CENTRO FÉNIX DE NATUROPATÍA
México - Tel. 2291 185 281
España - Tels. 680 53 75 56 - 965 78 63 38


Hola ! ! !

Más allá de las limitaciones impuestas por la percepción,
existe la certeza de ser lo que nunca perdimos.
El conocimiento de la conciencia de ser
es la única Libertad que tenemos.
Adelante, están invitados.

Bienvenid@s !!!

CIENCIAS ETERNAS


Algunas de las Imágenes que aparecen en este Blog, han sido sacadas de Internet.
Si alguien tiene derechos y quiere que no salgan en este espacio,
nos lo hacen saber y serán retiradas inmediatamente.




sábado, marzo 15, 2014

El Estado de Salud

Nuestra energía vital es la fuente de nuestro bienestar tanto físico como mental, de la salud resplandeciente y de la alegría de vivir.
La salud es, en el ser humano, la armonía y el equilibrio de la estructura corporal, los procesos intelectuales y la integridad de sus creencias.

La salud constituye la expresión más plena de todas las facultades y pasiones de la persona, colaborando en perfecta coherencia. La salud es la total ausencia de dolor y de contrariedad mental.
La salud es belleza, vitalidad, gracia, impecabilidad y espontaneidad. La salud es esa condición en la que el individuo constituye la expresión más elevada del poder y el amor de la Creación.
Cuando un ser humano es armonioso en su propia naturaleza, en su cuerpo y en su mente, equilibrado en sus armoniosas acciones y en la adaptación al medio, y vive en perfecta armonía con la Naturaleza, con sus semejantes y con el espíritu, puede decirse que se encuentra en un estado de salud.

El gran reto del sanador, médico o terapeuta es ir más allá de lo evidente y encontrar la causa del mal que aqueje a su paciente. La, cada vez mayor, dependencia de la tecnología y metodología moderna, nos van alejando de esa capacidad intuitiva de conexión con el paciente que siempre ha caracterizado a un verdadera terapeuta o sanador.
Los intentos de paliar síntomas mediante medicamentos o fórmulas simplistas, sin profundizar en los diversos factores que existen en desarmonía dentro del individuo, y que son los causantes de su mal, se convierten en fallidos tratamientos y en problemas recurrentes.

La necesidad del conocimiento para poder acceder a esa información profunda y desarrollar de esa manera la capacidad intuitiva de conexión, es vital para una curación completa e integral.

Leer más...

lunes, marzo 03, 2014

La Autoeficacia

Autoeficacia es el juicio positivo de nuestra capacidad de actuar. Pero, la autoeficacia no es lo mismo que nuestras capacidades reales, sino más bien lo que creemos que podemos llegar a hacer con ellas. Por sí sola, nuestra capacidad no basta para garantizar el desempeño óptimo, sino que también debemos creer en ella para poder sacarle el máximo provecho.

Las personas autoeficaces afrontan sin dificultades los desafíos pero quienes dudan de sí mismos la mayor parte de las veces ni siquiera lo intentan, por bien que puedan hacerlo. Dicho de otra manera, la confianza en uno mismo alienta nuestras esperanzas mientras que la duda las socava.

Existe una relación muy estrecha entre la conciencia de uno mismo y la autoconfianza. Cada uno de nosotros dispone de un mapa interno de sus propias preferencias. La sensación de autoeficacia es específica de un dominio concreto, ya que lo bien que creamos que podemos desempeñar una labor no equivale a lo que podamos hacer en un dominio paralelo de la vida cotidiana.

Solemos evitar aquellas situaciones o los entornos en los que tenemos miedo de fracasar, aun cuando realmente poseamos las capacidades requeridas para poder afrontar con éxito una determinada tarea porque, si no creemos ser capaces de superar sus desafíos, nos comportaremos de un modo que terminará abocándonos en el fracaso. La misma idea de que “no puedo hacerlo” resulta paralizante.

Tener el necesario valor de expresarse y la idea de poder saltarse las reglas y los procedimientos usuales, son las cualidades distintivas de la confianza en uno mismo.
Las personas dotadas de una mayor confianza en sí mismas serán las que se hallen más dispuestas a asumir el riesgo de expresar y denunciar los problemas y las injusticias que los demás solo se atreven a eludir o mencionar en voz baja.

Leer más...

viernes, febrero 21, 2014

Caminos para Mejorar

La confianza en uno mismo nos proporciona la energía suficiente para tomar decisiones o emprender desempeños de acción en los que uno cree a pesar de las posibles opiniones en contra o incluso de la desaprobación explícita de alguna persona con más autoridad. La persona dotada de confianza en sí mismo permanece firme, sin mostrarse arrogante ni ponerse a la defensiva y es consecuente con sus decisiones.
Las personas que confían en sus propias posibilidades suelen considerarse individuos eficaces, capaces de asumir desafíos y dominar nuevas tareas. Se ven a sí mismos como catalizadores, promotores e iniciadores cuyas habilidades les colocan por encima de la media. Esta percepción de su fortaleza interna les permite justificar mejor sus decisiones y acciones, y permanecer inamovibles frente a cualquier tipo de oposición.

La confianza en uno mismo puede revelarse en una presentación muy decidida que implica una proyección de la propia “presencia”. Son personas que parecen exudar carisma e inspirar seguridad en quienes les rodean.
En cambio, para quienes carecen de autoconfianza cada fracaso no hace sino confirmar su sensación de incompetencia. La falta de confianza en uno mismo puede manifestarse como sentimientos de impotencia, inoperancia y una abrumadora sensación de inseguridad. Por el contrario, un exceso de confianza puede acabar convirtiéndose en arrogancia. Especialmente en el caso de que la persona carezca de habilidades sociales y, del mismo modo, tampoco debe confundirse con la impulsividad porque, para tener un impacto positivo, la confianza en uno mismo debe hallarse en armonía con la realidad. Es también por lo que la falta de autoconciencia constituye un obstáculo para tener una seguridad en nosotros mismos basada en la realidad.

La confianza en uno mismo es la condición indispensable de toda actuación sobresaliente porque, a falta de ella, las personas solemos carecer de la suficiente convicción para afrontar las dificultades que se nos presentan.
La conciencia de uno mismo constituye un instrumento valiosísimo para el cambio, especialmente en el caso de que nuestra necesidad de cambio se halle en consonancia con nuestras propias metas personales, con nuestra “misión” y con nuestros valores fundamentales, entre los que se incluye la creencia de que el hecho de intentar mejorar es algo positivo.

Leer más...

viernes, febrero 14, 2014

Aprender de los Propios Errores

El primer paso necesario para aumentar nuestra eficiencia consiste en identificar una necesidad que debamos mejorar aunque esa conciencia pueda ser difícil de alcanzar.
Permanecer ciego a nuestros propios problemas puede poner en peligro toda nuestra vida. Las personas fracasadas parecen mostrarse muy poco dispuestas a reconocer sus propios errores y desprecian a quienes osan señalárselos. Su resistencia es, pues, un claro indicador de que no pueden hacer nada por cambiar las cosas. Por el contrario, las personas triunfadoras son aquellas que son conscientes de sus límites y que, en consecuencia, conocen todos los aspectos que deben mejorar o saben cuándo pueden hacer o estar con alguien que posea las capacidades de las que ellos carecen.

Algunas personas que ocupan posiciones privilegiadas pueden considerar la necesidad de cambio como un signo de debilidad o fracaso. El esfuerzo competitivo que les ha permitido llegar a la cumbre puede también impedirles reconocer sus errores, aunque solo sea por miedo a sus posibles competidores.
Todos nosotros compartimos esta tendencia a la negación, una estrategia emocionalmente cómoda que nos protege del sufrimiento que se deriva del hecho de reconocer nuestras verdades más crueles, una actitud defensiva, en suma, que puede adoptar múltiples formas: minimizar los hechos, soslayar información crucial, racionalizar y buscar excusas, recursos, todos ellos, que cumplen con la función de distorsionar nuestra realidad. Y las personas que nos rodean tienden a secundar nuestras negaciones.

Todas las competencias son hábitos aprendidos y, en consecuencia, si tenemos alguna carencia el algún sentido, siempre podemos aprender a hacer mejor las cosas. En este sentido la persona arrogante e impaciente puede aprender a escuchar y tener en cuenta las opiniones ajenas, por ejemplo. Pero el hecho es que este tipo de progresos jamás puede tener lugar si no se comienza dando antes el primer paso, que consiste en conocer el modo en que esos hábitos perjudican e intoxican nuestras relaciones. Sin el menor atisbo de hábitos sobre nosotros y sobre los demás, careceremos de la motivación necesaria para cambiarlos.
Las personas que no admiten ningún fallo, exageran sus propias capacidades y rechazan todo aprendizaje de los demás porque no desean escuchar nada sobre sus deficiencias, siendo ésta la visión que tiene de sí mismo el narcisista.

Leer más...

lunes, febrero 10, 2014

Breve Historia de la Gemoterapia

A partir de algo tan simple como son átomos de hierro, cromo, carbono, litio, moléculas de agua, etc. encajados en diferentes formas, surgen minerales de bellos colores, que nada más verlos levantan el ánimo y nos invitan a soñar solo con su contemplación.
Tenemos al alcance de la mano verdaderos tesoros. Las gemas y los minerales pueden mejorar nuestra calidad de vida, ayudarnos en momentos de transición, aliviar un impertinente dolor, etc.

La gemoterapia es tan antigua como el hombre. Los primeros textos escritos datan del año 4.000 a.C. en Egipto. Los faraones sutilizaban el lapislázuli como cosmético y para proteger sus ojos de los rayos del sol. Cleopatra (69-31 a.C.) usaba una especie de casco recubierto en su interior por hematites para conservar su belleza y juventud. Griegos y romanos también conocían las propiedades de las gemas, como nos relata Plinio el viejo, en sus textos de historia natural. por aquel entonces, la esmeralda era recomendada para las personas con vista cansada, probablemente como consecuencia de que Nerón tenía la costumbre de mirar los combates de gladiadores a través de una fina lámina de esta gema para que el sol que se reflejaba en la arena del circo no le dañara los ojos. Esto se debe a una propiedad física del mineral, la de polarizar la luz. Sin proponérselo, el emperador había inventado las primeras gafas de sol de la historia. En occidente, en la Edad Media es la etapa de más experimentación con gemas. Se construían copas de mineral para potenciar los efectos de los elixires, la cornalina se prescribía como remedio homeopático para detener hemorragias, etc.

A principios del siglo XX ya se conoce la “piezoelectricidad” del cuarzo. Casi a comienzos de la Primera Guerra Mundial se empieza a sintetizar en el laboratorio hasta obtener un cristal limpio de inclusiones para utilizarlo como osciladores de radio. Hasta 1957 era normal entrar en la tienda de un químico londinense para comprar polvo de rubí, esmeralda o perla y utilizarlo como medicina.

Leer más...

domingo, febrero 09, 2014

Nuestro Don mas Preciado

Cuando no sabes a donde te diriges, cualquier camino sirve. Este viejo refrán significa que, cuanto menos conscientes seamos de lo que realmente nos apasiona, más perdidos nos hallaremos. Y este ir a la deriva puede llegar incluso a dañar nuestra salud.

La conciencia de nosotros mismos nos proporciona una dirección segura para armonizar nuestras decisiones con nuestros valores más profundos.
Aquellos que nunca llegan a plantearse la relación existente entre su conducta sometida al estrés y su capacidad de mantenerse fieles a sí mismos, suelen ser personas que tienen la difusa sensación de estar desatendiendo algo sumamente importante, una sensación que puede originarse en el fracaso matrimonial o en el descubrimiento de que su ruido interior les lleva a incurrir en todo tipo de errores. No obstante, este tipo de crisis suelen ser fructíferas, porque con ellas empieza a resquebrajarse su capa de inflexibilidad. Entonces es cuando empiezan a experimentar emociones que nunca antes se habían permitido sentir y adquieren una nueva perspectiva de ese aspecto de sus vidas.

Solo sabremos lo que tenemos que hacer cuando comprendamos lo que es correcto en nuestro caso. En este sentido, la atención constituye nuestro don más preciado. Los sentimientos son la versión corporal de la situación que estamos viviendo y nos revelan todo lo que necesitamos saber sobre ella.
Cuando la persona se da cuenta de que lo que creía fácil era en realidad difícil, y que lo que creía difícil, en realidad suele ser arbitrario, experimentan un gran avance. En este sentido, los sentimientos constituyen guías fiables capaces de ayudarnos a responder cuestiones tan fundamentales como: ¿hacia dónde me dirijo?

Conocer nuestros recursos, nuestras capacidades y nuestras limitaciones internas nos permite darnos cuenta de nuestros puntos fuertes y de nuestras debilidades; reflexionar y ser capaces de aprender sinceramente de la experiencia, a los nuevos puntos de vista, a la formación continua y al desarrollo de uno mismo; y contar con un sentido del humor que nos ayuda a tomar distancia de nosotros mismos.

Leer más...

viernes, febrero 07, 2014

El Estimulo que nos Motiva

Tienes que obligarte a ti mismo a pasar algún tiempo alejado del trasiego y el ajetreo del trabajo y del mundo que te rodea para poder conectar de nuevo con la realidad porque, en caso contrario, uno termina perdiendo las riendas y generándose todo tipo de problemas.
Estos problemas son los que conllevan a traicionar nuestros propios valores personales. Porque hay que tener en cuenta que éstos no son meras abstracciones sino creencias internas que nunca llegamos a articular en forma de pensamientos, sino, a lo sumo, en forma de sentimientos. Nuestros valores se traducen en aquello que tiene cierta resonancia o poder emocional sobre nosotros, ya sea en un sentido positivo o negativo.

La conciencia de uno mismo constituye una especie de barómetro interno que nos dice si la actividad que estamos llevando a cabo –o la que vamos a emprender– merece realmente el esfuerzo.
Los sentimientos nos proporcionan una imagen global de toda situación. Y, en el caso de que existan discrepancias entre nuestros valores y nuestros sentimientos, el resultado será una profunda inquietud en forma de culpabilidad, vergüenza, dudas, inquietud, remordimientos o similares. Y todo este ruido de fondo actúa a modo de niebla emocional que inspira sentimientos que pueden acabar saboteando todos nuestros esfuerzos.

Por el contrario, las decisiones que se ajustan a nuestra conciencia interna resultan estimulantes. Ya que, no solo nos hacen sentir que estamos haciendo lo correcto sino que impulsan la atención y la energía necesaria para conseguir lo que queremos.
De este modo, las personas que hacen a su sensación interna de lo que vale la pena minimizan el ruido emocional. Sin embargo, mucha gente considera por desgracia que no puede contar con sus valores en determinados círculos, algo que, por cierto, resulta inadmisible.
Porque el hecho de no tener en cuenta nuestros valores solo contribuye a separar la sensación colectiva de lo que nos motiva, haciendo que el dinero, por ejemplo, resulte más importante de lo que es en realidad.

Uno de los estímulos más poderosos para alentar nuestro interés es la sensación de propósito y pasión. Por esto, cuando surge la ocasión, las personas nos sentimos atraídas por aquello que nos proporciona un sentido, por aquello que compromete plenamente nuestro talento, nuestra energía y nuestra habilidad, algo que puede llevarnos a ir cambiando hasta encontrar aquello que mejor se adapte a lo que realmente nos importa.

Leer más...

jueves, febrero 06, 2014

El Flujo de las Emociones

El trasfondo de nuestra vida emocional discurre de un modo parejo al flujo de nuestros pensamientos. En el fondo de nuestra conciencia siempre existe algún estado de ánimo aunque, por lo general, no nos percatemos de los sutiles estados de ánimo que fluyen mientras llevamos a cabo nuestra rutina cotidiana. Los sentimientos inadvertidos de tristeza o de alegría con que nos despertamos, la leve irritación que puede provocar el frustrante ir y venir a nuestro trabajo y, en suma, los cientos y hasta miles de pequeñas y grandes emociones que van y vienen con los altibajos de cada día.

La urgencia y la presión que caracterizan al mundo (laboral) actual hacen que nuestra mente se halle mucho más preocupada por la corriente de los pensamientos: planificando la próxima tarea, sumergiéndonos en la tarea que estemos haciendo, preocupándonos por las obligaciones que todavía no hemos concluido, etc. Así pues, para poder sensibilizarnos a este ruido subterráneo de estados de ánimo es necesaria una pausa mental, una pausa que rara vez nos permitimos. Nuestros sentimientos nos acompañan continuamente pero casi nunca nos damos cuenta de ellos sino que, por el contrario, solo nos percatamos de nuestras emociones cuando éstas se han desbordado. No obstante, si les prestáramos la debida atención podríamos llegar a experimentarlas cuando todavía son muy sutiles y no irrumpen descontroladamente.

El ritmo de la vida moderna nos deja poco tiempo para asimilar, reflexionar y reaccionar. Nuestros cuerpos funcionan a un ritmo más lento y, en consecuencia, necesitamos tiempo para poder ser introspectivos, pero o bien no disponemos de él o bien no sabemos buscarlo. Es como si nuestras emociones dispusieran de su propia agenda pero nuestras agitadas vidas no les dejaran espacio ni tiempo libre y se vieran obligadas a llevar una existencia subterránea. Y toda esta presión mental acaba sofocando esa voz interna que constituye la más segura brújula para navegar adecuadamente por el océano de la vida. Las personas incapaces de reconocer cuáles son sus sentimientos adolecen de una tremenda desventaja porque, en cierto modo, son unos analfabetos emocionales que ignoran un dominio de la realidad esencial para el éxito en todas las facetas de la vida, incluyendo, obviamente, el mundo laboral.

En ciertas personas, esta "sordera" emocional constituye una especie de olvido de los mensajes que nos manda nuestro cuerpo en forma, por ejemplo, de jaqueca crónica, dolor lumbar o ataques de ansiedad. En el otro extremo se hallan las personas aquejadas de alexitimina, término con el que los psiquíatras se refieren a quienes tienen una conciencia muy difusa de sus propios sentimientos, personas para las que el mundo exterior es mucho más claro y preciso que su propio universo interno. Para ellos no existe una distinción clara entre las emociones agradables y las desagradables y, en consecuencia, manifiestan una vida emocional muy limitada que suele caracterizarse por la ausencia de estados de ánimo positivos. Estas personas, en suma, no están en condiciones de apreciar los diferentes matices emocionales y son incapaces de hacer uso de sus sensaciones viscerales para guiar sus pensamientos y acciones.

Pero la conciencia de uno mismo es una habilidad que puede ser cultivada. Para ello hemos de establecer contacto con esa voz interior silenciosa y más profunda que son los sentimientos y que consiste, en suma, en tomarse el tiempo necesario para “no hacer nada”. En términos de productividad, “no hacer nada” no significa tan solo dejar de trabajar, sino dejar también de malgastar el tiempo con distracciones triviales como, por ejemplo, ver la televisión o, peor todavía, hacer alguna otra cosa mientras estamos viendo la televisión. “No hacer nada”, por el contrario, supone dejar provisionalmente de lado todas las tareas orientadas a la consecución de algún objetivo y hacer algo que nos permita abrir nuestras mentes a una sensibilidad más profunda y silenciosa.

Leer más...

miércoles, febrero 05, 2014

Aprendizaje Inducido

El contacto con la naturaleza nos lleva a la calma, a la armonía, también se relaciona con el bienestar, porque los espacios naturales aumentan nuestro potencial de salud y de buen carácter así mismo nuestra capacidad de aprendizaje aumenta considerable mejorando el funcionamiento cognitivo, además de potenciar más la auto-disciplina y el control de los impulsos. Por el contrario, aquellas personas que no conviven con la naturaleza tienden a sufrir déficit de atención y síntomas de hiperactividad, trastornos de ansiedad y depresión.

No es de extrañar que grandes maestros desde Platón a Aristóteles aprovecharan los beneficios del contacto con la naturaleza para enseñar a sus alumnos e inducirlos en contacto con la naturaleza y la frecuencia Schumman de esta que se relaciona con la frecuencia de la ondas Alfa de la mente humana en el rango de 7.5 a13 Hz.
En esta frecuencia el ser humano se encuentra en un estado de relajación y tranquilidad y su aptitud hacia el aprendizaje y su capacidad para asimilar conceptos aumenta enormemente y es que el cerebro es la más potente de las computadoras y puede ser estimulada por diferentes medios, y llevada a ondas alfa, beta, theta, y delta.


Cuando el individuo entra en un estado de frecuencia vibracional entre los 7.5 y 13 Hz, éste está en la disposición de asimilación del aprendizaje máximo.
Si unimos a este estado inducido el aislamiento externo y la reproducción de datos e información de forma visual y auditiva podríamos aprovechar el máximo potencial de aprendizaje de un individuo.

Investigaciones recientes demuestran:
- El cerebro crece a causa del estímulo, ya sea natural o artificial
- El estímulo se traduce en una vibración eléctrica de frecuencia característica
- Es posible estimular artificialmente el cerebro mediante máquinas
- El cerebro se deja “arrastrar” por el estímulo, resonando con frecuencia igual a la de este
- Los estados de la mente presentan frecuencias de vibración eléctrica características
- Es posible reproducir los estados mentales, estimulando directa o indirectamente el cerebro, con la frecuencia de onda asociada a dicho estado

Lo anterior condujo a una revolución en el campo de las aplicaciones de esta técnica, ya que se puede interactuar directamente con la parte interior del individuo, sin invasión de su química corporal, produciendo efectos dramáticos al nivel de:
1. Incrementos del cociente intelectual (CI)
2. Supresión de ansiedad, depresión y fobias
3. Terminación de adicciones
4. Aprendizaje y súperaprendizaje
5. Mayor rendimiento pico en actividades mentales, físicas y de alta competencia
6. Estimulación de la creatividad.

Leer más...