Los simbolismos solares y lunares ocupan un lugar muy importante dentro de las tradiciones yogui, tántrica y taoísta. Estas enseñanzas identifican el lado derecho del cuerpo con el sol (fuerzas solares) y el izquierdo con la luna (fuerzas lunares). El tantra identifica la energía solar con la psique “ígnea” masculina, el color rojo, el elemento fuego y los procesos intelectuales. Por su parte, la energía lunar está ligada a la cualidad “refrescante” femenina (Soma), el color blanco, el elemento agua y los procesos intuitivos.

Las antiguas enseñanzas yoguis señalan que el ascendiente de la respiración cambia naturalmente de un lado a otro cada dos horas y que los periodos de cambio están directamente ligados al paso de la luna a través de cada signo del zodiaco.
Puesto que la respiración se encuentra ligada a las influencias celestes, al controlarla también se controlan estas influencias. Muchos textos tántricos afirman que equilibrando las respiraciones solar y lunar, un individuo puede librarse de las influencias del destino.

La respiración solar-lunar puede practicarse utilizando medidas iguales de inhalación, retención y exhalación, o empleando el ritmo de la respiración curativa, es decir 1-4-2.
Los textos yoguis y tántricos incluyen muchas otras técnicas de respiración y todas ellas tienen como finalidad el equilibrio y la unión entre las fuerzas solares y lunares, entre la psique y el soma. El Pranayama es una ciencia exacta y cualquier ejercicio respiratorio debe realizarse cuidados y atentamente.
La aplicación consciente de las respiraciones solar y lunar constituye una de las llaves maestras del control de la función sexual. La respiración solar se equipara al principio de deleite trascendental (el Shiva); la respiración lunar está asociada al principio de energía creativa (el Shakti). Cuando ambas respiraciones se equilibran, la fuerza vital entra en el “Gran Eje”, la sutil senda energética central que va del perineo, entre los genitales y el ano, a la parte superior de la cabeza. Cuando las fuerzas solares y lunares están en equilibrio al hacer el amor, se experimenta un remolino de éxtasis que “eleva” la psique y la impulsa hacia la evolución.
Las enseñanzas tántricas contienen valiosa información sobre los diferentes métodos de empleo de las respiraciones solar y lunar para hacer el amor. Primero, hay que saber que al recostarse sobre un lado del cuerpo, se activa la función del orificio nasal opuesto. Por ejemplo, cuando nos encontramos sobre nuestro costado izquierdo, la respiración pasa automáticamente a través del orifico nasal derecho. Durante la noche, al dormir o soñar, la mayoría de la gente se agita y voltea. Este movimiento constituye un intento inconsciente para que las respiraciones solar y lunar vuelvan a alcanzar el equilibrio natural que habían perdido durante el día.
Muchos tratados místicos tántricos y taoístas señalan el poder de unión de las respiraciones complementarias. En ellos se describen rituales para desarrollar un tipo particular de ascendente respiratorio, en la creencia de que incluso el destino puede ser dominado mediante prácticas respiratorias conscientes.
Hacer el amor es una maravillosa oportunidad de otorgar lo mejor de uno mismo a nuestro compañero o compañera. El control de la respiración debe constituir una parte natural de los juegos previos, así como también centrar la conciencia sobre las implicaciones cósmicas del intercambio de respiraciones durante la intimidad. Las observaciones de la sutil acción mutua de las respiraciones pueden producir una nueva realidad de intercambio, enriquecimiento y compromiso mutuos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario