combatir la depresión y la ansiedad.

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lunes, septiembre 16, 2024

El Mito de la Caverna

El Mito de la Caverna, también llamado Alegoría de la Caverna, es una explicación metafórica supuesta por el filósofo griego Platón, sobre la situación del ser humano ante la realidad.

En la narración del mito, Platón nos presenta a varios hombres prisioneros en una caverna. Al estar atados por el cuello, no pueden girar su cabeza y sólo alcanzan a ver el fondo de la estancia. Detrás de ellos hay una hoguera que ilumina la cueva, y un pasillo por el que circulan hombres con todo tipo de objetos. Las sombras de estos últimos se proyectan en el fondo de la caverna, y esto es lo que ven los encadenados: proyecciones que confunden con la realidad.
Las sombras en la caverna simbolizan la ignorancia y la percepción limitada de aquellos que no han alcanzado el conocimiento verdadero.
Representan una realidad distorsionada y superficial, una metáfora de cómo las apariencias y las percepciones pueden engañar nuestra comprensión de la verdadera naturaleza de las cosas.

El mito de la caverna da un giro cuando uno de los prisioneros es liberado, sale de su "prisión" y comprueba que la realidad es otra, con un mundo de ideas que "proyectan" lo que nosotros damos en llamar lagos, árboles, animales (todas las cosas)... Este mundo representaría el mundo de las ideas de Platón, donde están las ideas esenciales de cada cosa en el mundo, donde también están las ideas matemáticas, luego ideas mas puras como la belleza, la justicia, etc.; la mas pura de todas que es la idea del "bien", representada en el mito como el sol. Una idea tan pura que con sólo contemplarla nos quema los ojos.
Este proceso simboliza el camino hacia el conocimiento y la iluminación intelectual, un viaje arduo y doloroso, pero profundamente transformador.

Feliz con su averiguación, el prisionero liberado vuelve con sus antiguos compañeros para relatarles que fuera de la caverna se encuentra la realidad, y que lo que ven no son sino sombras.
¿Cuál es la reacción de quiénes aún permanecen en la caverna? Se ríen del liberado. Piensan que la luz le ha cegado, que por eso dice tales cosas.

Para demostrar lo contrario, el citado hombre libre trata de quitar las cadenas al resto, pero estos se niegan y amenazan con matarle. Este regreso subraya la dificultad de transmitir y aceptar la verdad en un mundo acostumbrado a las ilusiones, un reflejo de la resistencia humana al cambio y a la aceptación de nuevas verdades.
El mito de la caverna de Platón intenta afirmar que la mayor parte de la gente viven cómodos en el engaño, cuando hay una realidad ahí afuera esperándonos.

En última instancia, esta alegoría nos invita a cuestionar nuestra propia percepción de la realidad y a reconocer la importancia de buscar el conocimiento más allá de las apariencias. Nos desafía a romper nuestras propias cadenas y a salir de nuestras cavernas personales en la búsqueda de una comprensión más profunda y verdadera del mundo.

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lunes, septiembre 09, 2024

Oportunidades y Nuevos Desafíos


Se presentan oportunidades y nuevos desafíos. Sin embargo, con estos cambios pueden aparecer influencias no deseadas, por lo que es necesario protegerse.

Nunca temas al cambio: podrás adaptarte a cualquier cambio positivo que se te presente si recuerdas tu hambre insaciable de alcanzar las estrellas, confías en ti mismo y crees que puedes lograr cualquier cosa si estás concentrado y dedicado.

Crecerás a partir de una experiencia transformadora que involucra tu iluminación y despertar espiritual. La acción correcta en el momento oportuno te protegerá, ya que las bendiciones seguirán a quienes estén en el camino correcto.

Si sientes dolor debido al pasado, no lo niegues ni trates de esconderte de lo que está sucediendo. Has tomado una decisión final y te has alejado de algo después de reevaluar la situación porque se rompieron promesas o hubo alguna otra forma de engaño en juego.

Alguien te estaba haciendo malabarismos porque no podía decidir lo que quería, pero se aferró a tu energía porque era adicto a ella. Observa tu dolor y aprende de él, siéntelo y déjalo ir: cuanto más te permitas sentirlo, más rápido podrás liberarlo, centrarte y volver al momento presente. Enfrenta tus miedos y libera el dolor que has estado cargando por haber cedido a un comportamiento impulsivo o imprudente. La contemplación y la liberación de los eventos pasados conducen a una sanación profunda de las emociones turbulentas que rodean el chakra sacro.

Has estado luchando por sanar. Reconectarte con tu verdadera naturaleza (tus pasiones, deseos, motivaciones, anhelos, sueños y esperanzas para el futuro) te permite liberarte de esta carga y te brinda la victoria en la sanación

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lunes, agosto 19, 2024

Salir del Alineamiento

Aprovecha tu energía guerrera para superar tus miedos reuniendo coraje en tiempos difíciles. Concéntrate en construir redes sólidas para generar éxito y prosperidad, manteniendo al mismo tiempo la armonía...

Elévate por encima de los conflictos ignorando a cualquiera que se comporte de manera inmadura. Libérate de la carga de conflictos que siguen manifestándose. Reorienta tus pensamientos a equilibrar sus preparativos, a hacer un inventario de tus recursos y monitorear tus pensamientos en general para que siempre estés pensando en lo que deseas manifestar en lugar de en lo que deseas evitar.

Esta parte es crucial porque si te concentras en lo que podría salir mal, lo más probable es que eso ocurra. Mantén tu mente en lo que estás construyendo a nivel personal y profesional y mantén tu energía alta mientras avanzas.

Tienes la certeza profunda de que nada del tiempo que has dedicado a prepararte habrá sido en vano. Mantén la calma y deja que la energía negativa se escurra por tu espalda sin permitir que te afecte.

Deja ir todo lo que ya no te sirva y esto terminará transformando toda tu estructura emocional y tu semblante para mejor. Sigue sentando las bases de lo que estás creando y confía en que el universo te respalda.

Están sucediendo cosas en segundo plano de las que aún no eres consciente, así que deja que la serendipia universal te ayude a seguir adelante. Cuanto más te concentres en trabajar en lo que estás construyendo, más rápido llegarán tus manifestaciones, así que trata de no perder el foco, especialmente para lidiar con el drama o las tonterías de los demás.

Has estado atrapado en una energía tóxica en la que no puedes ver las bendiciones que tienes frente a ti porque has estado hiperfijado en lo que has perdido. Déjalo ir. Usa tu intuición para encontrar el equilibrio, alquimizar la situación, mantener la calma y permanecer en silencio. Mantén la cabeza baja y sigue trabajando.

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jueves, agosto 15, 2024

Testigo en Manos de Todos

A lo largo de la historia de la humanidad sólo ha habido tres etapas básicas de la vida económica: Sociedades de caza y recolección, Sociedades agrícolas y Sociedades industriales. Ahora nos encontramos ante la cuarta etapa de la organización social: las Sociedades de información.

Las nuevas generaciones están en la diana. Los programas integrales de programación son los nuevos programas escolares, en los que cada niño recibe unos auriculares y un ordenador para seguir la guía de un programador. Una vez que la identidad individual se mezcla con el grupo nadie piensa en sí mismo como único. Cuando la identidad individual se mezcla nadie piensa en sí mismo como un ser único.

Cuando nos conectamos a Internet, nos convertimos en una extensión de ella, la forma en que uno piensa tiene un efecto fisiológico en cómo se forma y desarrolla el cerebro. Nuestros pensamientos moldean las vías neurológicas que nos permiten tener pensamientos. Sin discernimiento sobre cómo se utiliza la tecnología, el sistema nervioso y nuestros pensamientos se entregan a transmisiones artificiales que nos dicen qué pensar.

Para cambiar la duplicidad de la sociedad, primero debemos cambiarla dentro de nosotros mismos, mediante nuestro pensamiento, nuestra fuerza de voluntad y nuestras acciones. Como cada uno de nosotros es responsable de sus elecciones, somos nosotros, colectivamente, los responsables de estos tiempos.

Para terminar, os dejo una carta escrita por un grupo de estudiantesen Noviembre de 2021, en contra del "Pase Verde":
"No sois ni nuestro gobierno ni nuestra representación. No sois líderes ni presidentes, no sois ministros ni estadistas. De hecho, ni siquiera sois hombres. Estáis vacíos y por eso perderéis. Sois marionetas de vuestra propia sombra y vuestras leyes son hijas estériles de gobiernos estériles".

"Nosotros en cambio, somos la generación fértil que repoblara la historia. No lo haremos con barrotes ni barricadas porque de lo contrario no seríamos más que otra versión de vosotros mismos. Lo haremos con la lucidez de la disidencia silenciosa y constante, sin gritos, sin alardes. Seremos el agua que se meta en vuestros zapatos y ropa, seremos el mar que erosione vuestros diques".

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lunes, agosto 12, 2024

Mientras el Mundo Se Derrumba

Cuida tus pensamientos. Estás entrando en un período liminal en el que los resultados aún no están decididos. Por lo tanto, sigue adelante con valentía con tus planes y mantén el ánimo en alto…

Ten en cuenta que siempre tendrás éxito y siempre atraerás el resultado hacia ti. Cuando veas que tus pensamientos se desvían de su rumbo y se centran en cosas que no quieres que se manifiesten, haz una exploración de tu conciencia y corrige con delicadeza la dirección en la que se mueve tu mente.

Es importante que lo hagas sin reprenderte a ti mismo. Castigarte por ello es contraproducente. Simplemente corrige suavemente los pensamientos, concentrándolos en lo que sí quieres manifestar.

Establece límites con los demás para evitar enojarte, sentir celos o tomar represalias, y si alguien a tu alrededor tiene este tipo de energía, construye términos para evitar que sus energías te afecten. Si ya tienes algo de este tipo de energía a tu alrededor, haz lo que puedas para limpiarla. Cuando dejes ir esta energía, verás que tu vida se convierte en un lienzo en blanco sobre el que puedes crear lo que quieras con la energía en la que prefieras experimentarlo.

La clave para lograrlo será modificar tu percepción, realinearla con tu capacidad de asombro y tu sentido del juego. Haz que la manifestación sea amena. Orienta hacia ti energía divertida que atraerá más diversión.

Si entras en esta energía de diversión y creación, atraerás a personas con ideas afines, centradas en la verdad, la autenticidad y la apertura. Si le dices la verdad al poder, podrás seguir la voz de tu alma y alcanzar una posición de liderazgo en tu entorno, porque tu voz los provocará a un cambio positivo.

Confía en que puedes apoyarte en tus propios talentos y habilidades únicos para ayudarte a prosperar. La transformación más allá de la situación actual está asegurada cuando aprovechas esta energía. Si confías en ti mismo y en esta energía, la justicia kármica se moverá a tu favor y terminarás prosperando.

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domingo, junio 16, 2024

En Cursiva

¿Te has preguntado alguna vez por qué ya no enseñan a los niños a escribir en cursiva?
Y no, no es casualidad que cada vez suelen usarlo menos.

Escribir en cursiva significa traducir pensamientos a palabras; te obliga a no quitar la mano del papel. Un esfuerzo estimulante, que te permite asociar ideas, atarlas y ponerlas en relación.

Ni por casualidad la palabra cursiva proviene del latín «currere», que corre, que fluye, porque el pensamiento está alado, corre, vuela.
Por supuesto, la cursiva no tiene cabida en el mundo de hoy, un mundo que hace todo lo posible para ralentizar el desarrollo del pensamiento, para rellenarlo.

Creo que la cursiva nació en Italia y luego se extendió por todo el mundo. ¿Por qué? Porque era compacto, elegante, una escritura clara.

Pero la nuestra es una sociedad que ya no tiene tiempo para la elegancia, para la belleza, para la complejidad; tenemos sintéticos pero no claridad, velocidad pero no eficiencia, información pero no conocimiento.
Sabemos demasiado y demasiado poco porque ya no somos capaces de poner las cosas en relación.
La gente ya no puede pensar.

Esta es la razón por la que deberíamos volver a escribir en cursiva, especialmente en la escuela. Porque esto no se trata solo de recuperar un estilo de escritura, sino de volver a dar aliento a nuestros pensamientos.

Todo lo que nos hace vivir, que alimenta el alma, que sostiene el espíritu, está conectado a la respiración.
Sin aliento, como decían los antiguos griegos, no hay pensamiento. Y sin pensamientos no hay vida. Si es importante o no, dejaré que tú lo decidas...

Guendalina Middei - escritora

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sábado, mayo 18, 2024

Sexalescencia

Nace la sexalescencia, hombres y mujeres nacidos en los años 50 y 60's, sin planes de envejecer.

Circula por las redes sociales un artículo del Dr. Manuel Posso Zumárraga del que surge un nuevo término, la sexalescencia, para identificar a un grupo de adultos de 60 o más años.

Describe hombres y mujeres que manejan las nuevas tecnologías, modernos, progresistas, con ganas de disfrutar de la vida, aprender, colaborar con la sociedad, viajar, conocer gente nueva, y ser dueños de su destino, renunciando a la ubicación como personas de la tercera edad.

Es una generación que ha echado fuera del idioma la palabra “sexagenario”, porque sencillamente no tiene entre sus planes actuales la posibilidad de envejecer. Se trata de una verdadera novedad demográfica parecida a la aparición, en su momento, de la “adolescencia”, que también fue una franja social nueva que surgió a mediados del Siglo XX.

Este nuevo grupo humano que hoy ronda los sesenta o setenta, ha llevado una vida razonablemente satisfactoria. Son hombres y mujeres independientes que trabajan desde hace mucho tiempo y han logrado cambiar el significado tétrico que tanta literatura le dio durante décadas al concepto del trabajo.

Lejos de las tristes oficinas, muchos de ellos buscaron y encontraron hace mucho la actividad que más le gustaba y se ganan la vida con eso. Debe ser por esto que se sienten plenos; algunos ni sueñan con jubilarse. Los que ya se han jubilado disfrutan con plenitud de cada uno de sus días sin temores al ocio o a la soledad. Disfrutan el ocio, porque después de años de trabajo, crianza de hijos, carencias, desvelos y sucesos fortuitos bien vale mirar el mar con la mente vacía.

Se escriben, y se ven, con los hijos que están lejos y hasta se olvidan del viejo teléfono para contactar a sus amigos. Por lo general están satisfechos de su estado civil y si no lo están, no se preocupan por cambiarlo.

A diferencia de los jóvenes; los sexalescentes conocen y ponderan todos los riesgos. Nadie se pone a llorar cuando pierde: sólo reflexiona, toma nota, cultivan su propio estilo… Ellos no envidian la apariencia de jóvenes astros del deporte, ni ellas sueñan con tener la figura de una vedette. En lugar de eso saben de la importancia de una mirada cómplice, de una frase inteligente o de una sonrisa iluminada por la experiencia. Hoy la gente de 60 o 70, como es su costumbre, está estrenando una edad que todavía no tiene nombre, antes los de esa edad eran viejos, hoy están plenos física e intelectualmente, recuerdan la juventud, pero sin nostalgias y ellos lo saben.

La gente de 60 y 70 años de hoy celebra el Sol cada mañana y sonríe para sí misma muy a menudo… hacen planes con su propia vida, no con la de los demás.

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domingo, abril 21, 2024

Ley de Tres - Segunda Parte

Esta entrada es una continuación de otra anterior que se puede ver a través de este enlace: Ley de Tres - Primera Parte

2. Dos: El Absoluto, la Unidad, al hacerse consciente de sí, crea la multiplicidad o polaridad. El uno se hace dos. Dos no es uno más uno. Metafísicamente, el dos nunca puede ser la suma de uno más uno, ya que sólo hay un uno, que es el Todo.

El Dos expresa la oposición fundamental, la contrariedad fundamental de la naturaleza: la polarización. Y la polaridad es fundamental para todos los fenómenos sin excepción. En el mito egipcio, esta oposición fundamental se describe vívidamente en el interminable conflicto entre Set y Horus (finalmente reconciliados tras la muerte del rey). La escisión primordial provoca, postula, la reacción. La ciencia moderna es consciente de la polaridad fundamental de los fenómenos, aunque sin reconocer sus implicaciones o su naturaleza necesariamente trascendente. La energía es la expresión mensurable de la rebelión del espíritu contra su confinamiento en la materia. No hay modo alguno de expresar esta verdad fundamental en un lenguaje científico aceptable. Pero el lenguaje del mito lo expresa de forma elocuente: en Egipto se representa a Ptah, el creador de las formas, aprisionado, envuelto en ropas ajustadas.

La polaridad es fundamental para todos los fenómenos sin excepción, pero cambia de aspecto según la situación. Este hecho se refleja en el lenguaje común. Aplicamos nombres distintos en función de la situación o de la categoría de los fenómenos: negativo, positivo; activo, pasivo; masculino, femenino; favorecedor, entorpecedor; afirmativo, negativo; sí, no; verdadero, falso; cada par representa un aspecto distinto del mismo principio fundamental de polaridad. En aras de la claridad y la precisión, distinguimos cuidadosamente entre estos conjuntos de polaridades según su función específica en una situación dada. Y es cierto que, al hacerlo, podemos ganar en claridad y precisión; pero, al mismo tiempo, podemos perder de vista —y, en la ciencia, sucede inevitablemente— la naturaleza cósmica y omnímoda de la polaridad. En el mito se evita este peligro. Aquí, la naturaleza cósmica se intensifica, y el erudito, filósofo o artista individual utiliza el aspecto concreto del principio que se aplica a su tarea o a su investigación, sea ésta la que fuere. Así, no hay que sacrificar la precisión y la claridad en aras de la difusión.

El Dos, considerado en sí mismo, representa un estado de tensión primordial o principal. Es una situación hipotética de opuestos eternamente irreconciliables (en la naturaleza no existe tal estado). El Dos es estático. En el mundo del Dos nada puede ocurrir.

3- Tres. Entre las fuerzas opuestas se debe establecer una relación. Y el establecimiento de esta relación constituye, en sí mismo, la tercera fuerza. El Uno, al hacerse Dos, simultáneamente se hace Tres. Y este «hacerse» es la tercera fuerza, que proporciona automáticamente el principio, inherente y necesario (y misterioso), de reconciliación.

Aquí nos enfrentamos a un problema irresoluble tanto en el lenguaje como en la lógica. La mente lógica es polar por naturaleza, y no puede aceptar o comprender el principio de relación. A lo largo de toda la historia, los eruditos, los teólogos y los místicos se han enfrentado al problema de explicar la trinidad en un lenguaje discursivo (Platón luchó resueltamente con él en su descripción del «alma del mundo», que a todos les parece un galimatías, salvo a los pitagóricos). Sin embargo, el principio del tres se aplica fácilmente a la vida cotidiana, donde — de nuevo— en función de la naturaleza de la situación le damos cada vez un nombre distinto. Masculino/femenino no es una relación, ya que, para que haya relación, debe haber «amor» o, al menos, «deseo». Un escultor y un bloque de madera no producirán una estatua: el escultor debe tener «inspiración». Sodio/cloro no es en sí mismo suficiente para producir una reacción química: debe haber «afinidad». Incluso el racionalista, el determinista, rinde homenaje inconscientemente a este principio: incapaz de dar cuenta del mundo físico a través de la genética y el entorno, apela a la «interacción», que no es sino un calificativo aplicado a un misterio.

La lógica y la razón son facultades para discernir, distinguir, discriminar (obsérvese la presencia del prefijo griego dis-, que significa «dos»). Pero la lógica y la razón no pueden explicar la experiencia cotidiana: incluso los lógicos se enamoran.

La tercera fuerza no puede ser «conocida» mediante las facultades racionales; de ahí el aura de misterio que planea sobre todos y cada uno de sus innumerables aspectos: «amor», «deseo», «afinidad», «atracción», «inspiración».

¿Qué «sabe» el genetista de la «interacción»? No puede medirla. La infiere, la extrapola de su propia experiencia, y, al utilizar un término al que se ha despojado de toda emoción, supone que está siendo «racional». No puede definir la «interacción» con una precisión mayor de la que puede emplear el escultor para definir la «inspiración», o el amante para definir el «deseo».

Es el corazón, y no la cabeza, el que comprende el tres (con el término corazón se hace referencia aquí al conjunto de las facultades emocionales humanas). La «comprensión» es una función emocional, antes que intelectual, y es prácticamente sinónimo de reconciliación, de relación. Cuanto más se comprende, más capaz se es de reconciliar y de relacionar. Cuanto más se comprende, más se reconcilian aparentes incongruencias e incoherencias. Es posible que uno sepa mucho y, en cambio, comprenda muy poco.

Así, aunque no podamos medir o conocer el tres directamente, podemos experimentarlo en todas partes. A partir de la experiencia cotidiana común, podemos proyectar y reconocer el papel metafísico del tres: podemos ver por qué la trinidad constituye un fenómeno universal en las mitologías del mundo. Tres es la «Palabra», el «Espíritu Santo», el absoluto consciente de sí mismo.

El hombre no experimenta directamente el absoluto o la unidad de la escisión primordial. Pero la famosa experiencia mística, la unión con Dios, es —en mi opinión— la experiencia directa de ese aspecto del absoluto que es la conciencia.

En qué medida se comprende que el tres constituye una buena indicación de la medida en que se es civilizado. Reconocer la tercera fuerza equivale a consentir el misterio fundamental de la creación; al mismo tiempo, constituye un reconocimiento de la necesidad fundamental de reconciliar a los opuestos. El hombre que comprende el tres no será seducido fácilmente por el dogmatismo. Sabe que, en nuestro mundo, los conceptos de verdadero y falso son relativos; o, si parecen absolutos, como en los sistemas lógicos, entonces es que el propio sistema es relativo, una abstracción de una realidad mayor y más compleja. No comprender esto da como resultado el curioso razonamiento moderno que declara válida la parte, pero afirma que el todo es una ilusión.

Aunque la tercera fuerza no se puede medir o conocer directamente, una ciencia amplia de miras puede abordarla con arte —en realidad, cualquier tipo de creación— sólo se puede dar frente a una oposición equilibrada. El bloque de madera constituye la oposición del escultor en un sentido muy real, como todo escultor sabe bien. Si su inspiración resulta insuficiente para tratar con su bloque de madera, o bien saldrá a emborracharse, o bien producirá un pretencioso fracaso. Si el bloque de madera resulta insuficiente para su inspiración, acabará con un sentimiento de ambición frustrada. Fácil de reconocer en principio, la capacidad para dar a la oposición el lugar que se merece es una de las más difíciles de poner en práctica. De ahí que el principio se haya expresado y vuelto a expresar de mil maneras distintas en las literaturas sacras de todo el mundo. Es esto, y no un sentimiento de servilismo, lo que pretende el dicho cristiano «ama a tu enemigo». ¡Trata de amar a tu enemigo!

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domingo, abril 14, 2024

Respiración Curativa

La mayor parte de la gente pasan sus vidas sin prestar la más mínima atención a la actividad más importante para vivir: la Respiración. Es por ello que no es tarea fácil intentar explicar toda la importancia y sobre todo el poder que se tiene y se experimenta después de realizar de manera consciente y conectada el acto de respirar, para nuestra vida, tanto en el ámbito físico, como emocional y mental.

Respirar de una manera consciente, plena, libre y saludable solo supone aprender una sencillísima técnica; no obstante, esto no quiere decir que el proceso sea fácil. Existen fuertes patrones de represión bloqueados que forman parte de nuestra manera de vivir que pueden resultar muy complicado, cuando no realmente perturbador, el resolverlos. La clave de la seguridad, para quien quiera adentrarse en esta técnica, es la siguiente: la respiración no puede hacerte daño si nunca se traspasan los límites en que deja de ser beneficiosa. Como norma, se toma conciencia solo de aquellos patrones y hábitos de comportamiento que la persona sea capaz de solucionar en cada momento.

Es muy importante practicar el proceso de respiración con un guía experimentado, para que nos muestre cómo se manifiestan los patrones de represión y la manera de resolverlos respirando. De esta manera nunca suceden experiencias desagradables.

Las reglas básicas que deben regir para facilitar el proceso son:
1. Crear un ambiente propicio para las sesiones de respiración.
2. El practicante ha de mantener los ojos cerrados durante la sesión, para poder conectar con todo lo que vaya ocurriendo en su interior; ya que todo se encuentra ahí.
3. Las sesiones se hacen tumbado, siempre que no haya impedimento que lo desaconseje. Ello va a permitir que el cuerpo se relaje mejor.
4. La persona que está respirando ha de estar callada, prestando atención a las sensaciones que sienta en su cuerpo, a los sentimientos, pensamientos y cualquier detalle que se presente, sin dejar de respirar en ningún momento.
5. Si parece que "no está pasando nada", la persona ha de continuar respirando y seguir prestando atención a ese tipo de sensación, así como los sentimientos y sensaciones al respecto.

La respiración remueve, para resolver todas las experiencias, patrones y hábitos que configuran nuestro pasado y nos atan a un futuro lleno de incertidumbre, mediante una intensa experiencia física y emocional.
Una de las mayores lecciones de la respiración consciente es que nos enseña que somos nosotros mismos quienes nos sanamos a través de una respiración primaria y fácilmente accesible.
A lo largo de todo el proceso se mantiene vigente la instrucción básica: respira y siente, respira y siente. A la que se le añade: confía en el proceso.
Mediante la respiración consciente, en poco minutos aflora a nuestra conciencia un amplio espectro de experiencias, sensaciones físicas, vívidos recuerdos, pensamientos desordenados de todo tipo, imágenes visuales, emociones con gran fuerza, etcétera. El desafío es siempre le mismo: mantenerse en la respiración y aceptarlo todo como el flujo libre del movimiento de la energía.

Aunque parezca muy sencillo, resulta bastante complicado mantener una respiración continuada. Es por eso que necesitamos de la ayuda de un guía para apoyarnos en el proceso de liberar nuestra respiración.

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lunes, marzo 11, 2024

Ley de Tres - Primera Parte

Parece extraño clasificar los números en «limitados e ilimitados; pares e impares; sencillos y múltiples; derechos e izquierdos; masculinos y femeninos; rectangulares y curvados; claros y oscuros; buenos y malos; cuadrados y oblongos». Y nos parece igualmente extraño denominar al cinco el número del «amor», y al ocho, el de la «justicia». Pero nos parecerá menos extraño si examinamos el pensamiento que llevó a realizar dichas atribuciones.

El hecho de que la mente humana pueda discriminar demuestra que el número dos tiene un significado distinto al del uno. La capacidad de distinguir implica diferencia, y la diferencia requiere el dos para tener algún significado.
Evidentemente, podemos crear trampas lingüísticas, y afirmar que no hay forma de probar que el lenguaje se corresponde con la «realidad». Este tipo de trampa no tiene escapatoria. Pero si concedemos que, de algún modo, el lenguaje se corresponde con la realidad, entonces, desde el punto de vista filosófico, el número adquiere significado, y los números dejan de ser meras abstracciones intelectuales.

Por la experiencia cotidiana, somos conscientes de que el universo constituye un sistema increíblemente heterogéneo hecho de una multiplicidad de aparentes unidades. Una persona es una unidad, hecha de una multiplicidad de células, cada una de las cuales es una unidad hecha de una multiplicidad de moléculas, cada una de las cuales es una unidad hecha de una multiplicidad de átomos, cada uno de los cuales es una unidad hecha de una multiplicidad de «partículas», para cuya descripción ya no basta el lenguaje ordinario: vistas de una manera, son partículas, o unidades; vistas de otra, son formas de comportamiento de la energía; y es la energía lo que hoy se considera la unidad última que subyace al universo material.

La misma línea de pensamiento, aplicada a la esfera macrocósmica, lleva a la misma conclusión. La persona es una unidad que constituye un aspecto del planeta Tierra, el cual es una unidad, que, a su vez, forma parte del sistema solar, el cual es una unidad... y así sucesivamente hasta las galaxias, que, en su conjunto, constituyen la inimaginable unidad que llamamos «universo». Los positivistas y ciertos filósofos lingüísticos podrían argumentar que el concepto de universo es una falacia, que el universo es una ilusión, que no es más que la suma de sus partes. Pero, en ese caso, una persona —o un positivista— es también una falacia y una ilusión, porque tampoco es más que la suma de sus partes.

La multiplicidad presupone la unidad. La multiplicidad carece de sentido a menos que también la unidad lo tenga. Ambos términos confieren un significado real al número, y no meramente abstracto.
Es el modo en que nuestros sentidos reciben la información el que crea un problema automático y, a menudo, insuperable. La multiplicidad asalta nuestros sentidos por todas partes, mientras que las unidades a las que denominamos «persona», «célula» y «molécula» son provisionales y relativas; y nosotros lo sabemos. Filosófica y lógicamente, podemos postular una unidad última, pero ésta resulta impalpable para nuestros sentidos.

Estamos obligados a reconocer los límites de la razón, así como la necesaria realidad de ámbitos a los que la razón no tiene acceso. Y aunque la razón por sí misma no pone a los hombres en la senda de una tradición iniciática (esa es la función de la conciencia), sí resulta suficiente para invalidar el escepticismo.
Son los sentidos los que nos hacen escépticos. Cuando los científicos y los intelectuales afirman que su ateísmo o su agnosticismo se les impone por la «razón», mienten. Lo que ocurre es simplemente que no han logrado aplicar su razón a los datos relativos y provisionales que les envían sus sentidos.

Lo que hoy se denomina «mística del número» pitagórica tiene un origen egipcio (si es que no es más antiguo), y corresponde a la filosofía que subyace a todas las artes y ciencias de Egipto. En realidad, lo que hizo Pitágoras fue desdramatizar el mito, una estrategia que tenía la ventaja de hablar directamente a quienes eran capaces de pensar en aquellos términos.

El trabajo de Schwaller de Lubicz, así como el de algunos otros pensadores contemporáneos (por ejemplo, J. G. Bennett), complementario pero independiente, ha hecho posible reformular la teoría pitagórica de una manera aceptable para nuestro pensamiento. Cuando la aplicamos al mito egipcio, se hace patente que estos curiosos relatos se basan en el conocimiento del número y de la interrelación de los números, y no en el animismo, las supersticiones tribales, las disputas sacerdotales, la materia prima de la historia o los sueños.

1- Uno. El absoluto o la unidad, creó la multiplicidad a partir de sí mismo. Uno se convirtió en dos. Esto es lo que Schwaller de Lubicz denomina «escisión (división, separación) primordial». Ésta será siempre insondable e incomprensible para las facultades humanas (aunque el lenguaje nos permita expresar lo que no podemos comprender).

La creación del universo es un misterio. Pero en Egipto éste se consideraba el único misterio ineluctable: más allá de la escisión primordial todo resulta, en principio, comprensible.
Y si se objeta que una filosofía basada en un misterio es insatisfactoria, hay que recordar que la ciencia moderna está plagada no sólo de misterios, sino de abstracciones que no se corresponden con ninguna experiencia posible en la realidad: el cero, que es una negación; el infinito, que es una abstracción; y la raíz cuadrada de menos uno, que es ambas cosas. Egipto evitó cuidadosamente lo abstracto. Tum (causa trascendente), al mirarse a sí mismo, creó a Atum a partir de Nun, las aguas primigenias.

En nuestros términos, la unidad, el absoluto o energía no polarizada, al hacerse consciente de sí, crea la energía polarizada. El uno se convierte simultáneamente en el dos y el tres. El dos, considerado en sí mismo, es divisible por naturaleza. El dos representa el principio de multiplicidad; cuando se desboca, el dos es la llamada del caos. El dos es la caída. Pero el dos se reconcilia con la unidad, se incluye en la unidad, por la creación simultánea del tres. El tres representa el principio de reconciliación, de relación (este «tres en uno» es, obviamente, la trinidad cristiana, la misma trinidad que se describe en innumerables mitologías de todo el mundo).

Los números no son abstracciones ni entidades en sí mismos. Los números son nombres aplicados a las funciones y principios sobre los que el universo se crea y se mantiene. A través del estudio del número —quizás sólo a través del estudio del número— se pueden comprender estas funciones y principios. En términos generales, damos todas estas funciones y principios por sentados; ni siquiera nos damos cuenta de que subyacen a toda nuestra experiencia y de que, al mismo tiempo, en gran medida los ignoramos. Sólo podemos medir los resultados, que nos proporcionan datos cuantitativos, pero no comprensión.

Experimentamos el mundo en términos de nacimiento, crecimiento, fertilización, maduración, senescencia, muerte y renovación; en términos de tiempo y espacio, distancia, dirección y velocidad. Pero la ciencia contemporánea sólo puede explicar todo esto en términos parciales, superficiales, cuantitativos. Y o bien se niega a admitir estas deficiencias, o bien aplica a los diversos misterios etiquetas impresionantes, pero carentes de significado. Con su nuevo y elocuente vocabulario, insiste en que el misterio se ha resuelto. «Presión selectiva», «valor de supervivencia», «interacción entre la genética y el entorno»: analice cualquiera de estas expresiones y encontrará que tras ellas subyacen todos los misterios de la fecundación, el nacimiento, el crecimiento, la maduración, la senescencia, la muerte y la renovación. Ninguno de ellos se puede explicar por el método científico.
Sin embargo, a partir de la reformulación de la mística pitagórica del número se puede tener una idea de su naturaleza. Schwaller de Lubicz denomina a la filosofía basada en el pitagorismo «la única filosofía verdadera». No se trata de arrogancia, sino del reconocimiento del hecho de que por este medio podemos empezar a comprender el mundo tal como lo experimentamos.

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sábado, febrero 24, 2024

Autoeficacia

Autoeficacia es el juicio positivo de nuestra capacidad de actuar. Pero, la autoeficacia no es lo mismo que nuestras capacidades reales, sino más bien lo que creemos que podemos llegar a hacer con ellas. Por sí sola, nuestra capacidad no basta para garantizar el desempeño óptimo, sino que también debemos creer en ella para poder sacarle el máximo provecho.

Las personas autoeficaces afrontan sin dificultades los desafíos pero quienes dudan de sí mismos la mayor parte de las veces ni siquiera lo intentan, por bien que puedan hacerlo. Dicho de otra manera, la confianza en uno mismo alienta nuestras esperanzas mientras que la duda las socava.

Existe una relación muy estrecha entre la conciencia de uno mismo y la autoconfianza. Cada uno de nosotros dispone de un mapa interno de sus propias preferencias. La sensación de autoeficacia es específica de un dominio concreto, ya que lo bien que creamos que podemos desempeñar una labor no equivale a lo que podamos hacer en un dominio paralelo de la vida cotidiana.

Se suelen evitar aquellas situaciones o entornos en los que se tiene miedo de fracasar, aun cuando realmente se posean las capacidades requeridas para poder afrontar con éxito una determinada tarea porque, si no creemos ser capaces de superar sus desafíos, nos comportaremos de un modo que terminará abocándonos en el fracaso. La misma idea de que “no puedo hacerlo” resulta paralizante.

Tener el necesario valor de expresarse y la idea de poder saltarse las reglas y los procedimientos usuales, son las cualidades distintivas de la confianza en uno mismo.
Las personas dotadas de una mayor confianza en sí mismas serán las que se hallen más dispuestas a asumir el riesgo de expresar y denunciar los problemas y las injusticias que los demás solo se atreven a eludir o mencionar en voz baja.

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lunes, febrero 19, 2024

Energía Vital


Siempre ha existido una energía oculta, una fuerza vital, en las cosas que son auténticas y genuinas. Esta energía emana de cosas reales, naturales y, como el contacto humano, el amor, el arte hecho con el ingenio sensible, la música tocada por humanos, todo lo relacionado con la naturaleza, los animales, los árboles.

No se necesitan pruebas de ello, sólo un sentimiento. Y tendría curiosidad por saber si nos van a poder engañar haciéndonos pensar que todo estaría bien si esta energía estuviera ausente. Dudo que se pueda saber de inmediato.

Esta energía oculta está en todas partes y, a lo largo de los siglos, los seres humanos se han alejado cada vez más de ella. Hubo un tiempo en que estuvo presente en casi todo. Si las manos humanas tenían voz y voto en la creación de algo, estaba ahí. Los artesanos que construyeron su hogar en el siglo XIX, a través de sus manos, con el corazón y mente hábiles, transmitieron esta energía oculta. Los artistas que crean esculturas, pinturas y música siempre presentaron en su trabajo algo que la gente admiraba y encontraba reconfortante. Se encontraba en la poesía, la literatura y cualquier cosa creada por un ser humano.

Y, por supuesto, se encontraba en el amor y el amor transmitido de un ser humano a otro a través del tacto, el abrazo, el estar presente y hacer el amor. El contacto visual fue suficiente incluso para transmitir esta energía oculta. Al reunirse, estuvo presente. Caminar de la mano por la calle o por un prado. Se hizo presente en una sonrisa y un gesto cortés.

Sin embargo, a lo largo de los tiempos recientes, hemos hecho todo lo posible para erradicar cualquier cosa que transmita esta energía oculta. Luchamos por reemplazar a los artesanos humanos, luchamos por mecanizar la construcción, luchamos por sustituir a los humanos y el contacto humano siempre que podamos. Incluso sustituyendo al personal de caja y a los camareros en los restaurantes, estamos destruyendo la transmisión del alma. Estamos perdiendo rápidamente esta energía oculta. Todavía está aquí hasta cierto punto, pero está desapareciendo rápidamente.

El transhumanismo lidera el grupo en este esfuerzo, pero vemos el desgarro de esta energía dondequiera que miremos si observamos con atención. Debido a que es una energía oculta, es fácil pasarla por alto. Y como nadie parece pensar que sea importante, como una vitamina faltante que es esencial para la vida, nadie está haciendo un esfuerzo por detener este ataque. Nuestra conexión con el espíritu es a través de nuestra conexión con la naturaleza y nuestra creatividad humana. Somos humanos y, como humanos, participamos en el mundo natural de la creación. Cuando nosotros, como seres humanos, tocamos algo, amamos algo y creamos algo desde el corazón, expresamos humanidad y, por tanto, expresamos la naturaleza y, por tanto, expresamos la Creación. Cuando esta expresión desaparezca, nosotros no tenderemos sentido.

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jueves, febrero 15, 2024

Los Hemisferios Cerebrales

Nuestro cerebro está dividido en los hemisferios derecho e izquierdo que están unidos y comunicados por medio del cuerpo calloso.
Tener dos hemisferios es importante para un órgano fundamental como el cerebro, porque en ocasiones, si hay una lesión en un hemisferio del cerebro que afecte alguna función, el otro hemisferio puede llegar suplirla y realizarla.

Los dos hemisferios están separados, pero también comunicados por el cuerpo calloso, que es una porción de masa encefálica que contiene también infinidad de fibras nerviosas.

Los dos hemisferios no son idénticos. Comparten algunas funciones como las del pensamiento y la regulación de la temperatura del cuerpo, pero también realizan otras diferentes.

El hemisferio cerebral izquierdo controla el lenguaje, el pensamiento lógico y la escritura. En él se encuentra el centro del habla, del pensamiento que nos permite analizar lo que sucede y del control de la mano derecha. También controla la capacidad para las matemáticas y la sensibilidad.

El hemisferio cerebral derecho controla el pensamiento creativo, controla la mano izquierda, la fantasía, el talento musical y todas las actividades artísticas que podemos desarrollar.

Hemisferios Cerebrales

Sincronización de los Hemisferios Cerebrales con Kensiología

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domingo, febrero 11, 2024

El Estigma de la Modernidad hacia la Vejez


"Es totalmente falso y cruelmente arbitrario poner todo el juego y el aprendizaje en la infancia, todo el trabajo en la mediana edad, y todos los pesares en la vejez."
.- Margaret Mead.


Simone de Beauvoir, en su libro "La vejez", cuenta: "Cuando Buda era todavía el príncipe Sidarta, encerrado por su padre en un magnífico palacio, se escapó varias veces para pasearse en coche por los alrededores. En su primera salida encontró a un hombre achacoso, desdentado, todo lleno de arrugas, canoso, encorvado, apoyado en un bastón, balbuceante y tembloroso.
Ante su asombro, el cochero le explicó lo que es un viejo: "Que desgracia -exclamó el príncipe-, que los seres débiles e ignorantes, embriagados por el orgullo propio de la juventud, no vean la vejez. Volvamos rápido a casa. De qué sirven los juegos y las alegrías si soy la morada de la futura vejez"

Buda reconoció en un anciano su propio destino porque, nacido para salvar a los hombres, quiso asumir su condición total. En eso se diferenciaba de ellos, que eluden los aspectos que les desagradan. Y en particular la vejez.

Norteamérica ha tachado de su vocabulario la palabra muerte: se habla del ser querido que se fue; asimismo evita toda referencia a la edad avanzada. En Francia, actualmente, es también un tema prohibido. Cuando al final de la fuerza de las cosas infringí ese tabú, ¡qué indignación provoqué! Admitir que yo estaba en el umbral de la vejez acechaba a todas las mujeres, que ya se había apoderado de muchas. ¡Con amabilidad o con cólera mucha gente, sobre todo gente de edad, me repitió abundantemente que la vejez no existe! Hay gente menos joven que otra, eso es todo. Para la sociedad, la vejez parece una especie de secreto vergonzoso del cual es indecente hablar. Sobre la mujer, el niño, el adolescente, existe en todos los sectores una abundante literatura; fuera de las obras especializadas, las alusiones a la vejez son muy raras. Un autor de historietas cómicas tuvo que rehacer toda una serie porque había incluido en sus personajes a una pareja de abuelos: "Suprima a los viejos", le ordenaron.

David Le Breton, especializado en la antropología del cuerpo, escribe que, en realidad... "el envejecimiento es una abstracción. Con una lentitud infinita, el paso del tiempo se marca en el rostro y en los gestos, limita la acción, pero sin ruptura, sin traumatismo. Envejecer es un camino lento, no pesa nunca; sólo la última gota hace desbordar el vaso. Durante gran parte de la existencia las personas mayores son los otros (...). La conciencia de envejecer o de ser una persona mayor nace de la mirada del otro".

"La modernidad tiende a hacer de la vejez un estigma. La vejez se desliza lentamente fuera del campo simbólico, porque deroga los valores centrales de la modernidad: la juventud, la seducción, la vitalidad, el trabajo, los resultados. Sin quererlo es una encarnación de lo rechazado, como el “discapacitado”, la enfermedad, la proximidad de la muerte o la muerte misma (...)."

"La persona que envejece, cada uno de nosotros lo sabrá un día, es el niño que fue: el mismo rostro, el mismo asombro frente al mundo. Del niño al viejo, existe una continuidad inquietante, una semejanza nunca desmentida. De ahí que, muy viejos, morimos con el rostro de nuestra infancia, pero somos los únicos en saberlo." "Una comediante americana enunciaba en voz alta el murmullo íntimo que atormenta a muchos de nuestros contemporáneos: “Yo acepto ser vieja..., pero ¡no soporto verme vieja!”.

"Hoy es necesario, si no vivir eternamente, al menos desaparecer muy viejo con un rostro de eterna juventud, incluso al precio de penosas cirugías estéticas. Engañar ostentando los signos de una juventud intacta pese a los años para no perder simbólicamente su lugar en el campo social."

"En otras sociedades, el envejecimiento que marca los rasgos y blanquea los cabellos aumenta el prestigio y la dignidad, pero no es el caso en las nuestras."

"Antes, el ser humano envejecía y moría porque estos eventos estaban en el orden de las cosas. Sería larga la lista de sociedades hospitalarias con la vejez, que hacen de la edad el signo de una dignidad y de un valor simbólico crecientes en el destino del grupo". Pero "El ser humano contemporáneo no quiere envejecer".

Y esto es porque "En nuestra sociedad industrializada el elemento integrador por excelencia es el trabajo, del cual emana el prestigio social, los ingresos económicos y el nivel de vida, buena parte de las relaciones sociales y de los grupos de pertenencia, y otros referentes básicos para la vida y la identidad de cada persona. Por tanto, el individuo que no trabaja vive en una especie de estado social liminar en el que no disfruta de una identidad ni de un prestigio propios" apostilla el antropólogo Josep M. Fericgla.

"Vemos desde el ángulo de la antropología cultural que el respeto por el anciano ha sido la regla. Pero el anciano, en tanto y cuanto no suponía una carga para el grupo, ya que el que no reuniese estas condiciones, rápidamente era eliminado del mundo de los vivos." afirma el antropólogo José Manuel Reverte Coma.

Y continúa: "Entre los indios cunas de Panamá, el jefe es elegido entre los viejos más capaces y las parteras (mu) cargo de máxima responsabilidad entre las mujeres. En este mismo grupo étnico, el viejo que ya no puede valerse por sí mismo, no tardaba en ser tratado con "ina nusu" o "medicina para las lombrices", que es la Spiegelia anthelmia L., cuyas hojas, después de hervidas, se transforma en poderoso veneno que acaba con la penosa carga de la vida en unos instantes."

En realidad, en algunos pueblos, la gerontocracia es algo común. "Los chukchis de Siberia, que por su condición de nómadas no pueden andarse con muchas contemplaciones, a los viejos que no pueden realizar ya las más elementales faenas, los abandonan en medio de la nieve a temperaturas de 50º a 70º C bajo cero. Y esto, que parece gran crueldad, lo hacen muchas veces a petición del propio anciano".

Aunque "en diversos continentes encontramos, por ejemplo, a los arunda de Australia que nunca abandonan a sus ancianos. Por el contrario, los tratan con una bondad y un respeto especiales, reservándoles los mejores bocados por medio de tabús y proveyendo a los que no pueden cuidar de sí mismos. Entre los semang de la Península Malaya, los ancianos son respetados y honrados entre ellos, como lo demuestra el hecho de que nunca se les contradice. Cuando no pueden ya trabajar, sus hijos les proporcionan comida y a menudo los llevan a la espalda cuando se trasladan de un campamento a otro. Jamás se trata con dureza a los enfermos y a los achacosos, mucho menos se les abandona o se les mata."

"El último valor característicamente estadounidense que genera prejuicios contra los mayores es el culto a la juventud." subraya el antropólogo Jared Diamond. "Es cierto que este mundo moderno de rápidos cambios tecnológicos y competitividad, otorga ventaja a la juventud recientemente educada, que posee velocidad, resistencia, fuerza, agilidad y reflejos rápidos. Sin embargo, el culto a la juventud se extiende a otras esferas gravemente injustas (...)"

"Los anuncios de refrescos, cerveza y coches siempre cuentan con modelos jóvenes, si bien los ancianos consumen todos esos productos. Sin embargo, las imágenes de personas mayores se utilizan para vender pañales para adultos, medicamentos contra la artritis y planes de jubilación. (...) No es de asunto grave que no se contraten a modelos de 70 años para vender refrescos, pero sí que los aspirantes a un puesto de trabajo sean ignorados continuamente para las entrevistas, y que los pacientes de más edad no tengan tanta prioridad en la atención médica. (...)"

"La visión negativa de la edad no sólo es cosa de los jóvenes. Los estadounidenses creen que los ancianos son aburridos, retrógrados, dependientes, aislados, solitarios, estrechos de miras, ignorados, anticuados, pasivos, pobres, sedentarios, sexualmente inactivos, enfermos, distraídos... y que pasan gran parte del día durmiendo, sentados, sin hacer nada o recordando con nostalgia el pasado. Esas ideas eran compartidas por igual por los ancianos y los jóvenes."

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viernes, febrero 09, 2024

Mudras

Los mudras son gestos realizados con los dedos de las manos y los brazos que sirven para equilibrar el flujo energético del organismo. Los mudras son formas de comunicación muy antiguas y en todas las culturas y religiones han sido utilizadas. Sin embargo, donde más representaciones difundidas hay es en la cultura India y los budistas; orientadas a la comunicación con el Yo interno, el espíritu y el Universo.

La Kinesiología nos ha permitido conocer muchos puntos en las manos y diferentes posiciones de las mismas para obtener cargas energéticas de variada intensidad y dependiendo de su uso convertirlas en llaves de acceso a las distintas funciones de órganos, aparatos y sistemas del cuerpo humano incluyendo áreas emocionales y espirituales.

Los mudras son extremadamente sencillos de realizar, pero muy poderosos, ya que transforman aspectos internos de nuestras vidas liberando la energía bloqueada en el interior del cuerpo, que circulan por los canales de energía llamados meridianos y en los centros energéticos denominados chackras. Disponiendo y dirigiendo dicha energía a través de los mudras, se pueden alcanzar objetivos y tener la capacidad para solucionar diversos problemas de la vida cotidiana.

Todo el mundo puede hacer mudras. Si se pueden mover las manos y los brazos, cualquier persona podrá utilizar los milenarios mudras sanadores para enriquecer su vida dedicándoles tan solo unos pocos minutos al día.
"En las manos, al igual que en los pies, están reflejados todos nuestros puntos corporales y por ello las diferentes posiciones ayudan a desbloquear aquellos que estén inarmónicos.
Los mudras son los gestos corporales que nos permiten canalizar adecuadamente la energía a través de nuestro cuerpo así como facilitar la consecución de numerosos objetivos como la sanación física y emocional.

Hay mudras muy completos que implican a todo el cuerpo, pero también hay mudras muy sencillos e igualmente poderosos que sólo requieren de nuestras manos para alcanzar nuestros objetivos.
Para practicarlos no es necesaria una gran habilidad, sino bastante práctica, especialmente con aquellos que son muy complicados. Los dedos se van uniendo entre sí de maneras muy diversas y con presiones concretas, donde a veces sólo es necesario un leve roce y otras se necesita una gran presión.
Debido a la diferente cualidad de cada uno de ellos, es recomendable utilizarlos durante un tiempo determinado que suele ir de 3 a 45 minutos y generalmente es conveniente realizarlos una vez al día como mínimo.

Es importante tener en cuenta en el caso de utilizarlos para la sanación física, su cometido es solamente apoyar tratamiento que estemos utilizando para sanar, haciendo que sea más eficaz y que la enfermedad sane con mayor prontitud.

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lunes, febrero 05, 2024

La Conciencia del Sufrimiento

Hay cuatro tipos de sufrimiento. La primera categoría es el sufrimiento innecesario. Este es el tipo de sufrimiento en que incurrimos debido a nuestras actitudes y expectativas irracionales hacia los demás, generado por nuestras malas intenciones, ser rechazados por alguien, odio, duda, posesividad, arrogancia y autocompasión. En otras palabras, son emociones negativas o sufrimiento que surge debido a nuestra importancia personal.

El segundo tipo de sufrimiento es el sufrimiento inevitable. Este es el tipo de sufrimiento que nos llega por accidente o por acontecimientos fuera de nuestro control, como la guerra, los desastres naturales, enfermedades o la muerte de alguien.

El tercer tipo de sufrimiento es el sufrimiento voluntario. Este es el sufrimiento que nos imponemos a nosotros mismos con el fin de lograr una meta personal, como un atleta que se auto disciplina para ganar una carrera, o un estudiante que se esfuerza mucho para conseguir un diploma.

Y finalmente tenemos el sufrimiento intencional. Este es el sufrimiento que imponemos sobre nosotros mismos con el fin de lograr un objetivo impersonal o altruista , uno que va dirigido hacia el servicio a los demás o para el trabajo , y no para lucro personal.

- J. Bennett

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