Hola ! ! !
existe la certeza de ser lo que nunca perdimos.
El conocimiento de la conciencia de ser
es la única Libertad que tenemos.
Adelante, están invitados. Bienvenid@s !!!
Algunas de las Imágenes que aparecen en este Blog, han sido sacadas de Internet.
Si alguien tiene derechos y quiere que no salgan en este espacio,
nos lo hacen saber y serán retiradas inmediatamente.
lunes, febrero 03, 2014
Trascendiendo el Espacio y el Tiempo
La física newtoniana postulaba que siempre se dan series lineales de interacciones previsibles y repetibles. Como por ejemplo: si A + B = C, en tal caso C + D + E = F. Pero en el extraño mundo del modelo cuántico de la realidad, todo está intercomunicándose en un campo de información entretejido holísticamente que se encuentra en una dimensión superior más allá del espacio y el tiempo tal como nosotros los conocemos. ¡Caramba!
La física cuántica es tan difícil de entender entre otras razones porque durante años hemos tenido la costumbre de pensar basándonos en nuestros sentidos. Pero si evaluamos y confirmamos la realidad con nuestros sentidos, nos quedaremos atrapados en el paradigma newtoniano.
En su lugar, el modelo cuántico nos exige comprender la realidad sin basarnos en los sentidos (la física cuántica es un sinsentido). Cuando creamos una realidad futura con el modelo cuántico, nuestros sentidos son los últimos en enterarse de lo que la mente ha creado. Lo último que captamos es la respuesta sensorial. ¿Por qué?
El cuanto es una realidad multidimensional que existe más allá de nuestros sentidos, en el reino de lo sin cuerpo, sin espacio, sin tiempo.
Para entrar en esta esfera y crear algo desde este paradigma, debes olvidarte del cuerpo durante un rato. También debes dejar de fijarte en el mundo exterior, en todas las cosas con las que te identificas en tu vida. Tu pareja, tus hijos, tus bienes y tus problemas forman parte de esta identidad tuya, a través de todo ello te identificas con el mundo exterior. Y en último lugar, debes olvidarte del tiempo lineal. Es decir, en cuanto observes una posible experiencia futura, tienes que estar tan presente que tu mente ya no piense en los recuerdos del pasado ni en las expectativas de tu «rutina» futura.
¿No te parece irónico que para influir en tu realidad (entorno), sanar tu cuerpo o cambiar una situación del futuro (tiempo), tengas que dejar de aferrarte al mundo exterior (sin espacio), perder la conciencia corpórea (sin cuerpo)... y desconectar del tiempo (sin tiempo) para convertirte en conciencia pura?
Si lo logras, podrás controlar el entorno, el cuerpo y el tiempo. Y como el mundo subatómico del campo cuántico está hecho de conciencia, sólo puedes entrar en él con una conciencia pura. no puedes cruzar la puerta del campo cuántico como «alguien», debes entrar como «nadie».
Tu cerebro tiene la capacidad innata de aprender esta habilidad. Cuando comprendas que estás plenamente equipado para hacerlo, dejes atrás este mundo y entres en una nueva realidad más allá del espacio y el tiempo, te sentirás inspirado a aplicarla en tu vida.
El espacio y el tiempo son construcciones mentales que los humanos hemos creado para explicar fenómenos físicos que implican el lugar ocupado por los cuerpos y nuestra sensación de lo temporal. Cuando hablamos de un vaso que está encima de la mesa, nos referimos a él en términos del lugar (que ocupa en el espacio) y del tiempo que lleva ocupándolo. Los seres humanos estamos obsesionados con estos dos conceptos: dónde estamos, cuánto tiempo llevamos estando ahí, cuánto tiempo lo seguiremos estando, a dónde iremos después. Aunque no percibamos el tiempo, lo sentimos discurrir al igual que notamos el lugar que ocupamos en el espacio: «sentimos» los segundos, los minutos y las horas transcurriendo, al igual que sentimos nuestro cuerpo recostado en la silla y nuestros pies apoyados en el suelo.
En el campo cuántico, las posibilidades infinitas para materializar una realidad existen más allá del tiempo y el espacio porque una realidad potencial aún no existe. Si no existe, no ocupa un lugar en el espacio ni una posición en el tiempo. Cualquier cosa sin una existencia material existe más allá del espacio y el tiempo. Como el campo cuántico no es más que probabilidades inmateriales, está más allá del espacio y el tiempo. Pero en cuanto observamos una de estas posibilidades infinitas y la materializamos en nuestra realidad, adquiere estas dos características.
Lo que cambia nuestra vida de manera profunda y positiva es entender que cambiar nuestra mente —y tener, por lo tanto, nuevas experiencias y obtener nuevas percepciones— no es más que una cuestión de dejar el hábito de ser el mismo de siempre.
Cuando trasciendes tus sentidos, cuando entiendes que no estás limitado por las cadenas de tu pasado —cuando llevas una vida más allá del cuerpo, el entorno y el tiempo—, todo es posible. La inteligencia universal que anima todo cuanto existe te sorprenderá y deleitará. Lo único que desea es ofrecerte lo que tú quieres. Es decir, cuando cambias tu mente, cambia tu vida.
La física cuántica es tan difícil de entender entre otras razones porque durante años hemos tenido la costumbre de pensar basándonos en nuestros sentidos. Pero si evaluamos y confirmamos la realidad con nuestros sentidos, nos quedaremos atrapados en el paradigma newtoniano.
En su lugar, el modelo cuántico nos exige comprender la realidad sin basarnos en los sentidos (la física cuántica es un sinsentido). Cuando creamos una realidad futura con el modelo cuántico, nuestros sentidos son los últimos en enterarse de lo que la mente ha creado. Lo último que captamos es la respuesta sensorial. ¿Por qué?
El cuanto es una realidad multidimensional que existe más allá de nuestros sentidos, en el reino de lo sin cuerpo, sin espacio, sin tiempo.
Para entrar en esta esfera y crear algo desde este paradigma, debes olvidarte del cuerpo durante un rato. También debes dejar de fijarte en el mundo exterior, en todas las cosas con las que te identificas en tu vida. Tu pareja, tus hijos, tus bienes y tus problemas forman parte de esta identidad tuya, a través de todo ello te identificas con el mundo exterior. Y en último lugar, debes olvidarte del tiempo lineal. Es decir, en cuanto observes una posible experiencia futura, tienes que estar tan presente que tu mente ya no piense en los recuerdos del pasado ni en las expectativas de tu «rutina» futura.
¿No te parece irónico que para influir en tu realidad (entorno), sanar tu cuerpo o cambiar una situación del futuro (tiempo), tengas que dejar de aferrarte al mundo exterior (sin espacio), perder la conciencia corpórea (sin cuerpo)... y desconectar del tiempo (sin tiempo) para convertirte en conciencia pura?
Si lo logras, podrás controlar el entorno, el cuerpo y el tiempo. Y como el mundo subatómico del campo cuántico está hecho de conciencia, sólo puedes entrar en él con una conciencia pura. no puedes cruzar la puerta del campo cuántico como «alguien», debes entrar como «nadie».
Tu cerebro tiene la capacidad innata de aprender esta habilidad. Cuando comprendas que estás plenamente equipado para hacerlo, dejes atrás este mundo y entres en una nueva realidad más allá del espacio y el tiempo, te sentirás inspirado a aplicarla en tu vida.
El espacio y el tiempo son construcciones mentales que los humanos hemos creado para explicar fenómenos físicos que implican el lugar ocupado por los cuerpos y nuestra sensación de lo temporal. Cuando hablamos de un vaso que está encima de la mesa, nos referimos a él en términos del lugar (que ocupa en el espacio) y del tiempo que lleva ocupándolo. Los seres humanos estamos obsesionados con estos dos conceptos: dónde estamos, cuánto tiempo llevamos estando ahí, cuánto tiempo lo seguiremos estando, a dónde iremos después. Aunque no percibamos el tiempo, lo sentimos discurrir al igual que notamos el lugar que ocupamos en el espacio: «sentimos» los segundos, los minutos y las horas transcurriendo, al igual que sentimos nuestro cuerpo recostado en la silla y nuestros pies apoyados en el suelo.
En el campo cuántico, las posibilidades infinitas para materializar una realidad existen más allá del tiempo y el espacio porque una realidad potencial aún no existe. Si no existe, no ocupa un lugar en el espacio ni una posición en el tiempo. Cualquier cosa sin una existencia material existe más allá del espacio y el tiempo. Como el campo cuántico no es más que probabilidades inmateriales, está más allá del espacio y el tiempo. Pero en cuanto observamos una de estas posibilidades infinitas y la materializamos en nuestra realidad, adquiere estas dos características.
Lo que cambia nuestra vida de manera profunda y positiva es entender que cambiar nuestra mente —y tener, por lo tanto, nuevas experiencias y obtener nuevas percepciones— no es más que una cuestión de dejar el hábito de ser el mismo de siempre.
Cuando trasciendes tus sentidos, cuando entiendes que no estás limitado por las cadenas de tu pasado —cuando llevas una vida más allá del cuerpo, el entorno y el tiempo—, todo es posible. La inteligencia universal que anima todo cuanto existe te sorprenderá y deleitará. Lo único que desea es ofrecerte lo que tú quieres. Es decir, cuando cambias tu mente, cambia tu vida.
Etiquetas:
Alineamiento Energético,
Espiral,
Estilo de Vida,
Mensajes
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario