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CIENCIAS ETERNAS


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sábado, julio 18, 2015

El Final: Un Gran Momento para Empezar

Mucha gente reconoce que tiene dificultad para completar las cosas, como antiguas relaciones, un proyecto de negocio, un esbozo creativo o una simple carta. Lo dejan todo para mañana, yendo por la vida sin darse cuenta de ir empezando cosas nuevas sin haber terminado lo anterior.

Muchos planes de negocios, que en potencia son un éxito, se abandonan poco antes de terminar. ¿Qué pasa a la hora de culminar algo, por qué se complican las cosas? Generalmente la parte funcional de terminar algo es sencilla y correcta. Es el aspecto emocional el que parece paralizar a la gente.

Completar es dejar algo viejo y empezar de nuevo. En toda conclusión hay un pequeño nacimiento. Parece que todos estamos apegados al pasado. Al menos sabemos lo que éste es. Quizá su excesiva familiaridad nos recuerde al útero. Hay mucha gente que prefiere aferrarse a algo viejo, familiar y obsoleto, en lugar de arriesgarse a soltarlo para elegir algo nuevo, desconocido y nada familiar.

La conclusión de algo que estemos haciendo representa en nuestro inconsciente el corte del cordón umbilical y, como tal, tiende a trasladarnos a un pánico primitivo.

A menudo tenemos la sensación de que no haber terminado las cosas nos mantiene vivos, mientras prolonguemos el momento del parto, permanecemos anclados en el proceso de lucha para lograrlo, y es precisamente esta lucha la que nos hace sentirnos vivos. Pero, se puede vivir sin lucha.

De igual modo, en demasiadas ocasiones, inconscientemente, solemos relacionar la conclusión de algo con la muerte, lo que lleva a mucha gente a desalentar a terminar algo. El propósito del renacimiento es sacarnos del ciclo nacimiento / muerte, para poder sentir la vida como realmente es: un flujo continuado de momentos aquí y ahora, y no como una inevitable marcha lineal de principio y final.

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miércoles, junio 24, 2015

Despertar la Conciencia del Acto de Respirar

En todos los momentos de nuestra vida se encuentran en marcha en el interior del cuerpo cientos de procesos vitales de los que generalmente no somos conscientes ni nos preocupamos de ellos. Muchas tareas del cuerpo están dirigidas por la inteligencia inconsciente como los latidos del corazón, la digestión de los alimentos, etcétera, esto es parte del maravilloso diseño de los seres vivos.

También es fácil no dar importancia a la respiración, pues se trata de un proceso completamente automático que comienza el día de nuestro nacimiento y no se interrumpe hasta el día de nuestra muerte. Sin embargo, sería más preciso decir que estamos ante un proceso enteramente inconsciente, que no necesita ninguna forma de atención. Esperamos que nuestra respiración continúe todo el tiempo, aunque nosotros tengamos que hacer absolutamente nada al respecto. Su capacidad de producirse, incluso en lo más profundo e inconsciente del sueño, está en la naturaleza misma de la respiración.

No obstante, con la respiración descubrimos algo de inmensa importancia. Si es cierto que puede constituir un proceso inconsciente, también lo es que puede convertirse en una práctica consciente e intencional. Es decir, es vital que la respiración, junto con otros muchos procesos de nuestro organismo, sea una función continua y, por eso mismo, inconsciente, pero también es posible influir en ella conscientemente y controlar el flujo del aliento. Esta condición única –ser a la vez consciente e inconsciente− tiende un puente entro los aspectos conscientes e inconscientes de nuestro ser.

Ahora mismo puedes parar de respirar durante un instante y, luego, volver a hacerlo profundamente. Puedes llenarte de aire los pulmones, o respirar superficialmente, o exhalar el aire en un suave suspiro o expulsarlo con fuerza; todo ello porque así lo deseas, controlándolo conscientemente. Pocas cosas son tan sencillas como despertar la conciencia del acto de respirar.

Ser conscientes del acto de respirar resulta de gran provecho físico, mental, emocional y espiritual para el ser humano. Y de la misma manera que existen muchos y muy complejos, y a menudo difíciles, modos de “despertar la conciencia del acto de respirar”, hay también muchas maneras de plantearlo con una sencillez que lo haga inmediatamente accesible a todo el mundo.

Cuanto más conscientes seamos del movimiento de la respiración en el interior de nuestro cuerpo, más lo seremos también de nosotros como individuos y más implicados nos sentiremos con las funciones integradas del cuerpo, de la mente y del espíritu. La conciencia de la respiración aumenta y expande la conciencia del organismo humano y de todo lo que le rodea; inhalar conscientemente significa expandir apropiadamente todo el entorno del que formamos parte; exhalar conscientemente es ayudar a que se relajen entre sí las energías conectadas de nuestro alrededor. Cada momento de respiración consciente es una cooperación creadora con el propio prodigio de la vida.

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viernes, junio 05, 2015

Renacer la Respiracion

El aire que respiramos es el alimento más importante para la vida. Una persona puede permanecer durante días sin beber y semanas sin comer, pero no puede estar más que unos pocos minutos sin respirar. De ahí que los cambios en el ritmo, intensidad, frecuencia y orden en las fases de la respiración pueden producir modificaciones en el estado general de las personas con mayor rapidez que los cambios que pueden producir la ingesta de cualquier substancia. Por medio de un cierto control de la respiración, las personas podemos modificar nuestro estado de ánimo, el estado de la conciencia, los procesos fisiológicos, el tono energético del cuerpo, etcétera.

Renacimiento −Rebirthing− es una técnica de respiración que produce estados modificados de conciencia, de la mente y del cuerpo favoreciendo la capacidad para revisar la propia vida a niveles profundos y, además de la descarga de presiones emocionales, ayuda a tomar conciencia de los propios límites existenciales y atravesarlos.

La técnica de respiración empleada en Rebirthing posibilita a la persona entrar en contacto con el material que hay depositado en su inconsciente profundo, tanto personal como arquetípico. No se trata tan sólo de recordar o ver cosas, aunque ello se suele dar, sino que la experiencia es un auténtico retornar a las fuentes de nuestra vida actual, a veces al origen de algún trauma de nuestro pasado que nos condiciona en el presente, reviviéndolo y permitiendo así comprenderlo e integrarlo. También ayuda a entrar en contacto inmediato con las fuentes espirituales o energéticas que aportan al individuo una mayor armonía en su existencia cotidiana, entendiéndolo todo ello como un proceso simbólico dotado de significado.

El acceso al mundo del imaginario profundo a través de la respiración puede llevarse a cabo en un marco individual, caso en que el terapeuta acompaña a la persona dándole soporte en todo momento; o bien puede realizarse dentro de una estructura de grupo donde cada persona que se sumerge en la experiencia catártica tendrá un compañero/a que le atenderá de forma permanente en todo aquello que sea menester, y le ayudará en su proceso de autodescubrimiento interior y en el momento de enfrentarse a sí mismo a través de la disolución de la experiencia.

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lunes, mayo 25, 2015

Respiracion para Relajarse Profundamente

Respira por la nariz y expulsa el aire por la boca. Al terminar la exhalación hacer una pausa y –espera, espera pacientemente, espera conscientemente− hasta que el cuerpo inicie la siguiente inhalación.

Cada inhalación a través de la nariz es lenta y tranquila. Al llegar al máximo de la inhalación, libera el aire a través de la boca –tranquila y lentamente− y, luego con la mandíbula relajada, hacer una pausa –espera paciente y conscientemente−– hasta que el cuerpo vuelva a inhalar.

La clave para marcar una pausa entre una respiración y la siguiente es mantenerse consciente y centrado, proponiéndose esperar hasta que el cuerpo decida volver a inhalar. Si la mente se distrae, la respiración volverá a sus patrones contraídos.

En cada pausa hay que dejar que el cuerpo se relaje intensamente. Hay que dejar que el tiempo entre una y otra respiración sea un momento de relajación total. –Siente– como el cuerpo se deja llevar gozosamente.

Ahora puedes respirar para una zona concreta de tu cuerpo que necesite relajarse y curase, permitiendo conscientemente que salga toda la tensión acumulada al exhalar y relajándote aún más en la pausa.

Respira varias veces, continúa respirando de la misma manera para esa zona específica de tu cuerpo, y cada vez que liberes el aire en la exhalación, relájate aún más.

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lunes, mayo 18, 2015

El Puente al Espíritu

Hemos sido creados para ser una expresión maravillosa y amorosa de la vida. La vida está esperando a que te abras a ella y te sientas digno/a de toda la felicidad que te tiene reservada.
La sabiduría y la inteligencia del Poder que ha creado el Universo son nuestras para que las utilicemos. La vida siempre nos apoya.

Cada vez que sientas temor presta atención a la respiración, el aliento que entra y sale de tu cuerpo. Ese aire es la sustancia más preciosa de la vida y se nos da libremente.
Ha llegado el momento de que conozcas tu propio poder y sepas qué eres capaz de hacer.

Puedes empezar por realizar un ejercicio llamado "Veinte respiraciones conectadas", que consiste en cuatro series de cinco respiraciones cada una. Has de hacer cuatro respiraciones cortas y la siguiente, la quinta, ha de ser una respiración profunda. Es decir, cuatro respiraciones cortas y una larga, durante cuatro veces sin hacer pausa alguna. La respiración puede hacerse indistintamente por la nariz o por la boca, pero si se inhala por un canal, por ejemplo la nariz, se exhala también por la nariz y exactamente igual si se hace por la boca.

El propósito es fundir la inhalación con la exhalación en un círculo completo. Las veinte respiraciones conectadas deben sucederse de tal manera que formen una sola serie de respiraciones conectadas.

También se ha de conseguir sentir la respiración de forma libre, tratando de no forzarla y de no controlarla. El ritmo ha de ser fluido. La velocidad no es ni rápida ni lenta, sino una intermedia y que te haga sentir cómodo/a.
Cuando respiras adecuadamente sientes la energía del universo moviéndose en tu cuerpo.

Este sencillo ejercicio es totalmente inofensivo y seguro para cualquier persona que le guste vivir, en otras palabras, es bueno para la salud.

Es preferible que este ejercicio lo realices una vez al día, sólo, durante la primera semana, para prevenir tener sensaciones demasiado fuertes a las que no estás acostumbrado/a.

La respiración libera la tensión y nos relaja. La respiración te ayuda a tener más conciencia de ti mismo/a, de todo tu entorno, circunstancias y situaciones.
La respiración es el puente entre el mundo material y el mundo espiritual, entre lo tangible y lo intangible, entre lo concreto y lo abstracto, es decir, la respiración te lleva de ser y de tener conciencia de un cuerpo físico y una mente limitada a tu verdadera naturaleza como ser espiritual, sin límite e inmortal.
Esto te lleva a verte como eres realmente, un ser de luz que no es víctima sino un triunfador que atrae experiencias maravillosas y está a gusto consigo mismo/a.

Las personas que están a gusto consigo mismas son naturalmente más atractivas. Se sienten felices con su vida. Las cosas les parecen fáciles y no tienen que esforzarse por lograr nada. Con la respiración aprendes que eres uno/a con la Presencia y el Poder Creador del Universo.

Con la respiración sabes que la sabiduría y el entendimiento del Espíritu residen en tu interior y que estás divinamente guiado/a en tu trato con las demás personas del planeta.
Eres mucho más que tu personalidad, tus problemas, tus temores y enfermedades; eres muchísimo más que un cuerpo.
La respiración te hace ser plenamente consciente de que eres espíritu, luz, energía, vibración y amor.
La respiración te lleva a darte cuenta de que todos tenemos el poder de vivir nuestra vida con una finalidad y un sentido.

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martes, mayo 05, 2015

Aspectos Fisiologicos de la Respiracion

Para respirar de modo consciente es necesario entender los procesos fisiológicos de la respiración.

Consideraremos los movimientos respiratorios en tres fases:

1. La primera fase consiste en la coordinación entre el diafragma y la musculatura abdominal.
Al inhalar la musculatura abdominal se relaja y el abdomen se abomba hacia delante, de esta manera, los órganos de la cavidad abdominal (el hígado, el estómago, los intestinos) ceden volumen al diafragma.
Al exhalar, se relaja el diafragma, la musculatura abdominal se contrae y la presión de los órganos abdominales sobre el diafragma obliga a expulsar el aire.

2. La segunda fase actúa sobre la caja torácica.
Al inhalar ésta se ensancha por acción de la musculatura intercostal. Las costillas se levantan y se abren un poco hacia los lados. De esta manera el volumen del tórax aumenta y fuerza la introducción del aire en los pulmones.
Al exhalar se expulsa el aire viciado. Otros grupos de músculos intercostales, situados en la parte interior de la caja torácica comprimen las costillas hacia adentro y hacia abajo lo que hace disminuir la capacidad del tórax y por tanto provoca la expulsión del aire.

3. En la tercera y última fase intervienen otros grupos de músculos de la cabeza, el cuello y la cintura escapular.
Al inhalar, éstos órganos se contraen y levantan las costillas de la parte superior del tórax, así como del esternón.
Al exhalar, se relajan y colaboran en la disminución del volumen torácico.

Una buena respiración empieza por el control del diafragma y de los músculos respiratorios para absorber mayor cantidad de aire con menos esfuerzo. Las personas que respiran mal, de una manera incompleta, fuerzan en exceso estos músculos respiratorios superiores. Es como si el aire se quedara a medio camino.

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sábado, abril 25, 2015

Definiendo Objetivos

La determinación y definición del objetivo constituye un momento muy importante en nuestro desarrollo personal. Sucede, por lo general, que uno define muy bien el objetivo, en la dirección perfectamente acertada, solo que ha elegido un objetivo demasiado lejano. Entonces, con este objetivo en mente, uno empieza a aprender y a acumular material. La siguiente vez que uno intenta definir el objetivo, lo hace de un modo algo diferente, encontrando un objetivo un poco más cercano. La vez siguiente de nuevo un poco más cercano, y así sucesivamente hasta que uno encuentra un objetivo que está bastante próximo –mañana o pasado mañana−. Éste es realmente el modo correcto en relación a los objetivos si hablamos sobre ellos sin palabras específicas. Pero, además, podemos encontrar muchos que ya han sido mencionados de una forma definida. “Ser uno”. Correcto, muy buen objetivo. “Ser libre”. ¿Cómo? Solo adquiriendo control de la máquina. Uno puede decir: “Quiero ser consciente”. Muy bien. Otro: “Quiero tener voluntad”. Perfecto. “Quiero estar despierto”. También muy bueno. Todos éstos son objetivos en la misma línea, solo que a diferentes distancias.

Antes de poder alcanzar objetivos remotos hay muchas cosas que hay que hacer aquí y ahora.

Una y otra vez tenemos que volver a la cuestión de qué es lo que queremos. Si decimos que queremos ser conscientes, esto está muy bien, pero ¿por qué? ¿Qué es lo que quieres conseguir siendo consciente? No pienses que puedes responder inmediatamente a esta pregunta. Es muy difícil. Pero debes seguir volviendo a ella. Y debes saber que antes de que llegue el momento de que consigas lo que quieres debes tener una idea clara de lo que es. Ésta es una condición necesaria. Nunca podrás conseguir nada hasta que sepas el qué y puedas decir “yo quiero esto”. Entonces puede que lo consigas o puede que no. Pero lo que es seguro es que no se puede alcanzar sin antes saber qué es. Además, hay que querer las cosas en el orden correcto.

Nunca somos el mismo durante dos días seguidos. Algunos días tendremos más éxito. Otros menos. Todo lo que podemos hacer es controlar lo que podemos. Nunca podremos controlar cosas difíciles si antes no controlamos las fáciles. Cada día y cada hora se presentan cosas que podremos controlar y no lo hacemos; así que no podemos tener nuevas cosas que controlar. Estamos rodeados de cosas que ignoramos. Principalmente, no controlamos nuestro pensamiento. Pensamos en lo que queremos de un modo vago, pero si no llegamos a formular lo que queremos, entonces nada sucederá. Ésta es la primera condición, aunque hay muchos obstáculos.

Es inútil definir un objetivo que no pueda alcanzarse. Pero si defines un objetivo que puedes esperar alcanzar, entonces tu trabajo será serio, consciente.

Lo que una persona puede conseguir después de un trabajo serio es que después de algún tiempo se verá a sí misma. Las demás cosas a conseguir, tales como conciencia, unidad, conexión con los centros superiores, etc., todo esto viene después de lo anterior, y no sabemos en qué orden se presenta. Pero debemos recordar una cosa: hasta que no consigamos esto –hasta que no nos veamos a nosotros mismos− no podemos conseguir nada más. Así que, después de algún tiempo, debemos ser capaces de formular nuestro objetivo inmediato como el de verse a uno mismo. No conocerse a uno mismo (eso vendrá después), sino solo verse a uno mismo.

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viernes, marzo 27, 2015

La Funcion de la Respiracion

¿Hacer prácticas respiratorias? ¿Para qué? ¿No respiramos ya todos? Por supuesto que sí. Pero la cuestión no es el hecho de que respiremos sino la calidad de nuestra respiración. La calidad de nuestra respiración determina la de nuestras vidas. La salud, el estado de ánimo, la energía, la creatividad, dependen del suministro de oxígeno que nos proporcione la respiración.

Las presiones de nuestra vida moderna han creado una cultura casi sin resuello. Incluso en las personas "sanas", el exceso de tensión (hipertensión), la flacidez (hipotensión), las excitaciones y las preocupaciones, así como los cambios de temperatura y la contaminación ambiental, pueden provocar una respiración hueca, irregular o forzada.

Algunas de las repercusiones que se experimentan ejercitando la respiración son un incremento de la circulación sanguínea, una normalización del tono vital - la tensión básica que existe con independencia de la acción voluntaria -, y un pensamiento más claro, con un cambio positivo en el estado de ánimo.

La respiración se basa en la premisa de la unidad total del ser humano. Sus resultados prueban la interrelación existente entre el cuerpo, la mente y las emociones. Tanto si tu respiración funciona satisfactoriamente como si se ha visto perturbada, no sólo se verá afectado tu bienestar físico, sino que se beneficiará o se verá perjudicado en general, como persona total. Tu respiración determina si te encuentras en un estado óptimo o desfavorable. Según vayas avanzando en tus ejercicios respiratorios, te irás dando cuenta progresivamente de hasta qué punto estás influido por cualquier variación en tu respiración, positivamente cuando te apoya o respalda de manera adecuada, o negativamente cuando existe alguna interferencia con el libre flujo de tu respiración.

Como las interferencias a la respiración varían tanto como los distintos individuos entre sí, hay que ajustar los ejercicios respiratorios a las necesidades individuales. No cabe seguir una rutina fija. Cualquier cosa que hagas con el fin de mejorar tu función respiratoria tendrá que ajustarse a tu situación personal en ese momento. Cada uno de nosotros cuenta con formas únicas de utilizar bien la respiración o de perturbarla. Intentar mejorarla mediante unas prácticas fijas resultaría no sólo aburrido sino también ineficaz. Por tanto, empleamos la palabra "ejercicios", pero no en el sentido mecanicista y repetitivo, sino en otro más próximo a la experimentación.

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sábado, febrero 28, 2015

Descubre el Renacimiento

Renacimiento es la experiencia directa e intuitiva del espíritu a través de la respiración humana.
Su práctica se realiza conectando la inhalación con la exhalación en un ritmo relajado; así practicando se origina, en la conciencia, una percepción mental directa del espíritu, un sentimiento emocional del espíritu, en el corazón y una sensación física de la verdadera energía de la vida, la cual es la energía de la creación fluyendo a través del cuerpo.

Renacimiento no es una disciplina; es una inspiración. No se trata de enseñar a una persona cómo ha de respirar, es el acto suave e intuitivo de aprender como respirar desde la misma respiración. Es conectar la inhalación con la exhalación, en un relajado y continuo ritmo hasta que la respiración interna, que es el Espíritu y la fuente de la respiración misma, se mezclan con el aire... la respiración externa. El renacimiento une el espíritu y la materia, en un simple y científico método de respiración espiritual que es finalmente una de las más elevadas y más diversas formas de la ciencia de vida.

Un renacedor es un guía de la respiración que ha practicado lo suficiente como para iniciar a otra persona en esta ciencia. Normalmente un renacedor tarda de 5 a 10 min. en conducir a una persona a un ritmo que sea lo suficientemente libre y relajado para percibir la energía del universo en la mente y en el cuerpo, y una vez realizada ésta conexión es deseable entregarse al espíritu de la respiración humana hasta que se experimente un ciclo completo de energía, lo cual acontece después de una hora o más de práctica de la respiración.

Una sesión de Renacimiento puede contener cambios emocionales o físicos que pueden asustar al principiante. Estos cambios son etiquetados por la profesión médica con el nombre de hiperventilación. Realmente lo que sucede es que el espíritu está limpiando, equilibrando y nutriendo la mente y el cuerpo humano. El renacido experimenta, normalmente, un profundo sentimiento de limpieza interior y sentimientos divinos de amor y serenidad.

El Renacimiento es muy rápido y muy profundo. La respiración de vida es uno de los más simples, más directos y poderosos métodos de purificación.
La respiración de vida puede enviar a la mente y al cuerpo a un viaje a través del cosmos. El Renacimiento ha sido llamado iluminación espiritual instantánea y conciencia cósmica.

El Renacimiento es intuitivo. Descubrir el Renacimiento es descubrir el alma. Pero ya que el alma es una, es posible que una persona lleve a otra a la percepción intuitiva del espíritu a través de la respiración. Percibir el alma en nuestra propia respiración, hace más fácil ver el espíritu en todas partes y en todo momento, ya que respiramos todo el tiempo.

Pero Renacimiento también implica ser maestro de tu conciencia total y llenar toda tu mente y tu cuerpo con luz y energía (nueva vida). Implica desvelar el ciclo vida-muerte, que incluye la liberación del síndrome de desaprobación parental y las emociones desagradables de esta y otras vidas. Implica el uso consciente de la poderosa respiración humana, la vida eterna, salud y éxito del espíritu en la mente y en el cuerpo. Por lo tanto Renacimiento implica todos los métodos de purificación espiritual.

Renacimiento es algo especial. Es el poder del espíritu para la salvación del cuerpo y la limpieza de la mente. Renacimiento es un método de purificación espiritual que en unos pocos minutos produce la experiencia espiritual más profunda.

El nacimiento y las tempranas frustraciones de la infancia, las hostilidades y la cólera se pueden elevar a la conciencia. Es importante darse cuenta que estos son sentimientos psicoanalíticos que se pueden abandonar sin violencia para con uno mismo, los amigos o nuestro entorno.
Las frustraciones se sienten alguna vez como cólera, algunas veces como desesperanza, impotencia, depresión, etc. Algunas veces como aburrimiento, algunas veces como debilidad o cansancio.

Renacimiento te pone en contacto con el mismo acto de estar consciente y cuando eres consciente, nada más puede acontecerte que curación y desarrollo de poder.

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martes, febrero 10, 2015

La Importancia de la Respiracion en la Manera de Vivir

Aprendemos a respirar al nacer. Las personas presentes durante nuestro nacimiento, médicos, enfermeras, parientes, etc. nos enseñan a respirar, aunque raramente comprenden lo que están haciendo.

Ya que el nacimiento es un hecho radical, cargado de energía emotiva, la calidad de nuestras primeras respiraciones es de una importancia crucial.
Pasamos por nuestras primeras experiencias tensas, sobrevivimos a ellas y establecemos desde los primeros instantes de nuestra vida un determinado tipo de relación con la energía, la respiración y lo que sentimos.
En el mejor de los casos, nacer es un hecho profundamente traumático. Después de pasar nueve meses en un paraíso húmedo y caliente, nos vemos lanzados de improviso a un mundo desconocido.
La misma matriz que nos alimentaba y protegía de forma maravillosa, empieza a expulsarnos. Nos vemos impulsados a realizar un esfuerzo largo, arduo, terrorífico; una auténtica lucha por la supervivencia.
Nuestro cuerpo padece un tremendo dolor en cada oleada de contracciones. También nuestra psique sufre, puesto que nos arrojan fuera del único mundo que conocemos y nos cortan, también, nuestras fuentes de alimentación; en definitiva toda una expulsión del Jardín del Edén. Pocas cosas, en nuestra vida de adultos, pueden compararse a esta experiencia.
Es la más terrible prueba de la vida y las respuestas que encontramos son respuestas que damos a todas las experiencias futuras; las lecciones que recibimos al nacer son los cimientos de nuestra forma de vivir y de nuestra filosofía de la vida.

Aunque en la niñez estamos poco desarrollados y privados del lenguaje, somos ya seres de grandes facultades mentales y emocionales. Vemos, oímos, tocamos, olemos y saboreamos; nos formamos ideas del mundo a partir de la propia experiencia; desarrollamos un tipo de comportamiento y unas preferencias; aprendemos a confiar y a desconfiar, a temer y a no temer, a amar y a no amar.
Somos plenamente conscientes del mundo que nos rodea y experimentamos como seres humanos únicos de acuerdo con la naturaleza de nuestras experiencias.
La ciencia piensa que el recién nacido no se siente afectado por las circunstancias de su nacimiento. Esta creencia tiene trágicas consecuencias, pues de ella depende el trato que esa criatura recibe.
Afortunadamente, en ciertos ambientes científicos se empieza a investigar que el recién nacido es consciente, inteligente, impresionable y capaz de ofrecer respuestas. Es más, el recién nacido es hiperconsciente, pues posee mayor consciencia de su entorno en las primeras horas posteriores a su nacimiento de la que jamás experimentará a lo largo de toda su vida.

Ya que el mundo dista mucho de ser perfecto, el recién nacido experimenta todo tipo de acontecimientos desagradables, malos, no deseados. Sin embargo, su capacidad para elaborar respuestas ante ellos es limitada, de modo que hace lo único que sabe: constreñir la respiración y reprimirse respecto a la fuente de su sufrimiento. Se desconecta a todos los niveles y se retrae intensamente del mundo que lo produce.
Aunque rompa a llorar para respirar intensamente, relajar la energía contenida a causa del dolor y demandar la atención y el cuidado de un adulto, ya ha experimentado la contracción durante el momento doloroso. Y aunque, al llorar esté resolviendo ese sufrimiento, en muchas ocasiones esa respuesta no le valdrá de nada o sólo servirá para empeorar las cosas y aumentar el dolor y la contracción.
La contracción de la respiración/energía, en el caso del niño, ante la presencia del dolor es una respuesta sana, inteligente e innata. Es adecuada y crucial para su supervivencia.
Si tiene adultos que entienden estos mecanismos de respuesta y saben la forma de estimular y resolver las energías contraídas, superará el dolor y le servirá de sano aprendizaje para su vida futura. Si no encuentra semejante ayuda, retendrá la energía contraída como parte de su experiencia.
La fijación de esa energía contraída le afectará a todos los niveles y llegará a ser una parte vital de la definición de su personalidad; un patrón de energía a través del cual experimentará el mundo y organizará sus respuestas a los acontecimientos futuros.

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