sino la ausencia de conflictos dentro de nosotros".
En el mundo en el que vivimos hoy, con nuestro estilo de vida diario perfecto para las redes sociales, estresados de 9 a 5 y COVID agotando a todos, vivir en paz parece alejarse más de nuestro alcance. Lamentablemente, sin paz interior, no podemos disfrutar plenamente de la vida en su máxima expresión.
Cuando tienes paz, la vida se siente mejor; los alimentos son más sabrosos. El tiempo que se pasa con la familia y los amigos es más enriquecedor. Nuestros trabajos se vuelven más satisfactorios.
Por otro lado, sin paz, cada día de nuestras vidas se siente como si estuvieran tirando en todas direcciones. Estresado y viviendo en constante aprensión por los días venideros.
Las culturas asiáticas tienen varios conceptos inusuales sobre cómo vivir una vida feliz, pacífica y satisfactoria. “Wa”, (por ejemplo), es una idea japonesa sobre la convivencia armoniosa junto con otros conceptos como Ikigai y Ukeireru.
En Japón, Ukeireru, que significa aceptación, es más que una simple palabra. Es una filosofía. Una forma de vida. La aceptación de la vida por lo que es. No por lo que queremos que sea.
A medida que se profundiza en Ukeireru, se te invita a centrarte en la autoaceptación, la aceptación de los eventos y de las personas que te rodean. Para aprender a controlar tus pensamientos, emociones y comportamientos. Y aceptar tus peculiaridades; fortalezas y debilidades, como parte de lo que te hace ser tú. Vivir sin autocrítica, resentimiento o el deseo de ser otra cosa que tu verdadero yo.
La fuerza de esta práctica radica en aceptar que no tienes control sobre todo lo que sucede. Tratar de controlar la vida te pone en un ciclo de infelicidad y fatiga existencial. Ahí radica tu dolor de corazón.
Si buscamos encontrar la paz en nuestras vidas, ¿cómo puede Ukeireru ayudarnos?
Acéptate a ti mismo
La aceptación comienza en uno mismo. Eres la mayor amenaza para tu paz. Eres quien eres. La forma en que hablas y caminas: la forma de tus ojos es peculiar para ti. Tanto si eres alto como si no, de piel oscura o pálida, eres quien eres. Tiene defectos y puede que siempre lo tengas.
Todo el mundo no puede ser como tú. ¿Tampoco deberías intentar ser como nadie? La vida debe estar llena de individuos únicos que hacen alarde de sus peculiaridades con orgullo.
La paz llega al aceptarte a ti mismo primero.
Aceptación de otros
Algo fundamental es darse cuenta que se necesita una comunidad para hacer que la vida suceda. La unión entre tu y yo hace posible nuestra existencia.
Sin embargo, también debemos ser conscientes de que una cosa que se puede esperar de las personas es su personalidad. No puedes cambiar a la gente. No, a menos que estén dispuestos a cambiar. Te decepcionas al esperar que los demás actúen de cierta manera. O hacer las cosas que te hacen feliz.
Aceptación significa permitirles ser quienes elijan ser. Las acciones de las personas reflejan quiénes son. No quién eres. Y no es necesario tomar aspirinas para los dolores de cabeza de los demás.
Aceptación de circunstancias
Lo que sucede fuera de ti está fuera de tu control. Por tanto, acéptalo como tal.
La paz radica en nuestro centro de control. Lo que sucede fuera de ti está fuera de tu control. Cuando suceden cosas en la vida, en retrospectiva, es fácil pensar que podríamos haberlas prevenido. Pero hay una razón por la que podría, debería y debería haber ocurrido solo en retrospectiva.
Mientras no estemos seguros de lo que nos depara la próxima hora, todo lo que tenemos es esperanza. Espero que salga bien. ¿Y cuando no es así? Lo que puedes hacer es no romper tu propio puño al golpear la pared. Sino aceptar y seguir adelante.
Deja ir el pasado
Algo en lo que deberíamos convertirnos es en personas que viven y aprecian el momento presente. Y el principio es estar presente en el momento y en ningún otro lugar.
Aferrarse al pasado priva a la actualidad de su uso. Vivimos en la realidad, y la realidad solo ocurre ¡ahora! Estar en otro lugar que no sea este momento presente es no estar en ninguna parte.
Lo que sea que pasó hace semanas, meses o años, se ha ido. Déjalo estar para que puedas seguir adelante. Recuerde que solo conducimos hacia adelante mirando a través del parabrisas, no por el espejo retrovisor.
En resumen: La tranquilidad es "el nuevo éxito". Vivir una vida de sencillez es "un nuevo lujo". Practicar el acto de la aceptación puede ser el primer paso para ayudarte a que te encamines por el camino correcto.
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