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domingo, abril 21, 2024

Ley de Tres - Segunda Parte

Esta entrada es una continuación de otra anterior que se puede ver a través de este enlace: Ley de Tres - Primera Parte

2. Dos: El Absoluto, la Unidad, al hacerse consciente de sí, crea la multiplicidad o polaridad. El uno se hace dos. Dos no es uno más uno. Metafísicamente, el dos nunca puede ser la suma de uno más uno, ya que sólo hay un uno, que es el Todo.

El Dos expresa la oposición fundamental, la contrariedad fundamental de la naturaleza: la polarización. Y la polaridad es fundamental para todos los fenómenos sin excepción. En el mito egipcio, esta oposición fundamental se describe vívidamente en el interminable conflicto entre Set y Horus (finalmente reconciliados tras la muerte del rey). La escisión primordial provoca, postula, la reacción. La ciencia moderna es consciente de la polaridad fundamental de los fenómenos, aunque sin reconocer sus implicaciones o su naturaleza necesariamente trascendente. La energía es la expresión mensurable de la rebelión del espíritu contra su confinamiento en la materia. No hay modo alguno de expresar esta verdad fundamental en un lenguaje científico aceptable. Pero el lenguaje del mito lo expresa de forma elocuente: en Egipto se representa a Ptah, el creador de las formas, aprisionado, envuelto en ropas ajustadas.

La polaridad es fundamental para todos los fenómenos sin excepción, pero cambia de aspecto según la situación. Este hecho se refleja en el lenguaje común. Aplicamos nombres distintos en función de la situación o de la categoría de los fenómenos: negativo, positivo; activo, pasivo; masculino, femenino; favorecedor, entorpecedor; afirmativo, negativo; sí, no; verdadero, falso; cada par representa un aspecto distinto del mismo principio fundamental de polaridad. En aras de la claridad y la precisión, distinguimos cuidadosamente entre estos conjuntos de polaridades según su función específica en una situación dada. Y es cierto que, al hacerlo, podemos ganar en claridad y precisión; pero, al mismo tiempo, podemos perder de vista —y, en la ciencia, sucede inevitablemente— la naturaleza cósmica y omnímoda de la polaridad. En el mito se evita este peligro. Aquí, la naturaleza cósmica se intensifica, y el erudito, filósofo o artista individual utiliza el aspecto concreto del principio que se aplica a su tarea o a su investigación, sea ésta la que fuere. Así, no hay que sacrificar la precisión y la claridad en aras de la difusión.

El Dos, considerado en sí mismo, representa un estado de tensión primordial o principal. Es una situación hipotética de opuestos eternamente irreconciliables (en la naturaleza no existe tal estado). El Dos es estático. En el mundo del Dos nada puede ocurrir.

3- Tres. Entre las fuerzas opuestas se debe establecer una relación. Y el establecimiento de esta relación constituye, en sí mismo, la tercera fuerza. El Uno, al hacerse Dos, simultáneamente se hace Tres. Y este «hacerse» es la tercera fuerza, que proporciona automáticamente el principio, inherente y necesario (y misterioso), de reconciliación.

Aquí nos enfrentamos a un problema irresoluble tanto en el lenguaje como en la lógica. La mente lógica es polar por naturaleza, y no puede aceptar o comprender el principio de relación. A lo largo de toda la historia, los eruditos, los teólogos y los místicos se han enfrentado al problema de explicar la trinidad en un lenguaje discursivo (Platón luchó resueltamente con él en su descripción del «alma del mundo», que a todos les parece un galimatías, salvo a los pitagóricos). Sin embargo, el principio del tres se aplica fácilmente a la vida cotidiana, donde — de nuevo— en función de la naturaleza de la situación le damos cada vez un nombre distinto. Masculino/femenino no es una relación, ya que, para que haya relación, debe haber «amor» o, al menos, «deseo». Un escultor y un bloque de madera no producirán una estatua: el escultor debe tener «inspiración». Sodio/cloro no es en sí mismo suficiente para producir una reacción química: debe haber «afinidad». Incluso el racionalista, el determinista, rinde homenaje inconscientemente a este principio: incapaz de dar cuenta del mundo físico a través de la genética y el entorno, apela a la «interacción», que no es sino un calificativo aplicado a un misterio.

La lógica y la razón son facultades para discernir, distinguir, discriminar (obsérvese la presencia del prefijo griego dis-, que significa «dos»). Pero la lógica y la razón no pueden explicar la experiencia cotidiana: incluso los lógicos se enamoran.

La tercera fuerza no puede ser «conocida» mediante las facultades racionales; de ahí el aura de misterio que planea sobre todos y cada uno de sus innumerables aspectos: «amor», «deseo», «afinidad», «atracción», «inspiración».

¿Qué «sabe» el genetista de la «interacción»? No puede medirla. La infiere, la extrapola de su propia experiencia, y, al utilizar un término al que se ha despojado de toda emoción, supone que está siendo «racional». No puede definir la «interacción» con una precisión mayor de la que puede emplear el escultor para definir la «inspiración», o el amante para definir el «deseo».

Es el corazón, y no la cabeza, el que comprende el tres (con el término corazón se hace referencia aquí al conjunto de las facultades emocionales humanas). La «comprensión» es una función emocional, antes que intelectual, y es prácticamente sinónimo de reconciliación, de relación. Cuanto más se comprende, más capaz se es de reconciliar y de relacionar. Cuanto más se comprende, más se reconcilian aparentes incongruencias e incoherencias. Es posible que uno sepa mucho y, en cambio, comprenda muy poco.

Así, aunque no podamos medir o conocer el tres directamente, podemos experimentarlo en todas partes. A partir de la experiencia cotidiana común, podemos proyectar y reconocer el papel metafísico del tres: podemos ver por qué la trinidad constituye un fenómeno universal en las mitologías del mundo. Tres es la «Palabra», el «Espíritu Santo», el absoluto consciente de sí mismo.

El hombre no experimenta directamente el absoluto o la unidad de la escisión primordial. Pero la famosa experiencia mística, la unión con Dios, es —en mi opinión— la experiencia directa de ese aspecto del absoluto que es la conciencia.

En qué medida se comprende que el tres constituye una buena indicación de la medida en que se es civilizado. Reconocer la tercera fuerza equivale a consentir el misterio fundamental de la creación; al mismo tiempo, constituye un reconocimiento de la necesidad fundamental de reconciliar a los opuestos. El hombre que comprende el tres no será seducido fácilmente por el dogmatismo. Sabe que, en nuestro mundo, los conceptos de verdadero y falso son relativos; o, si parecen absolutos, como en los sistemas lógicos, entonces es que el propio sistema es relativo, una abstracción de una realidad mayor y más compleja. No comprender esto da como resultado el curioso razonamiento moderno que declara válida la parte, pero afirma que el todo es una ilusión.

Aunque la tercera fuerza no se puede medir o conocer directamente, una ciencia amplia de miras puede abordarla con arte —en realidad, cualquier tipo de creación— sólo se puede dar frente a una oposición equilibrada. El bloque de madera constituye la oposición del escultor en un sentido muy real, como todo escultor sabe bien. Si su inspiración resulta insuficiente para tratar con su bloque de madera, o bien saldrá a emborracharse, o bien producirá un pretencioso fracaso. Si el bloque de madera resulta insuficiente para su inspiración, acabará con un sentimiento de ambición frustrada. Fácil de reconocer en principio, la capacidad para dar a la oposición el lugar que se merece es una de las más difíciles de poner en práctica. De ahí que el principio se haya expresado y vuelto a expresar de mil maneras distintas en las literaturas sacras de todo el mundo. Es esto, y no un sentimiento de servilismo, lo que pretende el dicho cristiano «ama a tu enemigo». ¡Trata de amar a tu enemigo!

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domingo, abril 14, 2024

Respiración Curativa

La mayor parte de la gente pasan sus vidas sin prestar la más mínima atención a la actividad más importante para vivir: la Respiración. Es por ello que no es tarea fácil intentar explicar toda la importancia y sobre todo el poder que se tiene y se experimenta después de realizar de manera consciente y conectada el acto de respirar, para nuestra vida, tanto en el ámbito físico, como emocional y mental.

Respirar de una manera consciente, plena, libre y saludable solo supone aprender una sencillísima técnica; no obstante, esto no quiere decir que el proceso sea fácil. Existen fuertes patrones de represión bloqueados que forman parte de nuestra manera de vivir que pueden resultar muy complicado, cuando no realmente perturbador, el resolverlos. La clave de la seguridad, para quien quiera adentrarse en esta técnica, es la siguiente: la respiración no puede hacerte daño si nunca se traspasan los límites en que deja de ser beneficiosa. Como norma, se toma conciencia solo de aquellos patrones y hábitos de comportamiento que la persona sea capaz de solucionar en cada momento.

Es muy importante practicar el proceso de respiración con un guía experimentado, para que nos muestre cómo se manifiestan los patrones de represión y la manera de resolverlos respirando. De esta manera nunca suceden experiencias desagradables.

Las reglas básicas que deben regir para facilitar el proceso son:
1. Crear un ambiente propicio para las sesiones de respiración.
2. El practicante ha de mantener los ojos cerrados durante la sesión, para poder conectar con todo lo que vaya ocurriendo en su interior; ya que todo se encuentra ahí.
3. Las sesiones se hacen tumbado, siempre que no haya impedimento que lo desaconseje. Ello va a permitir que el cuerpo se relaje mejor.
4. La persona que está respirando ha de estar callada, prestando atención a las sensaciones que sienta en su cuerpo, a los sentimientos, pensamientos y cualquier detalle que se presente, sin dejar de respirar en ningún momento.
5. Si parece que "no está pasando nada", la persona ha de continuar respirando y seguir prestando atención a ese tipo de sensación, así como los sentimientos y sensaciones al respecto.

La respiración remueve, para resolver todas las experiencias, patrones y hábitos que configuran nuestro pasado y nos atan a un futuro lleno de incertidumbre, mediante una intensa experiencia física y emocional.
Una de las mayores lecciones de la respiración consciente es que nos enseña que somos nosotros mismos quienes nos sanamos a través de una respiración primaria y fácilmente accesible.
A lo largo de todo el proceso se mantiene vigente la instrucción básica: respira y siente, respira y siente. A la que se le añade: confía en el proceso.
Mediante la respiración consciente, en poco minutos aflora a nuestra conciencia un amplio espectro de experiencias, sensaciones físicas, vívidos recuerdos, pensamientos desordenados de todo tipo, imágenes visuales, emociones con gran fuerza, etcétera. El desafío es siempre le mismo: mantenerse en la respiración y aceptarlo todo como el flujo libre del movimiento de la energía.

Aunque parezca muy sencillo, resulta bastante complicado mantener una respiración continuada. Es por eso que necesitamos de la ayuda de un guía para apoyarnos en el proceso de liberar nuestra respiración.

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lunes, marzo 11, 2024

Ley de Tres - Primera Parte

Parece extraño clasificar los números en «limitados e ilimitados; pares e impares; sencillos y múltiples; derechos e izquierdos; masculinos y femeninos; rectangulares y curvados; claros y oscuros; buenos y malos; cuadrados y oblongos». Y nos parece igualmente extraño denominar al cinco el número del «amor», y al ocho, el de la «justicia». Pero nos parecerá menos extraño si examinamos el pensamiento que llevó a realizar dichas atribuciones.

El hecho de que la mente humana pueda discriminar demuestra que el número dos tiene un significado distinto al del uno. La capacidad de distinguir implica diferencia, y la diferencia requiere el dos para tener algún significado.
Evidentemente, podemos crear trampas lingüísticas, y afirmar que no hay forma de probar que el lenguaje se corresponde con la «realidad». Este tipo de trampa no tiene escapatoria. Pero si concedemos que, de algún modo, el lenguaje se corresponde con la realidad, entonces, desde el punto de vista filosófico, el número adquiere significado, y los números dejan de ser meras abstracciones intelectuales.

Por la experiencia cotidiana, somos conscientes de que el universo constituye un sistema increíblemente heterogéneo hecho de una multiplicidad de aparentes unidades. Una persona es una unidad, hecha de una multiplicidad de células, cada una de las cuales es una unidad hecha de una multiplicidad de moléculas, cada una de las cuales es una unidad hecha de una multiplicidad de átomos, cada uno de los cuales es una unidad hecha de una multiplicidad de «partículas», para cuya descripción ya no basta el lenguaje ordinario: vistas de una manera, son partículas, o unidades; vistas de otra, son formas de comportamiento de la energía; y es la energía lo que hoy se considera la unidad última que subyace al universo material.

La misma línea de pensamiento, aplicada a la esfera macrocósmica, lleva a la misma conclusión. La persona es una unidad que constituye un aspecto del planeta Tierra, el cual es una unidad, que, a su vez, forma parte del sistema solar, el cual es una unidad... y así sucesivamente hasta las galaxias, que, en su conjunto, constituyen la inimaginable unidad que llamamos «universo». Los positivistas y ciertos filósofos lingüísticos podrían argumentar que el concepto de universo es una falacia, que el universo es una ilusión, que no es más que la suma de sus partes. Pero, en ese caso, una persona —o un positivista— es también una falacia y una ilusión, porque tampoco es más que la suma de sus partes.

La multiplicidad presupone la unidad. La multiplicidad carece de sentido a menos que también la unidad lo tenga. Ambos términos confieren un significado real al número, y no meramente abstracto.
Es el modo en que nuestros sentidos reciben la información el que crea un problema automático y, a menudo, insuperable. La multiplicidad asalta nuestros sentidos por todas partes, mientras que las unidades a las que denominamos «persona», «célula» y «molécula» son provisionales y relativas; y nosotros lo sabemos. Filosófica y lógicamente, podemos postular una unidad última, pero ésta resulta impalpable para nuestros sentidos.

Estamos obligados a reconocer los límites de la razón, así como la necesaria realidad de ámbitos a los que la razón no tiene acceso. Y aunque la razón por sí misma no pone a los hombres en la senda de una tradición iniciática (esa es la función de la conciencia), sí resulta suficiente para invalidar el escepticismo.
Son los sentidos los que nos hacen escépticos. Cuando los científicos y los intelectuales afirman que su ateísmo o su agnosticismo se les impone por la «razón», mienten. Lo que ocurre es simplemente que no han logrado aplicar su razón a los datos relativos y provisionales que les envían sus sentidos.

Lo que hoy se denomina «mística del número» pitagórica tiene un origen egipcio (si es que no es más antiguo), y corresponde a la filosofía que subyace a todas las artes y ciencias de Egipto. En realidad, lo que hizo Pitágoras fue desdramatizar el mito, una estrategia que tenía la ventaja de hablar directamente a quienes eran capaces de pensar en aquellos términos.

El trabajo de Schwaller de Lubicz, así como el de algunos otros pensadores contemporáneos (por ejemplo, J. G. Bennett), complementario pero independiente, ha hecho posible reformular la teoría pitagórica de una manera aceptable para nuestro pensamiento. Cuando la aplicamos al mito egipcio, se hace patente que estos curiosos relatos se basan en el conocimiento del número y de la interrelación de los números, y no en el animismo, las supersticiones tribales, las disputas sacerdotales, la materia prima de la historia o los sueños.

1- Uno. El absoluto o la unidad, creó la multiplicidad a partir de sí mismo. Uno se convirtió en dos. Esto es lo que Schwaller de Lubicz denomina «escisión (división, separación) primordial». Ésta será siempre insondable e incomprensible para las facultades humanas (aunque el lenguaje nos permita expresar lo que no podemos comprender).

La creación del universo es un misterio. Pero en Egipto éste se consideraba el único misterio ineluctable: más allá de la escisión primordial todo resulta, en principio, comprensible.
Y si se objeta que una filosofía basada en un misterio es insatisfactoria, hay que recordar que la ciencia moderna está plagada no sólo de misterios, sino de abstracciones que no se corresponden con ninguna experiencia posible en la realidad: el cero, que es una negación; el infinito, que es una abstracción; y la raíz cuadrada de menos uno, que es ambas cosas. Egipto evitó cuidadosamente lo abstracto. Tum (causa trascendente), al mirarse a sí mismo, creó a Atum a partir de Nun, las aguas primigenias.

En nuestros términos, la unidad, el absoluto o energía no polarizada, al hacerse consciente de sí, crea la energía polarizada. El uno se convierte simultáneamente en el dos y el tres. El dos, considerado en sí mismo, es divisible por naturaleza. El dos representa el principio de multiplicidad; cuando se desboca, el dos es la llamada del caos. El dos es la caída. Pero el dos se reconcilia con la unidad, se incluye en la unidad, por la creación simultánea del tres. El tres representa el principio de reconciliación, de relación (este «tres en uno» es, obviamente, la trinidad cristiana, la misma trinidad que se describe en innumerables mitologías de todo el mundo).

Los números no son abstracciones ni entidades en sí mismos. Los números son nombres aplicados a las funciones y principios sobre los que el universo se crea y se mantiene. A través del estudio del número —quizás sólo a través del estudio del número— se pueden comprender estas funciones y principios. En términos generales, damos todas estas funciones y principios por sentados; ni siquiera nos damos cuenta de que subyacen a toda nuestra experiencia y de que, al mismo tiempo, en gran medida los ignoramos. Sólo podemos medir los resultados, que nos proporcionan datos cuantitativos, pero no comprensión.

Experimentamos el mundo en términos de nacimiento, crecimiento, fertilización, maduración, senescencia, muerte y renovación; en términos de tiempo y espacio, distancia, dirección y velocidad. Pero la ciencia contemporánea sólo puede explicar todo esto en términos parciales, superficiales, cuantitativos. Y o bien se niega a admitir estas deficiencias, o bien aplica a los diversos misterios etiquetas impresionantes, pero carentes de significado. Con su nuevo y elocuente vocabulario, insiste en que el misterio se ha resuelto. «Presión selectiva», «valor de supervivencia», «interacción entre la genética y el entorno»: analice cualquiera de estas expresiones y encontrará que tras ellas subyacen todos los misterios de la fecundación, el nacimiento, el crecimiento, la maduración, la senescencia, la muerte y la renovación. Ninguno de ellos se puede explicar por el método científico.
Sin embargo, a partir de la reformulación de la mística pitagórica del número se puede tener una idea de su naturaleza. Schwaller de Lubicz denomina a la filosofía basada en el pitagorismo «la única filosofía verdadera». No se trata de arrogancia, sino del reconocimiento del hecho de que por este medio podemos empezar a comprender el mundo tal como lo experimentamos.

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sábado, febrero 24, 2024

Autoeficacia

Autoeficacia es el juicio positivo de nuestra capacidad de actuar. Pero, la autoeficacia no es lo mismo que nuestras capacidades reales, sino más bien lo que creemos que podemos llegar a hacer con ellas. Por sí sola, nuestra capacidad no basta para garantizar el desempeño óptimo, sino que también debemos creer en ella para poder sacarle el máximo provecho.

Las personas autoeficaces afrontan sin dificultades los desafíos pero quienes dudan de sí mismos la mayor parte de las veces ni siquiera lo intentan, por bien que puedan hacerlo. Dicho de otra manera, la confianza en uno mismo alienta nuestras esperanzas mientras que la duda las socava.

Existe una relación muy estrecha entre la conciencia de uno mismo y la autoconfianza. Cada uno de nosotros dispone de un mapa interno de sus propias preferencias. La sensación de autoeficacia es específica de un dominio concreto, ya que lo bien que creamos que podemos desempeñar una labor no equivale a lo que podamos hacer en un dominio paralelo de la vida cotidiana.

Se suelen evitar aquellas situaciones o entornos en los que se tiene miedo de fracasar, aun cuando realmente se posean las capacidades requeridas para poder afrontar con éxito una determinada tarea porque, si no creemos ser capaces de superar sus desafíos, nos comportaremos de un modo que terminará abocándonos en el fracaso. La misma idea de que “no puedo hacerlo” resulta paralizante.

Tener el necesario valor de expresarse y la idea de poder saltarse las reglas y los procedimientos usuales, son las cualidades distintivas de la confianza en uno mismo.
Las personas dotadas de una mayor confianza en sí mismas serán las que se hallen más dispuestas a asumir el riesgo de expresar y denunciar los problemas y las injusticias que los demás solo se atreven a eludir o mencionar en voz baja.

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lunes, febrero 19, 2024

Energía Vital


Siempre ha existido una energía oculta, una fuerza vital, en las cosas que son auténticas y genuinas. Esta energía emana de cosas reales, naturales y, como el contacto humano, el amor, el arte hecho con el ingenio sensible, la música tocada por humanos, todo lo relacionado con la naturaleza, los animales, los árboles.

No se necesitan pruebas de ello, sólo un sentimiento. Y tendría curiosidad por saber si nos van a poder engañar haciéndonos pensar que todo estaría bien si esta energía estuviera ausente. Dudo que se pueda saber de inmediato.

Esta energía oculta está en todas partes y, a lo largo de los siglos, los seres humanos se han alejado cada vez más de ella. Hubo un tiempo en que estuvo presente en casi todo. Si las manos humanas tenían voz y voto en la creación de algo, estaba ahí. Los artesanos que construyeron su hogar en el siglo XIX, a través de sus manos, con el corazón y mente hábiles, transmitieron esta energía oculta. Los artistas que crean esculturas, pinturas y música siempre presentaron en su trabajo algo que la gente admiraba y encontraba reconfortante. Se encontraba en la poesía, la literatura y cualquier cosa creada por un ser humano.

Y, por supuesto, se encontraba en el amor y el amor transmitido de un ser humano a otro a través del tacto, el abrazo, el estar presente y hacer el amor. El contacto visual fue suficiente incluso para transmitir esta energía oculta. Al reunirse, estuvo presente. Caminar de la mano por la calle o por un prado. Se hizo presente en una sonrisa y un gesto cortés.

Sin embargo, a lo largo de los tiempos recientes, hemos hecho todo lo posible para erradicar cualquier cosa que transmita esta energía oculta. Luchamos por reemplazar a los artesanos humanos, luchamos por mecanizar la construcción, luchamos por sustituir a los humanos y el contacto humano siempre que podamos. Incluso sustituyendo al personal de caja y a los camareros en los restaurantes, estamos destruyendo la transmisión del alma. Estamos perdiendo rápidamente esta energía oculta. Todavía está aquí hasta cierto punto, pero está desapareciendo rápidamente.

El transhumanismo lidera el grupo en este esfuerzo, pero vemos el desgarro de esta energía dondequiera que miremos si observamos con atención. Debido a que es una energía oculta, es fácil pasarla por alto. Y como nadie parece pensar que sea importante, como una vitamina faltante que es esencial para la vida, nadie está haciendo un esfuerzo por detener este ataque. Nuestra conexión con el espíritu es a través de nuestra conexión con la naturaleza y nuestra creatividad humana. Somos humanos y, como humanos, participamos en el mundo natural de la creación. Cuando nosotros, como seres humanos, tocamos algo, amamos algo y creamos algo desde el corazón, expresamos humanidad y, por tanto, expresamos la naturaleza y, por tanto, expresamos la Creación. Cuando esta expresión desaparezca, nosotros no tenderemos sentido.

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jueves, febrero 15, 2024

Los Hemisferios Cerebrales

Nuestro cerebro está dividido en los hemisferios derecho e izquierdo que están unidos y comunicados por medio del cuerpo calloso.
Tener dos hemisferios es importante para un órgano fundamental como el cerebro, porque en ocasiones, si hay una lesión en un hemisferio del cerebro que afecte alguna función, el otro hemisferio puede llegar suplirla y realizarla.

Los dos hemisferios están separados, pero también comunicados por el cuerpo calloso, que es una porción de masa encefálica que contiene también infinidad de fibras nerviosas.

Los dos hemisferios no son idénticos. Comparten algunas funciones como las del pensamiento y la regulación de la temperatura del cuerpo, pero también realizan otras diferentes.

El hemisferio cerebral izquierdo controla el lenguaje, el pensamiento lógico y la escritura. En él se encuentra el centro del habla, del pensamiento que nos permite analizar lo que sucede y del control de la mano derecha. También controla la capacidad para las matemáticas y la sensibilidad.

El hemisferio cerebral derecho controla el pensamiento creativo, controla la mano izquierda, la fantasía, el talento musical y todas las actividades artísticas que podemos desarrollar.

Hemisferios Cerebrales

Sincronización de los Hemisferios Cerebrales con Kensiología

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miércoles, febrero 14, 2024

Relaciones con Amor

El concepto de "relación" vienen asociado a expectativas, recuerdos de relaciones pasadas, y conceptos mentales condicionados personales y culturales de lo que una "relación" debería ser. Después hay que hacer que la realidad se ajustase a estos conceptos. Si no lo hace, y nunca lo hace, la persona vuelve a sufrir. La cuestión del asunto es: no hay relaciones. Sólo existe el momento presente, y en el momento sólo hay un relacionarse. Cómo nos relacionemos, o mejor dicho cómo de bien amemos, depende de lo vacíos que estemos de ideas, conceptos y expectativas.

Lo que convencionalmente llamamos "amor" es una estrategia del ego para evitar rendirse. Nosotros estamos buscando a alguien para que nos dé eso que sólo puede venirnos en el estado de rendición. El ego utiliza a esa persona como un sustituto para no tener que rendirse. Para el ego, amar y querer (desear) son lo mismo, mientras que el amor verdadero no tiene ningún deseo de poseer o de que tu pareja cambie. El ego elige a alguien y lo hace especial. Utiliza a esa persona para tapar el constante sentimiento subyacente de descontento, de "no suficiente", de ira y odio, que están estrechamente relacionados entre sí. Estas son facetas de un sentimiento profundamente arraigado en los seres humanos.

Cuando el ego elige algo y dice "yo amo" esto o aquello, es un intento inconsciente de ocultar o eliminar los sentimientos profundos que siempre le acompañan: el descontento, la infelicidad, la sensación de insuficiencia que es tan familiar. Por un tiempo, la ilusión realmente funciona. Pero entonces, inevitablemente, en algún momento, la persona que hemos elegido, o hemos hecho especial, deja de funcionar como una tapadera para el dolor, el odio, el descontento o la insatisfacción que tienen su origen en la sensación de insuficiencia y de sentirnos incompletos. Entonces, surge la sensación que estaba oculta, y se proyecta sobre la persona que había sido elegida y hecha especial. De repente, el amor se convierte en odio. El ego no se da cuenta de que el odio es una proyección del dolor universal que se siente dentro. El ego cree que esta persona es la causa del dolor. No se da cuenta de que el dolor es el sentimiento universal de no estar conectado con el nivel más profundo de nuestro ser – no ser uno con uno mismo.
El objeto del amor es intercambiable, tan intercambiable como el objeto del deseo egoico. Algunas personas pasan por muchas relaciones. Se enamoran y desenamoran muchas veces. Aman a una persona por un tiempo hasta que ya no funciona, porque ninguna persona puede de forma permanente ocultar ese dolor.

Sólo la rendición puede darte lo que estabas buscando en el objeto de tu amor. El ego dice que la rendición no es necesaria porque amo a esta persona. Es un proceso inconsciente, por supuesto. En el momento en que aceptas completamente lo que es, algo dentro de ti, que había sido ocultado por el deseo del ego, emerge. Es una paz innata que mora en el interior, quietud, vitalidad. Es lo incondicionado, lo que eres en esencia. Es lo que habías estado buscando en el objeto de amor. Es tú mismo. Cuando esto sucede, un tipo completamente diferente de amor está presente, que no está sujeto al amor/odio. No elige a una cosa o una persona como algo especial. Es absurdo incluso usar la misma palabra para eso. Ahora bien, puede suceder que, incluso en una relación normal amor/odio, de vez en cuando, introduces el estado de rendición. Temporalmente, brevemente, sucede: experimentas un profundo amor universal y una plena aceptación que a veces puede brillar a través, incluso en una relación egoica. Sin embargo, si la rendición no continúa, se cubre de nuevo con los viejos patrones del ego. Por lo tanto, no estoy diciendo que el verdadero amor profundo no se pueda presentar de vez en cuando, incluso en una relación normal de amor/odio. Pero es raro y por lo general de corta duración.

Siempre que se acepta lo que es, algo más profundo emerge en ese instante. Así, se puede quedar atrapado en el dilema más doloroso, externo o interno, en los sentimientos o situación más dolorosos, y en el momento en que se acepta lo que es, se va más allá de ellos, se trascienden. Incluso si se siente odio, en el momento en que se acepta que esto es lo que se siente, se le trasciende. Todavía puede estar ahí, pero de repente se está en un lugar más profundo donde nada de eso importa ya.

El universo fenoménico entero existe debido a la tensión entre los opuestos. Caliente y frío, crecimiento y decadencia, ganancia y pérdida, éxito y fracaso, las polaridades que forman parte de la existencia, y por supuesto parte de todas las relaciones.
No podemos deshacernos de las polaridades en el plano de la forma. Sin embargo, se pueden trascender las polaridades a través de la rendición. Entonces se está en contacto con un lugar más profundo dentro de uno donde, por así decirlo, las polaridades ya no existen. Siguen existiendo en el plano externo. Sin embargo, incluso allí, algo cambia en la forma en que las polaridades se manifiestan en la vida cuando se está en un estado de aceptación o renuncia. Las polaridades se manifiestan de una manera más benigna y suave.

Cuanto más inconsciente seas, más identificado estás con la forma. La esencia de la inconsciencia es la siguiente: la identificación con la forma, ya sea una forma externa (una situación, lugar, evento o experiencia), una forma de pensamiento o una emoción. Cuanto más apegado estás a la forma, menos rendido (entregado) estás, y más extrema, violenta o cruel es tu experiencia de las polaridades. Hay personas en este planeta que viven prácticamente en el infierno y en el mismo planeta hay otros que viven una vida relativamente pacífica. Los que están en paz interior aún experimentan las polaridades, pero de una forma mucho más benigna que la forma extrema en la que muchos humanos las experimentan todavía. Por lo tanto, la forma en que las polaridades se experimentan cambia. Las propias polaridades no se puede eliminar, pero se puede decir, que el universo entero se vuelve algo más benevolente. Ya no es tan amenazante. El mundo ya no se percibe como hostil, que es como el ego lo percibe.
Cuando se vive en la rendición, algo viene a través de nosotros hacia el mundo de la dualidad que no es de este mundo.

Lo interno y lo externo son en última instancia uno. Cuando ya no se percibe el mundo como hostil, ya no hay más miedo, y cuando no hay más miedo, se piensa, se habla y se actúa de manera diferente. El amor y la compasión surgen y afectan al mundo. Incluso si uno se encuentra en una situación de conflicto, hay una emanación de paz en las polaridades. Entonces, algo cambia. Hay algunos maestros o enseñanzas que dicen, nada cambia. Ese no es el caso. Algo muy importante sí que cambia. Aquello que está más allá de la forma brilla a través de la forma, lo eterno brilla a través de la forma en este mundo de la forma.
La falta de "reacción en contra", la aceptación de los opuestos de este mundo, es lo que provoca cambios en la forma en que los opuestos se manifiestan. Los opuestos seguirán ocurriendo, pero no se alimentan de uno nunca más. Esto significa, que a menudo se experimenta un colapso de las polaridades, tales como en situaciones de conflicto. Ninguna persona, ninguna situación se convierte en un "enemigo".
Entonces, los opuestos, en vez de fortalecerse, se debilitan. Y así es como comienzan a disolverse. Vivir así, es el comienzo del fin del mundo.

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viernes, febrero 09, 2024

Mudras

Los mudras son gestos realizados con los dedos de las manos y los brazos que sirven para equilibrar el flujo energético del organismo. Los mudras son formas de comunicación muy antiguas y en todas las culturas y religiones han sido utilizadas. Sin embargo, donde más representaciones difundidas hay es en la cultura India y los budistas; orientadas a la comunicación con el Yo interno, el espíritu y el Universo.

La Kinesiología nos ha permitido conocer muchos puntos en las manos y diferentes posiciones de las mismas para obtener cargas energéticas de variada intensidad y dependiendo de su uso convertirlas en llaves de acceso a las distintas funciones de órganos, aparatos y sistemas del cuerpo humano incluyendo áreas emocionales y espirituales.

Los mudras son extremadamente sencillos de realizar, pero muy poderosos, ya que transforman aspectos internos de nuestras vidas liberando la energía bloqueada en el interior del cuerpo, que circulan por los canales de energía llamados meridianos y en los centros energéticos denominados chackras. Disponiendo y dirigiendo dicha energía a través de los mudras, se pueden alcanzar objetivos y tener la capacidad para solucionar diversos problemas de la vida cotidiana.

Todo el mundo puede hacer mudras. Si se pueden mover las manos y los brazos, cualquier persona podrá utilizar los milenarios mudras sanadores para enriquecer su vida dedicándoles tan solo unos pocos minutos al día.
"En las manos, al igual que en los pies, están reflejados todos nuestros puntos corporales y por ello las diferentes posiciones ayudan a desbloquear aquellos que estén inarmónicos.
Los mudras son los gestos corporales que nos permiten canalizar adecuadamente la energía a través de nuestro cuerpo así como facilitar la consecución de numerosos objetivos como la sanación física y emocional.

Hay mudras muy completos que implican a todo el cuerpo, pero también hay mudras muy sencillos e igualmente poderosos que sólo requieren de nuestras manos para alcanzar nuestros objetivos.
Para practicarlos no es necesaria una gran habilidad, sino bastante práctica, especialmente con aquellos que son muy complicados. Los dedos se van uniendo entre sí de maneras muy diversas y con presiones concretas, donde a veces sólo es necesario un leve roce y otras se necesita una gran presión.
Debido a la diferente cualidad de cada uno de ellos, es recomendable utilizarlos durante un tiempo determinado que suele ir de 3 a 45 minutos y generalmente es conveniente realizarlos una vez al día como mínimo.

Es importante tener en cuenta en el caso de utilizarlos para la sanación física, su cometido es solamente apoyar tratamiento que estemos utilizando para sanar, haciendo que sea más eficaz y que la enfermedad sane con mayor prontitud.

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lunes, febrero 05, 2024

La Conciencia del Sufrimiento

Hay cuatro tipos de sufrimiento. La primera categoría es el sufrimiento innecesario. Este es el tipo de sufrimiento en que incurrimos debido a nuestras actitudes y expectativas irracionales hacia los demás, generado por nuestras malas intenciones, ser rechazados por alguien, odio, duda, posesividad, arrogancia y autocompasión. En otras palabras, son emociones negativas o sufrimiento que surge debido a nuestra importancia personal.

El segundo tipo de sufrimiento es el sufrimiento inevitable. Este es el tipo de sufrimiento que nos llega por accidente o por acontecimientos fuera de nuestro control, como la guerra, los desastres naturales, enfermedades o la muerte de alguien.

El tercer tipo de sufrimiento es el sufrimiento voluntario. Este es el sufrimiento que nos imponemos a nosotros mismos con el fin de lograr una meta personal, como un atleta que se auto disciplina para ganar una carrera, o un estudiante que se esfuerza mucho para conseguir un diploma.

Y finalmente tenemos el sufrimiento intencional. Este es el sufrimiento que imponemos sobre nosotros mismos con el fin de lograr un objetivo impersonal o altruista , uno que va dirigido hacia el servicio a los demás o para el trabajo , y no para lucro personal.

- J. Bennett

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lunes, enero 15, 2024

Relación entre Respiración y Salud

Nuestra vida se establece a partir del hecho respiratorio. Todo lo que está vivo respira, realiza un intercambio constante con el medio. En la respiración se produce un ritmo que es necesario aprender a escuchar.
Si nos observamos, podemos apreciar que el ritmo de la respiración cambia en función de la actividad que estemos realizando (si estamos concentrados, o más o menos agitados, por ejemplo).

Perdemos la capacidad de respirar con la que nacemos, y sólo utilizamos una pequeña parte de nuestro potencial. Esa capacidad la perdemos por varios motivos: estrés, ansiedad, miedo, autoexigencia.

Una respiración deficiente o superficial, también, deteriora el organismo. Del mismo modo que nuestro ánimo y nuestros procesos mentales o psicológicos influyen en nuestro modo de respirar, la respiración influye en nuestro modo de estar en el mundo.

El control de la respiración es una fuente de salud. En muchas disciplinas orientales se recoge esta influencia entre respiración y salud, y se trabaja con la respiración para lograr el máximo beneficio de los ejercicios. Sivananda, uno de los maestros de yoga más conocidos en occidente, decía: "Con la respiración el cuerpo se vuelve más fuerte y sano; el exceso de grasa desaparece, el rostro resplandece, los ojos centellean y un encanto particular se desprende de toda persona".

La respiración es un puente entre lo físico, lo emocional y lo mental. Cuando se respira de forma profunda y completa, se puede conseguir un estado de gran relajación.
- Se elimina tensión muscular.
- Se aporta una mayor cantidad de oxígeno a la sangre y a los órganos.
- La mente se vuelve más clara y despejada.

Los procesos físicos, mentales y emocionales están implicados en la respiración. Es imposible disociarlos, pero sí es posible aprender a controlar la respiración para controlar nuestra salud.

INFLUENCIA DE LA RESPIRACIÓN EN EL ORGANISMO
La respiración nos mantiene minuto a minuto. Es una fuente de vida más importante que el alimento o el agua.

Los pulmones son los órganos más largos del cuerpo humano. Nuestro sistema respiratorio:
- Nos proporciona oxígeno.
- Elimina el dióxido de carbono.
- Regula el ph corporal.

La mayoría de nosotros sólo utilizamos una décima parte de nuestra capacidad respiratoria. Si no expandimos los pulmones a su máxima capacidad, las pequeñas cavidades de aire que hay entre ellos no pueden limpiar su capa de mucosidad adecuadamente. El resultado es menos oxígeno para el cuerpo, y una intoxicación constante que conduce a una menor resistencia ante los avatares que se nos presentan.

Aprende de nuevo a respirar. Si observas la respiración de un bebé, verás que su abdomen sube y baja con cada respiración. Con el tiempo vamos perdiendo esa forma profunda de respirar, y nos limitamos a llenar superficialmente nuestros pulmones. Si te observas verás que no utilizas el abdomen para respirar, sólo hinchas levemente la parte alta del tórax.

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lunes, septiembre 25, 2023

Pensador y Demostrador

La mente humana parece comportarse como si estuviera dividida en dos partes, el Pensador y el Demostrador. El Pensador puede pensar virtualmente en casi cualquier cosa. El Demostrador es un mecanismo mucho más simple. Funciona con una única ley: Lo que piensa el Pensador, el Demostrador lo comprueba.

La "Verdad" o la verdad relativa surgen sólo después de décadas de experimentos por miles de grupos en todo el mundo. A la larga, nos acercaremos más y más a la "verdad objetiva" durante los siglos. En el corto plazo se sostiene que -Cualquier cosa que el Pensador piense, el Demostrador lo comprobará-. Y si el Pensador piensa apasionadamente, el Demostrador comprobará el pensamiento de manera concluyente que nunca le hablarás a una persona fuera de tal creencia.

Para explorar el Pensador y el Demostrador, intenta lo siguiente:
1. Visualiza una moneda vívidamente, e imagina vívidamente que tu vas a encontrar la moneda en la calle. A continuación, busca la moneda cada vez que salgas a caminar, mientras tanto continúa visualizándola. Date cuenta de cuánto tiempo te lleva encontrar la moneda.
2. Explica el experimento anterior por la hipótesis de la "atención selectiva", es decir, que hay un montón de monedas perdidas en todas partes y que tu has sido obligado a encontrar una, continuamente buscando. Ve en busca de una segunda moneda.
3. Explica el experimento de la alternativa "mística": la hipótesis de que “la mente controla todo”. Cree que hiciste manifestarse a la moneda en este universo. Ve en busca de una tercera moneda.
4. Compara el tiempo que se tarda en encontrar la segunda moneda con la primera hipótesis (la atención) con el tiempo que llevas utilizando la segunda hipótesis (la mente sobre la materia).
5. Con tu propio ingenio, inventa experimentos similares cada vez que compares las dos teorías: la "atención selectiva" (coincidencia) frente a "la mente controla todo" (psicokinesis).
6. Evita llegar a conclusiones firmes antes de tiempo. Al cabo de un mes, vuelve a leer este artículo, piénsalo nuevamente, y evita llegar a alguna conclusión dogmática. Cree posible que tu no lo sabes todo aún, y que podrías tener algo que aprender todavía.
7. Convéncete a ti mismo (si no estás ya convencido) que eres feo, poco atractivo y aburrido. Ve a una fiesta en ese estado de ánimo. Observa cómo la gente te trata.
8. Convéncete a ti mismo (si no estás ya convencido) que eres hermoso, irresistible e ingenioso. Ve a una fiesta en ese estado de ánimo. Observa cómo la gente le trata.
9. Este es el más difícil de todos los ejercicios y viene en dos partes.

- En primer lugar, observa de cerca y desapasionadamente a dos queridos amigos y dos desconocidos. Trata de averiguar lo que sus Pensadores piensan, y cómo sus Demostradores metódicamente se pusieron a comprobarlo.
- En segundo lugar, aplica el mismo ejercicio a ti mismo.

Si crees que has aprendido las lecciones de estos ejercicios en menos de seis meses, realmente no has estado trabajando en ellos. Con el trabajo real, en seis meses, debes estar empezando a darte cuenta de lo poco que sabes de todo.

10. Cree que es posible que puedas flotar sobre el suelo y volar sólo con quererlo. Observa lo que sucede. Si esta prueba resulta decepcionante, como me ha resultado a mí, trata a continuación el número 11, que nunca es decepcionante.
11. Cree que tu puedes superar todas tus ambiciones y esperanzas anteriores en todos los ámbitos de su vida.

"Creer" o "convencerte a ti mismo" significa hacer lo que un actor hace: Fingir hasta que la pretensión empiece a sentirse real, o, como los músicos de jazz dicen: "Finge hasta que lo hagas".


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lunes, septiembre 11, 2023

Un Paso Más Allá

Existe un película estrenada en 1997 llamada Gattaca. Tal vez la hayas visto... tal vez no.
Se trata de un hombre llamado Vincent que vive en una sociedad futurista fuertemente influenciada por la eugenesia.
En la anticoncepción, los padres seleccionan los genes para que sus futuros hijos nazcan sin ninguna deficiencia genética. Este proceso se considera un medio para "perfeccionar" a los seres humanos.

Pero Vicent forma parte de la minoría que no tuvo esta oportunidad. Las personas con este tipo de genética son etiquetadas como "inválidas" y son menospreciadas en la sociedad.
Debido a esto, a Vincent se le recuerda continuamente que no podrá lograr lo que lograrán las personas genéticamente seleccionadas.
Pero a pesar del rechazo, trabaja duro, se mantiene enfocado en sus sueños y supera las expectativas de la gente sobre sus capacidades.

El protagonista, interpretado por Ethan Hawke, no dejó que las opiniones de los demás sobre él definieran en quién se convirtió.
Hay un momento clave en la película entre él y uno de sus críticos: su hermano genéticamente superior, Anton.
Durante su infancia, los hermanos participaban en competiciones de natación a través de un lago. El primero en abandonar la natación perdía la competencia. Anton perdió ante Vincent cuando era niño, por lo que se retan nuevamente, ahora como adultos.
De nuevo Antón pierde.
Le pregunta a Vincent cómo lo hizo, cómo siguió ganando a pesar de las probabilidades en su contra. Vicente responde:
"Nunca guardé nada para nadar de regreso".
Queriendo decir que dio lo mejor de si mismo y se esforzó al máximo en cada segundo.

No se puede "seleccionar" el espíritu humano.

Si bien la película tiene otras tramas secundarias, la idea de que podemos ser más grandes que nuestras circunstancias está en el centro de la película.
A lo largo de nuestras vidas y de nuestra historia, hemos oído hablar de muchas personas que superaron grandes adversidades. Desde personajes famosos hasta personas que vemos en nuestro día a día.
A pesar de su pasado y de las dudas de otras personas, desafiaron las probabilidades y lograron el éxito. Se pueden atribuir muchas razones a su éxito, y se puede decir que muchas de ellas incluyeron su propio trabajo duro, perseverancia y determinación.

Tu pasado no tiene por qué ser igual al futuro. Cuando tu entorno te dé dudas, recuerda tu destino. No importa lo que te depare la vida, aún puedes alcanzar la grandeza.

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domingo, mayo 28, 2023

Estructura Humana Funcional y Saludable

Partiendo de la concepción biopsicosocial de W. Reich, según la cual, la predisposición hacia la enfermedad o al estado saludable y de bienestar está en función de la interrelación de estos tres factores básicos:




Lo saludable, concepto global y complejo, es más un objetivo a alcanzar que una realidad tangible lineal, en cuanto que vivimos en un sistema social cuyos moduladores de estrés, y por tanto de riesgo, son permanentes.

El funcionamiento social es pues la primera causa de sufrimiento emocional y de disturbio psicosomático, en cuanto está basado en un sistema productivo donde la plusvalía, la jerarquía la explotación y la represión de la sexualidad (que no del “sexo”) y de las emociones, siguen siendo sus características principales manteniéndose activo gracias a las estrategias culturales y de marketing que incentivan “falsas” necesidades en los ciudadanos incentivando el consumo salvaje y desorbitado, fortaleciendo así una dinámica competitiva y unas relaciones embrutecidas que se proyectan en los sistemas familiares y escolares que son, a su vez, los que mantienen este estado de cosas.

De hecho, nuestro proceso madurativo (ontogénesis) al desarrollarse dentro de sistemas reflejo de una realidad social que dista mucho de lo que serían funcionamientos ecológicos, se caracterizará por una clara predisposición a la enfermedad, y a un proceso de acorazamiento que anulará nuestra capacidad de autorregulación, limitará nuestra percepción , nuestra capacidad de placer y de "ser persona", siguiendo la acepción de H. Bergson.

El organismo "saludable" sería aquel que en su desarrollo madurativo (ontogénico) articulara una "adecuada integración de sus funciones corporales en un sistema unitario" (Reich, 1948). Lo cual se produciría si durante dicho desarrollo se establecieran unas relaciones vinculares, afectivas, y amorosas en una atmósfera cálida y protectora creada por la existencia de un ecosistema familiar estable y satisfactorio, "amoroso".

Investigaciones recientes evidencian que las consecuencias emocionales y psicosomáticas de la falta de contacto, de afecto, de disponibilidad emocional y corporal durante los primeros meses. Así lo vemos reflejado en la teoría del "apego" (Bowlby, 1969), la "urdimbre afectiva" (Carballo, 1952, 1984), el "continuum vincular amoroso" (Serrano 1994) y en otros investigadores actuales: "La estimulación sensitiva asociada a la interacción social afectiva, induce un modelo de respuesta psicofisiológica que provoca la sedación, la relajación, disminuye la actividad simpático adrenérgica y aumenta el tono de los nervios del vago (parasimpático). Permitiendo un desarrollo metabólico y endocrino que favorece el almacenamiento de nutrientes y la maduración". Considero que la liberación de oxitocina desde las neuronas de escasas células en el núcleo paraventricular (PVN), como respuesta a dicha estimulación sensitiva, asienta este modelo de actuación en el ámbito hipotalámico" (Uvnas-Moberg, 1997)

Esta relación amorosa primaria, reforzada por un posterior desarrollo evolutivo hasta la adolescencia, basado en estos criterios psicosomáticos, permitiría la estructuración de las funciones organísmicas básicas. Por ello, "si no hay disturbio, el patrón de organización se realiza de forma unitaria, de las funciones menos complejas a las más especializadas (de la motricidad al lenguaje). Bajo una dinámica evolutiva cefalocaudal de las funciones del primer segmento (telerreceptores) a las funciones del séptimo y último segmento (bipedestación y sexualidad genital) a través de la maduración de la función sexual ("fases sexuales"), utilizando diversos medios (relaciones objetales) hasta alcanzar un estado de madurez integrativo que Freud denominó "estadio genital" y que Reich lo determinaría por la "capacidad orgástica", en cuanto el organismo en su totalidad, tiene una capacidad para vivir placer y la serenidad de forma plena y sistémica, lo que se refleja puntualmente en la experiencia orgástica" (Serrano 1984).

Todo este proceso configuraría una Estructura humana funcional y saludable, en proceso de crecimiento, de creatividad y con capacidad de autorregulación. Siendo mediador de esta integración el sistema diencefálico-hipofisario, puente entre el sistema nervioso vegetativo y el sistema nervioso central, con las correlaciones neurohormonales consiguientes.

Pero lo observado en la práctica, tanto en la clínica profunda de adultos como en la asistencia preventiva en sistemas familiares, es que la entrada de un nuevo ser en el mundo está mediatizada por unas exigencias de los ecosistemas sociales que no siempre coinciden con las necesidades instintivas, es decir, biológicas, creándose un fuerte conflicto relacional que genera un claro estrés al no satisfacer las necesidades del sistema en desarrollo: embarazos rutinarios o no deseados, partos donde se mezcla la necesidad de no sentir el dolor por parte de la madre con la consiguiente desconexión de su experiencia uterina con la violencia con la que, en general es tratado el "organismo intrauterino" (Serrano, 1988 a, b), por el personal sanitario. El apego afectivo primario gravemente alterado por la falta de relación con la madre por la entrada en los jardines infantiles en los primeros meses de vida o por otras razones que limitan ya todo el proceso de identidad personal y social, ecosistemas familiares donde no hay compenetración de funciones entre sus miembros favoreciendo la ansiedad y el estrés en la madre con consecuencias nocivas para su bebé, y tantas otras situaciones que destruyen nuestras potencialidades como seres humanos por nuestra propia especie. Y todo esto se ignora o se menosprecia. Esa falta de conciencia ecológica es clave para explicar nuestra precaria situación.

No se trata de culpabilizarnos o flagelarnos por ello, pero sí debemos asumir la responsabilidad que cada uno tiene en este sentido y en nuestra vida cotidiana. Tenemos a nuestro alcance la posibilidad de cambiar muchas cosas si sabemos recuperar nuestra humanidad. Es por ello que el discurso preventivo y la intervención en los sistemas humanos está tan vinculado a la visión clínica. Así pues nos enfrentamos a una dinámica social donde los ecosistemas humanos son los propios moduladores de distrés de los nuevos mamíferos-seres humanos. Teniendo presente que "siempre que se habla de estrés en los procesos de la enfermedad, se hace en referencia a un fracaso adaptativo, de gran resonancia emocional. El estudio del estrés se encuadra así en las líneas de investigación que parte de la hipótesis de vincular la emoción a la lesión" (Valdés, 1983).

Tanto esta teoría del estrés desarrollada por H. Selye (Carballo, 1984); y otras como la teoría de "la inhibición de la acción" de H. Laborit (1979); la "inmunología cognitiva" de orientación sistémica de F .Varela (2000) y H Maturana (1990) sostenida en descubrimientos científicos como el de los "péptidos" (manifestación bioquímica de las emociones) de C. Pert y su equipo de Maryland (ver Capra, 1996 y Janov 2000); y la "teoría del Orgasmo" de W. Reich, han puesto los fundamentos biológicos y empíricos a las hipótesis y evidencias clínicas psicoanalíticas, y que F. Navarro definió como "funcionalidad somatosicodinámica" (Navarro 1989,a).

Dicho estrés o "distrés" (ver Carballo 1974), predispone a una Estructura humana que ha perdido la capacidad de autorregularse y por tanto adquiere un patrón de organización forzado, jerárquico, con funciones más desarrolladas que otras, con una disociación entre sus partes y por tanto vulnerable e inestable y como consecuencia tendente a la contracción y a la mutación celular. Para mantener esta "autopoiesis" (Maturana 1990) que sustituye a dicha autorregulación, debe generar progresivamente un sistema defensivo que ocasiona una coraza caracteromuscular con sus consecuencias neurovegetativas y neurohormonales que coinciden en gran medida con los cuadros de estrés avanzado y afectando al sistema respiratorio, en cuanto que: "hay un proceso que anula la regulación involuntaria de la respiración. Se trata de la emoción. El miedo, la alarma, la rabia y el terror influyen sobre la respiración. Los centros corticales relajan el pecho para controlar el sollozo y a los músculos de la región bucal para ahogar el grito. El tórax se agarrota para sofocar el miedo y el diafragma se detiene de forma que no se muestre la emoción. La respiración refleja la función global de la expansión y la contracción. Si los conductos, capas y bolsas carecen de flexibilidad, se reflejará. Muchos patrones ventilatorios exhiben un estrecho margen de experiencias. Quizás en su vida temprana, una persona no fue acariciada lo suficiente o fue tratada con hostilidad. En ambos casos dominará un patrón de miedo más que uno de placer". (Keleman, 1985)

También se ha observado que las respuestas defensivas ante los factores distresantes no son siempre las mismas, dependiendo en gran medida del momento evolutivo en que se producen dichos factores, de su intensidad, y del "objeto" o "figura afectiva" que los ocasiona, tanto directa como indirectamente, de forma digital o analógica... Hasta el punto de que si confluyen estas variables de una forma determinada pueden crearse patrones de organización entre los sistemas que forman estructuras humanas muy diferentes. Y por tanto, la forma de percibir la realidad, de sentir, de emocionarse, de razonar, de relacionarse, de moverse, de respirar, de Vivir, en una palabra, serán diferentes.

En esta línea de investigación existen tres tipos de Estructura humana claramente diferenciales: la de carácter neurótica o adaptativa, la límite o nuclear y la mimética o psicótica, desarrollando una sistemática para aproximarnos a determinar el tipo de estructura de la persona y su forma particular de prevención y tratamiento.
El desarrollo de la enfermedad y la sintomatología manifiesta va a estar condicionado, por tanto, por el tipo de Estructura y por la dinámica cotidiana (influencia de los ecosistemas sociales) en la que se desenvuelve cada persona.

Y si bien una de las funciones de la coraza defensiva es evitar la emergencia de la sintomatología y la conciencia del trastorno, -donde el estado "normal" es, por tanto, neurótico en cuanto supone una adaptación al desequilibrio, evitando las manifestaciones patológicas-, difícilmente podremos evitar que, sin perder la estabilidad emocional ni social -al menos en determinados momentos-, sintamos vacío existencial, insatisfacción, ansiedad, falta de serenidad y de placer en las cosas cotidianas. Momentos de crisis personal, de duda, de ambigüedad, de conflictos con la pareja, en el trabajo, con la familia. Momentos que deberíamos darles mucho valor y pararnos a escuchar porque es el eco de nuestro sufrimiento, de nuestra insatisfacción interior, el "quejido" que nuestro "yo" lanza desde su destierro infernal en las profundidades de la "caverna platónica", y que solemos acallar porque en nuestro hechizo confundimos "lo divino con lo diabólico", identificando las crisis como algo "demoníaco" que hay que evitar y superar sin preguntar. Actitud que mantiene la estructura médica alienante actual.

Son precisamente esos momentos, esos tiempos oscuros, dolorosos, confusos los que pueden servirnos de plataforma, de trampolín para lanzarnos a la aventura de explorar nuestro interior, de iniciar el viaje hacia nuestro propio "infierno". Pero en todo caso son esos momentos, esas "brechas de la coraza" (Reich, 1949,c) las que podemos aprovechar para descifrar el código de nuestros síntomas, comprender lo que quieren decirnos , reducir nuestra disociación y aumentar nuestra capacidad de contacto con nuestras necesidades reales avanzando en el camino de nuestro crecimiento personal y de nuestra salud.

Como profesionales de la salud, agentes sociales, de cambio y no meros mecánicos normalizadores, junto a la colaboración con otros colectivos que denuncian y reivindican cambios sociales y políticos, participamos también en este proceso de cambio utilizando herramientas preventivas y clínicas que puedan ayudar a cubrir ese objetivo.Tomando como referencia la idea de W. Reich de que la política es cosa de todos y se debe dar en todos los ámbitos de nuestra vida cotidiana.

Desde esta posición consideramos necesario utilizar distintos settings o encuadres (atención en crisis, focal, profundo) dentro de un abordaje individual, de pareja y de grupo, según las necesidades del paciente contando con equipos de intervención pluridisciplinarias para abordar con eficacia la mayoría de trastornos de personalidad, cuadros psicopatológico y psicosomáticos así como las disfunciones sexuales.

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sábado, enero 14, 2023

Tu modo de pensar afecta directamente tu vida


¿Cómo puede tu mente
influir en situaciones importantes
para cambiar tu vida?


Si tienes los mismos pensamientos y sentimientos, seguirás creando la misma realidad de siempre
Si insistes en pensar y sentir de acuerdo con las circunstancias de tu vida, estás consolidando esa realidad en concreto.

Para cambiar, ve más allá del entorno, el cuerpo y el tiempo
La mayoría de la gente centra su vida en tres cosas: su entorno, su cuerpo y el tiempo. Además de centrarse en estos tres elementos, piensan de acuerdo con ellos. Pero para dejar el hábito de ser el mismo de siempre, debes pensar mucho más allá de las circunstancias de tu vida, trascender los sentimientos que has estado memorizando en tu cuerpo y vivir en una nueva línea del tiempo.
Si deseas cambiar, ten presente un yo idealizado, un modelo al que emular que sea distinto del «yo» que hoy existe en tu entorno, tu cuerpo y el tiempo.

Tus recuerdos moldean tu mundo interior
Los recuerdos de las experiencias que hemos tenido con las personas y las cosas en distintos lugares y momentos de nuestra vida es lo que denominamos nuestro entorno exterior.
Como tus pensamientos determinan tu realidad, si sigues teniendo los mismos pensamientos de siempre (que son producto y reflejo de tu entorno), seguirás creando la misma realidad día tras día. Tus pensamientos y sentimientos coinciden exactamente con tu vida exterior porque es tu realidad exterior —con todos sus problemas, condiciones y circunstancias— la que está influyendo en cómo piensas y te sientes en tu realidad interior.

Tus recuerdos habituales te “indican” que vuelvas a reproducir las mismas experiencias de siempre
Podría decirse que es el entorno quien nos controla la mente. Lo que te rodea define tu identidad, porque te identificas con todos los elementos de los que se compone tu mundo exterior. Y como observas la realidad con una mente igual a ello. Creas más de lo mismo.
Al responder con la misma configuración cerebral que coincide con lo que recuerdas, estás creando un nivel de mente idéntico al del pasado, porque tu cerebro está activando automáticamente los circuitos existentes para reflejar todo lo conocido y experimentado.
Reflexiona sobre ello: cuando piensas basándote en tus recuerdos del pasado, solamente puedes crear experiencias pasadas. Como todo lo que «conoces» en tu vida hace que tu cerebro piense y sienta de la misma manera de siempre, creando los resultados acostumbrados, sigues reafirmando tu vida tal como la conoces. Y como tu cerebro es igual que tú entorno, cada mañana tus sentidos te conectan a la misma realidad e inician el mismo flujo de conciencia.
Asocias el mundo exterior que conoces con quién crees ser, al recordarte a ti mismo en esta dimensión, en este tiempo y lugar en concreto.

Tus rutinas: conectando con tu yo pasado
La mayoría de las personas cada mañana, nos mantenemos conectados al yo del pasado siguiendo una rutina constante, actuando automáticamente.
¿Por qué esperas en el fondo que te ocurra algo distinto en la vida si cada día tienes los mismos pensamientos, actúas de la misma manera y sientes las mismas emociones?

Configurado para los tiempos difíciles
El uso de la palabra configurado, se refiere a que las agrupaciones de neuronas se han activado tantas veces de la misma manera que se han organizado en determinadas estructuras unidas por conexiones duraderas. Cuanto más se activan estas redes de neuronas, más se conectan en rutas estáticas de actividad. Con el paso del tiempo, sea cual sea el pensamiento, la conducta o el sentimiento que se repita, se volverá automático, un hábito inconsciente. Cuando el entorno influye en tu mente hasta este punto, tu hábitat se convierte en tu hábito.
Este inocente ciclo de respuesta hace que tu cerebro, y después tu mente, consoliden incluso aún más la realidad de tu mundo exterior.
Hablando en términos neuroquímicos, te apegas a las condiciones de tu vida. Y con el paso del tiempo, empiezas a pensar «de la misma forma de siempre», porque tu cerebro activa una serie limitada de circuitos que crean una huella mental en concreto. A esta huella se le llama tu personalidad.

Cómo adquieres el hábito de ser el mismo de siempre
Debido a esta habituación neural, las dos realidades, la de la mente interior y la del mundo exterior, parecen volverse casi inseparables. Esta situación se podría llamar rutina y todos caemos en ella, pero no sólo son tus acciones las que se vuelven repetitivas, sino también tus actitudes y tus sentimientos. En cierto modo, has adquirido el hábito de ser el mismo de siempre, eres esclavo de tu entorno. Tu forma de pensar va a la par con las condiciones de tu vida, y, por lo tanto, como observador cuántico, estás creando una mente que solamente refuerza estas circunstancias en tu realidad. Todo cuanto estás haciendo es reaccionar a tu mundo exterior, conocido y que no cambia.
Te has convertido literalmente en el efecto de las circunstancias exteriores de tu vida. Has dejado de controlar tu destino. No luchas ni siquiera contra la monotonía en la que tú y tu vida habéis caído. Y lo peor de todo es que no eres la víctima de una fuerza misteriosa e invisible que te ha metido en ese bucle repetitivo, sino que eres tú quien lo ha creado.

La buena noticia es que como tú lo has creado también puedes decidir salir de él.

El modelo cuántico de la realidad nos dice que para cambiar nuestra vida debemos cambiar nuestra forma de pensar, actuar y sentir. Debes cambiar tu estado del ser. Como nuestros pensamientos, sentimientos y conducta son, en esencia, nuestra personalidad, es ésta la que crea nuestra realidad personal. Así que para crear una nueva realidad personal, una nueva vida, debemos crear una nueva personalidad, convertirnos en otra persona. Para poder cambiar, debes pensar y actuar más allá de tus circunstancias presentes, más allá de tu entorno.

La grandeza es aferrarte a un sueño, al margen de tu entorno
Es posible pensar trascendiendo tu realidad presente. Cuando atesoras un sueño, una visión o un objetivo mucho mayor que uno mismo. Cuando crees en un destino que sea tan real en tu mente que empieces a vivir como si este sueño ya estuviera sucediendo. Quizá, no puedas verlo, oírlo, saborearlo, olerlo ni sentirlo, pero has de estar tan poseídos por él que actúes de acuerdo con esta posible realidad del futuro. Es decir, actuar como si tu visión interior fuera ya una realidad.
Cuando nuestra conducta coincide con nuestras intenciones, cuando nuestras acciones están de acuerdo con nuestros pensamientos, cuando la mente y el cuerpo actúan juntos, cuando nuestras palabras son coherentes con nuestras acciones, detrás de nosotros hay un poder inmenso.
Recuerda que debes dejar que la mente superior se ocupe del cómo ocurrirá.
La grandeza consiste en aferrarte a un sueño, independientemente del entorno donde vivas. Trascender el entorno está íntimamente ligado a trascender el cuerpo y el tiempo. No te puedes dejar influir por lo que esté acaeciendo en el mundo exterior (entorno), ni preocuparte el cómo te sientas o lo que te pueda suceder (cuerpo), ni cuánto vas a tardar en alcanzar tu sueño de libertad (tiempo). Simplemente has de saber que tarde o temprano todos estos elementos cederán a tus intenciones.

El repaso mental: cómo los pensamientos se convierten en la experiencia
La neurociencia ha demostrado que cambiamos nuestro cerebro —y por lo tanto de conductas, actitudes y creencias— al pensar de distinta manera (es decir, sin que cambie nada de nuestro entorno). Por medio del repaso mental (imaginar repetidamente que realizamos una acción), los circuitos del cerebro se reorganizan para reflejar nuestros objetivos.
Podemos hacer que nuestros pensamientos sean tan reales que el cerebro cambia como si la situación ya fuera una realidad física.
Nuestro cerebro, además de cambiar al pensar de distinta forma, no distingue el mundo interior mental de lo vivido en el mundo exterior. Aquello que pensamos se convierte en nuestra experiencia.
Esta idea es esencial para triunfar o fracasar en tus intentos de reemplazar algunos viejos hábitos (eliminar viejas conexiones neurales) con otros nuevos (generar nuevas redes neurales).
Tanto si adquirimos una habilidad física como una mental, todos empleamos cuatro procedimientos para cambiar nuestro cerebro: adquirir los conocimientos necesarios, recibir las instrucciones prácticas, prestar atención y la repetición.
El aprendizaje consiste en crear conexiones sinápticas. Las instrucciones ayudan al cuerpo a adquirir una nueva experiencia que enriquece al cerebro. Cuando además prestamos atención y repetimos la nueva habilidad adquirida una y otra vez, nuestro cerebro cambia.
Debido a nuestro desarrollado lóbulo frontal y a la capacidad exclusivamente humana de hacer que nuestros pensamientos sean más reales que ninguna otra cosa, el cerebro anterior es capaz de «bajar el volumen» del entorno exterior para procesar con determinación un único pensamiento. Esta clase de procesamiento interior nos permite involucrarnos tanto en nuestras imágenes mentales que el cerebro modifica sus redes neurales sin haber vivido la situación en la vida real. Cuando somos capaces de cambiar nuestra mente al margen del entorno y mantenemos tenazmente un ideal con sostenida concentración, el cerebro se adelanta al mundo físico.

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viernes, septiembre 24, 2021

Reactancia Psicológica

Un ejemplo clásico de reactancia psicológica podría ser este: Recientemente, mientras limpiaba la mesa, le pregunté a mi hija si podía lavar los platos.
"Iba a hacerlo, papá", dijo. "Pero ahora que me lo has pedido, ya no quiero".

big>¿Qué es la reactancia psicológica?
La reactancia psicológica es nuestra reacción negativa instintiva a que nos digan qué hacer.

Es por eso que, cuando eras un adolescente y tu madre te dijo que te pusieras la chaqueta, no lo hiciste, solo porque te lo había dicho. Solo más tarde, cuando escuchabas el castañeteo de tus dientes por el frío, reconocías que deberías haber seguido el consejo de tu madre.
También es por lo que te enojas cuando tu jefe te pide que hagas una tarea, a pesar de que sabes, cuando lo piensas lógicamente, que la tarea es necesaria.

Casi todo el mundo tiene este reflejo mental negativo. Se activa cada vez que sentimos que nuestra autonomía está siendo amenazada. Esto no es intrínsecamente malo: si las personas son demasiado sumisas, son vulnerables a la manipulación. Pero la reactancia psicológica puede, a veces, evitar que hagamos las cosas que deberíamos hacer, a veces incluso las que queremos hacer. Lo más alarmante es que puede provocar un autosabotaje.
¿Cómo? Ese impulso instintivo de "¡No me digas qué hacer!" puede activarse incluso cuando eres tú mismo diciéndote qué hacer.
Esto es común cuando intentas hacer compromisos y cumplirlos mediante la construcción de un horario
Es posible que hayas programado un tiempo para algo que legítimamente deseas hacer, por ejemplo, hacer ejercicio o leer un libro de no ficción. Pero cuando llega el momento de hacer esas cosas según un horario fijo, es posible que sientas un poco de reactancia. Esto sucede porque, en ese momento, no parece que estés decidiendo qué hacer. Más bien, eres tu yo del pasado dando órdenes a tu yo del presente. Uf, ¿quién se cree ese tipo que es?

Los psicólogos nos dicen que esta paradoja es la razón por la que a menudo podemos ser hipócritas: decimos que haremos algo, pero cuando llega el momento, no lo hacemos.


¿Cómo podemos evitar la reactancia psicológica?

Afortunadamente, ahora que comprendemos la teoría de la reactancia psicológica, podemos disminuir su poder. En lugar de escatimar compromisos debido a un sentimiento instintivo, se puede cambiar la perspectiva sobre la situación concreta.

Aquí hay un truco: para desarmar la reactancia psicológica, cambia la forma en que te hablas a ti mismo. En lugar de pensar que "tienes que" hacer algo, dite a ti mismo que "puedes" o incluso que "mereces" hacerlo.
Al cambiar el diálogo, se empodera. Ahora estás a cargo. No te dicen qué hacer, estás eligiendo hacer tiempo para algo que te importa. De esta manera, tu libertad no se ve amenazada; se está ejercitando.

Combatir la reactancia psicológica requiere práctica, pero vale la pena aprender a lidiar con este sentimiento incómodo que con demasiada frecuencia nos desvía del camino.
Intenta cambiar la forma en que manejas la reactancia y, hasta entonces, hagas lo que hagas, no compartas este artículo.

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lunes, junio 21, 2021

La Serenidad es un Éxito diferente

"La paz no es la ausencia de caos en el mundo,
sino la ausencia de conflictos dentro de nosotros".



En el mundo en el que vivimos hoy, con nuestro estilo de vida diario perfecto para las redes sociales, estresados de 9 a 5 y COVID agotando a todos, vivir en paz parece alejarse más de nuestro alcance. Lamentablemente, sin paz interior, no podemos disfrutar plenamente de la vida en su máxima expresión.
Cuando tienes paz, la vida se siente mejor; los alimentos son más sabrosos. El tiempo que se pasa con la familia y los amigos es más enriquecedor. Nuestros trabajos se vuelven más satisfactorios.
Por otro lado, sin paz, cada día de nuestras vidas se siente como si estuvieran tirando en todas direcciones. Estresado y viviendo en constante aprensión por los días venideros.

Las culturas asiáticas tienen varios conceptos inusuales sobre cómo vivir una vida feliz, pacífica y satisfactoria. “Wa”, (por ejemplo), es una idea japonesa sobre la convivencia armoniosa junto con otros conceptos como Ikigai y Ukeireru.
En Japón, Ukeireru, que significa aceptación, es más que una simple palabra. Es una filosofía. Una forma de vida. La aceptación de la vida por lo que es. No por lo que queremos que sea.
A medida que se profundiza en Ukeireru, se te invita a centrarte en la autoaceptación, la aceptación de los eventos y de las personas que te rodean. Para aprender a controlar tus pensamientos, emociones y comportamientos. Y aceptar tus peculiaridades; fortalezas y debilidades, como parte de lo que te hace ser tú. Vivir sin autocrítica, resentimiento o el deseo de ser otra cosa que tu verdadero yo.
La fuerza de esta práctica radica en aceptar que no tienes control sobre todo lo que sucede. Tratar de controlar la vida te pone en un ciclo de infelicidad y fatiga existencial. Ahí radica tu dolor de corazón.
Si buscamos encontrar la paz en nuestras vidas, ¿cómo puede Ukeireru ayudarnos?

Acéptate a ti mismo
La aceptación comienza en uno mismo. Eres la mayor amenaza para tu paz. Eres quien eres. La forma en que hablas y caminas: la forma de tus ojos es peculiar para ti. Tanto si eres alto como si no, de piel oscura o pálida, eres quien eres. Tiene defectos y puede que siempre lo tengas.
Todo el mundo no puede ser como tú. ¿Tampoco deberías intentar ser como nadie? La vida debe estar llena de individuos únicos que hacen alarde de sus peculiaridades con orgullo.
La paz llega al aceptarte a ti mismo primero.

Aceptación de otros
Algo fundamental es darse cuenta que se necesita una comunidad para hacer que la vida suceda. La unión entre tu y yo hace posible nuestra existencia.
Sin embargo, también debemos ser conscientes de que una cosa que se puede esperar de las personas es su personalidad. No puedes cambiar a la gente. No, a menos que estén dispuestos a cambiar. Te decepcionas al esperar que los demás actúen de cierta manera. O hacer las cosas que te hacen feliz.
Aceptación significa permitirles ser quienes elijan ser. Las acciones de las personas reflejan quiénes son. No quién eres. Y no es necesario tomar aspirinas para los dolores de cabeza de los demás.

Aceptación de circunstancias
Lo que sucede fuera de ti está fuera de tu control. Por tanto, acéptalo como tal.
La paz radica en nuestro centro de control. Lo que sucede fuera de ti está fuera de tu control. Cuando suceden cosas en la vida, en retrospectiva, es fácil pensar que podríamos haberlas prevenido. Pero hay una razón por la que podría, debería y debería haber ocurrido solo en retrospectiva.
Mientras no estemos seguros de lo que nos depara la próxima hora, todo lo que tenemos es esperanza. Espero que salga bien. ¿Y cuando no es así? Lo que puedes hacer es no romper tu propio puño al golpear la pared. Sino aceptar y seguir adelante.

Deja ir el pasado
Algo en lo que deberíamos convertirnos es en personas que viven y aprecian el momento presente. Y el principio es estar presente en el momento y en ningún otro lugar.
Aferrarse al pasado priva a la actualidad de su uso. Vivimos en la realidad, y la realidad solo ocurre ¡ahora! Estar en otro lugar que no sea este momento presente es no estar en ninguna parte.
Lo que sea que pasó hace semanas, meses o años, se ha ido. Déjalo estar para que puedas seguir adelante. Recuerde que solo conducimos hacia adelante mirando a través del parabrisas, no por el espejo retrovisor.

En resumen: La tranquilidad es "el nuevo éxito". Vivir una vida de sencillez es "un nuevo lujo". Practicar el acto de la aceptación puede ser el primer paso para ayudarte a que te encamines por el camino correcto.

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sábado, enero 02, 2021

Auto-Sabotaje

Por qué te auto-saboteas aunque sepas lo dañino que es...
y lo que puedes hacer al respecto.



El autosabotaje es fascinante. Como muchos otros fenómenos psicológicos, saber cómo funciona no te protege completamente contra él. De ningún modo. Esa es la batalla de superación personal en pocas palabras: tratar de anular tus emociones para que la lógica dirija el espectáculo. Pero esas emociones son dolorosas. Te observas en medio de sabotear algo y sabes que te sentirás muy mal después de haber terminado, pero no puedes evitar hacerlo de todos modos.
Este es el purgatorio en el que tenemos que vivir con los resultados de nuestras acciones. Te diste un atracón y ahora te sientes mal. Te saltaste el trabajo del proyecto paralelo para tomar algo y ahora te despiertas a la mañana siguiente deseando poder revertir el tiempo y tomar la decisión correcta. Tienes el corazón roto después de la ruptura de una relación que en el fondo sabías que nunca debiste haber tenido para empezar.
Nos colocamos estas pequeñas trampas, sabiendo en el fondo que son trampas, caemos en ellas, nos castigamos por caer en ellas en primer lugar y atravesamos un ciclo aparentemente infinito de autolesiones. Realmente somos bastante extraños y crueles con nosotros mismos. ¿Entonces por qué lo hacemos?

Simple, contradictorio y mortalmente preciso
Una vez que te das cuenta de esto, tu vida puede cambiar por completo: obtienes un nivel perverso de satisfacción de la autolesión. El auto-sabotaje proporciona ciertas emociones que nos ayudan a sobrellevar y navegar por la vida, aunque de una manera contraproducente. Con el tiempo, se llega a amar emocionalmente la propia imagen desordenada de uno mismo, confirmada por el autosabotaje, incluso si lógicamente se quisiera cambiar.
Obtenemos ciertas recompensas por nuestros comportamientos negativos. Tenemos motivaciones perversas, pero motivaciones al fin y al cabo. Tú también. Vivimos según el "principio de pago". Cada vez que te encuentres tomando malas decisiones, pregúntate "¿cuál es la recompensa?".
Obtener la recompensa de la comodidad con la propia imagen distorsionada de uno mismo. Tener inseguridades, pero al menos nos hemos acostumbrado a ellas. Tener que cambiar el comportamiento y estar a la altura de nuestro potencial significa que tienes que enfrentarte a una serie de problemas e inseguridades aún por conocer. Estos pueden ser aún más profundos porque es posible que no haya ningún lugar adonde ir desde ese punto: esforzarse y fallar.

¿Cuál es la recompensa?
Las personas permanecen en malas relaciones y continúan eligiendo malas parejas porque obtienen la recompensa de confirmar su identidad como alguien que no merece amor, a menudo un mapa mental creado en la infancia. Piensa en eso por un minuto. En un nivel profundo, muchos de nosotros estamos impulsados por la necesidad de exacerbar nuestro propio odio hacia nosotros mismos porque es todo lo que sabemos. Los seres humanos pueden desear el castigo. No crees que mereces buenas relaciones porque has cometido muchos de tus propios errores. Algunas personas obtienen la recompensa de la "emoción" en relaciones que en última instancia son inestables. Es un tratado completo para el que no tenemos tiempo.
Las personas fingen que no quieren más por sus vidas porque obtienen la recompensa de ser mártires. Cuando ves a alguien actuando de manera escandalosa, obtiene su recompensa en forma de atención. Con las redes sociales y la máquina de indignación de cebo de clics que ha creado, esto solo empeorará. Las personas se están volviendo adictas a la dopamina al enfatizar su victimización.
El principio de recompensa ayuda a comprender el comportamiento, así como el comportamiento de los demás. En lugar de pensar que lo sabes todo y burlarte del comportamiento de otros, pregúntate: "¿Qué está obteniendo esta persona con esto?" Además, puedes hacerte la misma pregunta cuando cometas errores.

Eres "el diablo que conoces"
¿Cuál es la principal recompensa que se obtiene saboteándose a uno mismo? Tener la oportunidad de seguir siendo tú. Casi todos los caminos hacia una vida que no quieres vivir conducen a la preservación del ego y la identidad.
Digamos que te consideras una víctima total en todos los aspectos. ¿Por qué querrías mantener esa identidad? Simple, porque si tuvieras que cambiar tendrías que admitir que desperdiciaste una gran parte de tu vida sintiéndote de una manera que no tenías que sentir. Eso suele ser el truco para todos nosotros.
No queremos admitir que hemos perdido el tiempo. Además, hay algo doloroso en inflar el pecho y seguir fallando. Te derrotas a ti mismo antes de empezar, para evitar el dolor de la derrota real.
Prefieres permanecer igual por el resto de tu vida que hacer lo que sea necesario para cambiar: erradicar totalmente tu yo actual. Para cambiar de verdad, tienes que morir.
Tienes que acabar con tus viejos sistemas de creencias, mapas mentales, elementos profundamente arraigados de programación social . Y esta muerte se excluye admitiendo que te engañaron, admitiendo que necesitas comenzar de nuevo desde un lugar humilde , admitiendo que en realidad no sabes mucho.

Actualiza tu software
Todo en la vida puede verse a través de la lente de incentivos, recompensas, patrones, etc. Cuanto menos uno se considere un agente racional y cuanto más se considere una especie de software, mejor serás capaz de cambiar tu vida.
Tienes que encontrar una manera de cambiar tu programación, cambiar tus ganancias y darte una recompensa que sea mejor que la extraña historia de amor que tienes con el autodesprecio. Por lo general, encontrar tu propósito... sirve para ese propósito.
¿Cómo lo logras? Bueno, cuanto más cerca estés de tus fortalezas, tus gustos y tus predilecciones profundamente arraigadas, mejor. Sin embargo, además de encontrar y trabajar en tu propósito, el éxito proviene simplemente de hacer este cambio mental que es realmente difícil de hacer. A menudo, el verdadero dolor puede causar este cambio. Pero a menudo, las personas experimentan un nivel de dolor que aún no alcanza ese umbral. Es un dolor sordo, ansiedad de bajo nivel que duele lo suficiente como para ser una molestia constante, pero no lo suficientemente aguda como para anular la recompensa de poder dar sentido a sus vidas.
Lo mejor que puedes hacer es intentar fabricar esa clara comprensión de que, de muchas maneras, estás desperdiciando tu vida. Date cuenta de que no es dramático pensar que estás desperdiciando tu vida. Luego, cambia tu pago.
Cuando sigues el camino menos transitado, obtienes una recompensa que se puede sentir mucho mejor de lo que se puede explicar. Te sientes poderoso. La mayoría de la gente no puede ejercer su fuerza de voluntad sobre la realidad, pero tú puedes.
Sientes que tienes este secreto que pocos pueden entender. Sientes un profundo nivel de orgullo porque no decepcionaste a la versión idealista juvenil de ti mismo. No hay mejor recompensa.

Autor: Ayodeji Awosika
Fuente: Mind Cafe

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