El Jade es considerado la piedra de la belleza y de la fertilidad.
Entre dichas piedras se encontraban la serpentina, la turquesa, la malaquita, el ágata, pero entre todas ellas destacaban la jadeíta y la nefrita. A estas piedras, los chinos de la antigüedad las denominaron con el nombre de yu (jade).
Desde entonces el jade ha sido considerada la piedra más hermosa.
Piedra de Leones

Matrimonio de Oro y Jade
En China, durante mucho tiempo estuvo de moda llevar ornamentos de jade con el fin de demostrar sus virtudes y su rango social. Esta moda tuvo su apogeo durante la segunda dinastía Ping (1644-1911). A las personas que no llevaban ornamentos de jade se las consideraba mal vestidas y una casa sin objetos de jade no era considerada una “verdadera” casa.
Entre las mujeres, eran muy apreciados los brazaletes de jade, que se entregaban como regalo de compromiso para el matrimonio. Estos brazaletes eran más apreciados que los diamantes, y entre los chinos se describía un buen matrimonio como “un matrimonio de oro y jade”.
Esta importancia del jade en el matrimonio proviene sin duda de la creencia de que el jade tiene una gran importancia en la sexualidad. Los chinos denominan a los órganos genitales femeninos “la puerta de jade”, y según una leyenda publicada por el historiador Tian Gong Kai Wu, a finales de la dinastía Ming (1637) el jade era extraído de los ríos en las noches de luna llena por jóvenes vírgenes desnudas.
Esa idea de “desnudez” y “pureza virginal” es lo que ha llevado a miles de mujeres orientales a utilizar objetos de jade para realizar masajes, con el fin de mantener su piel fina y tersa.
También se han empleado como piedra de la fertilidad, ya que su uso potenciaba la energía sexual yang (masculina) y armonizaba el yin (femenino).
Las 11 Virtudes
Para los chinos de la antigüedad el jade era un lazo entre la tierra y el cielo, un puente entre la vida y la inmortalidad.
El cosmos está formado por tres elementos: cielo, tierra y hombre. Esta tríada queda representada tanto en la grafía china utilizada para la palabra “rey” (wang), como en la empleada para la palabra “jade” (yu).
Los tres elementos son las tres líneas horizontales, unidas por el centro (vía media y eje del mundo) con un trazo vertical. Tanto el rey como el jade son “hijos del cielo y de la tierra”, y su misión es unir los tres niveles. El punto en la derecha del jade simboliza su origen: un rayo. El hombre, al ocupar el lugar inferior en esta estructura, se halla obligado a honrar y ofrecer sacrificios a los otros dos elementos superiores.

Según el confucionismo, una persona debería comportarse de acuerda con las cualidades del jade. En otros textos el jade aparece como símbolo de las cinco virtudes:
1. Es brillante, por lo que posee las características de jen (benevolencia, bondad, amor).
2. Examinando su exterior, su interior se revela a aquellos que comprenden la piedra, por esto se asemeja al carácter yi (perfecto entendimiento y buen trato).
3. Su sonido es melodioso y profundo, como tsi (inteligencia).
4. Aunque puede ser cortado, mantiene su entereza, de tal modo despliega una característica inherente de autodefensa, como el carácter yung (valentía, coraje).
5. Cuando es puro no posee manchas, siendo similar al carácter chieh (puro, pureza).
No hay comentarios:
Publicar un comentario