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sábado, noviembre 23, 2019
El Esfuerzo Consciente
Para saber lo que nos anima a hacer un esfuerzo necesitamos una atención más consciente. Esa atención no puede ser mecánica, porque debe ser constantemente rectificada para que pueda ser perdurable. Habrá entonces alguien que vigile, y ese vigilante representará un estado de conciencia diferente.
Cuando uno se aparta de la vida para abrirse a sí mismo, en algún momento se siente pertenecer a un orden diferente. Recibe esa impresión y toma conciencia de ella. Ahora esa impresión va a formar parte de su Presencia. Está ahí para ayudarle, o bien relacionarle con un momento de esfuerzo y hacerle entrar en una asociación consciente, o bien la impresión se va a asociar inconscientemente y no le ayudará. Debemos hacerla aparecer conscientemente, asociándola con otra impresión. Entonces, debemos vigilar, con una atención voluntaria, para conservar una impresión consciente de uno mismo el mayor tiempo posible.
Hay momentos accidentales de recuerdo de sí debidos a impresiones conscientes o no conscientes. Esas impresiones demandan en nosotros, no sabemos cómo. Pero se nos escapan y se pierden porque no están relacionadas, no están asociadas intencionalmente. No tenemos ninguna actitud voluntaria acerca de ellas y solo nos pueden conducir a una reacción ciega. Necesitamos adoptar una actitud más consciente respecto a ellas. Al ver que de un momento a otro no somos lo mismo, se siente la necesidad de un punto de referencia, de medir esos estados diferentes en relación con algo que siempre permanece igual en nosotros. Todo nuestro trabajo gira alrededor de ese punto de referencia. Para nosotros representa la comprensión actual de lo que es ser un ser consciente.
Se necesita un sacrificio para conservar el sentimiento de Presencia que reconocemos en el momento del esfuerzo. Debemos aceptar renunciar intencionalmente a la voluntad ordinaria y hacerla servir. Todo depende de nuestra participación activa. En general enfatizamos demasiado la meta de no dejarse llevar, de no perder nuestro estado. Olvidamos hasta qué punto necesitamos ayuda. Confiamos en algo que nunca nos sostendrá y no le pedimos ayuda a lo más refinado que tenemos. Entonces nada nos sostiene y estamos desvalidos.
El sentimiento pasa por fases relacionadas con la atención. Al activarse, la atención adquiere algo más exquisito y es capaz de atrapar lo que pasa en otros niveles donde las vibraciones tienen una longitud de onda diferente. Cuando tenemos el sentimiento de Presencia estamos en relación con fuerzas superiores y al mismo tiempo con fuerzas inferiores. Estamos en el medio. No se puede tener una sensación de sí sin la participación de las fuerzas inferiores que trabajan en nosotros. Atención consciente significa algo que está entre dos mundos.
Lo que es difícil de comprender es que nada es posible sin esfuerzo consciente, y que el esfuerzo consciente está relacionado con la naturaleza superior. Solo la naturaleza inferior no puede llevarnos a la conciencia. Pero cuando despertamos y sentimos que pertenecemos a un mundo superior, esa no es sino solo una parte de nuestro esfuerzo consciente. Solo nos volvemos realmente conscientes cuando estamos abiertos a todas nuestras posibilidades superiores e inferiores. Solo hay valor en el esfuerzo consciente.
Cuando uno se aparta de la vida para abrirse a sí mismo, en algún momento se siente pertenecer a un orden diferente. Recibe esa impresión y toma conciencia de ella. Ahora esa impresión va a formar parte de su Presencia. Está ahí para ayudarle, o bien relacionarle con un momento de esfuerzo y hacerle entrar en una asociación consciente, o bien la impresión se va a asociar inconscientemente y no le ayudará. Debemos hacerla aparecer conscientemente, asociándola con otra impresión. Entonces, debemos vigilar, con una atención voluntaria, para conservar una impresión consciente de uno mismo el mayor tiempo posible.
Hay momentos accidentales de recuerdo de sí debidos a impresiones conscientes o no conscientes. Esas impresiones demandan en nosotros, no sabemos cómo. Pero se nos escapan y se pierden porque no están relacionadas, no están asociadas intencionalmente. No tenemos ninguna actitud voluntaria acerca de ellas y solo nos pueden conducir a una reacción ciega. Necesitamos adoptar una actitud más consciente respecto a ellas. Al ver que de un momento a otro no somos lo mismo, se siente la necesidad de un punto de referencia, de medir esos estados diferentes en relación con algo que siempre permanece igual en nosotros. Todo nuestro trabajo gira alrededor de ese punto de referencia. Para nosotros representa la comprensión actual de lo que es ser un ser consciente.
Se necesita un sacrificio para conservar el sentimiento de Presencia que reconocemos en el momento del esfuerzo. Debemos aceptar renunciar intencionalmente a la voluntad ordinaria y hacerla servir. Todo depende de nuestra participación activa. En general enfatizamos demasiado la meta de no dejarse llevar, de no perder nuestro estado. Olvidamos hasta qué punto necesitamos ayuda. Confiamos en algo que nunca nos sostendrá y no le pedimos ayuda a lo más refinado que tenemos. Entonces nada nos sostiene y estamos desvalidos.
El sentimiento pasa por fases relacionadas con la atención. Al activarse, la atención adquiere algo más exquisito y es capaz de atrapar lo que pasa en otros niveles donde las vibraciones tienen una longitud de onda diferente. Cuando tenemos el sentimiento de Presencia estamos en relación con fuerzas superiores y al mismo tiempo con fuerzas inferiores. Estamos en el medio. No se puede tener una sensación de sí sin la participación de las fuerzas inferiores que trabajan en nosotros. Atención consciente significa algo que está entre dos mundos.
Lo que es difícil de comprender es que nada es posible sin esfuerzo consciente, y que el esfuerzo consciente está relacionado con la naturaleza superior. Solo la naturaleza inferior no puede llevarnos a la conciencia. Pero cuando despertamos y sentimos que pertenecemos a un mundo superior, esa no es sino solo una parte de nuestro esfuerzo consciente. Solo nos volvemos realmente conscientes cuando estamos abiertos a todas nuestras posibilidades superiores e inferiores. Solo hay valor en el esfuerzo consciente.
Etiquetas:
Alineamiento Energético,
Estilo de Vida,
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