Hola ! ! !
existe la certeza de ser lo que nunca perdimos.
El conocimiento de la conciencia de ser
es la única Libertad que tenemos.
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miércoles, septiembre 13, 2017
Un Significado de la Vida
Cuando un individuo se realiza por medio de la actividad espontánea y se relaciona de este modo con el mundo, deja de ser un ser aislado; él y el mundo se transforman en partes de un todo estructural; disfruta así de un lugar legítimo y con ello desaparecen sus dudas respecto de sí mismo y del significado de su vida. Las dudas surgen del estado de separación en que se halla y de la frustración de su vida; cuando logra vivir, no ya de manera compulsiva o automática, sino espontáneamente, entonces sus dudas desaparecen. Es consciente de sí mismo como individuo activo y creador y se da cuenta de que sólo existe un significado de la vida: el acto mismo de vivir.
Superar la duda básica respecto de sí mismo y de su lugar en la vida, relacionarse con el mundo comprendiéndolo desde el acto de vivir espontáneo, harán que aumenten su fuerza como individuo, así como su seguridad. Esta nueva seguridad no se halla arraigada en la protección que el individuo recibe de parte de algún poder superior extraño a él; tampoco es la seguridad en la que resulta eliminado el carácter trágico de la vida. La nueva seguridad es dinámica, no se basa en la protección, sino en la actividad espontánea del hombre: es la que adquiere en cada instante por medio de tal esfuerzo. Es la seguridad que solamente la libertad puede dar, que no necesita de ilusiones, porque ha eliminado las condiciones que origina tal necesidad.
La libertad, como elemento de realización, implica la afirmación plena del carácter único del individuo. Todos los hombres nacen iguales, pero también nacen distintos. La base de esa peculiaridad individual se halla en la constitución hereditaria, fisiológica y mental con la que el hombre entra en la vida, así como en la especial constelación de circunstancias y experiencias que le toca luego enfrentar. La expansión genuina del ser es un crecimiento orgánico, el desplegarse de un núcleo que pertenece peculiarmente a una determinada persona y solamente a ella. Por el contrario, el desarrollo del autómata no es de carácter orgánico. El crecimiento de la base de la esencia se ve obstruido, superponiéndose al ser auténtico una personalidad falsa formada por la incorporación de formas extrañas del pensamiento y emoción.
El crecimiento orgánico es sólo posible con la condición de que se acuerde un respeto supremo a la peculiaridad del propio ser, así como al de los demás. Este respeto por el carácter único de la individualidad, unido al afán de perfeccionarla, constituye el logro más valioso de la cultura humana y representa justamente lo que hoy se halla en peligro.
Superar la duda básica respecto de sí mismo y de su lugar en la vida, relacionarse con el mundo comprendiéndolo desde el acto de vivir espontáneo, harán que aumenten su fuerza como individuo, así como su seguridad. Esta nueva seguridad no se halla arraigada en la protección que el individuo recibe de parte de algún poder superior extraño a él; tampoco es la seguridad en la que resulta eliminado el carácter trágico de la vida. La nueva seguridad es dinámica, no se basa en la protección, sino en la actividad espontánea del hombre: es la que adquiere en cada instante por medio de tal esfuerzo. Es la seguridad que solamente la libertad puede dar, que no necesita de ilusiones, porque ha eliminado las condiciones que origina tal necesidad.
La libertad, como elemento de realización, implica la afirmación plena del carácter único del individuo. Todos los hombres nacen iguales, pero también nacen distintos. La base de esa peculiaridad individual se halla en la constitución hereditaria, fisiológica y mental con la que el hombre entra en la vida, así como en la especial constelación de circunstancias y experiencias que le toca luego enfrentar. La expansión genuina del ser es un crecimiento orgánico, el desplegarse de un núcleo que pertenece peculiarmente a una determinada persona y solamente a ella. Por el contrario, el desarrollo del autómata no es de carácter orgánico. El crecimiento de la base de la esencia se ve obstruido, superponiéndose al ser auténtico una personalidad falsa formada por la incorporación de formas extrañas del pensamiento y emoción.
El crecimiento orgánico es sólo posible con la condición de que se acuerde un respeto supremo a la peculiaridad del propio ser, así como al de los demás. Este respeto por el carácter único de la individualidad, unido al afán de perfeccionarla, constituye el logro más valioso de la cultura humana y representa justamente lo que hoy se halla en peligro.
Etiquetas:
Alineamiento Energético,
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