Hola ! ! !
existe la certeza de ser lo que nunca perdimos.
El conocimiento de la conciencia de ser
es la única Libertad que tenemos.
Adelante, están invitados. Bienvenid@s !!!
Algunas de las Imágenes que aparecen en este Blog, han sido sacadas de Internet.
Si alguien tiene derechos y quiere que no salgan en este espacio,
nos lo hacen saber y serán retiradas inmediatamente.
domingo, octubre 01, 2017
Condescendencia de las Emociones Negativas
No podemos controlar las emociones, por la diferente velocidad a la que vibran las distintas funciones. La más lenta es la función intelectual. Las funciones motora e instintiva que tienen una velocidad aproximadamente igual, que es enormemente más rápida que la intelectual. La función emocional es aun más rápida, pero generalmente trabaja a la misma velocidad que la función instintiva. De manera que las funciones motora, instintiva y emocional son muchísimo más rápidas que el pensamiento, y es imposible atrapar las emociones mediante el pensamiento. Cuando nos hallamos en un estado emocional, aquellas se suceden una a la otra con tanta rapidez que no tenemos tiempo para pensar. Podemos lograr una idea de la diferencia de velocidad comparando las funciones pensantes con las funciones motoras. Si al efectuar algún movimiento rápido tratas de observarte, verás que no puedes. El pensamiento no puede seguir al movimiento. Tienes que efectuar el movimiento mucho más lentamente o no se puede observar. Este es un hecho claro.
La lucha real con las emociones negativas es una cuestión del futuro: no un futuro muy distante, pero hay muchas cosas que primero necesitamos conocer, y métodos que debemos estudiar. No hay una vía directa; debemos aprender los métodos indirectos sobre cómo acometerlas.
Primero de todo, tenemos que cambiar muchas de nuestras actitudes mentales, que están más o menos en nuestro poder; me refiero a actitudes intelectuales, o puntos de vista. Tenemos demasiados puntos de vista equivocados acerca de las emociones negativas; las encontramos necesarias, o bellas, o nobles, las glorificamos, etc. Debemos liberarnos de todo eso. De modo que hemos de limpiar nuestra mente en relación con las emociones negativas. Cuando nuestra mente esté en lo correcto respecto de las emociones negativas, cuando hayamos cesado de glorificarlas, entonces poco a poco, hallaremos un modo de luchar contra ellas, cada una por separado. Una persona halla más fácil luchar con una particular emoción negativa, otra encuentra más fácil hacerlo con otra. Debe empezarse con la más fácil, y lo que es más fácil para mí puede ser lo más difícil para ti; de modo que deberás encontrar la más fácil para ti, y luego llegar a la más difícil.
Muchas emociones negativas se aprenden por imitación. Pero algunas pueden estar esencialmente en nuestra naturaleza, porque nuestra naturaleza también tiene diferentes inclinaciones en un sentido u otro. Las emociones pueden dividirse en grupos, y una persona puede inclinarse más hacia un grupo y otra hacia otro. Por ejemplo, algunas personas tienen una inclinación hacia diferentes formas de miedo, otras hacia diferentes formas de ira. Pero son distintas y no provienen de la imitación. Por lo general se basan en una especie de debilidad, porque en la base de las emociones negativas yace generalmente una suerte de condescendencia, uno se consiente. Y si uno no se consiente miedos, uno se consiente ira, y si uno no se consiente ira, uno se consiente autocompasión. Las emociones negativas se basan siempre en una forma de permiso.
Pero antes que lleguemos a cuestiones tan complicadas como la lucha con las emociones negativas, es muy importante observarnos en las manifestaciones pequeñas y cotidianas de la función motora y, asimismo, observar aquellas que podamos de la función instintiva, como son nuestras sensaciones de agrado y desagrado, calor y frío; sensaciones de esa índole, que siempre pasan a través de nosotros.
La lucha real con las emociones negativas es una cuestión del futuro: no un futuro muy distante, pero hay muchas cosas que primero necesitamos conocer, y métodos que debemos estudiar. No hay una vía directa; debemos aprender los métodos indirectos sobre cómo acometerlas.
Primero de todo, tenemos que cambiar muchas de nuestras actitudes mentales, que están más o menos en nuestro poder; me refiero a actitudes intelectuales, o puntos de vista. Tenemos demasiados puntos de vista equivocados acerca de las emociones negativas; las encontramos necesarias, o bellas, o nobles, las glorificamos, etc. Debemos liberarnos de todo eso. De modo que hemos de limpiar nuestra mente en relación con las emociones negativas. Cuando nuestra mente esté en lo correcto respecto de las emociones negativas, cuando hayamos cesado de glorificarlas, entonces poco a poco, hallaremos un modo de luchar contra ellas, cada una por separado. Una persona halla más fácil luchar con una particular emoción negativa, otra encuentra más fácil hacerlo con otra. Debe empezarse con la más fácil, y lo que es más fácil para mí puede ser lo más difícil para ti; de modo que deberás encontrar la más fácil para ti, y luego llegar a la más difícil.
Muchas emociones negativas se aprenden por imitación. Pero algunas pueden estar esencialmente en nuestra naturaleza, porque nuestra naturaleza también tiene diferentes inclinaciones en un sentido u otro. Las emociones pueden dividirse en grupos, y una persona puede inclinarse más hacia un grupo y otra hacia otro. Por ejemplo, algunas personas tienen una inclinación hacia diferentes formas de miedo, otras hacia diferentes formas de ira. Pero son distintas y no provienen de la imitación. Por lo general se basan en una especie de debilidad, porque en la base de las emociones negativas yace generalmente una suerte de condescendencia, uno se consiente. Y si uno no se consiente miedos, uno se consiente ira, y si uno no se consiente ira, uno se consiente autocompasión. Las emociones negativas se basan siempre en una forma de permiso.
Pero antes que lleguemos a cuestiones tan complicadas como la lucha con las emociones negativas, es muy importante observarnos en las manifestaciones pequeñas y cotidianas de la función motora y, asimismo, observar aquellas que podamos de la función instintiva, como son nuestras sensaciones de agrado y desagrado, calor y frío; sensaciones de esa índole, que siempre pasan a través de nosotros.
Etiquetas:
Espiral,
Estilo de Vida,
Mensajes,
Renacimiento
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario