Hemos sido creados para ser una expresión maravillosa y amorosa de la vida. La vida está esperando a que te abras a ella y te sientas digno/a de toda la felicidad que te tiene reservada.
La sabiduría y la inteligencia del Poder que ha creado el Universo son nuestras para que las utilicemos. La vida siempre nos apoya.
Cada vez que sientas temor presta atención a la respiración, el aliento que entra y sale de tu cuerpo. Ese aire es la sustancia más preciosa de la vida y se nos da libremente.
Ha llegado el momento de que conozcas tu propio poder y sepas qué eres capaz de hacer.
Puedes empezar por realizar un ejercicio llamado "Veinte respiraciones conectadas", que consiste en cuatro series de cinco respiraciones cada una. Has de hacer cuatro respiraciones cortas y la siguiente, la quinta, ha de ser una respiración profunda. Es decir, cuatro respiraciones cortas y una larga, durante cuatro veces sin hacer pausa alguna. La respiración puede hacerse indistintamente por la nariz o por la boca, pero si se inhala por un canal, por ejemplo la nariz, se exhala también por la nariz y exactamente igual si se hace por la boca.
También se ha de conseguir sentir la respiración de forma libre, tratando de no forzarla y de no controlarla. El ritmo ha de ser fluido. La velocidad no es ni rápida ni lenta, sino una intermedia y que te haga sentir cómodo/a.
Cuando respiras adecuadamente sientes la energía del universo moviéndose en tu cuerpo.
Este sencillo ejercicio es totalmente inofensivo y seguro para cualquier persona que le guste vivir, en otras palabras, es bueno para la salud.
Es preferible que este ejercicio lo realices una vez al día, sólo, durante la primera semana, para prevenir tener sensaciones demasiado fuertes a las que no estás acostumbrado/a.
La respiración libera la tensión y nos relaja. La respiración te ayuda a tener más conciencia de ti mismo/a, de todo tu entorno, circunstancias y situaciones.
La respiración es el puente entre el mundo material y el mundo espiritual, entre lo tangible y lo intangible, entre lo concreto y lo abstracto, es decir, la respiración te lleva de ser y de tener conciencia de un cuerpo físico y una mente limitada a tu verdadera naturaleza como ser espiritual, sin límite e inmortal.
Esto te lleva a verte como eres realmente, un ser de luz que no es víctima sino un triunfador que atrae experiencias maravillosas y está a gusto consigo mismo/a.
Las personas que están a gusto consigo mismas son naturalmente más atractivas. Se sienten felices con su vida. Las cosas les parecen fáciles y no tienen que esforzarse por lograr nada. Con la respiración aprendes que eres uno/a con la Presencia y el Poder Creador del Universo.
Con la respiración sabes que la sabiduría y el entendimiento del Espíritu residen en tu interior y que estás divinamente guiado/a en tu trato con las demás personas del planeta.
Eres mucho más que tu personalidad, tus problemas, tus temores y enfermedades; eres muchísimo más que un cuerpo.
La respiración te hace ser plenamente consciente de que eres espíritu, luz, energía, vibración y amor.
La respiración te lleva a darte cuenta de que todos tenemos el poder de vivir nuestra vida con una finalidad y un sentido.
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