CENTRO FÉNIX DE NATUROPATÍA
México - Tel. 2291 185 281
España - Tels. 680 53 75 56 - 965 78 63 38


Hola ! ! !

Más allá de las limitaciones impuestas por la percepción,
existe la certeza de ser lo que nunca perdimos.
El conocimiento de la conciencia de ser
es la única Libertad que tenemos.
Adelante, están invitados.

Bienvenid@s !!!

CIENCIAS ETERNAS


Algunas de las Imágenes que aparecen en este Blog, han sido sacadas de Internet.
Si alguien tiene derechos y quiere que no salgan en este espacio,
nos lo hacen saber y serán retiradas inmediatamente.




Mostrando entradas con la etiqueta Mensajes. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Mensajes. Mostrar todas las entradas

sábado, enero 06, 2018

El Poder de Ser

Nuestra energía no está contenida en un circuito cerrado, en el cual podría ser transformada. Esto le permitiría entrar en contacto con otra energía de la misma calidad para formar un nuevo circuito, una nueva corriente. Mientras una corriente de energía más elevada no se establezca en nosotros, no tendremos ninguna libertad... Hay una energía que viene de una parte superior de la mente. Pero no estamos abiertos a ella. Es una fuerza consciente. La atención es una parte de esa fuerza que debe ser desarrollada. Sin esa fuerza, estamos "hipnotizados", y nuestros actos son automáticos. La cabeza puede entender, pero el cuerpo se queda como un extraño, al margen. Y sin embargo, es el cuerpo el que tiene que sentir esa fuerza. Entonces, si la siente, obedecerá; las tensiones caerán y las acciones podrán ser libres.

El sacrificio voluntario es el único principio activo en nosotros que puede ser convertido en sentimiento superior. Esto es necesario para la creación del segundo cuerpo. En la lucha entre dos fuerzas creadoras, el cuerpo debe rechazar su automatismo para someterse a la acción de una fuerza más alta. Con el esfuerzo de seguir permaneciendo, la energía crece y llega a tener una fuerza activa que lleva la fuerza pasiva a obedecer. Esa energía debe ser mantenida ante todas las situaciones de la vida. Es necesario llevarse hasta un cierto estado de “Ser” una y otra vez, hacer un esfuerzo consciente una y otra vez, hasta que se forme algo que tiene su propia vida. Luego eso será indestructible.

Lo importante en nuestro trabajo es la lucha interior. Sin esto, el tiempo pasará sin que aparezca ningún cambio. Uno debe aprender a no identificarse interiormente y a representar un papel exteriormente. Uno ayuda a lo otro. Mientras lo hago, no me identifico con nada. Sin ser fuerte en lo exterior es imposible ser fuerte en lo interior. Sin ser fuerte en lo interior, no es posible ser fuerte en lo exterior. La lucha debe ser real. Cuanto más difícil, más vale... Para representar un papel hay que estar presente a lo que sucede a mi alrededor y al mismo tiempo a lo que pasa en mí. Dos clases de acontecimientos, dos vidas, una en la otra, de orden diferente... La manera de vivir ambas testimonia el poder de Ser.

Leer más...

domingo, octubre 08, 2017

El Creador

La creatividad es la rebelión más grande de la existencia. Si quieres crear, te tienes que liberar de todos los condicionamientos; de lo contrario, tu creatividad no será nada más que una copia. Únicamente podrás ser creativo si eres un individuo, no puedes crear si formas parte de la psicología de masas. La psicología de masas no es creativa; vive la vida como un fastidio. No conoce el baile, el canto, la diversión; es mecánica.
Por supuesto, hay ciertas cosas que la sociedad te dará sólo si eres mecánico. Conseguirás ser respetado, conseguirás honores. Las universidades te concederán licenciaturas, los países te darán medallas de oro, por último, podrías recibir el Premio Nobel. Pero todo este asunto es horrible. Un verdadero genio descartará toda esa tontería porque es un soborno. Que te den el Premio Nobel sólo significa que eres respetado por tus servicios a los poderes establecidos, que eres honrado porque has sido un buen esclavo, obediente, no te has descarriado, has seguido un camino ya recorrido.

El creador no puede seguir un camino ya recorrido. Tiene que buscar y encontrar su propio camino. Tiene que indagar en las junglas de la vida, tiene que ir solo, tiene que marginarse de la psicología de masas, de la psicología colectiva. La mente colectiva es la mente más inferior del mundo; hasta los así llamados idiotas están un poco por encima de la idiotez colectiva. Pero la colectividad tiene sus propios sobornos: respeta a las personas, honra a las personas, sólo si persisten en que el camino de la mente colectiva es el único camino correcto.

La humanidad nacerá realmente el día en que sea respetada la rebelión del individuo. La humanidad todavía no ha nacido; está todavía en el útero. Lo que ves como humanidad es sólo un fenómeno muy engañoso. A menos que demos a cada persona libertad individual, libertad absoluta para ser él mismo, para existir a su manera... Y, por supuesto, no tiene que interferir con nadie más; esa es parte de su libertad. Nadie debería de interferirle a nadie.

Pero en el pasado todo el mundo ha estado metiendo las narices en los asuntos de todos los demás, incluso en cosas que son absolutamente privadas, que no tienen nada que ver con la sociedad.
La humanidad necesita un nuevo sustrato... una Tierra de libertad. Cuando no haya una mente colectiva tratando de dominar a las personas, todo el mundo estará relajado consigo mismo. Por supuesto, no tienes que interferir con nadie pero en lo que respecta a tu vida tienes que vivir según tus propias convicciones. Sólo entonces hay creatividad. La creatividad es la fragancia de la libertad individual.

Leer más...

domingo, octubre 01, 2017

Condescendencia de las Emociones Negativas

No podemos controlar las emociones, por la diferente velocidad a la que vibran las distintas funciones. La más lenta es la función intelectual. Las funciones motora e instintiva que tienen una velocidad aproximadamente igual, que es enormemente más rápida que la intelectual. La función emocional es aun más rápida, pero generalmente trabaja a la misma velocidad que la función instintiva. De manera que las funciones motora, instintiva y emocional son muchísimo más rápidas que el pensamiento, y es imposible atrapar las emociones mediante el pensamiento. Cuando nos hallamos en un estado emocional, aquellas se suceden una a la otra con tanta rapidez que no tenemos tiempo para pensar. Podemos lograr una idea de la diferencia de velocidad comparando las funciones pensantes con las funciones motoras. Si al efectuar algún movimiento rápido tratas de observarte, verás que no puedes. El pensamiento no puede seguir al movimiento. Tienes que efectuar el movimiento mucho más lentamente o no se puede observar. Este es un hecho claro.

La lucha real con las emociones negativas es una cuestión del futuro: no un futuro muy distante, pero hay muchas cosas que primero necesitamos conocer, y métodos que debemos estudiar. No hay una vía directa; debemos aprender los métodos indirectos sobre cómo acometerlas.
Primero de todo, tenemos que cambiar muchas de nuestras actitudes mentales, que están más o menos en nuestro poder; me refiero a actitudes intelectuales, o puntos de vista. Tenemos demasiados puntos de vista equivocados acerca de las emociones negativas; las encontramos necesarias, o bellas, o nobles, las glorificamos, etc. Debemos liberarnos de todo eso. De modo que hemos de limpiar nuestra mente en relación con las emociones negativas. Cuando nuestra mente esté en lo correcto respecto de las emociones negativas, cuando hayamos cesado de glorificarlas, entonces poco a poco, hallaremos un modo de luchar contra ellas, cada una por separado. Una persona halla más fácil luchar con una particular emoción negativa, otra encuentra más fácil hacerlo con otra. Debe empezarse con la más fácil, y lo que es más fácil para mí puede ser lo más difícil para ti; de modo que deberás encontrar la más fácil para ti, y luego llegar a la más difícil.

Muchas emociones negativas se aprenden por imitación. Pero algunas pueden estar esencialmente en nuestra naturaleza, porque nuestra naturaleza también tiene diferentes inclinaciones en un sentido u otro. Las emociones pueden dividirse en grupos, y una persona puede inclinarse más hacia un grupo y otra hacia otro. Por ejemplo, algunas personas tienen una inclinación hacia diferentes formas de miedo, otras hacia diferentes formas de ira. Pero son distintas y no provienen de la imitación. Por lo general se basan en una especie de debilidad, porque en la base de las emociones negativas yace generalmente una suerte de condescendencia, uno se consiente. Y si uno no se consiente miedos, uno se consiente ira, y si uno no se consiente ira, uno se consiente autocompasión. Las emociones negativas se basan siempre en una forma de permiso.

Pero antes que lleguemos a cuestiones tan complicadas como la lucha con las emociones negativas, es muy importante observarnos en las manifestaciones pequeñas y cotidianas de la función motora y, asimismo, observar aquellas que podamos de la función instintiva, como son nuestras sensaciones de agrado y desagrado, calor y frío; sensaciones de esa índole, que siempre pasan a través de nosotros.

Leer más...

lunes, agosto 28, 2017

El Trabajo de Darse Cuenta

Sólo hay que poder ser consciente de las propias funciones instintivas de los sentidos. El trabajo instintivo interior no necesita volverse consciente. Es consciente por sí, independientemente de la función intelectual, y no hay necesidad de acrecentar esto. Debemos tratar de volvernos conscientes de nosotros mismos como nos vemos, no de nuestras funciones interiores. Después de algún tiempo podemos volvernos conscientes de ciertas funciones interiores de las que es útil ser conscientes; pero no todavía.

No se trata de adquirir sentimientos nuevos. Sólo de clasificar mejor las impresiones corrientes, las cosas corrientes que obtenemos de la vida, de la gente, de todo.

Cuando aprendemos algo, como conducir un vehículo, la función intelectual le dice a la función motora qué hacer, y cuando es eficiente, la función motora trabaja por sí misma. Primero, se aprende a través de la función intelectual.

Un mejor estado sólo puede alcanzarse mediante esfuerzo directo, tratando tan sólo de ser más consciente, preguntándote lo más a menudo posible: "¿Yo soy consciente o no?"

Estudiando al hombre en su actual estado de sueño, ausencia de unidad, automatismo y falta de control, hallamos varias otras funciones equivocadas que son el resultado de su estado: en particular, mentirse y mentir a los demás todo el tiempo. La psicología del hombre corriente podría incluso llamarse el estudio de la mentira, porque el hombre miente más que cualquier otra cosa; de hecho, no puede decir la verdad. No es tan simple decir la verdad; uno ha de aprender cómo hacerlo, y a veces eso insume un tiempo muy prolongado.

Mentir es pensar o hablar sobre cosas que uno no conoce; éste es el principio de la mentira. No significa mentira intencional: contar cuentos, como por ejemplo, decir que hay un oso en la otra habitación. Puedes ir a la otra habitación y ver que en ella no hay ningún oso. Pero si se observan todas las teorías que la gente esgrime sobre un tópico dado, sin conocer nada de ello, se verá dónde comienza la mentira. El hombre no se conoce, no conoce nada; empero, tiene teorías sobre todo. Estas teorías son mentira en su mayoría.

Para casi todo, se tienen métodos de verificación. Pero primero se debe saber qué se puede conocer y qué no. Eso ayuda a la verificación. Si se empieza con eso, pronto se escucharán mentiras, incluso sin pensar. Las mentiras tienen un sonido diferente, particularmente las mentiras sobre cosas que no podemos saber.

Recordarse significa lo mismo que ser consciente de uno mismo: "yo soy". A veces sucede por sí mismo; es una sensación muy extraña. No es una función, no es pensar, no es sentir; es un diferente estado de conciencia.

Simplemente, observa, sin suposición alguna, y observa sólo lo que puedes ver. Durante largo tiempo sólo tienes que observar y tratar de averiguar lo que puedas acerca de las funciones intelectuales, emocionales, instintivas y motoras. A partir de esto, puedes llegar a la conclusión de que tienes cuatro mentes definidas: no sólo una mente sino cuatro diferentes. Una mente controla las funciones intelectuales, otra mente muy diferente controla las funciones emocionales, una tercera controla las funciones instintivas, y una cuarta, asimismo muy diferente, controla las funciones motoras. Las llamamos centros: centro intelectual, centro emocional, centro motor y centro instintivo. Son enteramente independientes. Cada centro tiene su propia memoria, su propia imaginación y su propia voluntad.

Lo que llamamos nuestra voluntad, en el sentido corriente, es sólo el resultado de los deseos. Los resultados a veces alcanzan una línea definida de acción, y en otras ocasiones no puede alcanzar línea definida alguna, porque un deseo va por un camino y otro por otro, y no podemos decidir qué hacer. Este es nuestro estado usual. Ciertamente, nuestro designio futuro debe ser llegar a la unidad en vez de ser muchos, como lo somos ahora, porque a fin de hacer algo correctamente, de conocer algo correctamente, de arribar a alguna parte, debemos llegar a ser uno solo. Esta es una meta muy distante, y no podemos empezar a aproximarnos a ella hasta que nos conozcamos, porque, en el estado en que ahora nos hallamos, nuestra ignorancia sobre nosotros mismos es tal que, cuando la vemos, empezamos a aterrorizarnos de no poder encontrar nuestro camino en parte alguna.

Leer más...

martes, junio 27, 2017

Las Actitudes Configuran la Falsa Personalidad

La Falsa Personalidad nos procura una existencia enteramente irreal y solo nos atrae cosas irreales. Hace que uno se identifique con lo que no es uno mismo.

Es un gran obstáculo tener una larga descendencia. La gente suele identificarse con sus antepasados y sin embargo nacen en el mundo, completamente libres de sus antepasados. La verdadera Esencia viene al mundo completamente separada de las condiciones en las cuales haya podido nacer y ser concebido. Si uno se siente orgulloso de su origen en el Tiempo y el Espacio nunca podrá llegar a su verdadero Ser.

Es preciso comprender que no nacemos por medio de nuestros padres sino que nuestra Esencia nos viene de las estrellas como algo por completo independiente de nuestro origen. En otras palabras, lo que tenemos que comprender es que descendemos de un origen por entero diferente.

Esa curiosa cosa que se llama Falsa Personalidad es capaz de hacemos sentir que somos algo porque hemos tenido en una época, o en otra, a un antepasado muy distinguido, muy notorio que cometió varios crímenes y creo a la policía muchas dificultades. La Falsa Personalidad es una cosa extraordinaria, digna de ser estudiada tanto en uno mismo como en las otras personas.

Las actitudes son en nosotros cosas irreales. Cada uno tiene ciertas actitudes, o puntos de vista, inculcados desde los cuales contemplan a todas las demás personas y también a sí mismos.

Las actitudes son cosas muy difíciles de observar en uno mismo. Fueron establecidas en nosotros en una edad muy temprana, mediante lo que nos han enseñado y son, hablando prácticamente, casi siempre actitudes negativas. Lo que la gente denomina una buena educación es lo que da a una persona sus características actitudes negativas y cuando esas actitudes negativas fueron implantadas correctamente se dice que dicha persona es bien educada.

Ahora bien, las actitudes negativas se fijan gradualmente en nosotros y luego se convierten en escudos. Una actitud típica, a menos que se la rehúya, se establece gradualmente, por así decirlo, y al cristalizar se convierte en una defensa. Una vez que se ha convertido en defensa es muy difícil de percibir. Un escudo, o defensa, es lo que nos impide ver las contradicciones en nosotros mismos. Es por eso por lo cual un hombre con muchos escudos tiene a menudo tanto éxito en la vida. Parece gozar de fuerte voluntad. Sus defensas le impiden ver que hay algo que anda mal en él, y sin embargo tal hombre es un hombre muy débil, situado en un lugar muy bajo en el Escala de Ser.

Transformar esta manera de ser requiere que empezamos con un impersonal estudio sobre uno mismo. Con la idea de que es preciso lograr el conocimiento de nuestro Ser. Evidentemente, solo se puede lograr adoptando un nuevo punto de vista y al mismo tiempo examinándose conscientemente, advirtiendo cómo se habla y se comporta uno y así sucesivamente. Este es un movimiento orientado hacia el interior. Solo de esta manera un hombre puede separarse de sí mismo. Una parte de la práctica de este auto-estudio consciente es la de observar nuestras actitudes.

Cuando llegamos al punto de ser capaces de observar nuestras actitudes, esto pone en nosotros algo en movimiento que nos conduce a algo extraño, a nuevos pensamientos y sentimientos.

En general, damos por sentado lo que somos y así nunca vemos que nuestro estado de Ser atrae en todo momento lo que nos sucede.

Nuestras actitudes son casi siempre actitudes negativas por cuyo medio nos distinguimos de los demás y así estimulamos esa falsa concepción de nosotros mismos denominada Falsa Personalidad. Es menester observar y conocer todas nuestras actitudes vengativas. En cierto sentido solemos observar nuestras actitudes negativas pero las consideramos como si fueran perfectamente justas. Pero, lo que importa aquí es que en realidad no vemos que son actitudes implantadas en nosotros por nuestra educación y por imitación y que en verdad no son en absoluto nosotros mismos. No solo debemos observar sino conocer muy bien en nuestra memoria que son definitiva y permanentemente nuestras actitudes. Las actitudes negativas nunca producen beneficio alguno, simplemente nos vacían. Y una vez que nos damos cuenta de ello ya no tenemos derecho ni excusa para identificarnos con ellas.

Las actitudes nunca piensan. Obran automáticamente. Se asemejan a lugares endurecidos en el Centro Intelectual, a pensamientos cristalizados, y ya que son casi siempre negativas terminan por convertirse en escudos.

Cuando una persona habla desde sus opiniones fijas, quien le escucha se aburre, empieza a bostezar. Esa persona no está pensando. Las actitudes se establecen en el Centro Intelectual y ocupan el lugar del pensamiento verdadero, individual. Afectan el Centro Emocional, pero su punto de partida está en el Centro Intelectual. Si ve a una persona llena de actitudes adquiridas y sin otra cosa, sentirás que es imposible hablar con dicha persona; porque, dicha persona, no puede liberar su pensamiento de las actitudes adquiridas.

Si estás lleno de actitudes negativas nunca serás capaz de ponerte en contacto en ti mismo con las partes superiores de los centros y así tampoco con cualquier nivel superior de Ser. Si tienes muchas actitudes negativas de las cuales no te has enterado y las aceptas como si fueras tú, es lo mismo que llevar gran numero de abrigos. En tal caso, esa persona no puede pasar por el estrecho camino de sinceridad interior.

Es necesario agregar que no cuesta nada observar las actitudes en las otras personas, y conocemos perfectamente cuando una persona habla desde una actitud característica. Por cierto es agotador. Es mucho más difícil observar las actitudes características en uno mismo, pero es necesario hacerlo. Se lo percibe vigilando la entonación de la propia voz. Esta es una entre muchas maneras de lograrlo. Cuando se está hablando desde una actitud notarás que hablas con una voz brusca, opaca. Como lo advertirás en otras personas, trata de verlo en ti mismo. Entonces advertirás cuan común es tu vida y quizá desdichada debido a actitudes que adquiriste y no eres capaz de discernir.

Leer más...

miércoles, marzo 29, 2017

Conducta Compulsiva y Mecanica de la Personalidad

La ilusión de ser plenamente conscientes de todo lo que hacemos o decimos es muy fuerte. Como resultado de ello justificamos nuestra conducta más inconsciente. Explicamos todo, lo que en realidad quisimos decir o hacer. De este modo evitamos ver hasta qué punto actuamos mecánicamente. Si una persona se justifica a sí misma en todo es porque cree llevar siempre la razón y nunca admitirá que actúa inconsciente y compulsivamente. No obstante, una sincera observación de sí misma, imparcial y directa le mostrará que no lo es. Esto provoca un nuevo estado emocional. Esos estados vencen las emociones que pertenecen a la “falsa personalidad”. Por lo general, son penosas para la vanidad o la auto-valoración. Es, desde luego, la vanidad lo que justifica nuestra conducta compulsiva y nos impide ver que actuamos de manera mecánica.

Una emoción solo puede ser vencida por otra emoción. Tras las emociones negativas aparecen la ira, la violencia, el recelo, la amargura, los cargos internos y todo lo demás. Pero tras la emoción que surge de la comprensión de nuestro comportamiento mecánico está la paz. Y es esta emoción la que puede vencer las emociones negativas.

Si uno se observa a sí mismo percibiendo cada situación, cada evento de su vida de una manera mecánica, se puede tomar todo de una manera nueva. Un hombre ordinario no es más que un mecanismo, con defensas, actitudes y retratos de sí mismo, que siempre son los mismos. Pero si un hombre empieza a luchar contra su comportamiento mecánico, si empieza a ver que está dormido en su adquirida máquina, entonces deja de ser esa persona que la vida y la educación hicieron de él.

Es preciso recordar que el pensamiento lógico, que se funda en los sentidos orientados hacia el mundo externo, no nos pone en contacto con los Centros Superiores, que existen en toda persona, que están plenamente desarrollados y nos envían sus influencias. Lo desdichado es que no poseemos un aparato receptor para recibirlas.

"¿Qué es lo correcto y qué es lo equivocado?"
"Todo lo que induce a dormir y a identificarse más es equivocado, todo lo que despierta es correcto".

Leer más...

jueves, marzo 02, 2017

Esencia y Personalidad

La Esencia desciende a la Tierra y allí se forma para ella un cuerpo físico con sustancias que derivan de ambos padres. De estas sustancias, que constituyen series separadas y distintas de los materiales necesarios para la formación de un cuerpo, algunas son seleccionadas del padre y otras de la madre, siendo el resto desechado. La Esencia es anterior al cuerpo por cuyo medio se pone en contacto con el mundo. Sobre este particular, es preciso corregir nuestro acostumbrado punto de vista que se funda en los sentidos según el cual los padres hacen al niño. Proveen algunos materiales que se elaboran en ellos, y todo lo demás es hecho. La única cosa que cabe decir es que los padres hicieron la unión de las dos series de materiales. Entonces, si una Esencia individual busca manifestarse, resulta de ello un niño.

Ahora bien, la muerte de varios millones de seres, en la forma de espermatozoides, está implicada en el primer contacto de la Esencia con la Tierra. La presencia y la muerte de esta vasta cantidad de células vivientes es al parecer necesaria para que una de ellas pase del cosmos de las células al cosmos del Hombre y alcance así su meta mediante un desarrollo completo. Entendemos que el objeto de la Esencia al descender a la Tierra y buscar un cuerpo es el de permitirle llegar a su completo desarrollo. Pero la Esencia solo puede crecer hasta cierto punto bajo las condiciones existentes y que requieren un alimento especial para un desarrollo ulterior. Cabe tener la seguridad de que ese alimento especial implica la muerte de otra cosa. En este caso implica la muerte de la personalidad. Es preciso comprender aquí que el cuerpo no es la Esencia misma. El cuerpo llega a su completo desarrollo por sí mismo si se le proporciona el alimento físico. Pero no ocurre así con la Esencia, que necesita un alimento espiritual. La historia del desarrollo de la Esencia no es la historia del desarrollo del cuerpo. Un cuerpo completamente desarrollado no significa una Esencia completamente desarrollada.

Primero es la Esencia y el cuerpo solamente. Luego la Esencia es activa. Después se forma gradualmente en torno de la Esencia una cubierta llamada Personalidad que cubre la Esencia. Mientras tanto el cuerpo prosigue creciendo. Por regla general el hombre no alcanza otra etapa. Su cuerpo crece. Su Esencia permanece subdesarrollada después de un breve crecimiento, y la personalidad se ha formado. El centro de atracción del hombre se desplaza cada vez más hacia la parte exterior llamada personalidad que el mundo está formando en él, sobre todo por la imitación. El hombre, por así decir, expresa al exterior lo que no es él. De este modo la personalidad se hace activa y la Esencia se hace pasiva.

Son muy escasos los que después de haberse dirigido hacia el exterior bajo la acción hipnótica del mundo de los sentidos llegan a retornar. El hombre que vive y muere en ese estado, en el cual la personalidad es activa y la Esencia pasiva, es incompleto, está vacío. Tal hombre es, en sentido general, un hombre dormido. El alimento que necesita la Esencia para desarrollarse es la Personalidad que se ha formado en tomo de ella. Pero depende de su comprensión el que la Esencia obtenga su alimento. El hombre debe primero despertar antes que sea posible y para ello debe lograr el conocimiento. Por medio del despertar se siente cada vez menos la personalidad.

En este sentido la personalidad empieza a morir. Muchos aspectos deben morir para que el hombre pueda nacer de nuevo. Así vemos que esos aspectos que forman la población de la personalidad deben disponerse en un orden correcto —a saber, los "aspectos" que pueden despertar deben estar por encima de los que no pueden. Un "aspecto" negativo debe morir. Esto es, debe ser relegado al lugar más alejado y no hay que darle alimento. Somos más lo que más alimentamos. Si amamos más los aspectos negativos los alimentamos más. Al dejar de amar muchos "aspectos" cuya calidad vemos que no nos convienen, dejamos de alimentarlos con nuestra fuerza y empiezan a marchitarse.

Cuando extraemos la fuerza, mediante la no identificación, y comprendemos por qué lo hacemos, la fuerza es retirada de la personalidad y llevada a la Esencia. Por eso es menester atacar la personalidad para debilitarla. La observación sirve para que tengamos conciencia de la personalidad, con todos sus "aspectos", actitudes, defensas, espejos, roles, etc. Si no trabajamos sobre la personalidad usará toda nuestra fuerza para sí misma y no dará nada a la Esencia. La Esencia, que en realidad es nuestro ser, pasará hambre. Si no hacemos nada con la personalidad seguiremos siendo en consecuencia casas sin terminar, gentes dormidas en nosotros mismos, y como tales, ya que fuimos creados como organismos capaces de desarrollo propio, resultaremos experimentos inútiles, fracasos, sea cual fuere nuestro lugar en el mundo. La Esencia fue puesta en conexión con un cuerpo, el cuerpo ha crecido. La Esencia ha crecido un poco y la personalidad la rodeó. Todo está preparado ahora para el desarrollo de si mediante la muerte de la personalidad. Es en esta etapa en la que el desarrollo de si puede empezar. Por regla general, ninguna otra cosa tiene lugar. El hombre vive y muere como una semilla —dormido en un mundo de gentes dormidas—. Pero no se da cuenta que las cosas suceden así, aunque lo haya oído decir muchas veces.

Leer más...

martes, febrero 28, 2017

Mentira Principal

El orgullo y el deseo no pueden darse por separado. El orgullo es una manifestación del egoísmo y el deseo es una manifestación de ambos.

El deseo de la personalidad ha de ser sacrificado. Una persona suele poner objeciones a una cosa y reparos a otra, o exigir una cosa, o reivindicar algo antes de aceptar cosa alguna. Son todas estas manifestaciones de la personalidad bajo el aspecto del orgullo de si, del egoísmo y del deseo.

La personalidad adquirida dirige nuestra vida. Lo difícil para una persona, ya sea hombre o mujer, es no discernir durante mucho tiempo que esto es así. Los seres humanos, es curioso observarlo, o presumen de ser orgullosos o dicen que no tienen orgullo alguno. El orgullo está en todos pero en algunos el Rasgo Principal está conectado directamente con dicho orgullo y en otros tan solo indirectamente. El orgullo es una cualidad latente en todos nosotros cuya observación no es fácil, pero suele levantar una barrera muy solida contra todo adelanto en el desarrollo interior.

Justificamos nuestro orgullo muy fácilmente, pero cuando por medio de la percepción interior empezamos a saborear esta fría, dura e inquebrantable cualidad nos damos cuenta de la importancia de suavizarla y de ponernos en el lugar de aquellos a quienes condenamos debido a nuestro orgullo sintiéndonos mejores que ellos.

Ahora bien, supongamos que contemplas al orgullo como una experiencia personal diaria por medio de la observación. Entonces ves a uno de esos dos gigantes, el orgullo y la vanidad, que andan delante de nosotros y deciden nuestra vida.

Si ya empiezas a comprender verás que se debe luchar contra el orgullo, en cualquiera de las formas en las cuales se expresa en tu vida. Recuerda que el orgullo suele resultar el origen del Rasgo Principal. Entonces oirás, comprenderás y acatarás una nueva manera de actuar lo que manifestará un nuevo nivel de conciencia, y esto hará de ti una persona nueva.

Este trabajo no añade a lo que eres ahora, sino que es una transformación. Esta toma de conciencia te va a cambiar, no agrega algo en ti tal como eres, sino que cambia completamente lo que eres ahora. No se puede hacer este trabajo y seguir siendo la misma persona.

Leer más...

lunes, octubre 03, 2016

Una Puerta a la Presencia

“Llegar a ser quien uno es”. Conocerse es la premisa fundamental. Somos uno y muchos, diferentes personalidades a quienes entregamos la dirección de nuestras vidas. Estas diferentes personalidades o yoes viven en la impermanencia y cualquier situación exterior puede hacer que cambien de dirección como una veleta. De esta manera la presencia real en nuestra vida es escasa.

Estos estados podríamos decir que son dimensiones de nuestra vida. Lo que los diferencia es sólo el grado de conciencia que se les aplica. Podemos crear nuevas dimensiones en nuestra vida, desarrollar potencias que están latentes en nuestra ser.

Los estados de presencia tienen un soporte físico, un cuerpo y un soporte espiritual que lo podemos encontrar bajo unas formas particulares de facultades como la conciencia, la atención y la voluntad. Estas son el resultado de las tres fuerzas de la creación: activa, pasiva y conciliadora.

Sin embargo, esto no sucede solo con desearlo, sino creando un orden y comprendiendo cómo es que uno funciona, cómo son las herramientas de las que se disponen. Cada una de las inteligencias que trabajan en nosotros funcionan de forma distinta, hablan diferentes lenguajes.

La posibilidad de un sentido real más profundo de uno mismo es una práctica para trabajar con la atención consciente; estar más vivo en el cuerpo, más claridad en la cabeza, y una especial delicadeza en los sentimientos.

Trabajar a través del cuerpo, la comunicación con el pensamiento, nos permite desarrollar una nueva fuerza conciliadora para el progreso de la atención consciente y la voluntad. Esto nos demanda observar cada acción, movimiento, gesto. No sólo con el pensamiento, sino que a través de la sensación, creando nuevas vías de comunicación, donde se activa el mundo interior.

No obstante, no es fácil de conseguir, ya que se han desarrollado funciones automáticas que no tienen relación con la “voluntad”. La atención se pierde en pensamientos o situaciones externas, que gustan o que disgustan, entonces ¿donde esta realmente la atención? y ¿la voluntad?

Cuerpo, sentimiento y pensamiento han de relacionarse en armonía, creando el ser integral. Salir del automatismo es encontrar la unidad... en la diversidad.

Leer más...

sábado, marzo 26, 2016

Las Primeras Etapas de la Vida

La psicología prenatal ofrece una optimista e ilimitada esperanza. Esperanza para los médicos pues les permitirá evitar muchas de las oportunidades perdidas de embarazo y nacimiento; esperanza para madres y padres, porque profundiza y enriquece la naturaleza del hecho de ser padres y, sobre todo, esperanza para el niño aun no nacido.
Éste es el principal beneficiario, muy distinto, mucho más consciente, receptivo y cariñoso de lo que nadie había imaginado, en el útero y durante el nacimiento merece un tipo de asistencia más sensible, nutritiva y humana de lo que recibe en la actualidad.

Proporcionar al recién nacido un entorno cálido, tranquilizador y humano plantea una diferencia, porque el niño es muy consciente de cómo nace. Percibe ternura, delicadeza y un trato cuidadoso, y responde a ellos del mismo modo que siente; de una manera totalmente distinta a las potentes luces, las señales eléctricas y la atmósfera fría e impersonal que tan a menudo se asocian con el nacimiento en la sala de partos de un hospital.

Lo más extraordinario de este conocimiento es que revela que el niño no nacido es un ser consciente, aunque su conciencia no sea tan profunda o compleja como la de un adulto. Es incapaz de comprender los matices de significado que el adulto puede dar a las palabras o gestos, sin embargo es sensible a matices emocionales excepcionalmente sutiles. Puede sentir y reaccionar no solo ante emociones amplias e indiferenciadas, como el amor y el odio, sino también ante complejos estados afectivos más matizados, como la ambivalencia y la ambigüedad.
Aun se desconoce el momento exacto en que sus células cerebrales adquieren esta capacidad. Algunos investigadores opinan que algo semejante a la conciencia existe desde los primeros momentos de la concepción. En lo que respecta al niño, se conoce con verdadera autoridad que desde el sexto mes de embarazo, prácticamente, en un sentido global es un ser humano fascinante capaz de aprender, oír e incluso recordar.

Nuestros gustos y aversiones, nuestros miedos y fobias ─en síntesis, todas las conductas definidas que nos convierten singularmente en lo nosotros mismos─ también son, parcialmente, producto del aprendizaje condicionado y el útero es el lugar donde se inicia este tipo específico de aprendizaje.
Sin duda alguna, la personalidad es mucho más que la suma de lo que aprendemos… dentro o fuera del útero, y puesto que al fin se han identificado algunas de las experiencias tempranas que modelan rasgos y características futuros, ahora una mujer puede influir activamente en la vida de su hijo desde antes del nacimiento.

Leer más...

sábado, enero 23, 2016

Escucha la Vida

Concédele un descanso a la razón; ya que no es ella la que te permitirá encontrar la verdad.
Comprenderás la verdad con tu cuerpo; y también la mentira.

La verdad se encuentra en la postura correcta.
Es el cuerpo quien la dice.
Es el rostro quien dice la verdad, no las palabras.

Esa vida que estás tan impaciente en sacrificar en nombre de tus famosas creencias, esa vida no te pertenece. La has recibido para cultivarla y transmitirla. Es un bien precioso, ¿cómo has sido merecedor/a de ella? La vida pertenece a la vida. El ideal de la vida es la vida. No tienes derecho a disponer de la tuya. Tan sólo la vida puede justificar la muerte. Matar o dejarse matar por una causa es el mismo crimen. Es un crimen contra la vida.

Escucha la vida. Cada brizna de hierba, cada ser vivo canta a la vida. Esa es la verdadera música. La gran sinfonía de la vida. Ven a integrarte en este inmenso coro compuesto por todos los seres vivos. La voz para cantar la vida la tienes en ti. Es silenciosa para el oído; pero es poderosa y lleva lejos si se la escucha. Se oye con todo el cuerpo. Porta mensajes mudos de un ser vivo a otro. No intentes descifrar esos mensajes. No tienen ningún sentido si se los quiere expresar verbalmente. Pero esa voz muda permite expresar el amor verdadero. Con esa voz solo se puede decir la verdad. Escuchar de ese modo es abrir el alma a todos, es invitar al otro a leer en tu corazón.

La sabiduría no se encuentra en las palabras. No hay textos sagrados ni libros santos. Tan sólo la vida es sagrada. Pero la vida te es dada, y al mismo tiempo todo aquello que necesitas para cultivarla y propagarla. El aire para respirar, el agua para beber, los alimentos para nutrirte.

El objeto de las disputas y las guerras entre los hombres concierne a lo superfluo material e ideológico. El comunismo, el capitalismo, el marxismo no tienen nada que ver con la vida. Olvida todo eso, déjate guiar por la vida. En la sociedad actual, será vulnerable todo lo que afecta a lo superfluo. Pero tu fuerza la extraerás de la vida. Cuando unes a ello tu voluntad, posees esa fuerza inagotable.

Tu riqueza la constituyen los días de la vida que acumulas. Y tu sabiduría es lo que te permite danzar a la muerte. No busques otra cosa. Permanece abierto y límpido. Tan sólo así la vida te conserva y te mantiene.

Abre tu mente. Escucha la vida. Un día te sentirás deslumbrado y te verás atrapado por la magia del amor. Tu vida experimentará un calor nuevo que te producirá un gran goce. Invadirá todo tu cuerpo y te hará llorar de amor. Es un fuego que se enciende en el vientre y abrasa todo el cuerpo. Cuando se produzca lo reconocerás. El amor es un impulso de vida. Un impulso salvaje e indomable.

Acepta las cosas como son. Fluye con lo que te sucede. Intenta integrarte. El amor es bello. Pero la facultad de ser feliz es su única medida, y esa facultad es la que te permite o te impide oír el verdadero mensaje de la vida.

Escucha el silencio. Contempla lo invisible. Quienes se han alejado de la vida jamás podrán acceder a ello, pues el desgarramiento es irreparable. Ellos jamás se sentirán vivos entre los vivos. Para ellos, la tierra no es sino un objeto de posesión que se compra o se vende. Y que se explota. Sin embargo, todos nos hallamos enraizados en la tierra. De ella extraemos nuestra vida.
Podemos comprender eso mediante el razonamiento, seguir las transformaciones químicas del estadio mineral al estadio orgánico. Eso está en la mente. Pero tú debes percibir esa filiación en todo tu ser. Experimentarla y disfruta de ella.
Nosotros somos la Tierra, el Agua, el Aire. Nosotros, es decir, todos los seres vivos. La Tierra es nuestra sustancia. Debemos amar la Tierra y respetarla. Servirla a fin de que Ella nos dé la vida.

Siente agradecimiento. La vida te proporcionará todo el saber que necesitas, y la fuerza, y el amor. Los enemigos de la vida son tus enemigos. Hay que combatirlos con una piedad tranquila, sin cólera, porque es preciso hacerlo.
Despierta al guía que está en ti, en el interior de tu propia vida. A ello es a quién debes escuchar; no te engañará jamás.

Leer más...

sábado, abril 25, 2015

Definiendo Objetivos

La determinación y definición del objetivo constituye un momento muy importante en nuestro desarrollo personal. Sucede, por lo general, que uno define muy bien el objetivo, en la dirección perfectamente acertada, solo que ha elegido un objetivo demasiado lejano. Entonces, con este objetivo en mente, uno empieza a aprender y a acumular material. La siguiente vez que uno intenta definir el objetivo, lo hace de un modo algo diferente, encontrando un objetivo un poco más cercano. La vez siguiente de nuevo un poco más cercano, y así sucesivamente hasta que uno encuentra un objetivo que está bastante próximo –mañana o pasado mañana−. Éste es realmente el modo correcto en relación a los objetivos si hablamos sobre ellos sin palabras específicas. Pero, además, podemos encontrar muchos que ya han sido mencionados de una forma definida. “Ser uno”. Correcto, muy buen objetivo. “Ser libre”. ¿Cómo? Solo adquiriendo control de la máquina. Uno puede decir: “Quiero ser consciente”. Muy bien. Otro: “Quiero tener voluntad”. Perfecto. “Quiero estar despierto”. También muy bueno. Todos éstos son objetivos en la misma línea, solo que a diferentes distancias.

Antes de poder alcanzar objetivos remotos hay muchas cosas que hay que hacer aquí y ahora.

Una y otra vez tenemos que volver a la cuestión de qué es lo que queremos. Si decimos que queremos ser conscientes, esto está muy bien, pero ¿por qué? ¿Qué es lo que quieres conseguir siendo consciente? No pienses que puedes responder inmediatamente a esta pregunta. Es muy difícil. Pero debes seguir volviendo a ella. Y debes saber que antes de que llegue el momento de que consigas lo que quieres debes tener una idea clara de lo que es. Ésta es una condición necesaria. Nunca podrás conseguir nada hasta que sepas el qué y puedas decir “yo quiero esto”. Entonces puede que lo consigas o puede que no. Pero lo que es seguro es que no se puede alcanzar sin antes saber qué es. Además, hay que querer las cosas en el orden correcto.

Nunca somos el mismo durante dos días seguidos. Algunos días tendremos más éxito. Otros menos. Todo lo que podemos hacer es controlar lo que podemos. Nunca podremos controlar cosas difíciles si antes no controlamos las fáciles. Cada día y cada hora se presentan cosas que podremos controlar y no lo hacemos; así que no podemos tener nuevas cosas que controlar. Estamos rodeados de cosas que ignoramos. Principalmente, no controlamos nuestro pensamiento. Pensamos en lo que queremos de un modo vago, pero si no llegamos a formular lo que queremos, entonces nada sucederá. Ésta es la primera condición, aunque hay muchos obstáculos.

Es inútil definir un objetivo que no pueda alcanzarse. Pero si defines un objetivo que puedes esperar alcanzar, entonces tu trabajo será serio, consciente.

Lo que una persona puede conseguir después de un trabajo serio es que después de algún tiempo se verá a sí misma. Las demás cosas a conseguir, tales como conciencia, unidad, conexión con los centros superiores, etc., todo esto viene después de lo anterior, y no sabemos en qué orden se presenta. Pero debemos recordar una cosa: hasta que no consigamos esto –hasta que no nos veamos a nosotros mismos− no podemos conseguir nada más. Así que, después de algún tiempo, debemos ser capaces de formular nuestro objetivo inmediato como el de verse a uno mismo. No conocerse a uno mismo (eso vendrá después), sino solo verse a uno mismo.

Leer más...

lunes, diciembre 22, 2014

La Sabiduria de la Madurez

Cada vida humana es única. Dos seres humanos no han hecho, ni harán nunca, el mismo viaje por la vida. Cada vida humana es una aventura única. Para alcanzar la sabiduría de la madurez es necesario comprender este hecho. Es el puente de comunicación con nuestros semejantes. No podemos llegar a ellos y establecer una relación significativa con ellos si no los reconocemos como personas, así como debemos tener conciencia de nosotros mismos como personas.
Parece fácil, pero en la práctica no es así. Estamos divididos en clases. Hemos desarrollado una jerga que refleja nuestro desprecio por el hombre como individuo y lo coloca donde creemos que le corresponde: en una columna de estadísticas o encuestas. "El hombre común", "la clase media superior", "la clase media inferior", "el grupo de medios ingresos", "el hombre de la calle", etc. Son expresiones que indican nuestra falta de capacidad para considerar a los demás como personas individuales y únicas e integrarlos como miembros de grupos anónimos y sin rostro.

Estamos clasificados hasta más no poder. Se nos ha examinado en todos los aspectos concebibles de nuestra vida. Los investigadores sociales que reúnen esta información saben todo acerca de nosotros: cuánto café tomamos, cuántos tenemos coche, de qué marca, qué programas de televisión vemos y hasta cuántos contactos sexuales tenemos al año.
Se hace mucho hincapié en “la adaptación”, “la integración al grupo” y “la movilidad social”. Se considera admirable que se pueda renunciar a la propia individualidad para adaptarse a los dictados del grupo al que uno pertenece. El individualismo parece estar extinguido.
No es extraño que con frecuencia perdamos toda sensación de nosotros mismos como personas y nos asustemos mucho cuando se nos ocurre una idea o realizamos un acto que no está de acuerdo con lo que los demás hacen o piensan.

Sin embargo, hoy en día el ser humano ansía conocerse a sí mismo como un ser singular, como identidad única y maravillosa distinta de las demás personas.
A pesar de las clasificaciones, del esfuerzo por adaptarse al grupo, cada uno de nosotros en el fondo de su corazón, desea ser diferente a los demás porqué en realidad es diferente de todos los demás.
Nuestro terrible anhelo de poner de manifiesto esa diferencia, de romper nuestros lazos, nos lleva a la consulta del psicólogo y del psiquiatra, al alcohol, a las drogas y al adulterio, en un vano esfuerzo por encontrarnos a nosotros mismos, pero que nos conduce irremediablemente a perdernos.

¿Cuál es el remedio? ¿Cómo podemos hacernos más conscientes de nosotros mismos como seres únicos? ¿Cómo podemos alcanzar un conocimiento de nosotros mismos más maduro? He aquí tres sugerencias:
Primera. Llegar a conocerte mediante la soledad y el retiro. La alta tensión en la que vivimos la mayoría de las veces nos ofrece una escasa oportunidad para la comunión con nosotros mismos; debemos procurarnos momentos de soledad.
Ahora bien, la soledad significa diferentes cosas para cada persona. Quizá quieras pasear por la calle entre la multitud, entrar en un templo, ponerte en contacto con la naturaleza, aislarte en una habitación tranquila, etc. ¡Identifica tu propia forma!
De todos modos, unos pocos momentos de soledad cotidiana, sin interrupciones por llamadas telefónicas ni otras exigencias, son necesarios para conocernos a nosotros mismos, para examinar nuestra vida, nuestras creencias y nuestras acciones.
Todos los grandes maestros de la historia se fortalecían e inspiraban para realizar la misión de sus vidas en sus momentos de soledad.

Segunda. Cambia las costumbres. Nos enterramos vivos bajo capas de hábitos, hasta que realizamos un esfuerzo impresionante por liberarnos. ¿Cuántas personas se resignan a vivir cada día de una manera lánguida y tediosa, encadenadas por la costumbre y por la inercia?
Observa tu vida y date cuenta qué hábitos no aportan nada a tu vida y cámbialos. También observa en qué cosas, de las que ya haces y te gustan, podrías darle un giro o hacerlas de diferente manera para que resulten más divertidas y excitantes.

Tercera. Averigua qué es lo que te produce las satisfacciones más profundas en la vida.
El mejor modo de definir el carácter de una persona consiste en averiguar la actitud mental o emocional particular en que, cuando se encuentra en ella, se siente más profunda e intensamente activo y vivo. En esos momentos hay una "voz interior" que habla y dice: ¡"Este es mi verdadero Yo"! La sensación de sentirse más vivo y activo es excitación. Puede ser la excitación de una idea, la excitación de una situación, de una persona, etc. pero cualquiera que sea la forma que adopte, la excitación es un estímulo que nos hace desprendernos del aburrimiento, de la monotonía, y de la inhibición y nos hace ser nosotros mismos en todo lo que valemos.

La excitación es el ingrediente esencial del éxito en el trabajo determinado. Es el combustible sentimental que nos incita a poner en práctica nuestros esfuerzos máximos.
La preparación profesional es importante, sin embargo el entusiasmo -la excitación- es lo que impulsa a una persona a adquirir la capacidad profesional.

Para averiguar lo que somos realmente, qué es lo que nos hace seres únicos, irrepetibles y maravillosos, debemos despojarnos de todas las capas de temor, retraimiento, duda con respecto a nosotros mismos, confusión y hábitos que se desarrollan y endurecen alrededor de nosotros y sobre nuestro núcleo interior hasta que quedamos ocultos a nuestro propio conocimiento como lo estamos de todo lo demás. El entusiasmo es la llama que derrite esas capas adquiridas que ocultan nuestro verdadero ser, nuestra autentica personalidad.

El proceso de maduración de la mente es una aventura de auto-descubrimiento continua. No podemos comprender a los demás si antes no nos comprendemos a nosotros mismos como individuos.

"Conocerte a ti mismo/a", es el comienzo de la sabiduría.

Leer más...

lunes, diciembre 15, 2014

El Poder del Momento Presente

Todo el poder y toda la realización que esperamos se encuentra en el momento presente. En el "ahora" hay una energía tremenda, más de la que puedes imaginar con tu mente consciente. Nada podría estar más cerca y nada se escapa más deprisa. Ese es el misterio y la paradoja, para resolverlos tenemos que darnos cuenta que "nosotros somos este momento".

Todo el poder que está presente aquí debe encontrarse dentro. Todo el mundo tiene días llenos de excitación, de energía y de optimismo, y otros días en los que privan la fatiga, la confusión y el pesimismo. ¿Cuál es la causa de esta diferencia?

Algunas personas piensan que la respuesta reside en los ciclos corporales, o en la acción de fuerzas fortuitas, o en el destino, o en la suerte.
La verdad es que la respuesta está en tu capacidad de estar presente. Cuando estás en el momento presente tocas la fuente de la vida.

Incluso el mismo tiempo fluye de este momento presente y de ningún otro. Si quieres cabalgar en la cresta del tiempo, necesitas de toda la energía que puedas conseguir, y esa energía se encuentra dentro del momento presente. A este cabalgar en la cresta del tiempo le llamamos también inmortalidad, eterno ahora y eternidad.

Uno no puede por menos que preguntarse cómo el momento presente pudo irse alguna vez. Podemos responder a esta pregunta con un sencillo ejercicio:

Consideremos durante un momento cómo funciona la memoria.
Cuando ves la cara de una persona que no logras recordar cómo se llama ¿qué haces?
Si te esfuerzas por recordar el nombre, el esfuerzo mismo parece bloquear el recuerdo del nombre. Sin embargo todos hemos experimentado cómo un nombre o un hecho que habíamos olvidado acuden a nosotros tan pronto cuando no tratamos de recordarlo.
Parece que cuando dejamos de esforzarnos el poder de recordar entra en funcionamiento.
El deseo funciona de la misma manera, aunque son menos las personas conscientes de su mecánica.

Debido a que todos queremos cosas, es fácil caer en la trampa de trabajar, preocuparnos y esforzarnos constantemente por obtener lo que queremos. Sin embargo si te aflojas, la mecánica del deseo se cuida de sí misma.
Consideremos lo siguiente: ¿sabes realmente cómo los recuerdos perdidos vuelven a ti? Tu mente consciente no puede forzarte a recordar cosas, pero la mente es muy capaz de recuperar cualquier cosa y todo lo que haya conocido alguna vez.
De forma parecida, la mente consciente no puede comprender cómo el universo hace que los deseos se vuelvan realidad. Y del mismo modo que la persona se esfuerza inútilmente por recordar un nombre, las personas tratan frenéticamente de que se cumplan sus deseos y nunca se dan cuenta de que el esfuerzo es parte del problema y no de la solución.

Lo que ocurre es que en, nuestra lucha por no sentir dolor, hemos bloqueado el momento presente. La memoria y el deseo velan el espíritu porque hace mucho tiempo empezamos a temer por nuestra seguridad aquí en este mundo. Si confiáramos en que se nos nutre y en que estamos seguros y a salvo, nadie se preocuparía tanto en relación con la supervivencia.

En el fondo de nosotros mismos, cada uno de nosotros no es nada salvo confianza.

Ser y amar son también partes innatas de nosotros mismos, pero es la confianza la que nos permite respirar tranquilos y aceptar el espíritu de la Tierra como propio.
La técnica para recordar esto es la misma que la técnica para recordar cualquier otra cosa. Permítete a ti mismo dejar de pensar que luchar es la respuesta.

Aprecia en silencio la vida que te recibe a cada momento. Con esta aceptación callada viene la tremenda energía almacenada en el presente, y en esa energía hay abundancia, paz, inteligencia y creatividad. Todo esto son los dones del silencio envuelto dentro del espíritu de la Tierra.

Leer más...

domingo, noviembre 30, 2014

Como Identificar los Patrones de Lucha

La lucha es una actitud programada y perfectamente natural para muchas personas; con mucha frecuencia nos encontramos luchando sin ser conscientes de ello.
El primer paso para eliminar la lucha de tu vida consiste en identificar los patrones de lucha.
Los principales aspectos de tu vida que debes someter a examen son los siguientes:

1) Tu cuerpo físico.
2) Tu equilibrio emocional.
3) Tus relaciones.
4) Las circunstancias físicas de tu vida.
5) Tu situación financiera.
6) Tu actitud frente al mundo que te rodea.
7) Tu capacidad para manejar los conflictos.
8) Tu capacidad para superar el estrés.
9) Tu estado psicológico.
10) Tu equilibrio espiritual.


1) Tu cuerpo físico

Si tu cuerpo es débil, se debe a un problema genético o a un desequilibrio que has creado tu mismo/a.
Si tu debilidad es hereditaria, puedes cambiar tu actitud y pasar del “pobre de mí” a un estado de fortaleza con sólo ser consciente de que tu debilidad es un don que te permite manifestar esta fortaleza a pesar de la situación.
Si tu debilidad no es hereditaria, cúrala. Si no, pon toda tu energía en sanar tu cuerpo para que deje de dominar tu vida.

2) Tu equilibrio emocional

Tu reacción ante una situación de carácter emocional expresa únicamente tu opinión al respecto, pero no necesariamente la verdad.
Entrénate para aumentar la capacidad de perdonarte a ti mismo/a, para sentir más desapego hacia ti y así comprenderás tu vida en un sentido ilimitado, infinito.
Calibra tu nivel de cólera emocional. Todos la padecemos en mayor o menor medida. Cuando la sientas surgir en tu interior, haz algo positivo para librarte de ella al instante.
Normalmente, la comunicación es de gran ayuda. Evita así mismo los conflictos. Ten presente que sólo el loco se empecina en luchar; el hombre sabio se retira. Si una situación se hace insostenible o no puedes cambiarla, aléjate de ella.

3) Tus relaciones

Por medio de nuestras relaciones aprendemos a conocernos a nosotros mismos, pues las personas que nos rodean reflejan lo que somos.
Si tus relaciones te obligan a luchar, pregúntate porqué. ¿Qué opinión tienes de ti mismo/a o de esa relación que impide que todo se desarrolle como desearías? ¿A qué estás tratando de enfrentarte? ¿En qué medida das y aceptas recibir? ¿Estás permitiendo que te hagan daño? Y, en caso afirmativo, ¿Te parece bien o quisieras cambiar esta situación?

4) Las circunstancias de tu vida

¿Te enriquecen las circunstancias de tu vida? ¿Te sirven de ayuda? ¿O acaso, estás a merced de ellas? Si este es el caso, ¿Qué piensas hacer al respecto? Por ejemplo, ¿acaso, la limpieza y el cuidado de tu hogar te exige un esfuerzo tan excesivo que no se corresponde con la satisfacción que obtienes de él?

5) Tu situación financiera

En este aspecto, la cuestión no consiste en preguntarse, ¿Tengo suficiente dinero?, sino ¿Tengo mi vida satisfecha y equilibrada con el dinero que poseo? Si la respuesta es “no”, seguramente te encontrarás luchando por mantener el nivel de vida que tu ego/personalidad considera necesario para vivir, pero que quizá no puedes mantener con la energía que posees.

6) Tu actitud frente al mundo que te rodea

Tu vida, tu evolución es asunto tuyo; lo que hagan los demás es asunto de cada uno de ellos. Si dejas que el mundo te influencie, en realidad estás diciendo: “No tomo mis propias decisiones, me limito a dar una respuesta pauloviana como reacción ante cualquier cosa que afecte mis emociones”.
Si decides que el mundo siga su camino y centras tu atención en ti mismo, te sentirás feliz y libre al instante.

7) Tu capacidad para manejar conflictos

Los conflictos no son sino meras diferencias de opinión.
¿Luchas por convencer a los demás de que tu opinión es la correcta? Y si estás en lo cierto, ¿qué más da? Es una estupidez tratar de obtener una victoria moral a costa de la propia cordura.

8) Tu capacidad para superar el estrés

En un mundo superpoblado como el nuestro y con todas las obligaciones que nos echamos encima, padecer estrés es algo normal. ¿Cómo reaccionas ante el estrés, de forma emocional o fríamente? ¿Sabes cómo combatirlo?
No es necesario volverse loco/a para vivir con alegría y sentir hasta que punto es divertida la vida.

9) Tu estado psicológico

Si tu estado psicológico te produce angustia, una de dos, o es un efecto secundario de tu estado físico o se trata, una vez más, de una cuestión de opiniones. ¿En qué medida responde tu situación a una u otra causa?

10) Tu equilibrio espiritual

El estado de equilibrio es natural. Cada vez que te ves obligado/a a forzar las cosas para que suceda algo que deseas, el esfuerzo te produce un desequilibrio. ¿Hasta qué punto te mantienes en la corriente de la vida y hasta qué punto tienes que esforzarte para avanzar?
La diferencia entre una persona espiritual y otra menos evolucionada consiste en que la primera es real. Vive en la verdad de su yo interior, lo que llamamos el Yo Superior. No juega a juegos absurdos, no necesita inventar excusas. Puede decir con toda convicción “Soy lo que soy”. Es consciente de que no lo sabe todo ni es perfecto, pero es feliz tal como es, porque es impecable.

Como el ser humano en general es débil, tiende a fingir y representa un personaje que no se corresponde con sus circunstancias personales, no es verdadero. Por ello, se esfuerza en mantener una doble existencia. Una corresponde a lo que el ego le dicta y la otra a lo que realmente es. A menudo, esta doble existencia se encuentra tan profundamente implantada en su mente que no comprende lo que su Ser Superior le dice y acaba por considerar real el personaje que interpreta, y se ve obligado a luchar para mantenerlo vivo. Los esfuerzos que realiza y su propio estilo de vida alcanzan tal grado de fragmentación que conseguir cualquier cosa que desean supone un trabajo osado y doloroso

Leer más...

viernes, noviembre 07, 2014

El Sentido de Ser Feliz

Puedes tener defectos, vivir ansioso y estar irritado algunas veces, pero no te olvides de que tu vida es la mayor empresa del mundo.

Solo tú puedes evitar que ella vaya en decadencia.
Hay muchas personas que te precisan, admiran y te quieren.

Me gustaría que siempre recordaras que ser feliz no es tener un cielo sin tempestades, caminos sin accidentes, trabajos sin cansancio, relaciones sin decepciones.

Ser feliz es encontrar fuerza en el perdón, esperanza en las batallas, seguridad en el palco del miedo, amor en los desencuentros.

Ser feliz no es solo valorizar la sonrisa, sino también reflexionar sobre la tristeza.

No es apenas conmemorar el suceso, sino aprender lecciones en los fracasos.

No es apenas tener alegría con los aplausos, sino encontrar alegría en el anonimato.

Ser feliz es reconocer que vale la pena vivir la vida, a pesar de todos los desafíos, incomprensiones y períodos de crisis.

Ser feliz no es una fatalidad del destino, sino una conquista de quien sabe viajar para adentro de su propio ser.

Ser feliz es dejar de ser víctima de los problemas y volverse un actor de la propia historia.

Es atravesar desiertos fuera de sí, mas ser capaz de encontrar un oasis en lo recóndito de nuestra alma.

Ser feliz es no tener miedo de los propios sentimientos.
Es saber hablar de sí mismo.
Es tener coraje para oír un “No”.
Es tener seguridad para recibir una crítica, aunque sea injusta.
Es besar a los hijos, mimar a los padres y tener momentos poéticos con los amigos, aunque ellos nos hieran.

Ser feliz es dejar vivir a la criatura libre, alegre y simple que vive dentro de cada uno de nosotros.

Es tener madurez para decir “Me equivoqué”.
Es tener la osadía para decir “Perdóname”.
Es tener sensibilidad para expresar “Te necesito”.
Es tener capacidad de decir “Te amo”.


Que tu vida se vuelva un jardín de oportunidades para ser feliz…
Que en tus primaveras seas amante de la alegría.
Que en tus inviernos seas amigo de la sabiduría.

Y que cuando te equivoques en el camino, comiences todo de nuevo.

Pues así serás cada vez más apasionado por la vida.

Y descubrirás que ser feliz no es tener una vida perfecta.

Sino usar las lágrimas para regar la tolerancia.
Usar las pérdidas para refinar la paciencia.
Usar las fallas para esculpir la serenidad.
Usar el dolor para lapidar el placer.
Usar los obstáculos para abrir las ventanas de la inteligencia.
Jamás desistas.

Jamás desistas de las personas que amas.
Jamás desistas de ser feliz, pues la vida es un espectáculo extraordinario.

Leer más...

martes, octubre 28, 2014

La Gestion del Cambio

1. El Cambio
Existe una palabra que caracteriza la vida. Esta palabra es: "Cambio".
Sean cuales sean las palabras que usemos para describir nuestra percepción del cambio: desafiante, excitante, incómodo, temible, necesario, doloroso, inevitable, etcétera, un hecho es seguro: El cambio es una constante. El cambio se dará tanto si lo queremos como si no. Lo temamos, intentemos resistirnos o nos escondamos de él, el cambio va a ocurrirnos a todos.
Algunos son muy traumáticos, como un divorcio o una pérdida de trabajo. Otros pueden ser más sutiles. Todo cambio, de cualquier forma, es estresante en mayor o menor grado. Dado que el cambio produce emociones intensas, tanto positivas como negativas, es imperativo que aprendamos a gestionarlo.

2. El Cambio es un Proceso
Una forma de vivir el cambio es verlo no como un suceso, sino como un proceso.
El cambio tiene mil nombres y descripciones. Puede significar cambiarse a una nueva oficina o casa, asumir nuevas responsabilidades, darse un nuevo corte de pelo, incluso un nuevo color de pelo.

3. Resistencia al Cambio
Es sabido que habrá resistencia al cambio. Podemos definir cuatro formas en que nos resistimos al cambio.
La primera es la del "jarro de agua fría". Este es el procedimiento usado, cuando los individuos echan agua fría sobre una idea con frases como,"Está fuera de presupuesto" o, "Sí, pero..."
La segunda forma de resistirse al cambio es la llamada "vuelta a la normalidad". Este es el procedimiento seguido por individuos que, cuando ven venir el cambio, agachan la cabeza y desean o rezan para que las cosas vuelvan a su estado normal.
El tercer método de resistirse al cambio es adoptar una mentalidad de "espera". Él problema es que no hay nada tan letal como el no hacer "nada". Al cuarto procedimiento de resistencia al cambio podemos simplemente llamarle "incumplimiento". Este es el tipo de resistencia más difícil de tratar. La persona incumplidora sonríe, asiente y puede que exprese sentimientos tales como: ¡Hagámoslo! Sin embargo, estos individuos son expertos en volver a sus vidas y no hacer absolutamente nada para llevar a cabo los cambios con los que estuvieron de acuerdo de palabra.

Comprender las diferentes formas de resistencia al cambio puede ayudarte a planear una estrategia para hacerlo efectivo con éxito.
Las grandes ideas no se llevan a cabo solas. Para que el cambio sea efectivo, tienes que planear tu trabajo, tu vida. Y hacer que tu plan funcione. La planificación y preparación son la clave.
Para triunfar, debemos correr riesgos. Y el cambio es arriesgado.
- ¿Estoy dispuesto a arriesgarme a cambiar?
- ¿Estoy dispuesto y está mi pareja a arriesgarse a cambiar?
- ¿Estoy dispuesto y está dispuesta mi familia, comunidad o equipo a arriesgarse a cambiar?
- ¿Estoy dispuesto y está dispuesta mi compañía a arriesgarse a cambiar?

4. El Ciclo del Miedo
El miedo constituye gran parte de lo que nos impide enfrentarnos al cambio con éxito. Para tener éxito, debemos aprender a romper el ciclo del miedo. Todos hemos experimentado el riesgo y la rotura del ciclo del miedo. Después de todo, ¿cómo aprendimos a andar y a hablar, a montar en bicicleta, a esquiar? Si te quedas quieto nunca avanzas.

¿Y Sí…?
El ciclo del miedo comienza con la pregunta "¿Y sí…?" Tu imaginación vuela libremente. Todo parece peor de lo que es. Se implanta el pánico, y tú exageras las consecuencias.
Esto conduce al siguiente paso en el ciclo del miedo. La percepción distorsionada.
Aquí tiendes a exagerar la dificultad de una situación dada, diciéndote a ti mismo cosas como, "Sé que nunca lo terminaré a tiempo", etcétera... ves todo lo que te rodea como un obstáculo; demasiadas reuniones, una cantidad de interrupciones aplastantes, etcétera...
Esto lleva a un tercer componente del ciclo del miedo, los signos físicos de estrés.
Si escuchas a tu cuerpo, te darás cuenta que estás en el ciclo del miedo.
Y llegamos al siguiente paso, la fase llamada "congelación o frenesí". Aunque son respuestas opuestas, su característica común es la exageración. La congelación además implica retraso.

Finalmente el ciclo del miedo se completa cuando se cumplen sus expectativas. Con seguridad, a causa de los pasos uno a cuatro en el ciclo, no rindes al máximo de tu capacidad y se hacen realidad tus peores temores. Así que te justificas por tener miedo al principio, y esto te prepara para el siguiente ciclo. Puede que pienses, "No caeré presa del ciclo del miedo". Pero la realidad es que muchos de nosotros lo hacemos.

5. Romper el Ciclo
¿Cómo rompemos este ciclo? Primero, haciéndole pasar por la prueba del "peor de los casos". Esto puede significar, permitirme a mí mismo la preocupación y el miedo ¡pero no quedarme ahí! Necesito preguntarme, o animar a la persona asustada a preguntar, "¿es realmente tan malo? ¿son realmente mayores los inconvenientes que las ventajas?" Otra técnica es hacer una lista de las cosas que te preocupan, y después convertir las preocupaciones en previsiones. Cambiando "¿Y qué si ocurre lo peor?" por, "Sí ocurre lo peor, entonces haré… "Estoy dispuest@ a pasar de la previsión a la acción. "El miedo y la acción no caven en el mismo lugar".
Entender la esencia del miedo puede ayudarme a vivir con él. El miedo es algo natural. Es normal que experimentemos miedo cuando nos enfrentamos a cambios. El miedo miente. Distorsiona. Exagera. Amplía. Como las sombras en un cementerio a medianoche, el miedo hace que todo parezca peor de lo que en realidad es.
El miedo debería impulsarnos a concentrarnos en lo que podemos hacer, no en lo que no podemos hacer. Debemos recordar que lo peor raras veces es tan malo como nos lo pinta el miedo. Incluso cuando prevemos y definimos lo peor que puede ocurrir, las probabilidades de que ocurra de hecho son casi nulas.

Romper el ciclo del miedo es un paso crucial para gestionar el cambio con éxito.

Primero, ¡adelante, preocúpate!
Enfréntate a tus temores, no los niegues.

Segundo, convierte la preocupación en previsión.
Cambia el "Y sí… " por "sí… entonces…"

Finalmente, ¡Reacciona! ¡Cambia!

Leer más...

sábado, octubre 25, 2014

El Cerebro Emocional

El sistema límbico, también llamado cerebro medio, es la porción del cerebro situada inmediatamente debajo de la corteza cerebral, y que comprende centros importantes como el tálamo, hipotálamo, el hipocampo, la amígdala cerebral (no debemos confundirlas con las de la garganta). Estos centros ya funcionan en los mamíferos, siendo el asiento de movimientos emocionales como el temor o la agresión.
En el ser humano, estos son los centros de la afectividad, es aquí donde se procesan las distintas emociones y el hombre experimenta penas, angustias y alegrías intensas.
El papel de la amígdala como centro de procesamiento de las emociones es hoy incuestionable. Pacientes con la amígdala lesionada ya no son capaces de reconocer la expresión de un rostro o si una persona está contenta o triste.

El sistema límbico está en constante interacción con la corteza cerebral. Una transmisión de señales de alta velocidad permite que el sistema límbico y el neocórtex trabajen juntos, y esto es lo que explica que podamos tener control sobre nuestras emociones.
Hace aproximadamente cien millones de años aparecieron los primeros mamíferos superiores. La evolución del cerebro dio un salto cuántico. Por encima del bulbo raquídeo y del sistema límbico la naturaleza desarrolló el neocórtex, el cerebro racional.
A los instintos, impulsos y emociones se añadió de esta forma la capacidad de pensar de forma abstracta y más allá de la inmediatez del momento presente, de comprender las relaciones globales existentes, y de desarrollar un yo consciente y una compleja vida emocional.

Hoy en día la corteza cerebral, la nueva zona del cerebro humano, recubre y engloba las más viejas y primitivas. Esas regiones no han sido eliminadas, sino que permanecen debajo, aún activas.
La corteza cerebral no solamente es el área más accesible del cerebro: sino que es también la más distintivamente humana. La mayor parte de nuestro pensar o planificar, y del lenguaje, imaginación, creatividad y capacidad de abstracción, proviene de esta región cerebral.
Así, pues, el neocórtex nos capacita no sólo para solucionar ecuaciones de álgebra, para aprender una lengua extranjera, para estudiar la Teoría de la Relatividad o desarrollar la bomba atómica. Proporciona también a nuestra vida emocional una nueva dimensión.
Amor y venganza, altruismo e intrigas, arte y moral, sensibilidad y entusiasmo van mucho más allá de los rudos modelos de percepción y de comportamiento espontáneo del sistema límbico.
Aunque, por otro lado -esto se puso de manifiesto en experimentos con pacientes que tienen el sistema límbico-, esas sensaciones quedarían anuladas sin la participación del cerebro emocional. Por sí mismo, el neocórtex sólo sería un buen ordenador de alto rendimiento.

Los lóbulos prefrontales y frontales juegan un especial papel en la asimilación neocortical de las emociones. Como 'manager' de nuestras emociones, asumen dos importantes tareas:
• En primer lugar, moderan nuestras reacciones emocionales, frenando las señales del cerebro límbico.
• En segundo lugar, desarrollan planes de actuación concretos para situaciones emocionales. Mientras que la amígdala del sistema límbico proporciona los primeros auxilios en situaciones emocionales extremas, el lóbulo prefrontal se ocupa de la delicada coordinación de nuestras emociones.

Leer más...

lunes, marzo 03, 2014

La Autoeficacia

Autoeficacia es el juicio positivo de nuestra capacidad de actuar. Pero, la autoeficacia no es lo mismo que nuestras capacidades reales, sino más bien lo que creemos que podemos llegar a hacer con ellas. Por sí sola, nuestra capacidad no basta para garantizar el desempeño óptimo, sino que también debemos creer en ella para poder sacarle el máximo provecho.

Las personas autoeficaces afrontan sin dificultades los desafíos pero quienes dudan de sí mismos la mayor parte de las veces ni siquiera lo intentan, por bien que puedan hacerlo. Dicho de otra manera, la confianza en uno mismo alienta nuestras esperanzas mientras que la duda las socava.

Existe una relación muy estrecha entre la conciencia de uno mismo y la autoconfianza. Cada uno de nosotros dispone de un mapa interno de sus propias preferencias. La sensación de autoeficacia es específica de un dominio concreto, ya que lo bien que creamos que podemos desempeñar una labor no equivale a lo que podamos hacer en un dominio paralelo de la vida cotidiana.

Solemos evitar aquellas situaciones o los entornos en los que tenemos miedo de fracasar, aun cuando realmente poseamos las capacidades requeridas para poder afrontar con éxito una determinada tarea porque, si no creemos ser capaces de superar sus desafíos, nos comportaremos de un modo que terminará abocándonos en el fracaso. La misma idea de que “no puedo hacerlo” resulta paralizante.

Tener el necesario valor de expresarse y la idea de poder saltarse las reglas y los procedimientos usuales, son las cualidades distintivas de la confianza en uno mismo.
Las personas dotadas de una mayor confianza en sí mismas serán las que se hallen más dispuestas a asumir el riesgo de expresar y denunciar los problemas y las injusticias que los demás solo se atreven a eludir o mencionar en voz baja.

Leer más...

viernes, febrero 21, 2014

Caminos para Mejorar

La confianza en uno mismo nos proporciona la energía suficiente para tomar decisiones o emprender desempeños de acción en los que uno cree a pesar de las posibles opiniones en contra o incluso de la desaprobación explícita de alguna persona con más autoridad. La persona dotada de confianza en sí mismo permanece firme, sin mostrarse arrogante ni ponerse a la defensiva y es consecuente con sus decisiones.
Las personas que confían en sus propias posibilidades suelen considerarse individuos eficaces, capaces de asumir desafíos y dominar nuevas tareas. Se ven a sí mismos como catalizadores, promotores e iniciadores cuyas habilidades les colocan por encima de la media. Esta percepción de su fortaleza interna les permite justificar mejor sus decisiones y acciones, y permanecer inamovibles frente a cualquier tipo de oposición.

La confianza en uno mismo puede revelarse en una presentación muy decidida que implica una proyección de la propia “presencia”. Son personas que parecen exudar carisma e inspirar seguridad en quienes les rodean.
En cambio, para quienes carecen de autoconfianza cada fracaso no hace sino confirmar su sensación de incompetencia. La falta de confianza en uno mismo puede manifestarse como sentimientos de impotencia, inoperancia y una abrumadora sensación de inseguridad. Por el contrario, un exceso de confianza puede acabar convirtiéndose en arrogancia. Especialmente en el caso de que la persona carezca de habilidades sociales y, del mismo modo, tampoco debe confundirse con la impulsividad porque, para tener un impacto positivo, la confianza en uno mismo debe hallarse en armonía con la realidad. Es también por lo que la falta de autoconciencia constituye un obstáculo para tener una seguridad en nosotros mismos basada en la realidad.

La confianza en uno mismo es la condición indispensable de toda actuación sobresaliente porque, a falta de ella, las personas solemos carecer de la suficiente convicción para afrontar las dificultades que se nos presentan.
La conciencia de uno mismo constituye un instrumento valiosísimo para el cambio, especialmente en el caso de que nuestra necesidad de cambio se halle en consonancia con nuestras propias metas personales, con nuestra “misión” y con nuestros valores fundamentales, entre los que se incluye la creencia de que el hecho de intentar mejorar es algo positivo.

Leer más...